Gracia-Jhesapé Año: 2009 Responsables: Coque – Caro F Tema: La Familia Cristiana – El envejecimiento de los seres queridos Fecha: 1/6/2009 1. Presencia de Dios Oración 2. Petición “Señor, Te pedimos que la Comunidad sea un espacio donde mi corazón deje de estar inquieto, donde pueda sentirme en casa y donde pueda conocerte cada vez más." 3. Composición de Lugar – La Familia Cristiana. EXTRACTOS DE LA ENCÍCLICA FAMILIARIS CONSORTIO DEL PAPA JUAN PABLO II “LA FAMILIA, en los tiempos modernos, ha sufrido quizá como ninguna otra institución, la acometida de las transformaciones amplias, profundas y rápidas de la sociedad y de la cultura. Muchas familias viven esta situación permaneciendo fieles a los valores que constituyen el fundamento de la institución familiar. Otras se sienten inciertas y desanimadas de cara a su cometido, e incluso en estado de duda o de ignorancia respecto al significado último y a la verdad de la vida conyugal y familiar. Otras, en fin, a causa de diferentes situaciones de injusticia se ven impedidas para realizar sus derechos fundamentales.” “En efecto, por una parte existe una conciencia más viva de la libertad personal y una mayor atención a la calidad de las relaciones interpersonales en el matrimonio, a la promoción de la dignidad de la mujer, a la procreación responsable, a la educación de los hijos; se tiene además conciencia de la necesidad de desarrollar relaciones entre las familias, en orden a una ayuda recíproca espiritual y material, al conocimiento de la misión eclesial propia de la familia, a su responsabilidad en la construcción de una sociedad más justa. Por otra parte no faltan, sin embargo, signos de preocupante degradación de algunos valores fundamentales: una equivocada concepción teórica y práctica de la independencia de los cónyuges entre sí; las graves ambigüedades acerca de la relación de autoridad entre padres e hijos; las dificultades concretas que con frecuencia experimenta la familia en la transmisión de los valores; el número cada vez mayor de divorcios, la plaga del aborto, el recurso cada vez más frecuente a la esterilización, la instauración de una verdadera y propia mentalidad anticoncepcional.” 1 CVX-Uruguay Gracia-Jhesapé “Todos los miembros de la familia, cada uno según su propio don, tienen la gracia y la responsabilidad de construir, día a día, la comunión de las personas, haciendo de la familia una «escuela de humanidad más completa y más rica»: es lo que sucede con el cuidado y el amor hacia los pequeños, los enfermos y los ancianos; con el servicio recíproco de todos los días, compartiendo los bienes, alegrías y sufrimientos.” “Amar a la familia significa saber estimar sus valores y posibilidades, promoviéndolos siempre. Amar a la familia significa individuar los peligros y males que la amenazan, para poder superarlos. Amar a la familia significa esforzarse por crear un ambiente que favorezca su desarrollo. Finalmente, una forma eminente de amor es dar a la familia cristiana de hoy, con frecuencia tentada por el desánimo y angustiada por las dificultades crecientes, razones de confianza en sí misma, en las propias riquezas de naturaleza y gracia, en la misión que Dios le ha confiado: «Es necesario que las familias de nuestro tiempo vuelvan a remontarse más alto. Es necesario que sigan a Cristo».” 4. Materia de la Oración TEXTO EXTRAIDO DE LA REVISTA MISIÓN No. 174: Discernir las difíciles y necesarias decisiones. (Rosa Ramos). El envejecimiento de los seres queridos. Aquellos hombres y mujeres tan lúcidos, fuertes, enteros, muchas veces estoicos, que trabajaban incansablemente (porque eran otras épocas y otros valores), pensaban, exponían razones ante el mundo grande o doméstico, iban y venían tomando decisiones...Casi sin que nos diéramos cuenta cuando...empezaron a andar lento, a pasarse horas inmóviles, quizá perdidos en un tiempo y espacio lejanos, a frecuentar el médico, a tomar medicinas varias, a pensar lento, a olvidar fechas, nombres, no los de antes, claro, sino los recientes, a perder intereses y hasta hábitos muy asentados, a repetir preguntas, algunos a deprimirse... Y...nos dimos cuenta que habíamos perdido o estábamos perdiendo “aquellos” padres interlocutores, vivaces, atentos a todo y a todos, animosos y fuertes. La fragilidad hacía su entrada no triunfal sino dolorosa para ellos y para nosotros. Mucho se ha escrito sobre la sabiduría de los ancianos, sobre las nuevas capacidades que despuntan al tener más experiencia vivida, más tiempo para observar y hasta para rezar, pero, no podemos engañarnos, amigos, la vejez trae también pérdidas, físicas y mentales, límites, dependencias y fragilidades, temores y angustias nuevas, una soledad que sólo ellos aquilatan, una pérdida de significatividad y hasta de autoestima...límites reales y/o sentimientos de nuestros mayores. Podemos estar atentos, ayudar a vivir y aceptarlos, o negarlos abandonándolos inermes. Ocurre que esos límites nos duelen también mucho a nosotros, los que los queremos bien, los que hemos valorado aquellas cualidades de otrora y ahora nos vemos ante “otros” seres, o ante “la pura presencia” que hay que aprender a valorar gratuitamente. 2 CVX-Uruguay Gracia-Jhesapé Asimismo, la presencia-figura del anciano en su fragilidad y dependencia – como la presencia-figura de la muerte- nos remiten a la propia fragilidad –y muerte – ineludibles, de ahí la dificultad psicológica, para unos más que para otros, de asumir valientemente esa imagen espectral del propio futuro. Seamos sinceros, no es lo mismo estar junto a un niño lleno de vida – por demandante que sea ese período – y promesas de realización, que al lado de una persona querida que forzosamente decae y de cuya disminución diaria seremos testigos silenciosos. Duele, desafía, exige fortaleza y grandeza de alma, capacidad de trascendencia, y mucho amor práctico. Exige también clara conciencia, aceptación lúcida y libertad para pedir ayudas. ¿Como enfrentamos el proceso de envejecimiento de nuestros seres queridos? ¿Qué desafíos nos plantea? ¿Cómo reaccionamos? ¿ Como nos pide Dios que los acompañemos? ¿Cómo nos vinculamos hoy como adultos con nuestros padres? ¿Cómo creemos que debe asumir este proceso una familia cristiana (padres, hijos, hermanos, abuelos)? 5. Coloquio Ave María. “Cuidar” a un compañero/a de comunidad. 3 CVX-Uruguay