SUSPENSIÓN PROVISIONAL, FIJACIÓN DEL MONTO DE LA

Anuncio
918144.
610. Tribunales Colegiados de Circuito. Novena Época. Apéndice 2000. Tomo VI, Común, Jurisprudencia TCC, Pág. 553.
SUSPENSIÓN PROVISIONAL, FIJACIÓN DEL MONTO DE LA GARANTÍA PARA LA.
DEBE HACERSE ATENDIENDO A LAS CIRCUNSTANCIAS DEL CASO.- El artículo
125, párrafo primero de la Ley de Amparo, establece la obligación de señalar a todo quejoso
una garantía en caso de otorgársele la suspensión provisional siempre que haya tercero
perjudicado, y que con la concesión de la medida se le pudieran causar daños y perjuicios en
caso de que dicho agraviado no obtuviera sentencia favorable. Aunque el precepto citado no
señala los motivos que deben tomarse en cuenta en la fijación de la garantía, se considera que
la misma debe hacerse teniendo presentes los datos que se desprendan de las propias
actuaciones de acuerdo a lo siguiente: no existe algún precepto de la ley citada que disponga
lo contrario a lo que se afirma (o sea, que fije la garantía basándose el Juez de Distrito en los
hechos o pruebas que existen en el amparo); por el contrario, el mismo ordenamiento faculta
al juzgador para hacer la fijación "discrecionalmente" cuando con la suspensión pudieran
afectarse derechos no estimables en dinero, lo que significa que dicho señalamiento debe
hacerse atendiendo a las circunstancias del caso y sin tener que allegarse pruebas distintas de
las que ya existen en el expediente; toda vez que la vigencia de la suspensión provisional
únicamente perdura por setenta y dos horas (ese es el término máximo en que, por regla
general, debe celebrarse la audiencia incidental y sabido es que en ella se decide sobre la
suspensión definitiva que de inmediato hace cesar la provisional), es ilógico que para
determinar la garantía que debiera exhibirse para que surtiera efectos dicha medida
provisional, tuviera que recabarse un avalúo bancario, pues, atendiendo al referido plazo
mínimo de vigencia de la suspensión de que se viene hablando, el quejoso no tendría
oportunidad siquiera de recabarlo, podría objetarse y ofrecerse otro, no habría razón para
dejar inaudito al tercero perjudicado al no brindársele la opción de poder exhibir él a su vez
otro avalúo, etcétera.
TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL TERCER CIRCUITO.
Novena Época:
Queja 16/91.-Antonio Aguirre Brambila.-7 de marzo de 1991.-Unanimidad de votos.Ponente: Jorge Figueroa Cacho.-Secretario: Juan Manuel Rochín Guevara.
Queja 16/92.-Guillermo Ramírez Villalpando.-2 de abril de 1992.-Unanimidad de votos.Ponente: Carlos Hidalgo Riestra.-Secretario: Jorge Quezada Mendoza.
Queja 3/94.-Ambassador Suites, Puerto Vallarta, S.A. de C.V.-6 de enero de 1994.Unanimidad de votos.-Ponente: María de los Ángeles E. Chavira Martínez.-Secretario:
Salvador Murguía Munguía.
Queja 49/94.-José Alberto Pérez Pérez.-10 de junio de 1994.-Unanimidad de votos.-Ponente:
Jorge Figueroa Cacho.-Secretaria: María Elena Ruiz Martínez.
Recurso de revisión 126/96.-Margarita Lozano de Gama.-27 de febrero de 1996.-Unanimidad
de votos.-Ponente: Jorge Figueroa Cacho.-Secretario: Roberto Macías Valdivia.
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo III, mayo de 1996, página 571,
Tribunales Colegiados de Circuito, tesis III.3o.C. J/3; véase la ejecutoria en la página 572 de
dicho tomo.
-1-
Descargar