La integridad para la unidad_16dic2013

Hasta lo último de la Tierra
ESTUDIOS “Unidad familiar y congregacional”
Tema: La integridad en el ministerio
Unidad: La restauración de la unidad en los santos
I. Base bíblica: Tito 2:7-8; 2ª Timoteo 2:2 (CTS-IBS); 2ª Corintios 6:6 (CST-IBS)
II. Propósito: Que mis oyentes busquen, mediante la integridad (transparencia), la armonía del ministerio- iglesia.
III. Texto de desarrollo: 2ª Timoteo 3:13-14 (CST-IBS)
IV. Introducción
Los reyes de Israel que fueron piadosos e íntegros, en el Antiguo Testamento, hicieron reposar al pueblo de Dios y
mantuvieron a raya a sus enemigos. Mientras que aquellos reyes que no ejercieron la piedad, normalmente fueron
esclavos de su propia conducta y atrajeron eficazmente la presencia de los adversarios del pueblo de Dios, hasta
llevarlos a la cautividad, y en otros casos, fueron despojados de todas sus pertenencias.
En el Nuevo Testamento, las iglesias locales, cuyos ministros practican la integridad y la transparencia en su
gestión, gozan de paz y de tranquilidad, y están cada vez más lejos de ser esclavas del reino de las tinieblas, ya
que el ejercicio de esta virtud en el oficio ministerial, trae consigo autoridad solvencia, buen juicio y atesora
también, un buen nombre en el cielo. Esto implica que Dios se agradará de esas congregaciones y ministerios,
arropándolos de manera eficaz, a fin de que sus adversarios sean fácilmente derrotados.
El conocimiento de la Verdad hace libre a cualquiera, esto significa que donde no hay artificios escondidos, todo
está a la luz, como dice la Escritura, que los que aman la Luz traen sus obras para ser manifestadas, mientras que
aquellos que no manifiestan sus obras en la Luz, indudablemente sufrirán consecuencias desastrosas.
Es imposible guardar la unidad de una iglesia local con los ministerios, cuando en medio hay intereses personales
que riñen con la justicia y la equidad. (Ap. Isauro Vielman) Juan 3:20-21
V. Definiciones
Integridad: Del griego adiafdsoría: incorruptibilidad, pureza (de doctrina): integridad. (Dicc. Strong)
VI. Los resultados de la falta de integridad
La integridad en estos tiempos finales es una virtud carísima, puesto que en el ámbito cristiano y ministerial es poco
probable encontrar personas íntegras; podría haber gran cantidad de personas capaces y preparadas, sin
embargo, la virtud de la integridad está ausente de muchos corazones cristianos.
Normalmente, las personas carentes de integridad lucen cerradas, como autos polarizados, cuyo contenido
interior es difícil de precisar. Las congregaciones se tornan intranquilas cuando los ministerios muestran actitudes
que riñen con la integridad.
Un ministerio íntegro es aquel que no solo se guarda para Dios, para su familia y para su llamamiento, sino también
lo demuestra con sus hechos y, amablemente, cuando se le solicita razón de su gestión, puede brindarla con
facilidad.
Una persona transparente es ordenada en su manera de vivir, mientras que una persona no íntegra, encuentra sus
propósitos en el desorden. La mejor manera de ocultar sus hechos es provocando desorden.
En estos tiempos finales es muy común encontrarse con congregaciones, cuyas ovejas lucen atemorizadas y
amargadas por una mala gestión ministerial. Indudablemente, estos ministros, después de hacer mucho daño al
rebaño de Dios, comprado con la sangre de Cristo, recibirán su nota final. (Ap. Isauro Vielman)
Proverbios 10:9; Proverbios 28:18; Proverbios 28:13; 2ª Corintios 12:13 (CST-IBS); Gálatas 6:7;
VII. Las bendiciones de la integridad
a) Permanece firme
Los siervos de Dios del Antiguo Testamento mostraron su integridad en el oficio al que fueron llamados,
guardando su alma y sus caminos, como dice la Biblia acerca de Moisés, que permaneció firme, como viendo
al Invisible, esta actitud escatológica, en el sentido de que ellos esperaban al que habría de venir, trajo
abundantes frutos al reino de Dios, porque estos hombres fieles fueron puestos por ejemplo a las multitudes,
mostrando firmeza debido a su transparencia con Dios y con los hombres.
En el Nuevo Testamento podemos ver al apóstol Pablo en medio de grandes adversidades y que a pesar de
todo esto, permaneció firme, acreditando de manera efectiva el evangelio de Jesucristo.
La mejor forma de inspirar a una congregación y conducirla a la unidad con los ministerios que la dirigen, es
mostrando una actitud firme en el tiempo, para probar de esa forma la eficacia y la certeza del Evangelio.
San Salvador, lunes 16 de diciembre 2013
www.misioncristiananuevopacto.org
Predicador: Pastor William Calderón
Tel. (503) 2205-7400 Fax (503) 2205-7413
[email protected]
Cuando una congregación y sus ministros se dirigen en un mismo objetivo para lograr metas específicas se
obtienen grandes resultados. (Ap. Isauro Vielman) Hebreos 11:27; 1ª Pedro 1:7; 2ª Pedro 3:17; 1ª Tesalonicenses 1:3
b) Maestros de verdad
En la historia del reino de Dios hay abundantes ejemplos registrados en la Biblia de maestros falsos y maestros
verdaderos, esto implica que en el reino de Dios van a haber de ambos grupos, los unos conduciendo a la luz,
y los otros haciendo regresar a sus seguidores a las tinieblas.
Los maestros, indudablemente, enseñan, y por la dualidad de la personalidad en los nacidos de nuevo, por
tener aún una naturaleza vieja y un nuevo hombre, son proclives a escuchar los dos mensajes; esta es la razón
por la cual, los maestros faltos de integridad, tienen mercado en el reino de Dios y, es más, son muy bien
remunerados, porque ellos le hablan a la naturaleza silvestre, estimulando una fe adámica. “La religión es la fe
de los adanes”.
Gracias al Señor en el reino también hay maestros que enseñan no solo las verdades eternas, pero las viven
mientras transitan por la tierra. Es de notar que estos son, a veces, agredidos, y muy poco remunerados, porque
no agradan al oído adámico, sino a los oídos del nuevo hombre, que es el interés primordial de Dios en los
tiempos de la iglesia.
“Los maestros que enseñan y viven el evangelio son la mejor señal de la eficacia de la Verdad”.
(Ap. Isauro Vielman) Daniel 12:3; 1ª Corintios 4:15; Efesios 4:25; 1ª Juan 3:18
c) Aprobados
Todos los seres humanos que pasan por este estado intermedio en la tierra parece ser que sustentan un
examen riguroso de su inclinación a Dios o a las tinieblas, de ahí que quienes se inclinan por el reino de la luz,
indudablemente que al final de su camino reciben su calificación, habiendo dejado en su trayectoria, no solo
el ejemplo vivo, mientras transcurre su vida por la tierra, pero una estela de luz en la historia, precisamente
como aquellos que menciona Daniel en el capítulo 12, que los que enseñaron la Verdad resplandecerán para
perpetua eternidad. Aunque la nota final evaluaría no solo el haber hablado el evangelio y enseñado con
denuedo la Verdad, sino más bien, el resultado de su vida práctica para verificar si el mensaje que llevaba en
su boca fue eficaz para enderezar sus pies en el camino.
De ahí que el apóstol Pablo anima a Timoteo a caminar de tal manera, que al final llegara a ser un obrero
aprobado, sin razones para avergonzarse, uno que trazó bien la palabra con su boca, pero con sus pies
autenticó la eficacia de ella. (Ap. Isauro Vielman)
2ª Timoteo 2:15; 1ª Tesalonicenses 2:4 (CST); 2ª Corintios 13:7;; Romanos 14:18-19; Hebreos 10:22-23;
Proverbios 11:3; Salmos 25:21; Colosenses 4:7
VIII. Conclusión:
1° Samuel 12:3-4
San Salvador, lunes 16 de diciembre 2013
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