Memoria de un complejo deportivo para 15.000 espectadores en el

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Memoria de un complejo deportivo para 15.000 espectadores en el Guinardó.
El lugar.
El proyecto se sitúa en el barrio del Guinardó, en la zona de equipamientos de Torrent d'en
Melis, que comprende el ámbito definido entre la fachada montaña del Hospital de Sant Pau,
la calle Cartagena, la Avenida de Mare de Deu de Montserrat y la calle Telègraf. Se trata
de unos terrenos de fuertes pendientes, situados estratégicamente en un sector de alta
densidad de la ciudad. Existen una serie de pistas deportivas y piscinas que ocupan zonas
residuales y que el planeamiento general metropolitano plantea rehabilitar con un cambio de
emplazamiento. Resulta relevante destacar la presencia del gimnasio municipal y del FC
Martinenc, fuertemente integrado en barrio y relacionado con los muchos colegios de la zona.
La estrategia en la ciudad.
El proyecto se propone la integración topográfica de un programa de gran superficie que debe
dar respuesta a dos escalas de programa y realidad urbana muy distintas: un gran estadio
en consonancia con el Hospital de Sant Pau y la gran accesibilidad que ofrece la ronda; y
zonas deportivas menores en continuidad con el FC Martinenc y el uso de las escuelas del
barrio; buscando ante todo potenciar la actividad y mejorar la practicabilidad del espacio
público.
Un nuevo paseo peatonal se abre camino longitudinalmente buscando la máxima planeidad, y
descubriendo la fachada del antiguo edificio Mas Ravetllat-Pla hasta ahora inaccesible y de
uso privado, que se convertirá en el nuevo centro cívico del barrio. Otras dos piezas aisladas
y de geometría libre con uso de equipamiento, se sitúan dentro de la franja de parque que
queda delimitada entre el nuevo Paseo de los Cipreses y la calle Mare de Deu de
Montserrat, conservando parte de los antiguos jardines del antiguo edificio. En su otra
vertiente, el paseo se acompaña de la fachada continua en ritmo y altura del estadio (que
respeta las vistas desde Mare de Deu de Montserrat y el Mas Ravetllat-Pla que se asoma
por encima cómodamente). El edificio abre visuales al interior del estadio -y por tanto a las
vistas de la ciudad- estratégicamente colocadas en los giros de la cinta, donde se
encuentran los accesos al estadio y las actividades comerciales y de restauración que se
benefician de las sinergias del estadio y el paseo público.
En sentido transversal y por tanto el de máxima pendiente, se abre una nueva calle
acompañada de escaleras mecánicas, que salva el desnivel entre la Ronda Guinardó y el
nuevo Paseo de los Cipreses, organizando los accesos de segundo orden al estadio a través
de las pistas de básquet y futbol7, en relación con la escuela y el gimnasio.
El recinto deportivo.
A través de una topografía interior escalonada, las diferentes pistas deportivas se colocan
aterrazando el terreno y dando lugar a una geometría exterior que se adapta a la fuerte
pendiente del terreno. Sobre este zócalo aterrazado se coloca un edificio-cinta de 4m de
crujía que limita el recinto y contiene los espacios servidores del estadio: núcleos de acceso
a parking, aseos, puestos de snaks y espacios de almacén. Bajo este zócalo se desarrolla
una planta continua con tres zonas de vestuarios directamente relacionados con las piscinas,
el estadio principal y las pistas secundarias. Las dos plantas inferiores se ocupan con parking
y ofrecen servicio al Hospital de Sant Pau mientras no haya partidos importantes.
En su fachada a Ronda Guinardó, el recinto se libera de la cinta y expresa la máxima
horizontalidad del estadio principal, con una profunda línea de sombra que lo separa del
suelo. Esta horizontalidad se acentúa con una barandilla-valla que sucede en dos planos
diferentes y se prolonga hasta acompañar a las dos grandes rampas de acceso al recinto.
Bajo las gradas hay una calle interior donde se sitúan los servicios de los espectadores y los
accesos a las cuatro bocas; conectando dos puntos de la pendiente de la Ronda Guinardó.
En la vertiente de montaña, se colocan tres piezas de gradas cubiertas y separadas del
zócalo -de carácter ligero y sección de celosía- dispuestas sobre los tres escenarios
deportivos y consiguiendo un recorrido superior interno que se desarrolla a la misma cota que
el paseo público y por tanto de fácil accesibilidad. Este último salto de 9m de desnivel lo
construyen tres niveles de franjas de aparcamiento bajo el paseo, separados de los
espectadores por un espacio donde se suspenden las escaleras de acceso a las gradas. Este
espacio intermedio se acaba convirtiendo en el patio de iluminación y ventilación de los
vestuarios situados bajo el zócalo. El edificio que delimita el estadio con el paseo presenta
una dualidad importante: la cinta de 4m de crujía de carácter opaco (acabado de chapa
metálica) que concentra los espacios servidores; y una segunda franja de 8m de crujía de
carácter abierto aporchado (cerramiento de vidrio y chapa perforada puntualmente) que
contiene los espacios servidos como zonas vip, oficinas del club, bares, comercios y porches
de acceso. Una pieza prefabricada de hormigón corona la cinta y cumple con su última
función: la recogida de aguas de todas las cubiertas del estadio.
Lucía Millet Ferrater
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