COMENTARIOS DE PASILLO…

Anuncio
C OMENTARIOS DE PASILLO…
Mi hijo se llama Pepe
Eso es lo que afirma una familia de la localidad coruñesa de Ames. El matrimonio cuenta con un auto judicial a su favor en el que el juez reconoce que el nombre de
“Pepe”, tal cual, ha adquirido la sustantividad que requiere la normativa vigente para que sea considerado como un
hombre independiente y como tal se pueda inscribir al niño
en el Registro Civil. Pero el fiscal no parece opinar lo mismo y ha presentado el oportuno recurso. La decisión de si
“Pepe” es o no un verdadero nombre –la madre del niño
lo considera “bonito y dulce”– está ahora en manos de la
Dirección General de los Registros y del Notariado.
Un violador en libertad
por error
Un error judicial permitió que un presunto violador quedase en libertad un mes antes del juicio tras cumplir dos años de prisión provisional. Una vez celebrada la
vista oral, el “presunto” ha pasado a convertirse en culpable, condenado nada menos que a 26 años de prisión por
los delitos de violación e intento de homicidio. Pese a los
intentos de la Fiscalía, el hombre sigue en libertad, ya que
la Audiencia de Barcelona asegura que la ley no permite
que sea encarcelado hasta que no haya sentencia firme
y mientras continúe cumpliendo con su deber de presentarse en el juzgado. El fiscal argumenta por el contrario que las dos mujeres víctimas de la violación están
ahora más privadas de libertad efectiva –tienen un lógico
miedo a salir a la calle– y en peor situación anímica que
el condenado.
Condenado a distancia
Una jueza británica dictó sentencia por teléfono móvil a un hombre que no llegó a tiempo a su juicio porque quedó atrapado en el atasco de una autopista del sureste de Inglaterra. El procesado avisó a su
abogado, quien a su vez comunicó el imprevisto al tribunal. La jueza, que tenía la agenda muy apretada,
decidió no esperar y comunicarle por teléfono su
condena: 140 horas de trabajo social y 1.100 euros
por participar en la quiebra de su empresa. Según la
prensa inglesa, es la primera vez que se utiliza este
sistema para impartir justicia.
16 / PROCURADORES • Febrero 2005
Un juez dice sí, otro dice no
Son exactamente los mismos hechos, pero el resultado judicial ha sido totalmente diferente. Mientras que
para el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 12 de Madrid la emisión de unas imágenes del ex ministro Francisco Álvarez Cascos con su nueva compañera
sentimental constituían una intromisión ilegítima en su intimidad, para otro juzgado –esta vez el 38– está justificado
el interés y la curiosidad ajena por la vida sentimental de
un hombre que formaba parte “del propio Gobierno del
Estado, ni más ni menos”. Eran exactamente las mismas imágenes, difundidas en dos programas diferentes de
la misma cadena. Mientras que los responsables de uno
de ellos deben indemnizar a la pareja demandante con
120.000 euros, los otros realizaron, según el juez, un reportaje “veraz todo él, respetuoso con las personas de los
demandantes y sus actos allí reflejados”. Ante esta clara
–y aparentemente absurda– disparidad de criterios, la cadena de televisión pedirá que se acumulen las apelaciones
de estos dos asuntos en un mismo tribunal.
Un abandono injustificado
La Audiencia Provincial de Valencia ha ratificado la
sentencia que condena a 200 euros de multa a una mujer por
abandonar a su madre, de 92 años, en la calle. Los hechos
ocurrieron en mayo de 2003.La mujer aseguraba que no podía cuidar más de la anciana, e intentó que alguno de sus
otros hermanos compartiera con ella esa responsabilidad.
Como los hermanos no llegaban a un acuerdo, decidió dejar
finalmente en la calle a su madre agarrada a la verja de la
casa de uno de ellos. Así fue encontrada la pobre mujer, en
un estado de desorientación. Quizás la mujer condenada
podía tener sus razones de fondo, pero nunca debió forzar la
situación utilizando a la madre como inocente rehén.
Terrible mala suerte
Fue la que tuvo Fernando Martínez López, forense de 48 años, víctima de un tremendo accidente. Falleció
el pasado 9 de febrero tras caerse por unas escaleras en el
edificio de los juzgados de la localidad pontevedresa de
Caldas de Reis, con tan mala fortuna que se dio un brutal
golpe en la cabeza. Desde aquí, nuestro más sincero pésame a sus familiares, compañeros y amigos.
Descargar