importancia y beneficios del satsang

dancé con el Maestro Kirpal entre nubes
de cristal.
***
UNO DE LOS PRINCIPIOS BÁSICOS
de la Ciencia de la Espiritualidad es que
el Poder de Dios es uno, pero trabaja
a través de polos humanos diferentes.
Tuve un ejemplo vivo de esto cuando
llevé a una amiga al centro en Chicago
para que asistiera a un satsang que daba
Sant Rajinder Singh Ji. Asistimos a una
sesión de meditación en la capilla antes
de que llegara el Maestro Rajinder. Luego
el Maestro entró en el salón, caminó por
el pasillo y se sentó en el estrado, desde
donde dio el satsang.
Al terminar el satsang, mi amiga me
preguntó quién era el caballero que había
estado sentado en el estrado durante la
meditación. Ella explico que él había
estado mirándonos a los que estábamos
allí, como si estuviera presidiendo la
sesión. Luego dijo que cuando el Maestro
Rajinder entró y se sentó al frente, la imagen de este otro caballero se fundió en el
Maestro. Yo le dije que no había visto a
nadie allí durante la meditación (nadie
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había estado allí). Ella aclaró que no era
el Maestro Rajinder. Nos acercamos a
la mesa de los libros para confirmar si
quizás había visto a uno de los anteriores
Maestros e inmediatamente señaló la
foto de Hazur Baba Sawan Singh Ji.
***
EN 1990, CUANDO COMENZÓ LA
misión de Maharaj Ji, él se encontraba en
la India mientras que varios de nosotros asistíamos al satsang en Quito. Esa
noche en particular, el salón en donde se
llevaba a cabo el satsang se llenó de repente de una luz suave y brillante. Luego
vi las figuras de Hazur Baba Sawan Singh
Ji, Sant Kirpal Singh Ji y el Maestro Sant
Darshan Singh Ji en el salón. Después
de esto llegó la presencia maravillosa
del Maestro Rajinder Singh Ji, cubierto
con un gran manto blanco. Su rostro
tenía una gran belleza. Los primeros tres
Maestros caminaron por el salón y salieron, pero Maharaj Ji se quedó. Con una
sonrisa celestial en su rostro, se detuvo
detrás de la persona que leían el satsang
y leyó sobre su hombro. El salón se llenó
de una fragancia divina a flor de azahar. §
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importancia y
beneficios del satsang
¿Qué es el satsang?
Sant Kirpal Singh Ji M aharaj
SI QUIEREN RECIBIR EDUCACIÓN
en una materia en particular tienen que
ir a una escuela o universidad donde
enseñen ese tema. Si quieren aprender
algo sobre su cuerpo físico, sobre cómo
conservarlo y renovarlo, tienen que
ir a una escuela donde enseñen cómo
mantener una buena salud. Si quieren
aprender ingeniería, tienen que ir a
alguna escuela donde haya un ingeniero
que les enseñe. Entonces, esta escuela
en la cual se encuentran ahora, es una
escuela donde se enseña la materia,
“cómo encontrar a Dios”. El satsang
es una escuela donde hay alguien que
conoce a Dios, Lo ve y tiene la capa-
cidad necesaria para darles a otros
una demostración del Dios que mora
dentro de cada uno de ellos. Este es un
capital con el que se puede empezar. La
palabra “satsang” significa en realidad
unir el alma con el eterno, el omnipresente Dios. Esto es solo posible cuando
nuestra alma ha sido analizada a partir
de la mente y las facultades externas.
Solo cuando nos conocemos a nosotros
mismos, podemos conocer a aquel Dios
que todo lo permea, quien lo controla
todo y en quien vivimos y tenemos
nuestro ser.
Así que esta escuela a la que asisten,
se llama satsang. Nos hemos unido a
ella con el objeto de tener un contacto
con Dios. Esto solo se puede lograr
cuando hay un hombre ahí que ve a
Dios y que es capaz de hacer que otros
Lo vean. El Dios-Hombre o el Hombre-Dios contempla a Dios en todo
y en todos. Aquellos que se vuelven
receptivos a Él, también comienzan a
ver a Dios en todos. Es el Dios-Hombre
quien puede darles un contacto, una
demostración del Dios que está en ustedes y en todas partes. Su aprendizaje
empieza en realidad cuando se elevan
sobre la conciencia del cuerpo. Entonces están en el camino de conocer su
El satsang es una escuela donde hay
alguien que conoce a Dios, Lo ve y
tiene la capacidad necesaria para
darles a otros una demostración de Él.
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Satsang Semanal, Semana #4
Ser y después al Ser Supremo que está
dentro del cuerpo. Él sustenta el universo entero. De manera que si quieren
conocer a Dios, tienen que ingresar a
una escuela donde enseñe alguien que
conozca a Dios, que vea a Dios y que
tenga la capacidad de darles algo con
que empezar; alguna demostración del
Poder de Dios que ya está dentro de
ustedes.
***
En el satsang les dan dos cosas: primero, se explica la teoría por medio de palabras y luego, se les da un cierto capital
a través de los ojos. Este se irradia al
espectador que asiste a esta escuela con
el propósito de conocer a Dios. Esta
clase de escuelas son muy escasas. Hay
muchas escuelas en las que la gente sólo
habla de historias del pasado y de la
teoría que fue expresada en tiempos de
los antiguos Rishis. Pueden darles algunas citas de Maestros del pasado, pero
esto es solamente para que lo entiendan. A menos que les den para empezar
una demostración, ¿cómo van a derivar
algún beneficio de la teoría? Una persona puede dar una conferencia maravillosa sobre cómo manejar un negocio
con éxito, sí, una charla maravillosa.
Pero si la gente que la escucha no tiene
algo de dinero con que empezar, ¿de
qué le puede servir la conferencia? Si
tienen algún capital inicial con que
arrancar, entonces sí le habrán sacado
provecho a la conferencia. Esta es una
escuela de espiritualidad. Primero se
les da la teoría haciendo referencias a
las palabras de los Maestros del pasado,
quienes vieron a Dios e hicieron que
otros lo vieran. «[…] nadie conoce
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al Hijo sino el Padre, y nadie conoce
al Padre, sino el Hijo, y aquel a quien
el Hijo se lo quiera revelar (Mateo
11:27)». Dios reside en todo corazón. Él
es el Poder Sustentador que mantiene
el alma en el cuerpo. Se hace referencia
a estas cosas para ayudar a aquellos que
asisten al satsang para que comprendan qué es qué. Pero eso solamente, no
basta. Tiene que haber allí alguien que
esté por encima de los sentimientos, de
las emociones y que haya dejado ya de
sacar conclusiones. Él ve a Dios y hace
que los demás desarrollen el ojo con
el cual podrán ver a Dios dentro de sí
mismos. Él les da algo con que empezar. Les da un contacto con la Permanencia Inmutable que es Dios. Para ello,
no necesitan rituales externos. Deben
venir como un hombre, despojados de
toda formación y distintivo externo.
Cuando asistan al satsang olvídense de
todo y aprendan a los pies de alguien
que conoce a Dios y que tiene la
competencia necesaria para darles algo
con que empezar. Primero tiene que
comprender la teoría. Los Maestros que
vinieron en el pasado vieron a Dios y
fueron también competentes para dar
algo con lo cual sus discípulos pudieran comenzar. Segundo, se les da una
demostración. De manera que, yo diría,
son muy afortunados de asistir a una
escuela en la que, con la gracia de Dios,
se les da algo con que empezar. Si quieren obtener pleno beneficio de lo que se
les ha dado y de su asistencia al satsang,
tendrán que desarrollar receptividad.
Esto vendrá al observar y cumplir los
mandamientos del Dios-Hombre u
Hombre-Dios. §
nuestro corazón al Amado».
Este estado de receptividad se puede
desarrollar incluso si asistimos a un satsang en el que no se encuentra el Maestro físicamente. Espiritualmente él está
siempre presente. Aun cuando escuchemos un satsang que lea un coordinador,
miremos un video o escuchemos una
grabación, podemos sentarnos en un
estado de receptividad. Nuestra mente
debe estar quieta, nuestro corazón debe
estar abierto y debemos sentarnos con
amor por el Maestro. Así, incluso en los
satsangs de los rincones más lejanos de
la Tierra, podemos tener la visión divina
del Maestro. Él se nos aparecerá interna
o externamente. Seremos transportados
hacia sus brazos. Veremos la Luz interna,
escucharemos la Melodía celestial y tendremos su darshan en nuestro interior. §
h i s t o rias d e f l o r e s d e g r ac i a
INTRODUCCIÓN: El satsang es mucho más que transmitir una información
a nivel intelectual. Se añade también un
elemento interno, profundamente espiritual para aquellos que asisten en un
estado de receptividad. Esta cualidad se
ilustra con estas bellas historias del libro
Flores de gracia. Estas no son historias
mitológicas, sino experiencias reales de
la gente que ha asistido a varios programas de satsang de Ciencia de la Espiritualidad en diversos lugares del mundo.
HAY UN SATSANG ESPECIAL QUE
siempre permanecerá en mi memoria.
En esa época era aún bastante novicio
en las enseñanzas y me esforzaba por
adherir a la dieta vegetariana. Este relato
puede resultar difícil de creer, pero es
real. Había cuatro fotos en la pared de los
Maestros recientes y yo estaba al frente
de las fotos de Sant Darshan Singh Ji y del
nuevo Maestro, Sant Rajinder Singh Ji.
Había visto una vez al Maestro Darshan y
me sentía más atraído hacia él que hacia
Maharaj Ji. Mientras escuchaba el satsang, me senté en meditación. Después
de un rato, abrí los ojos y miré la foto del
Maestro Darshan. Para mi sorpresa vi
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como su cabeza comenzaba a moverse.
Luego salió del cuadro y me sonrió;
parecía estar muy feliz. Me pregunté:
«¿Será que mantuve los ojos cerrados por
mucho tiempo?» ¿Qué estaba ocurriendo? Luego, el Maestro Darshan volteó su
cabeza en dirección a la foto del Maestro
Rajinder. Entonces Maharaj Ji me sonrió
como si su foto también tomara vida. El
Maestro Darshan dijo clara y deliberadamente: «Ahora, yo estoy en Él y Él está
en mí».
***
UN DÍA DURANTE UN SATSANG,
el Maestro se me apareció en su forma
espiritual mientras yo permanecía con
los ojos abiertos; lo vi muy grande y me
habló animándome a mantener mi atención arriba para no perderme en asuntos
del mundo. También vi la forma radiante
de Maestros del pasado mezclándose con
los discípulos en el satsang y caminando
entre ellos. En una bendita ocasión, tuve
una experiencia que a la gente le puede
parecer difícil de creer, pero que a mí
me hizo absolutamente feliz. Fui transportado a un estado espiritual en el que
danzaba con Sant Kirpal Singh Ji. Nunca
olvidaré ese bello día, el día en el que
Satsang Semanal, Semana #4
demás. Pensamos en cómo nos ha herido esta persona, y como esta otra trata
de perturbarnos y como aquella trata de
acercarse más al Maestro que nosotros.
Algunas personas se sientan en el satsang para juzgar lo que dice y lo que hace
el Maestro. Cada vez que nos encontremos en cualquiera de estas situaciones,
no estamos en un estado de receptividad
ni obtenemos el máximo beneficio. No
experimentamos las olas de amor de
su océano eterno. Sin duda, él las está
enviando continuamente, pero nuestra
mente se interpone en el camino de esas
gotas que penetran internamente.
Si deseamos experimentar las olas
de amor, necesitamos sentarnos en el
satsang en un estado de receptividad.
Debemos decirle a nuestra mente que
puede pensar en todo lo que quiera después del satsang, pero durante el satsang
debe permanecer callada y permitirnos experimentar la bienaventuranza
que es nuestro derecho de nacimiento.
Debemos amorosamente dejar de lado
todos nuestros pensamientos, tan solo
sentarnos en silencio y mirar en los ojos
del Maestro como un niño inocente.
Debemos abrir nuestros corazones para
amar y esperar que su gracia se vierta
en nosotros. No debemos aferrarnos o
contar con que vamos a obtener una u
otra cosa. Tan solo llenarnos de amor y
devoción y estar receptivos a recibir lo
que él quiera darnos.
Si deseamos experimentar las olas
de amor, necesitamos sentarnos en el
satsang en un estado de receptividad.
Tan solo debemos sentarnos en silencio
y mirar en los ojos del Maestro como
un niño inocente.
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Si podemos sentarnos en ese estado,
podremos sumergirnos es su océano
de amor. Las emanaciones espirituales
nos elevarán y encontraremos que las
corrientes del espíritu se retiran al foco
del ojo. Esta es la razón por la que vemos
a algunas personas elevarse por encima
de la conciencia del cuerpo incluso en el
satsang. Estas personas son receptivas a
las olas de amor que las elevan sobre la
conciencia del cuerpo físico para sumergirse en la Luz y el Sonido y ser transportadas. Otras vuelven a casa para meditar
después del satsang y esa elevación les
da unas meditaciones fructíferas. Otras
personas que hacen servicio después del
satsang llevan esa embriaguez con ellos
y se sienten perdidos en la bienaventuranza y el amor. Aquellos que tienen
que ocuparse de sus responsabilidades
del mundo después del satsang también
llevan el amor del Maestro en sus corazones. Ellos van a su trabajo de la misma
manera como lo describe un refrán
punjabi: «Nuestras manos al trabajo y
Beneficios del
satsang
Sant Darshan Singh Ji Maharaj
INTRODUCCIÓN: El satsang es
una de las prácticas fundamentales
de las enseñanzas de Sant Mat y ha
sido respaldada firmemente como
una parte esencial en la vida del
buscador espiritual. Existen varios
significados para el término “satsang” y hoy exploraremos uno de
esos significados: el satsang como
un programa espiritual, similar al
que hacemos en este momento. Los
Miembros de Ciencia de la Espiritualidad nos reunimos como ahora,
cada semana, para hacernos una
idea de las enseñanzas de los grandes
Maestros espirituales en la tradición
de Sant Mat. Esta es una reunión en
donde se enseñan los principios más
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elevados de la espiritualidad. Nuestros satsangs se concentran totalmente en ayudar a los buscadores a
alcanzar el verdadero propósito de la
vida, que es el autoconocimiento y la
realización de Dios. Consideramos
que esta es una reunión sagrada, en
la que dejamos atrás nuestra vida
externa, nos olvidamos del pasado y
del futuro, y abrimos nuestras mentes
y corazones a la sabiduría profunda
de los grandes Santos y Maestros del
pasado y del presente. La siguiente
es una historia muy interesante de
la mitología hindú, que los Maestros
Sant Darshan Singh Ji Maharaj y
Sant Kirpal Singh Ji solían contar
para explicar el beneficio del satsang
o el encuentro con un verdadero
Maestro espiritual. Esta versión la
contó Sant Darshan Singh Ji Maharaj.
Satsang Semanal, Semana #4
LES ESTABA COMENTANDO
sobre la importancia del satsang de un
Maestro. Hay una historia que ilustra
esto muy bien. En nuestras antiguas
escrituras se dice que Muni Vishvamitra, quien había dedicado 65 mil años
de penitencia, fue a ver a Gurú Vashisht,
el profesor del Señor Rama, que era un
santo. En esos tiempos era la costumbre que cuando un santo visitaba a
otro santo, el santo que recibía la visita
ofrecía algo como acto de respeto al
santo que lo visitaba. Así que cuando
Muni Vishvamitra llegó donde vivía
Gurú Vashisht Ji, le ofreció el fruto del
satsang que había escuchado durante
dos horas y media. Muni Vishvamitra,
que había hecho 65 mil años de penitencia, pensó que este ofrecimiento no
era adecuado y se sintió ultrajado. Gurú
Vashisht inmediatamente se dio cuenta
de esto (estas personas saben lo que hay
en cada corazón) y trató de convencer a
Muni Ji de que le había dado la ofrenda
apropiada. Pero como no aceptó sus
argumentos, Gurú Vashisht dijo: «Muy
bien, vayamos y obtengamos la opinión
de alguien más».
Fueron a visitar a Brahma, el creador
de este mundo, el creador en el sentido
de que él es quien tiene el control de los
nacimientos y muertes. Ellos le comentaron el problema, pero en cuanto se
dio cuenta de que era un problema muy
complicado, se excusó de dar una deci“Receptividad” quiere decir que
nuestra mente permanece quieta. Que
no nos distrae con pensamientos del
cuerpo, del mundo o de otras personas.
Pag. 4
sión diciendo que estaba muy ocupado
con los asuntos del mundo y los envió
donde el Señor Shiva. Pero cuando
este escuchó el problema tan difícil los
mandó donde el Señor Vishnu. El Señor Vishnu, a su turno, hizo lo mismo
y los envió con Sheshnag, quien según
la mitología hindú sostiene sobre su cabeza al universo entero. Cuando fueron
donde él se encontraba, y le explicaron
el problema, Sheshnag Ji dijo: «Como
sabéis, queridos santos, cargo todo el
universo sobre mi cabeza. Si alguno
de ustedes puede sostener esta carga
durante un momento, podré pensar
sobre este problema y luego darles mi
solución».
Muni Vishvamitra empezó dando
el fruto de su penitencia; ofreció el
fruto de 10.000 años. Nada ocurrió, el
universo continuó asentado sobre la
cabeza de Sheshnag. Luego ofreció el
fruto de 20.000 años de penitencias,
después 30.000 años, luego 50.000 años,
pero el universo no se movió ni un ápice. Por último, cuando entregó el fruto
de todos sus 65 mil años de penitencia, se dice que el universo se levantó
casi un metro, pero solo un instante, y
volvió a reposar de nuevo en la cabeza
de Sheshnag Ji.
Luego siguió el turno de Gurú Vashisht; él ofreció el fruto de su asistencia
de dos horas y media a los discursos del
satsang. Se dice que el universo se elevó
unos dos metros por encima de la cabeza de Sheshnag Ji y se quedó allí. En
ese momento Muni Vishvamitra pidió
a Sheshnag Ji que diera su veredicto.
Él dijo que la decisión ya estaba clara:
¡que los 65 mil años de penitencia no
pudieron lograr lo que había obtenido
con dos horas y media de satsang! §
s ats a n g y re c e p t i v i da d
Sant Rajinder Singh Ji Maharaj
INTRODUCCIÓN: Al igual que un
estudiante debe estar abierto a los conocimientos que transmite el profesor, nosotros debemos estar abiertos para recibir
los beneficios que ofrecen la asistencia al
satsang y las riquezas que este ofrece. En
Ciencia de la Espiritualidad, llamamos
a esta apertura “receptividad”. En este
extracto, Sant Rajinder Singh Ji Maharaj
explica que la receptividad es la clave
para beneficiarse del satsang.
MILES DE PERSONAS PUEDEN asistir
al satsang, pero no todos se sientan en
un estado de receptividad. El término
“receptividad” significa que estamos
abiertos a recibir la emanación espiritual, el amor y la gracia. “Receptividad”
quiere decir que nuestra mente permanece quieta. Que no nos distrae con
pensamientos del cuerpo, el mundo u
otras personas. Nos sentamos en un
estado en el cual nuestra mente está
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quieta, nuestros ojos observan los ojos
del Maestro amorosa y penetrantemente, y estamos llenos de amor y devoción
Incluso en los satsangs de los rincones
más lejanos de la Tierra, podemos tener
la visión divina del Maestro. Él se nos
aparecerá interna o externamente.
por él. En este estado podemos captar las
ondas de amor y gracia que emanan de él
en todo momento.
Desafortunadamente, muchos de
nosotros venimos al satsang y nuestra
mente va a mil kilómetros por hora.
Nos sentamos en presencia del Maestro,
pero nuestra mente está pensando en los
problemas del hogar, en como incrementar nuestras finanzas, en qué vamos
hacer más tarde o en qué necesitamos
comprar en el supermercado. Tal vez nos
sentamos en el satsang a criticar a los
Satsang Semanal, Semana #4