El Centro Democrático: retrato de la personalización

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El Centro Democrático:
retrato de la personalización
Por: Mayteck Arenas Londoño
Las disputas internas que se presentaron en el Partido Social de Unidad Nacional
(Partido de la U) en el 2010 con motivo del proyecto de acto legislativo que
buscaba la segunda reelección del entonces presidente Álvaro Uribe Vélez,
dieron el origen a una diferencia irreconciliable entre uribistas y santistas.
Situación que después se profundizó con las acciones que Juan Manuel Santos
realizó siendo presidente.
Es así como en 2013 nace el Centro Democrático, un movimiento político creado
por Álvaro Uribe Vélez, Marta Lucía Ramírez, Óscar Iván Zuluaga, Juan Carlos
Vélez, Carlos Holmes Trujillo, Francisco Santos y Rafael Guarín, quienes
profesaban valores como la seguridad democrática, el diálogo populista, la
confianza inversionista, la cohesión social y la austeridad estatal. Pilares
ideológicos rescatados del gobierno de Uribe.
Hoy en día el Centro Democrático se ha convertido en un partido político, luego
de adquirir personería jurídica con los resultados electorales de las pasadas
elecciones al Congreso realizadas el 9 de marzo de 2014, en las que el partido se
consolidó como el ganador de la jornada con 19 curules en el Senado, 6 en la
Cámara por Antioquia, 5 por Bogotá, 1 por Valle del Cauca, 1 por Santander, 1
por Cundinamarca, 1 por Caldas, 1 por Huila y 1 por Tolima, números que podrían
incrementar cuando la Registraduría presente el escrutinio final (Datos tomados
con el 99,9 % escrutado).
Pero, ¿por qué podríamos decir que este partido fue el “ganador” de las pasadas
elecciones parlamentarias? Aunque el Partido de la U obtuvo 20 curules en el
Senado, es un partido que, a diferencia del Centro Democrático, cuenta con una
mayor trayectoria en la contienda electoral ya que nació en el 2005 como
resultado de una diferencia ideológica con el Partido Liberal por la misma
búsqueda de la reelección del que en ese momento era el presidente, Álvaro
Uribe. Además, es el partido del actual presidente de Colombia. Sin embargo, su
caudal electoral se vio disminuido debido a la incursión del Centro Democrático.
Desde el logo, las propuestas e ideologías, el Centro Democrático es un partido
hecho a imagen y semejanza de Álvaro Uribe, lo que implica que es un ejemplo
de la personalización de la política que vive Colombia. No solo porque su silueta
esté diagramada en el logo que aparece en el tarjetón, sino también por su
metodología de lista cerrada que utilizó en las pasadas elecciones al Congreso,
en la que los electores no votaron por un candidato en específico, sino que
marcaban solamente el logo del partido, esto es lo que conocemos como voto no
preferente. En el sistema electoral, este tipo de lista pretende fortalecer el
partido, porque cada voto representa la confianza del ciudadano al mismo. Sin
embargo, si es Uribe quien promueve su lista, uno de los personajes con mayor
favorabilidad en Colombia, no es de extrañar que el resultado haya sido
abrumador para su contrincante, el Partido de la U.
Actualmente, el Centro Democrático cuenta con seis curules en la Cámara de
Representantes por Antioquia: Óscar Darío Pérez, Santiago Valencia, María
Regina Zuluaga, Federico Hoyos, Wilson Córdoba y Margarita Restrepo. En su
mayoría son personajes jóvenes en la vida política y que tienen una corta
trayectoria. Posiblemente si se hubieran presentado con una lista abierta, no
hubieran alcanzado el umbral y no hubieran conseguido una curul. La lista
cerrada que utilizó el partido fue exitosa en el sentido en que tenía a la cabeza
al expresidente Álvaro Uribe Vélez. Su figura como líder político y su alto nivel
de favorabilidad hicieron que gran parte de los candidatos de su lista pasaran a
nivel nacional. Esto evidencia que el país tiene una lógica de personalización en
la política muy fuerte, que cada vez los partidos y sus miembros comprenden
mejor y lo utilizan a su favor.
Un aspecto positivo que cabe resaltar es que los aspirantes elegidos vienen de
diferentes partes de Antioquia, a excepción de Santiago Valencia que nació en
Cundinamarca, esto puede favorecer el debate y la búsqueda de intereses que
estén relacionados con diferentes poblaciones, por ejemplo, Wilson Córdoba es
de Buchadó, una población ubicada entre Antioquia y Chocó que vive una
realidad muy diferente a la de Bogotá o a la de Argelia, de donde es María Regina
Zuluaga. Además, aunque los candidatos elegidos no tengan mucha trayectoria
política, tampoco tienen investigaciones en curso o son cuestionados por
conductas ilegales.
En cabeza de Álvaro Uribe, el Centro Democrático representa una fuerza
electoral muy fuerte que luego de declararse ganador en las pasadas elecciones
parlamentarias, posiblemente sea una “piedra en el zapato” en el segundo
gobierno de Juan Manuel. Además, como se suponía que iba a disponerse el
panorama para la segunda vuelta electoral, Marta Lucía Ramírez se unió al
Centro Democrático y con ella sus electores, contrarrestando la maquinaria. Con
este escenario, la cuestión será el tipo o la calidad de control político que se
haga al Ejecutivo, encabezado por un presidente que tiene una gran parte del
Congreso a su favor, teniendo en cuenta las alianzas con el Partido Liberal,
Cambio Radical y Polo Democrático Alternativo.
Finalmente, es posible señalar que el Centro Democrático es un partido en pleno
crecimiento y que a tan solo un año de haberse consolidado como movimiento
político, juega un papel fundamental en el sistema electoral y en la distribución
del poder en el país. Tiene la capacidad de realizar coaliciones que lo apoyen en
su búsqueda por alcanzar el poder.
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