Diagnóstico de la Situación Actual en Materia de participación

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Diagnóstico de la Situación Actual en Materia de Participación Pública en la
COCEF: el caso mexicano.
1.
Antecedentes.-
La entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLC) estableció diversas
instituciones e instrumentos orientados a atemperar el impacto que el desarrollo de las actividades
económicas y financieras derivadas de dicho Tratado, pudieran generar sobre el medio ambiente.
Los denominados acuerdos paralelos del TLC dieron vida a instituciones como la Comisión para la
Cooperación Ambiental, cuyo ámbito de aplicación involucra a los EE.UU., México y Canadá, orientada a
la solución de controversias ambientales y de armonización legislativa entre los países miembros.
Al tiempo (1993) se crea la Comisión de Cooperación Ecológica Fronteriza (COCEF) y el Banco de
Desarrollo de América del Norte (BANDAN) con una estructura paritaria entre EE.UU y México (igualdad
de montos y fuentes financieras; igual en número de miembros y votos en sus órganos decisorios y
deliberativos; igualdad jurídica y formal en la toma de decisiones entre ambos países). Esto constituyó un
precedente inédito entre ambos países.
El propósito de ambas instituciones es el de establecer los mecanismos de análisis, discusión y
certificación de proyectos de infraestructura ambiental (COCEF) susceptibles de recibir financiamiento
(BANDAN) en la frontera. La separación entre ambas instituciones está orientada a garantizar que las
consideraciones para el otorgamiento de créditos para el desarrollo de los mismos no esté dominada sólo
por los aspectos financieros.
En resumen, los criterios dominantes de todo el proceso desde la solicitud para la certificación hasta el
otorgamiento del financiamiento están regidos por tres principios básicos: desarrollo sustentable,
participación pública y viabilidad financiera.
En agosto de 1995 el Consejo de Directores de la COCEF determinó los primeros criterios de certificación
de proyectos orientados a medir el impacto sobre el medio ambiente y la salud; la factibilidad técnica y
financiera; el nivel de participación del público en la discusión del proyecto y la incorporación de técnicas
orientadas a promover el desarrollo sustentable.
Posteriormente, en noviembre de 1996, dicho órgano colegiado amplió y mejoró dichos criterios
perfeccionando, entre otros aspectos, lo relativo al proceso de participación pública (bajo el título de
Participación Comunitaria) y de desarrollo sustentable (incorporando la figura de Alta Sustentabilidad,
como un criterio opcional para los promotores de proyectos) entre otras cuestiones.
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2. Participación Pública/Participación Comunitaria.
Cuando hablamos de participación pública (comunitaria o social) nos referimos indistintamente a un
proceso de democratización de las decisiones públicas en el que la autoridad (esencialmente
administrativa) somete a información y consulta del público las políticas, programas, proyectos y
acciones que tendrán un impacto directo o indirecto en su comunidad, en donde el grado de participación
e involucramiento en las decisiones esta determinado previamente por una norma, criterio o proceso
específico.
Para la COCEF/BANDAN, uno de los requisitos inéditos que equilibran el peso de los aspectos económico
y financiero de los proyectos a certificar es sin duda alguna, junto con el de desarrollo sustentable, el que
tiene que ver con la participación del público en la consulta de los mismos como condición impuesta al
promotor en la certificación.
Es importante señalar que el proceso de Certificación de Proyectos de la COCEF no sólo ha servido como
requisito para acceder a créditos del BANDAN, sino también a otras fuentes de financiamiento, incluidos
recursos a fondo perdido (EPA, etc.)
La Participación Pública (identificada como Participación Comunitaria por los Criterios de Certificación de
la COCEF) es un instrumento orientado a recoger de la comunidad la aceptación en torno al proyecto, su
localización, tecnología, servicios, sustentabilidad, impacto en la salud y aceptación de las tarifas que
invariablemente tendrán que cubrir para lograr la factibilidad financiera del mismo.
Los Criterios de Certificación aprobados por el Consejo de Directores es aplicado indistintamente en
ambos países bajo pautas de generalidad, flexibilidad y adaptabilidad a las diferentes comunidades
fronterizas sin importar su dimensión geográfica, demográfica o económica.
3. Participación Pública en la frontera mexicana.
Si bien es cierto que en México la participación pública es un fenómeno relativamente reciente, también
lo es que en algunas comunidades del país ya exploraban, desde antes de la creación de la COCEF
algunas formas asociadas a la solución de conflictos político electorales y la determinación de servicios
públicos en los municipios mexicanos.
Existen diversos testimonios de formas de participación pública (no vinculadas a aspectos político
electorales), asociadas a las reformas para la descentralización administrativa y el establecimiento del
Sistema Nacional de Planeación Democrática (1983), que pueden ser o no formales, tales como los
consejos consultivos ciudadanos, la planeación participativa, los comités de participación social, las
asambleas populares municipales, la elección directa de representantes, entre otras.
En el ámbito local, la vocación de dichas formas está orientada a atender aspectos de desarrollo
comunitario, autoayuda, protección civil, religiosos, vivienda, cultura, desarrollo urbano, beneficencia y
asistencia social, entre los principales aspectos.
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Por lo que toca al ámbito federal destacan las aportaciones brindadas por el Programa Nacional de
Solidaridad para el combate a la pobreza (PRONASOL), a través de los Comités de Solidaridad, el
Consejo Consultivo de Desarrollo Sustentable de la SEMARNAT y los Consejos y Comités de Cuenca de la
CNA.
Si medimos el espectro de participación del público, en la mayoría de estos procesos los gobiernos han
logrado abrirse a la participación comunitaria sólo en los niveles de información y consulta. En raras
ocasiones la han propiciado en los grados de compromiso y colaboración en las acciones derivadas de los
proyectos o los asuntos en cuestión y, en casos excepcionales como el de PRONASOL, se pudieron
alcanzar niveles en los que se facultaba totalmente al público a tomar las decisiones de principio a fin.
Otro factor que en México contribuye a ensanchar la participación pública en el mediano plazo esta
determinado por las políticas de transparencia y acceso a la información que desde el gobierno federal se
vienen impulsando en el último año y, en particular, con la entrada en vigor de algunos preceptos legales
del orden local en la materia impulsados desde algunas entidades federativas. El acceso a la información
es condición sin la cual las procesos de transparencia y participación pública no podrían expandirse y
multiplicarse.
La participación histórica del público en los procesos de certificación de la COCEF en la frontera mexicana
contempla una diversidad de niveles y espectros en función de la relación que se da entre el ambiente
político que lo rodea y la voluntad individual o colectiva de participar.
En sentido contrario a lo que se piensa, las diferencias en los niveles de participación en la frontera no
están dadas tanto desde la óptica de las asimetrías entre los dos países, como desde la perspectiva de la
tipología de las comunidades. Esto es, comunidades pequeñas y medianas de ambos lados de la frontera
enfrentan similares problemas y retos a la hora de desarrollar su procesos de participación pública en
base a los criterios de la COCEF sin importar idioma, cultura o nacionalidad.
Algo similar ocurre con las comunidades más grandes (Tijuana-San Diego/Cd. Juárez-El Paso) en el que si
bien las diferencias culturales son más acentuadas, los resultados están determinados en buena medida
por la hegemonía que supone la aplicación de procedimiento y requisitos idénticos para ambos países.
Desde esta perspectiva, nivel de la participación pública se ha dado en un rango que va desde la
politización de los proyectos a certificar, en los que en ocasiones se incluyen aspectos relacionados con
otros distintos asuntos de la agenda pública local, hasta la consulta y debate exclusivo sobre el mismo,
sus características e impacto.
Desde la fundación de la COCEF, el proceso de participación pública exigido por sus criterios de
Certificación ha venido registrando el siguiente comportamiento evolutivo:

Éste varía substancialmente dependiendo del tamaño de la comunidad, la estructura demográfica,
su grado de desarrollo, su composición rural o urbana y la naturaleza del asunto que pretenda
resolver el proyecto en cuestión (p.e. el agua es un tema con ópticas diferentes, según sea urbana o
rural; el problema de la disposición de desechos sólidos es un tema delicado para comunidades
industriales y urbanas, mientras que no lo es tanto en las zonas rurales, etc.).

Los Criterios de Certificación vigentes de la COCEF han fortalecido la participación pública en los
niveles de información y consulta. Con el establecimiento y operación de los Comités Ciudadanos
existe una tendencia a involucrar más activamente al público en la toma de decisiones (hacia el
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compromiso), así como a especializar la participación de la comunidad y a fijar su atención y enfoque
al proyecto en sí, excluyendo aspectos políticos o públicos ajenos al mismo.

El costo, financiamiento y el desarrollo de los proyectos en sí mismos son aspectos materiales que
inciden también en la Participación Comunitaria, en especial porque los promotores son
mayoritariamente entidades públicas o dependencias del gobierno con diferentes niveles de
desarrollo, capacidad técnica y administrativa, así como con grandes carencias económicas, por lo
que la percepción del público puede variar de un caso a otro.

Desde el punto de vista de los promotores la participación pública es vista como un requisito que
deben cumplir y que algunas veces quisieran evitar, aunque en la medida que éste se desarrolla van
comprobando sus beneficios como un elemento para legitimar la aceptación social del proyecto;
todavía existen resistencias naturales o tentaciones a controlarlo y manipularlo.

La diferencia en la visión temporal de la planeación influye en los procesos de participación pública
de manera también diferenciada. En la mayoría de los casos los proyectos son para resolver
problemas inmediatos o cuya solución debió darse con años de antelación y, en otros (los menos),
están constituidos para resolver problemas de mediano y largo plazo, lo que incide en la actitud del
público, la tensión en la participación, el nivel de la misma y en su capacidad de respuesta al
problema.

La flexibilidad, generalidad y adaptabilidad de los Criterios de Certificación ha permitido el desarrollo
diferenciado de los procesos de participación pública sin importar la experiencia, tamaño, grado de
desarrollo o nacionalidad de la comunidad en que se aplica.

Existe una falta de mecanismos y herramientas que brinden claridad a la participación del sector
privado como promotor de proyectos.

Los promotores y la COCEF deben garantizar mejores mecanismos, herramientas y recursos para
ensanchar la difusión de la información sobre el proyecto, en aras a brindar mayor calidad a la
participación del público.

Desde la perspectiva del público, el tiempo que dura el proceso y el que conlleva a la gestión de los
recursos hasta la realización de las obras, parece demasiado largo, lo que tiende a generar un
desestímulo con relación al entusiasmo inicial en la participación
4. Características

La participación pública exigida en los Criterios de Certificación de la COCEF ejerce una tutela ex ante
, en la medida que someten a información y análisis del público los proyectos previamente a su
construcción y operación, en orden a determinar su sustentabilidad ambiental y financiera.

Por sus características es un proceso abierto en la medida que no establece limitaciones de ningún
tipo a la participación del público tanto en el conocimiento de la información de los elementos que
componen el proyecto en su conjunto, como en las particularidades a las que se somete en la
certificación misma.

Es incluyente ya que su objetivo es el de sumar a todos aquellos grupos, organizaciones, sectores y
población que puedan tener interés directo o indirecto en el proyecto que se pretende establecer, sin
condición limitativa alguna.
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
Tiende a legitimar socialmente al proyecto en cuestión, en la medida que busca la mayor
participación ý aceptación del público sobre sus características técnicas, ambientales y financieras.

Aunque no es un proceso independiente debido a que forma parte del conjunto de Criterios de
Certificación y concurre con otras exigencias de carácter técnico y administrativo en la decisión final,
la participación del público en el proceso tiene un relativo grado de autonomía.

Es exógeno en la medida que se concreta fuera del ámbito administrativo de la COCEF y de los
intereses del promotor.

Constituye un requisito sine qua non ya que sin su realización y cumplimiento no procede otorgar la
certificación, ni admite suplencia de algún tipo.

Es un proceso que exige estar documentado en orden a comprobar su cumplimiento y realización.

Contribuye cada vez más a garantizar el desarrollo sustentable en los proyectos que se presentan en
la medida en que su realización fomenta la descentralización de la gestión ambiental e incorpora en
sus criterios mayores exigencias con el objeto de lograr el equilibrio entre los factores económicos y
sociales, la protección del ambiente y la salud en las comunidades fronterizas.

Por su ámbito de aplicación es un proceso culturalmente diferenciado, lo que significa que por lo
tanto también tendrá un desarrollo y evolución claramente diverso y desigual.

Ha contribuido en mayor o menor medida a dotar a los miembros de las comunidades fronterizas de
una herramienta de participación en las decisiones públicas. Desde esta perspectiva el proceso de
consulta ha resultado formativo.
5.
Las aportaciones de las comunidades.
Las muy diversas maneras en las que viene operando la participación pública impulsada por la COCEF,
arrojan también una gama de aportaciones y enseñanzas susceptibles de recogerse en el Manual que se
viene elaborando. Las comunidades de la frontera han ido introduciendo gradualmente algunas
innovaciones al proceso originalmente exigido como mínimo en los Criterios de Certificación. ¿Como lo
han hecho?
Mejorando las vías de información al público.- En diversas comunidades, dependiendo del tamaño de la
población y la complejidad de su organización, los Comités Ciudadanos han introducido nuevas y más
económicas formas de informar a la población sobre el proyecto y solicitar su participación. El diseño y
desarrollo de programas de comunicación ex-profeso con la racionalización de recursos del promotor y la
participación de especialistas (Tijuana Sana y Sistema de Obras paralelas); la utilización de tiempo aire
disponible en las tribunas radiofónicas, la televisión y la prensa escrita (Manejo y Disposición Final de
Llantas de Ciudad Juárez); la utilización de otros foros públicos vinculados con el tema; la realización de
encuestas previas para diseñar estrategia de difusión del proyecto con apoyo de universidades locales
(San Luis Río Colorado- Plan Maestro para el Manejo Integral de Residuos Sólidos-); la segmentación de
públicos meta (Proyecto de Saneamiento de Tijuana y Rosarito, B.C.); el establecimiento de información
telefónica (Reynosa, Tams.), y la promoción casa por casa de los miembros del consejo (Sásabe, Son.),
son las aportaciones locales más significativas.
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Ampliando la participación de los sectores.- Las experiencias documentadas por la COCEF han permitido
establecer que en el caso mexicano existe una clara tendencia a incluir diversos sectores de la comunidad
en el proceso. Si bien es cierto que los participantes no son necesariamente especialistas en el tema
como tiende a ocurrir en una buena porción de los foros públicos en EE.UU., también lo es que la gente
que tiene que ver directa o indirectamente con el proyecto, así como los sectores empresariales,
organismos sociales (sindicatos, ONG´s, etc.), así como agrupación de intereses (llanteros en Ciudad.
Juárez y pepenadores en SLRC) tienden a exigir un mayor nivel de participación en aspectos que les
interesa como ciudadanos o inversionistas.
Creando asociaciones estratégicas.- Algunas comunidades tienden a pensar ahora que la solución de sus
necesidades puede ser compartida por sus vecinos y que, uniendo esfuerzos y recursos, pueden atender
problemas de la comunidad que de otra manera resulta casi imposible solventar. El mejor ejemplo es el
caso del proyecto intermunicipal de Residuos Sólidos de las comunidades de China y General Bravo en
Nuevo León.
Incorporando Herramientas de Participación Pública.- Para incrementar la calidad y mejorar los niveles de
medición del grado de participación de la población, algunos comités ciudadanos han incorporado
encuestas previas para conocer la opinión de la comunidad respecto al problema que pretende atacar el
proyecto en cuestión (Plan Maestro para el Manejo Integral de los Residuos Sólidos en San Luis Río
Colorado/Tijuana Sana/Saneamiento Integral de Reynosa, Tams.) o para conocer la opinión del público
en relación al mismo después de celebrada cada una de las reuniones públicas (idem, Proyecto de Manjeo
y Disposición Final de la Llanta de Desecho en Ciudad Juárez); volantes y trípticos invitando a la discusión
a partir de las características del proyecto o la realización de debates y comentarios públicos
aprovechando el espacio en los medios (Saneamiento de la Ciudad de Mexicali, Proyecto de Plantas de
Tratamiento de Aguas Residuales para la Ciudad de Juárez).
Extendiendo la vida de los Comités Ciudadanos, más allá de la COCEF.- En algunas comunidades empieza a
manifestarse como tendencia el hecho de que el núcleo del comité ciudadano que sirvió de base para la
certificación de un proyecto, se mantenga por su cuenta para el seguimiento post-certificación, la gestión
de un nuevo proyecto a certificar o el impulso de otros ajenos a la COCEF pero de importancia para la
localidad. Un caso que reúne todos estos componentes es el del Comité Ciudadano para la obras
paralelas del Río Tijuana, posteriormente se organizó para la renovación del drenaje de la ciudad (Tijuana
Sana), ahora pretende impulsar otro proyecto para redes de distribución de agua y conformó un grupo
ajeno a los procedimientos de la COCEF (Tijuana Trabaja), en donde se buscan soluciones para el
desarrollo urbano, la disposición y tratamiento de basura, el equipamiento artístico y cultural, la solución
a problemas del cruce fronterizo, etc. Esa tendencia parecen seguirla Ciudad Juárez, Reynosa, San Luis
Río Colorado y Tecate, entre otros.
Propiciando la participación interfronteriza.- El grado de intensidad en las relaciones entre comunidades
vecinas de ambos lados de la frontera; la complejidad regional de los problemas a resolver; el impacto
binacional de los proyectos a certificar, así como la colaboración e información técnica tienden a impulsar
la participación de miembros de comunidades del otro lado de la frontera en los procesos de
participación pública desarrollados en la frontera mexicana. Ejemplos de ellos son el Proyecto Integral de
Agua, Drenaje y Saneamiento de la Ciudad de Naco, Son.; el Sistema de Obras Paralelas Rehabilitación
de la Planta de Tratamiento de San Antonio de los Buenos en B.C. y el Proyecto de Relleno Sanitario para
Agua Prieta, Son.
En cuanto a los usos y costumbres recogidos como herencia cultural de la comunidad al proceso de
participación pública de la COCEF, tal vez la mejor aportación en este sentido por parte de las
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comunidades mexicanas es la de trabajar maximizando resultados en medio de la escasez de recursos.
No existen antecedentes de proyectos en donde participen, por estar involucradas, las comunidades
indígenas de la frontera, que de suyo poseen algunas prácticas de participación comunitaria
(p.e.tarahumaras).
6. Los documentos para desarrollar la Participación Pública.En primer lugar es importante señalar que la memoria documental de la COCEF no recoge conflictos
entre las normas locales y federales vigentes en materia de participación pública, desarrollo sustentable y
medio ambiente con las que al efecto dispone o exige la normatividad y políticas de la propia COCEF.
De hecho, los criterios de la Comisión de Cooperación Ecológica Fronteriza van más allá ensanchando la
participación del público y cumpliendo con el principio de derecho en el sentido de que “...quien puede
los más puede lo menos...”, resultando incluso como positiva influencia exógena a las acciones de los
gobiernos locales.
Por su parte ya hemos mencionado que los Criterios de Certificación de Proyectos aprobados por el
Consejo de Directores de la COCEF, así como las Políticas Generales establecidas por dicho Órgano son lo
suficientemente amplias y generales que permiten explorar una variedad indeterminada de posibilidades
de participación en las comunidades de la frontera, sin importar antecedentes, dimensión geográfica y
demográfica, nivel de desarrollo, complejidad y nacionalidad de las comunidades en las que se aplica.
En todo caso, esta generalidad exige ahora ofrecer un menú de opciones, consejos, experiencias,
herramientas, mecanismos y procesos orientados a mejorar la calidad de la participación, la medición de
la opinión del público y la incorporación de sus puntos de vista en los aspectos que le corresponde dentro
del proyecto.
Por otro lado, un antecedente importante a considerar en la elaboración del Manual de Participación
Pública para Comunidades Fronterizas y Promotores de Proyectos es la Guía para Cumplir con el
Criterio de Participación Comunitaria de la COCEF.
Dicho instrumento se orienta a desarrollar con mayor detalle las generalidades establecidas en las
Políticas y Criterios de Certificación, de tal manera que los usuarios (staff, promotores y comités
ciudadanos) encuentren pistas para mejorar y desarrollar sus tareas en obsequio de esta exigencia.
Sus principales aportaciones son: el establecimiento de Reglas de Procedimiento del Comité Ciudadano y
la guía de acceso al público a la información del proyecto. El documento, ahora rebasado por las prácticas
de participación pública que el mismo contribuyó a impulsar, ha sido durante mucho tiempo el único
instrumento institucional en el que descansa el proceso, además de la experiencia empírica del staff de la
COCEF.
7.
Los Actores.
Los ciudadanos.- De la memoria documental de la COCEF y del testimonio recogido de los ciudadanos se
desprende que la presencia reiterada de éste organismo binacional en la frontera mexicana ha
contribuido a generar nuevas prácticas de participación comunitaria.
Los documentos datan y registran desde experiencias difíciles al pretender manipular o imponer criterios
por parte del promotor (Proyecto de Agua Potable de Nogales, Son., Ecobosque-Sal Luis Río Colorado
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Son.); o un inadecuado manejo de la participación pública y la información (Relleno Sanitario, Ensenada
2000); o la resistencia al desarrollo de proyectos del sector privado en los que no se obsequiaba
claramente el interés público (Reciclaje de Llantas Mexicali 1995-96 y Planta de Tratamiento de Aguas
Residuales Sanitarias del Parque Industrial de FINSA, Matamoros, Tams.);o la interrupción del de los
efectos del proceso debido a cambios en administrativos (Planta de Tratamiento de Aguas Residuales de
Ensenada), hasta los casos exitosos (planta de tratamiento de aguas residuales de Tecate, 1998-99), o en
los que la participación pública fue más allá de un proyecto o incluso de la propia COCEF (Tijuana Sana) y
en los que no dejan de presentarse dificultades, como por ejemplo la falta de herramientas para manejar
conflictos con grupos que se oponen al proyecto (Plan Maestro para el Manejo Integral de los Residuos
Sólidos de SLRC), o la participación de los miembros de la comunidad en la solución efectiva de conflictos
políticos sociales (como el caso del Proyecto de Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales para la
Ciudad de Juárez).
En todos los casos la participación de los ciudadanos en la frontera mexicana presenta las siguientes
tendencias:
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Su participación es creciente, pero sensible al liderazgo del comité
Busca más información relacionada con los beneficios y costos del proyecto.
Es atraída por lo novedoso del proceso
Enfrenta todavía riesgos de manipulación y politización
En la mayoría de los casos es más numerosa y activa la participación de las mujeres
Es sensible a la influencia del staff
Necesita y busca nuevas herramientas para enfrentar el proceso y por ello tiende a innovar
Los Comités Ciudadanos (Locales de Seguimiento).- Ordenados en los Criterios de Certificación de
Proyectos, los comités se han constituido en vehículos determinantes para regular la relación entre la
población, el promotor y el staff de la COCEF.
La incorporación de líderes de la comunidad en una gama que incluye especialistas, académicos, ONG´s,
empresarios, líderes sociales y ciudadanos permite crear una especie de núcleo de operación de la
participación pública que lo mismo equilibra y amortigua las relaciones entre los diversos actores, que
conduce, orienta, brinda seguimiento y obsequia credibilidad a la participación del público en la
aceptación general del proyecto.
Sin embargo, los retos todavía se encuentran en determinar el tamaño proporcional de los miembros que
lo componen, los niveles de participación que se espera que promuevan, la deserción en sus filas, técnicas
para solución de conflictos, herramientas adecuadas para garantizar la participación y la información al
público, así como los recursos técnicos, humanos, financieros y materiales para que desarrollen sus
tareas. Además sigue latente el riesgo de manipularlos o imponerles criterios previamente establecidos
por los promotores.
Los Promotores.- Aunque existen claros ejemplos de apertura a la consulta con la comunidad en
proyectos que por cierto han resultado exitosos, todavía la determinación del mismo, sus características
técnicas y tecnológicas, su sustentabilidad financiera y ambiental y la determinación de las tarifas siguen
siendo determinadas dominantemente por estos actores.
No obstante, es importante mencionar que en contrapartida, hay una tendencia a la apertura, a la
colaboración y a compartir (no sin resistencias culturales) con los comités ciudadanos los principales
aspectos del proceso de participación pública. De hecho algunos gobiernos locales (Tecate) después de la
experiencia de consulta con la comunidad de la COCEF introducen algunos mecanismos similares en sus
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decisiones internas -desarrollo de obras, incremento de tarifas, etc.- o algunos otros no tienen problemas
en el manejo del proceso por tener algunas experiencias previas de consulta (SLRC).
Entre los retos por enfrentar se encuentra el de perfilar su nivel de participación y compromiso, destinar
recursos a la difusión del proyecto, al acceso a la información del público y al buen desarrollo de la
consulta, designar a una persona o área que sólo atienda el proceso y propiciar la mayor discusión posible
sobre los aspectos técnicos y financieros del mismo, así como agilizar la certificación cumpliendo
adecuada y oportunamente con los criterios.
El Staff de la COCEF.- No obstante que la participación pública es uno de los criterios esenciales del
proceso de Certificación de Proyectos, la relación orgánico-funcional que guarda la estructura de la
COCEF en este apartado con el volumen de las responsabilidades derivadas de la participación pública no
se corresponden.
Sin embargo el staff ha jugado un papel determinante en el establecimiento de patrones empíricos para
el desarrollo del mismo. De hecho, a riesgo a veces de una señalada intervención, en algunos casos ha
determinado su suerte desde el origen hasta la conclusión de sus trabajos. Por lo demás, existe un
cúmulo de experiencias adquiridas que de alguna manera han contribuido a perfilar el rumbo de la
participación pública cuyo balance general es positivo, no sin tropiezos y sinsabores en un proceso
inédito y enriquecedor para la vida de las comunidades fronterizas mexicanas.
La participación del staff debe ser claramente determinada, aprovechando sus experiencias y trabajo;
además debe apuntar hacia la institucionalización de sus procesos garantizando su arbitrio como
amigable componedor, facilitador y promotor.
El Consejo Asesor.- En el proceso de participación pública el Consejo no opera como órgano colegiado la
mayor parte del tiempo. En todo caso lo hacen sus miembros en lo individual, a partir de su ubicación
geográfica regional lo que tampoco impide que estén facultados para atender proyectos de otras
latitudes a lo largo de la frontera.
La participación de los miembros de este órgano consultivo no es institucionalizada (no existen normas,
criterios o procedimientos previamente establecidos) y varía también según las especialidades o
inclinaciones profesionales de sus integrantes. Así por ejemplo hay una intensa actividad desde el punto
de vista de la participación del público en comunidades de Baja California, Chihuahua y Sonora,
considerando la vocación y actividad principal del los miembros del Consejo que representan dichos
estados; o, por ejemplo, hay una visión y participación desde la vida académica en los representantes de
Coahuila y Tamaulipas, sólo por mencionar algunas tendencias y ejemplos.
En todo caso el Consejo Asesor enfrenta retos estructurales que debe resolver previamente y que
propician, por otro lado, que sus miembros operen regularmente en lo individual en beneficio de sus
comunidades, lo que no significa que sólo se constriñan a los procesos de participación pública.
8. El Proceso
La elaboración del Manual de Participación Pública para Comunidades de la Frontera y Promotores de
Proyectos se orienta a trabajar con los criterios, normas y procedimientos aprobados por el Consejo de
Directores para desarrollarlos en el establecimiento de técnicas, métodos y herramientas para mejorar el
proceso.
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De la práctica recogida en la memoria documental de los proyectos certificados y de aquellos que no
alcanzaron a serlo, así como de las entrevistas con los principales protagonistas de diversos procesos se
desprende, en principio, que las exigencias mínimas establecidas en los Criterios de Certificación y en la
Guía para Cumplir con el Criterio de Participación Comunitaria de la COCEF no se cuestionan. En este
caso, tal vez la única sugerencia reiterada es ir más allá de la certificación, pero eso es ya una
responsabilidad de orden civil más que institucional y muy pocos comités lo han logrado.
En todo caso lo que se plantea son las mejores formas para desarrollar y cumplir con la exigencia y, en
otros casos, las sugerencias apuntan a criterios para mejorar el desempeño de los actores y el
establecimiento de procedimientos, técnicas y herramientas más claros. Véase, por ejemplo, el siguiente
menú de sugerencias recogidas durante el diagnóstico, que todavía habrán de evaluarse:
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En algunos casos es necesario hacer tres o cuatro reuniones públicas
Sería recomendable tener a la mano técnicas de solución de conflictos
El desarrollo de talleres a los miembros del comité ayudaría a mejorar el desempeño
Se requiere conocer experiencias de participación pública anteriores en la región o de otros lugares,
que puedan ser aplicables al caso
La información al público debe ser veraz, sencilla y muy accesible
Se deben incorporar más encuestas y sondeos
Se debe evitar la duplicidad de órganos e instrumentos de participación existentes en algunas
comunidades con relación a los exigidos por la COCEF.
El comité debe seguir para evaluar el cumplimiento del proyecto
Es necesario que los promotores destinen recursos a los programas de información y comunicación
del proyecto.
Se debe aclarar al público, desde el inicio, que el proceso de certificación y obtención de los recursos
es largo
En los criterios de sustentabilidad deben incluirse talleres y seminarios con los miembros el comité
ciudadano y con el público
Por lo que respecta al apoyo técnico es necesario que utilicen un lenguaje accesible y formas más
sencillas de manejar y presentar la información
La gente tiene la percepción de que los proyectos de EE.UU. acceden a más recursos
El manual debe proporcionar elementos mínimos para la planeación del proceso por parte del comité
y los promotores
Se deben incorporar elementos de comunicación electrónica que no son caros (internet, kioscos
electrónicos, etc.)
Se deben mejorar y ampliar los métodos de medición de la opinión de público
Establecer instrumentos para auditar los procesos de participación
El desarrollo del proceso es irregular, algunas comunidades se quejan de falta de tiempo para
desarrollarlo mejor y otras de que es un proceso muy largo
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