Tipos de lesiones

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Dolor Lumbar; Cuidados a Considerar si te Inicias en el Running
Hoy en día, estudios científicos indican que cerca del 12% de los corredores sufren de dolor lumbar. De este
porcentaje, la mayor cantidad corresponde a quienes recién se inician en el trote.
"La fuerza de impacto en el trote puede ser tan alto como tres o cuatro veces el peso corporal del trotador y
aumenta con la velocidad, la longitud de la zancada, con el trote en cerros, y en terrenos irregulares. A
menudo, el dolor lumbar en el corredor se asocia con lesiones en la cadera, muslo, rodilla, tobillo o pie, lo
que sugiere un vínculo entre la espalda y estas otras estructuras", sostiene el Dr. Marcelo Pérez, médico
traumatólogo Centro MEDS.
"Y es que en el desarrollo del trote, explica el facultativo, el funcionamiento de las articulaciones antes
mencionadas ayudan a absorber el impacto inicial. La extremidad inferior se une a la pelvis, que luego se
conecta a la columna lumbar. En tanto, la columna vertebral actúa como vástago de unión entre la pelvis y
los hombros (tren superior) debiendo girar armónicamente a fin de sincronizar los movimientos de los dos
primeros".
Otra estructura anatómica que sufre las consecuencias del impacto y los movimientos rotacionales son los
discos intervertebrales, dado su forma de anillos concéntricos con un núcleo pulposo gelatinoso, tiene como
principal función el disminuir el impacto perjudicial del exceso de fuerzas axiales y rotacionales.
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"De suma importancia resulta, además, considerar el rol fundamental de los músculos abdominales que
contribuyen a la estabilidad de la columna vertebral. De hecho, son los fuertes músculos del tronco los que
permiten mantener una postura erguida en el trote. Curiosamente, correr tiende a provocar un desbalance
entre las fuerzas de los músculos abdominales y la columna lumbar, que se produce porque el trote genera
una mayor rigidez en los músculos flexores de la cadera, isquiotibiales y abductores", agrega el especialista
en columna de MEDS.
Con estos antecedentes en la mano, crucial resultará para quienes practican el running, mantener la salud
de la extremidad inferior con el fin de evitar lesiones en la espalda durante el trote. Por lo mismo, los
cambios en diferentes variaciones de intensidad, distancia o incrementos en los requerimientos no debieran
superar el 10% del nivel basal y el fortalecimiento de los músculos abdominales, junto con la elongación de
los flexores de cadera, isquiotibiales y abductores serán cruciales para mantener el equilibrio y la flexibilidad
en la columna lumbar.
Tipos de lesiones
La presencia de dolor lumbar en pacientes previamente asintomáticos, se debe en su mayoría a falta de
preparación o de programación en la intensidad inicial para desarrollar este deporte: falta de desarrollo
muscular, falta de elongación de musculatura de extremidades inferiores y lumbopélvica, exceso de
distancias, intensidades y al tipo de calzado o mala elección de la superficie a utilizar.
"Las principales lesiones en este grupo de personas son las contracturas musculares, tendinitis alrededor de
la cadera, entesitis a nivel de apófisis espinosas lumbares, desgarros musculares o de la fascia lumbar
(membrana que envuelve a los músculos).
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La otra situación, está determinada por trotadores, habitualmente mayores de 30-35 años, que se inician
teniendo algún tipo de enfermedad de la columna lumbar, ya sea conocida o ignorada por parte de la
persona, que es el caso más frecuente. Las enfermedades más frecuentes son enfermedades del disco
intervertebral (hernia del núcleo pulposo, discopatías degenerativa, osteocondritis, etc.), enfermedades de
las articulaciones facetarias (artropatía facetaria) o mixtas, siendo el principal factor el genético y
degenerativo (desgaste)", sostiene el Dr. Marcelo Pérez.
El prevenir las lesiones al iniciar el running pasa, en este caso necesariamente, por una evaluación médica
previa y una adecuada rehabilitación kinésica que asegure el iniciarse con una correcta salud de la columna
vertebral.
Cómo prevenir
Se deben considerar no uno, sino una serie de factores para evitar las molestias en la espalda. Elegir el
calzado adecuado y el lugar en la cual se va a trotar, debiendo ser principalmente terrenos con superficies
blandas y regulares, evitando comenzar a correr en cemento o en cerros. Comenzar con trotes suaves,
distancias cortas y ritmos moderados. Elongar antes y después del trote.
Ahora bien, una persona que se inicia en este deporte y que tiene alguna enfermedad de la columna
vertebral deberá tener una pauta específica para cada persona según sea su enfermedad de base y así
evitar lesiones mayores y para eso es recomendable que lo vea un especialista y que realice un trabajo de
entrenamiento físico supervisado, que evitarán el sobreentrenamiento o una mala planificación a desarrollar
de cara a una carrera o maratón.
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