ESPACIO TEMÁTICO: El autor y su obra. La mitad invisible. Valor subjetivo de los objetos en su representación. COORDINADOR: Luis Fernández Portes Contemplando una obra nos preguntamos: ¿Qué sabe el autor acerca de lo que crea? ¿Cuál es el valor individualizado de los objetos en su representación? ¿Es el autor el que posee la obra o ésta lo posee a él? ¿Quién hace visible lo invisible, el autor en su trabajo introspectivo sobre su obra o el libre juego de imágenes y representaciones que lo habitan? ¿En qué medida son las imágenes de la cultura las que capturan la obra o es el sujeto que la crea quien proyecta su universo de representaciones interiores, o su sombra? ¿Cuánto hay de reconocimiento, cuánto de reedición o reconstrucción en lo que se produce, cuánto de espontáneo y cuánto de líneas y formas que se muestran como un método uniforme de un trabajo previsto? El artista cuando crea, lo que hace es poner en movimiento algo que estaba inerte, detenido o retenido en algún tipo de operación defensiva y que es liberada en el acto creativo. Un trazo, varias notas musicales o un poema, operan como palanca que traen un nuevo movimiento a un asunto enquistado y que sale disparado de su automatismo desvitalizado. En esa medida el proceso creativo es reconstructivo, es estructurante, en esa medida logra un fin cargado de sentido, sentido comunicador, sentido estético, sentido abreactivo de emociones, sentimientos, afectos y también de conocimiento. Todas estas funciones superiores y profundas del psiquismo humano son capaces en la obra de transgredir o burlar el discurso racionalizador y en muchas ocasiones simplemente afianzarlo. Cuatro artistas intentaran acercarse siquiera “de puntillas” a este conjunto de reflexiones referidas a su obra y por tanto a sí mismos.