Cultura La iconografía del arte cristiano E l arte cristiano tiene un amplio contenido semántico. Comunica la buena nueva cristiana de la salvación. A partir de la percepción de lo sensible, conduce a la consideración de las cuestiones existenciales. Abre el acceso al mundo espiritual por la vía de la estética. Las palabras pasan, pero las imágenes son permanentes. Se mantienen como recuerdo visual de las palabras dichas en una predicación oral, en una catequesis o en una conversación sobre la fe en el círculo familiar. Potencialmente, la comunicación puede tener lugar cada vez que hay personas que contemplan arte cristiano. Cómo explicar a los hijos la fe a través de las imágenes (III) naturaleza u otras obras de arte. Hasta el siglo XIX, sin embargo, se inspiraban sobre todo en las fuentes literarias de la teología, la filosofía y la poesía. Muchas imágenes dan forma a obras literarias que narran una historia, tienen un significado simbólico o describen alguna cosa. La iconografía toma en cuenta esas fuentes literarias. El arte cristiano se refiere en su mayor parte a fuentes teológicas: la Sagrada Escritura, la Tradición sagrada (credo, Padres de la Iglesia, liturgia), el Magisterio, la predicación y la catequesis, los testimonios de los santos. A veces, los artistas también utilizan fuentes apócrifas. Para poder entender el arte cristiano, como para Contemplación e intecrearlo, hay que conocer pretación de las imáesas fuentes teológicas. A genes. Por regla genetal efecto puede ser útil ral, el mensaje de las consultar una enciclopedia de iconografía crisimágenes es inteligible. tiana. Aún así, su lenguaje ha En lo relativo a la edude ser conocido, por cación en la fe por medio lo que es necesario tener conocimientos de del arte, la simple contemplación estética no iconografía cristiana y basta para poner en marprofundizarlos. La ico- Santa Inés, después de 625-638, mosaico del ábside de Santa Inés Extramunografía describe y ana- ros, Roma cha un proceso de aprenliza los contenidos de dizaje. Sólo la informalas imágenes. El término “iconografía”, ponde a estas preguntas como método ción y la interpretación iconográficas que procede del griego eikon y graphein, de la historia del arte. Investiga el con- permiten entender los significados y significa literalmente “descripción de tenido y el simbolismo de cada motivo, los contextos de la imagen, y explicary el tema general de una imagen. Por los a otras personas. Esta tarea de mela imagen”. La iconografía es, por un lado, un otro lado, “iconografía” es un concep- diación puede aprenderse, en concremétodo de la historia del arte. Se plan- to que designa globalmente todos los to, por medio de la experiencia y de la tea las preguntas: ¿qué representa la temas y motivos de las artes visuales. formación continuada. imagen?, ¿qué motivos recoge?, ¿qué tema muestra?, ¿cómo podemos inter- Fuentes iconográficas. Los artistas se Simbolismo. La contemplación e inpretar su mensaje? La iconografía res- inspiran en fuentes visuales, como la terpretación de las imágenes plantea 78 | Palabra, Abril 2013 Foto: Ashley Renée Noronha, Roma Foto: Th1979 (Wikimedia Commons) El apóstol Pedro, 1835-1838, Giuseppe De Fabris (a la izquierda de la fachada de la basílica de San Pedro) preguntas. Respecto al simbolismo iconográfico, la pregunta más habitual es: ¿cómo se puede identificar a los santos? En las artes visuales hay tres caminos para responder a esta pregunta: 1) una leyenda con su nombre; 2) los atributos, como por ejemplo la aureola u objetos, animales, plantas, fisonomía, gestos y mímica; y 3) el contexto narrativo de la representación. El nombre suele estar indicado junto a, debajo o encima de la persona representada, como en el mosaico del ábside de la basílica de Santa Inés Extramuros (Sant’Agnese fuori le mura, después de 625-638), en Roma. Atributos. Más frecuentes es el empleo de los atributos que distinguen a las personas, en forma de objetos materiales, animales o plantas. Son indicaciones características, típicas de la biografía de los santos. Los mártires cristianos suelen sujetar en la mano el instrumento que les dio la muerte. Pablo fue decapitado, por lo que lleva una espada. En algunas imágenes, el El apóstol Pablo, 1836-1840, Adamo Tadolini (a la izquierda de la fachada de la basílica de San Pedro) Apóstol de las Gentes sujeta un libro, que remite a su anuncio del evangelio de Jesucristo. Pedro lleva normalmente dos llaves, que proceden de la promesa de Jesús: “Te daré las llaves del reino de los cielos” (Mt 16, 19). Igual que los demás apóstoles, lleva a veces un libro o un pergamino enrollado (rotulus): así sucede en la colosal estatua que el papa Pío IX, en 1847, hizo colocar delante de la fachada de la basílica de San Pedro (en el Vaticano), junto a la estatua de San Pablo. La mártir desconocida que aparece en el cuadro (realizado antes de 1671) de Jacob van Oost el Viejo lleva una palma, que es símbolo del paraíso y del cielo. La palma como atributo de los mártires simboliza su victoria sobre la muerte, en fidelidad y amor a Cristo. Encima de algunas mujeres y hombres, los ángeles sujetan una palma o una corona de laurel. El fresco del ábisde de la basílica romana de Sant’Andrea della Valle (1650-1651, Mattia Preti), dedicado al “Martirio del Apóstol Andrés”, muestra esos dos atributos. Mártir desconocida, 1640, Jacob van Oost el Viejo (Brujas, Groeningemuseum) Nimbo y aureola. El nimbo, un atributo importante de Cristo y de los santos, es una “gloriola” que abarca la cabeza, a modo de un disco circular. El cuadro “Cristo que bendice y María que intercede”, Palabra, Abril 2013 | 79 Foto: Spencer Alley, San Francisco Cultura Martirio del apóstol Andrés, 1650-1651, Mattia Preti, fresco en el ábside de Sant‘Andrea della Valle (Roma) Cristo que bendice y María que intercede, 1430-1435, Robert Campin (Philadelphia Museum of Art) Llanto sobre Cristo muerto, hacia 1495, Sandro Botticelli (Alte Pinakothek, Munich) de Robert Campin (1430-1435), muestra a Jesucristo con un nimbo crucífero, cuyos tres brazos insertados simbolizan la redención por medio de la cruz. María lleva un nimbo simple. Desde la época del Renacimiento, muchos artistas prescindieron del nimbo. Su aspecto de disco circular ra “Coronación de María por la Santísima Trinidad” (hacia 1635), Diego Velázquez sustituyó el nimbo por un resplandor brillante. Una forma particular de nimbo es el aura que rodea toda la figura con un resplandor circular. El fresco del ábside de San Clemente de Taüll, de alrededor 80 | Palabra, Abril 2013 produce un efecto demasiado material y rígido para el estilo realista, algo así como un plato, como en el cuadro “Llanto sobre Cristo muerto”, de Sandro Boticelli (hacia 1495). Por eso desde el siglo XVI se comenzó a distinguir a los santos por otros atributos o por su contexto biográfico. En su pintu- Coronación de María por la Santísima Trinidad, hacia 1635, Diego Velázquez (Madrid, Museo del Prado) Maiestas Domini, hacia 1123, fresco del ábside de San Clemente de Taüll (desde 1919-1923 en Barcelona, Museo Nacional de Arte de Cataluña) de 1123, muestra una variante en forma de almendra: la “Maiestas Domini”, con Cristo en una “mandorla” y rodeado de ángeles que llevan los símbolos de los evangelistas. Debajo de esta visión apocalíptica están representados cinco apóstoles y la Santísima Virgen María. Durante muchos siglos esta reCristo en la Cruz, 1631-1632, Diego Velázquez (Madrid, Museo del Prado) presentación monumental de la gloria de Cristo, llena de color, ha resplandecido encima del altar de esa iglesia. Ética y estética. Como muestran con claridad estos ejemplos, el arte cristiano es, debido al contenido semántico de su iconografía, un modo específica de hablar sobre Dios y sobre la historia de la salvación. Con su belleza puede desencadenar también una dinámica ética: “Si la bondad cualitativa de una obra de arte me conmueve en lo más íntimo por su incondicionalidad, sinceridad y seriedad, no puedo por menos que ponerme ante la verdad de mi propia vocacion ante Dios. La belleza del arte despierta en mí, repentinamente, la necesidad de procurar que mis propios rasgos y relaciones sean buenos y sanos” (Friedhelm Hofmann, miembro de la Comisión Pontificia para los Bienes Culturales de la Iglesia). Muchas personas, también algunos escritores famosos, se han sentido conmovidos por la estética sublime del cuadro “Cristo en la Cruz” (1631-1632) de Diego Velázquez. Hay muchos caminos para la evangelización. Uno de ellos es la belleza espiritual del arte. n Ralf van Bühren Profesor de Historia del Arte (Roma) Palabra, Abril 2013 | 81 recommended citation style: Ralf van Bühren, La iconografía del arte cristiano. Cómo explicar a los hijos la fe a través de las imágenes (III), in: Palabra (Madrid), no. 598, April 2013, pp. 78-81