ADULTERIO. El Código Penal del Distrito Federal no define este

Anuncio
307842. . Primera Sala. Quinta Época. Semanario Judicial de la Federación. Tomo LXXV, Pág. 4805.
ADULTERIO. El Código Penal del Distrito Federal no define este delito, pero es evidente
que por él debe entenderse la infracción que implica un ataque a la institución del
matrimonio, por medio de la conjunción carnal de un casado con una persona extraña, llevada
a cabo en el domicilio conyugal o con escándalo; pero para que se llene el primer requisito,
debe entenderse que existe el adulterio cuando hay relación sexual normalizada entre los
responsables, como si estuvieran ligados por vínculo de matrimonio o hicieran vida de
amancebamiento; pues es evidente que en todo ayuntamiento sexual o en términos generales,
que no toda infidelidad conyugal pueda constituir la noción que castiga la ley. En cuanto a
que el adulterio que se comete en el domicilio, deben tenerse en cuenta que las nociones
jurídicas del domicilio que da el derecho civil, no son aplicable estrictamente en el orden
penal; pues por domicilio conyugal debe considerarse el lugar donde viven o conviven los
cónyuges, sea de una manera transitoria, temporal o definitiva, puesto que el legislador lo que
castiga es el adulterio grave constituido por el hecho de que el consorte culpable introduzca
desvergonzadamente a su amante adulterino, al hogar donde vive y convive con el cónyuge
inocente. Es, pues, la violación de la fidelidad al recinto del hogar conyugal, lo que
constituye la extrema injuria que sanciona la ley. Para considerar que el adulterio se ha
cometido con escándalo, en ausencia de toda norma jurídica que éste precise lo que es el
escándalo, es lógico entender que este consiste en la grave publicidad del estado adulterino
que hacen los propios adúlteros, por la exhibición cínica de sus amoríos, pero no se entenderá
que existe escándalo cuando con otras personas se enteren, por razón de su trabajo, de su
parentesco o de sus relaciones íntimas con los culpables; así, las sirvientas de un hotel o casa
de citas, se enteraron de un adulterio, la circunstancia de que estas personas sean necesarias
para el servicio de la casa, viene a demostrar que no hubo una grave publicidad del estado
adulterino, pues la ley requiere un conocimiento público más o menos acentuado. Tampoco
constituye escándalo el hecho de que el cónyuge inocente ponga en conocimiento de las
autoridades correspondientes los actos criminosos, para la persecución de los responsables,
aunque por esto el hecho adquiera publicidad periodística u otra equivalente pues entonces el
escándalo no es imputable directamente a los protagonistas; la ley requiere que el escándalo
provenga o sea motivado por los mismos adúlteros.
Amparo penal en revisión 6354/42. Villamil Cicero Carlos. 26 de febrero de 1943.
Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Carlos L. Angeles. La publicación no menciona el
nombre del ponente.
-1-
Descargar