IDEAS PARA TRABAJAR LA FIGURA HUMANA Máscaras: Presentar siluetas ovaladas en cartulina. Cada niño trabaja previamente con espejos pequeños, observando los cambios que se producen en ojos, cejas, boca cuando estamos: alegres, tristes, enojados, asombrados, etc. Recrear el rostro utilizando marcadores sobre el soporte ovalado presentado. Jugar con las máscaras para recrear situaciones cotidianas o fantasiosas. También pueden realizarse máscaras con papel maché o inflando un globo y superponiendo tiras de papel y cola vinílica, dejarlo secar, desinflar el globo y cortarlo luego por la mitad. Realizar los orificios de ojos, boca y nariz. a) Impresiones de manos: Se piensa, erróneamente que la dáctilo pintura es para los niños pequeños solamente y no es así. Las técnicas procedimentales tienen un piso pero no tienen techo, es decir, se pueden aplicar cuando el niño tiene la madurez suficiente para experimentar en forma autónoma con ella, pero cada nivel las puede trabajar con diferente complejidad. Así los más chicos pueden colocando un poco de pintura en la palma de la mano, frotarla luego para realizar impresiones libremente en toda la hoja. Pueden elaborar un mural colectivo con impresiones en diferentes colores y mediante comparaciones, reconocer la suya y la de otro compañero. Colocando el nombre de su autor en las huellas. Los más grandes pueden realizar frisos, buscar diferentes posiciones de la mano e incluso luego de secas, recrear formas con marcadores. Otras impresiones de manos: con el puño cerrado del meñique y la mano de perfil impresión del pulgar y la mano de perfil entrelazar los dedos de la mano dejando los pulgares libres y abiertos: una casa, un puente, etc. manos unidas por las muñecas: una paloma, una mariposa, etc. b) Para reconocer y nominar las articulaciones. Trabajar previamente con fotografías de revistas donde aparecen personas en diferentes posturas: parados, parados de perfil, agachados, sentados, acostados, en cuadrupedia, etc. Plantear un juego: un niño imita una postura debiendo el resto del grupo reconocer a cuál imagen está “copiando”. Mediante la utilización de figuras geométricas grandes y preferentemente de un solo color, (para que el color no se transforme en distractor) tratar de “copiar” las posturas corporales de las imágenes fotográficas, atendiendo especialmente a las articulaciones. . Hoy sabemos que el niño avanza más rápido en su representación, en la medida que tenga vivencias corporales y sea estimulado en sus lenguajes expresivos. Por ello, consideramos sumamente importante, el trabajo del docente dirigido a la exploración del espacio, de las posibilidades motoras del cuerpo, de sus limitaciones motrices, la observación de si mismo mediante la utilización del espejo, la interacción en actividades de juego y expresión con los compañeros de su grupo de pares, el juego corporal, las dramatizaciones y, por supuesto, las actividades de expresión plástica que permitan al niño crear y recrear utilizando partes de su cuerpo. El niño y el desarrollo de sus representaciones Ofreciéndole diferentes materiales para experimentar: crayones, marcadores, lapiceras, lápices y diferentes tipos de dactilopintura: vinílica, acuarela, texturada. Variando el tamaño de los soportes y los planos, trabajando sobre el suelo, las mesas o las paredes, sobre hojas de garbanzo, papel embalaje, papel camilla, cartulina. Cuando variamos el tamaño de los soportes el niño ejercita su coordinación óculo-manual al tener que adaptar el trazado a las dimensiones de las hojas. Cambiando también la forma de los soportes. Estamos acostumbrados a trabajar con las hojas rectangulares. Podemos hacerlo con hojas circulares, cuadradas, irregulares, con siluetas. Esta modificación en la forma provoca una nueva motivación y conduce al niño a la exploración de otras dimensiones del espacio gráfico, a tener que disponer de otra forma sus trazados y buscar también una postura corporal distinta. Modelando con diferentes materiales: arena, masa, plasticina, masa texturada, arcilla, barro, masa de miga de pan, etc. Cuando vamos a trabajar la figura humana a través del modelado debemos sensibilizar previamente al niño: jugando con su cuerpo, reconociendo sus partes, etc. Un recurso válido es el espejo grande de la sala que va a ayudar a enriquecer la representación en todo lo que aporta la percepción visual. Plantear actividades que permitan el descubrimiento del propio rostro, del de la maestra y de los compañeros Reconocer las partes del cuerpo y nominarlas. Expresar emociones y sentimientos frente al espejo. El niño puede llevar un espejo de mano a la sala para poder observar su rostro y ubicar las partes del mismo comparando semejanzas-diferencias, relacionando formas y distancias: la frente, las cejas, los ojos debajo de las cejas, entre las cejas empieza la nariz, debajo de la nariz hay un espacio y luego aparecen los labios... ¿Cómo se modifican esas partes al enojarnos, llorar, reírnos, asustarnos, etc.? Observando obras de artistas plásticos nacionales y/o de valor universal que hayan trabajado con la temática del retrato. Analizando algunos de los elementos plásticos: color, línea, textura. Descubriendo qué sensaciones y emociones despierta. Realizando un autorretrato, mirándose en el espejo y luego dibujando con marcadores o crayones. Observando y reconociendo las articulaciones del cuerpo. Para ello se puede trabajar con la silueta de uno de los niños confeccionada en cartón o papel embalaje ¿Dónde tendremos que realizar cortes o perforaciones para lograr los diferentes movimientos? Unir las partes recortadas con alambre, cable o ganchos que posibiliten el movimiento. Nivel 5, Primero y Segundo Año: Realizando un autorretrato con marcadores, lápices o crayones y utilizándolo como boceto para recrearlo luego con pintura. Trabajando en el plano vertical, con caballetes o simplemente hojas pegadas sobre la pared o el pizarrón. En la observación con el espejo de mano haciendo hincapié en las partes del rostro y su ubicación a partir de un eje vertical de simetría. Registrando la observación realizada. Este registro se puede enriquecer dividiendo por plegado un soporte de forma ovalada, a modo de rostro y trabajando así la ubicación de los ojos, cejas, nariz, orejas y boca. Presentando la silueta de una cara y superponiendo capas de papel celofán incoloro con diferentes ojos, bocas, narices, orejas y cabellos que han realizado previamente los niños. Observando y conversando sobre las variaciones que experimenta el rostro y las diferentes expresiones que se logran con estas variables puede trabajar en subgrupos proponiendo que logren determinada expresión: miedo, alegría, tristeza, llanto, enojo, sueño... y realizar luego una puesta en común sobre los resultados obtenidos y las dificultades que aparecieron. Observando el cuerpo en movimiento. Se pueden utilizar como recursos el “oficio mudo” y las fotografías de revistas que “congelan la imagen” Jugar a caminar en cámara lenta o al juego de las estatuas. Registrar las observaciones. Observando el cuerpo de un niño de perfil. ¿Qué partes vemos y qué partes no podemos ver? Trabajando con el perfil del rostro. Para ello se pueden proyectar detrás de una pantalla la silueta de perfil del rostro de los niños, jugar a descubrir de quiénes son y luego copiar sobre una hoja de papel afiche el contorno de la sombra proyectada. Observar a un compañero que se ubica de perfil y dibujarlo, este trabajo se realiza por parejas y puede necesitar varias instancias. Para recordar: En relación con las posibilidades de graficar, cuando el niño asigna algún sentido a sus garabatos, puede apreciarse que la imaginación supera ampliamente su capacidad de representación gráfica. Luego intentará que sus líneas adquieran las formas que desea representar. Debido a esta diferencia entre la imaginación y la capacidad de representación gráfica, es importante que el adulto no asigne sus propios significados a los diseños de los niños. Debe sí, estar atento a las verbalizaciones de éstos sobre sus propias producciones. Poder abordar con la seriedad que merece el tema de la representación de la figura humana, requiere muchas instancias de trabajo y reflexión, instancias que deben a su vez ”andamiar ” el desarrollo dinámico de ese camino que recorre el niño en la construcción de su imagen corporal. Elizabeth Mango Maestra Directora, Artista Plástica, Prof. de I.I.N.N