NUESTRA EUROPA - EUROPA DEL SUR Europa es un continente de pequeño tamaño cuyos habitantes viven muy cerca los unos de los otros. La región tiene más de setecientos millones de habitantes repartidos por casi cincuenta países, más de la mitad de los cuales forma parte de la Unión Europea o UE. En este vídeo analizaremos en detalle la región de Europa del Sur. Los países de Europa del Sur se extienden a lo largo y ancho de tres grandes penínsulas bañadas por el mar Mediterráneo. Estas penínsulas son muy montañosas y algunas de ellas tienen picos de gran altura. Su naturaleza peninsular las dota de un gran litoral que, aunque rocoso, también alberga playas de fina arena. Los países de Europa del Sur disfrutan de un clima mediterráneo con veranos cálidos y muy secos e inviernos suaves y lluviosos. El gran contraste entre zonas montañosas y tierras bajas tiene un impacto sobre el clima. Ello permite que sus habitantes puedan bañarse en el Mediterráneo mientras nieva en las montañas. El Mediterráneo es un mar muy salado, ya que una gran cantidad del agua se evapora por el calor dejando la sal en el mar. La costa mediterránea está repleta de pequeños pueblos pesqueros, ya que la pesca siempre ha sido una actividad importante en la zona. Los platos de pescado se conocen como “Frutti di Mare”, es decir, los frutos del mar. En Europa del Sur se pesca tanto en el Mediterráneo como en las profundas aguas del océano Atlántico. La mayor parte del pescado se exporta a otros países. El mar Mediterráneo ha estado habitado desde hace miles de años. En la mayoría de regiones se talaron los bosques para obtener tierras de pasto para el ganado, zonas agrícolas para el cultivo, combustible para los hogares y madera para la construcción. En las zonas donde se han talado árboles hay ahora páramos donde crecen espinos y hierbas, plantas capaces de soportar altas temperaturas y sobrevivir con escasas lluvias. La mayoría de frutas y verduras se benefician de los climas cálidos y soleados. Mientras es invierno en Suecia, los naranjos y limoneros de esta región rebosan de frutos, y los tomates, albaricoques, uvas y aceitunas crecen en las colinas y las laderas. En Europa del Sur mucha gente vive de la agricultura, una actividad eminentemente manual. Las aceitunas son el fruto del olivo. Son ricas en aceite y para extraerlo es necesario prensarlas. En Europa del Sur, la gente consume mucho aceite de oliva y lo utiliza en una gran variedad de platos. Además de aceite de oliva, los países mediterráneos exportan también vino, frutas y verduras a otros países. En esta región, la familia es una institución muy importante que incluye a todos los parientes. Para la mayoría de los habitantes, la religión tiene también un gran peso. La mayor parte de los habitantes de Europa del Sur vive en ciudades pequeñas y pueblos grandes. Las ciudades suelen encontrarse muy cerca de la costa mediterránea, y en las zonas montañosas las ciudades y los pueblos están muy dispersos. A lo largo de las colinas serpentean estrechas carreteras de montaña. En concreto, en Europa del Sur viven ciento cincuenta millones de personas, y en verano acude hasta la región el mismo número de turistas. Aunque la mayoría viene para bañarse y tomar el sol, muchos otros llegan en busca de sus interesantes edificios y ruinas, algunos de los cuales fueron construídos en la “antigüedad clásica” y cuentan con varios miles de años de historia. En Europa del Sur, mucha gente trabaja en el sector turístico ofreciendo servicios de varios tipos: transporte, hoteles, restaurantes, tiendas. Además, la región dispone de numerosas industrias modernas que dan empleo a muchas personas. En verano suele hacer tanto calor que en el centro del día resulta difícil trabajar o ir a la escuela. Por ello, mucha gente duerme la siesta, tiempo durante el cual se descansa y las tiendas permanecen cerradas. Al final de la tarde, cuando vuelve a refrescar, se vuelve a trabajar, y todo ello hace que las familias cenen tarde. En el extremo oriental se encuentra la Península Ibérica, que está bañada tanto por el mar Mediterráneo como por el océano Atlántico. En la Península Ibérica se encuentra Portugal. El largo litoral de este país se extiende a orillas del océano Atlántico. Para los portugueses el mar es muy importante y es el país de Europa donde más pescado se captura. Portugal tiene diez millones de habitantes, y a pesar de ser un país pequeño, también abarca algunas islas del Atlántico, como la isla volcánica de Madeira. El río más largo de Portugal es el Tajo, que fluye por el país y lo divide en una región septentrional y otra meridional. Al sur del río el paisaje es llano con grandes planicies. La costa del Algarve, en la parte sur, atrae a muchos turistas a pesar de que las aguas atlánticas son mucho más frías que las mediterráneas. La parte norte del país es muy montañosa y recibe copiosas nevadas en invierno. Aquí hay también grandes zonas boscosas y muchos alcornoques, árbol de cuya gruesa corteza se extrae el corcho para las botellas y muchos otros artículos. En Portugal se habla portugués... una lengua relacionada con el español. En la desembocadura del río Tajo, en la costa Atlántica, se asienta la capital del país: Lisboa. La parte más antigua de la ciudad está construida sobre pronunciadas colinas y muchas de sus casas están recubiertas con azulejos de bellos motivos. Lisboa cuenta con un gran puerto y astilleros. En el pasado, los navegantes portugueses se hicieron a la mar y descubrieron lugares desconocidos para los europeos que se convirtieron en colonias de Portugal. Desde ellas los portugueses importaban mercancías como especias y oro. En la actualidad Portugal no conserva sus colonias. También en la Península Ibérica se encuentra España, uno de los países más grandes de Europa. Las Islas Canarias, frente a la costa africana, pertenecen también a este país. En España se habla español... El español es una de las lenguas más habladas del mundo. Hubo un momento en el que España era una importante potencia colonial. De hecho, en la actualidad el español sigue hablándose en los países que en su día fueron colonias españolas. España tiene cuarenta millones de habitantes y trescientos cincuenta millones de personas de todo el mundo hablan español como lengua materna. La mitad de España lo forma una amplia y elevada llanura conocida como “la Meseta”. En ella se cultivan frutas como cítricos o melones. España está dividida en diecisiete regiones, algunas de las cuales tienen sus propias tradiciones e incluso su propia lengua. Al sur se encuentra Andalucía, una de las regiones más cálidas y secas de Europa. Las montañas de Sierra Nevada se alzan sobre Andalucía y albergan el pico más alto de la península. La palabra España es para muchos sinónimo de sol y largas playas de arena, y con razón. Como por ejemplo aquí, en la Costa del Sol, al sur del país. Esta zona se conoce así por su benévolo clima, en el que el sol brilla prácticamente todo el año. La paella es el plato típico y es muy popular, especialmente entre los turistas. La capital, Madrid, se encuentra en el centro del país. Se trata de una moderna metrópolis con amplias calles y espaciosas plazas. En Madrid se encuentran el Parlamento y la residencia de la familia real. Las corridas de toros son famosas en casi todo el país y los toreros son importantes ídolos nacionales. En la costa este, en la región de Cataluña, se encuentra la segunda ciudad más grande de España: Barcelona. En Cataluña, además de español, se habla catalán. Barcelona es famosa por su equipo de fútbol. Su estadio, el Camp Nou, es capaz de albergar a cien mil espectadores. El partido más importante del año es el disputado entre el equipo local y su archienemigo, el Real Madrid. La siguiente península es la Península Apenina, donde se encuentra Italia, país donde el fútbol es también el deporte nacional. Italia tiene la forma de una bota que se adentra en el Mediterráneo. Frente a sus costas se encuentran las dos islas más grandes del Mediterráneo: Sicilia y Cerdeña, que también forman parte del país. Las montañas de los Apeninos atraviesan el país de norte a sur. En el extremo norte del país se encuentran los Alpes, que forman un gran muro que separa a Italia del resto de Europa. La montaña más alta es el Monte Rosa. Los Dolomitas son una cadena montañosa que forma parte de los Alpes y se caracteriza por sus puntiagudos picos. En ella hay también numerosas estaciones de esquí. En Italia se habla italiano... y es una república en la que viven casi sesenta millones de personas. La vida en el norte de Italia es muy diferente a la del sur. En el sur, la mayoría de la población sigue viviendo de la agricultura y una gran proporción está en paro. En el norte, la mayoría tiene trabajo y hay mucha industria. De hecho, los coches Fiat y Ferrari se fabrican en esta región. En Italia también se fabrican muchas prendas de ropa y calzado. Milán es la capital de la industria de la moda y en ella pueden encontrarse numerosas firmas dedicadas a ella. Italia está repleta de bellas y antiguas ciudades, muchas de las cuales fueron construidas en lo alto de colinas. El sol italiano mima los viñedos que producen la uva de la que más tarde se obtiene el vino. Italia es de hecho el principal productor de vino del mundo. La popular ciudad turística de Venecia fue un importante núcleo para el comercio y la música. Venecia es una ciudad única construida sobre más de cien pequeñas islas entre cuyos edificios discurren canales en lugar de calles. Los italianos son grandes amantes de la ópera y de este país provienen muchos de los grandes compositores y cantantes de este arte. “Todos los caminos conducen a Roma”. Esto es lo que solía decirse cuando Roma era el centro del poderoso Imperio Romano, una época de su historia de la que aún hoy perduran numerosos edificios y restos. Una de las ruinas más famosas es el Coliseo, un inmenso anfiteatro al aire libre. Aquí los romanos presenciaban peleas entre esclavos y animales salvajes... que a menudo acababan con la muerte de los primeros. En la actualidad, Roma es la capital de Italia y uno de los principales destinos turísticos del mundo. Además de por sus monumentos, los visitantes acuden a esta ciudad atraídos por sus tiendas, sus barrios románticos, sus plazas y sus restaurantes. El Vaticano también se encuentra en Roma. Se trata del país más pequeño del mundo y es en él donde vive el Papa: la máxima autoridad de la Iglesia Católica. El Vaticano está formado únicamente por el Palacio Vaticano y la gran Basílica de San Pedro. En el centro de Italia se encuentra el minúsculo país de San Marino, que es la nación más antigua del mundo y apenas ocupa una montaña. Entre Italia y África se sitúa el pequeño país de Malta, que es la nación más meridional de Europa y está formada por un grupo de islas de las cuales Malta es la mayor. Al este se encuentra la Península Balcánica, también conocida como los Balcanes. La palabra “Balcanes” deriva de “montaña”, un paisaje que abunda en esta región. A lo largo de la historia, en los Balcanes se han asentado diversas sociedades con distintas religiones y culturas. Tras la Primera Guerra Mundial, varios países balcánicos se unieron entorno a un gran nuevo estado: Yugoslavia. Sin embargo, la convivencia entre los distintos grupos étnicos resultó difícil, y finalmente cada etnia optó por abandonar Yugoslavia y formar su propio país. La situación se agravó hasta desembocar en una guerra entre los distintos grupos étnicos. La guerra civil de Yugoslavia duró años, destruyó ciudades y costó la vida a un gran número de personas. Familias enteras se vieron obligadas a abandonar sus hogares y huir a otros países. De hecho, muchos vinieron a Suecia. Al final, las Naciones Unidas y la OTAN acabaron enviando sus tropas para poner fin a esta guerra. A pesar del fin del conflicto, aún hoy persisten las disputas entre los distintos grupos étnicos de esta región europea. Hoy por hoy no se descarta que en el futuro se formar nuevos países en los Balcanes. Al sur de la Península Balcánica se encuentra Grecia, un país formado por una península y varios miles de islas. Grecia es un país montañoso cuya cordillera más grande son las montañas del Pindos. No es extraño ver ovejas y cabras pastando en sus laderas. Los griegos fabrican un queso suave y salado a partir de la leche de oveja y de cabra: el queso feta. Grecia tiene varios platos estrella, como el souvlaki y el tsatsiki. Todos los países balcánicos son repúblicas y el único que forma parte de la UE es Grecia. El resto de países se irá integrando a la unión con el paso del tiempo. Los once millones de habitantes de Grecia hablan griego... El sueco han adoptado numerosas palabras del griego, como por ejemplo escuela, alfabeto y democracia. Grecia es un país con mucha historia. Ya hace varios miles de años, cuando los ciudadanos de Suecia vivían en sencillas chozas de madera en el campo, en Grecia florecían grandes ciudades con hermosos edificios. Como en su capital, Atenas. Ésta época recibió el nombre de “antigüedad clásica”. En este periodo, los dioses griegos eran muy importantes para la sociedad. En Atenas estaba prohibido construir edificios altos, ya que nada podía obstruir la vista del antiguo templo del Partenón, que se yergue sobre una colina llamada Acrópolis. Atenas ha experimentado un crecimiento sin precedentes que sigue manteniéndose incluso en la actualidad. Muchos griegos se han trasladado hasta esta capital con la esperanza de encontrar un trabajo. Sin embargo, el tráfico es un problema grave, ya que cuando hace calor los gases de escape cubren la ciudad como un manto. Por ello, se espera que los ciudadanos viajen cada vez más en metro y menos en coche. A las afueras de Atenas se encuentra El Pireo, el principal puerto del país. La construcción naval y la navegación son actividades muy importantes en Grecia. De El Pireo salen barcos griegos cargados con mercancías con destino a todos los países del mundo, y es desde este puerto desde donde salen los turistas rumbo a las islas. Doscientas de las islas del país están habitadas. Resulta fácil comprender por qué la bandera griega es azul y blanca: el cielo y el mar son de un azul claro, y las casas de un blanco puro. El mar Mediterráneo separa tres continentes: Europa, África y Asia. Sin embargo, este mar también une a los pueblos al ofrecer una importante ruta de transporte entre los países. llamada Acrópolis.