306730. . Primera Sala. Quinta Época. Semanario Judicial de la Federación. Tomo LXXX, Pág. 2868. VIOLENCIAS A LOS PROCESADOS. Si el procesado alega que se le arrancó la confesión por medio de la violencia, para comprobarla, no es suficiente la fe judicial de que el detenido presenta algunas ligeras lesiones, ni lo que afirman los médicos oficiales en el mismo sentido, pues esas constancias no son bastantes para considerar que efectivamente el acusado fue sometido a torturas de carácter físico, para arrancarle una confesión de hechos que no había cometido, tanto más, si dicha confesión se encuentra corroborada por las declaraciones de los coacusados, de las cuales de desprende su culpabilidad. Amparo penal directo 1946/43. Saldaña Hernández Jesús. 7 de junio de 1944. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Fernando de la Fuente. La publicación no menciona el nombre del ponente. -1-