Mujica justificaba la corrupción del gobierno de Lula, a tal punto

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Un horizonte tormentoso
En un acto del MLN-T, recordatorio de la muerte del Che y la toma de Pando, los diputados Sebastián
Sabini y Alejandro Sánchez se expresaron en términos que se han vuelto peligrosamente reiterativos en los
últimos años. El primero habló de acumulación del sector popular como un proceso evolutivo que no
debería tener vuelta atrás (o sea, que no admite conciliaciones), caracterizó a la oposición democrática de
desestabilizadora y añadió algo que debería alertar incluso a muchos de sus propios seguidores: la
autonomía universitaria “no es una trinchera para defender ciegamente (...) no es lo mismo con un
gobierno de derecha que con uno de izquierda”. Aquí dice dos cosas: 1) no hay asuntos morales
compartidos con la oposición democrática, todo depende del signo del gobierno (en Una oveja negra al
1
Mujica justificaba la corrupción del gobierno de Lula, a tal punto llega la doble vara moral del ex
​
poder ,​
presidente), y 2) asegurado el poder de la izquierda o, más bien, el de su propio grupo, la independencia de
los sindicatos y las agrupaciones estudiantiles pierde sentido. Al respecto conviene recordar la advertencia
premonitoria que hiciera Rosa Luxemburgo sobre el destino que le esperaba a Rusia bajo el gobierno
bolchevique dirigido por Lenin y copiado luego por los regímenes comunistas: ​
“Algunas docenas de jefes del
partido, de inagotables energías y movidos por un idealismo ilimitado, son los únicos que dirigen y gobiernan. Entre éstos la
guía efectiva está en manos de una docena de inteligencias superiores. Una élite de obreros es convocada de tiempo en tiempo
para aplaudir los discursos de los jefes y votar unánimemente resoluciones prefabricadas. Es en el fondo el predominio de una
(Crítica
pandilla. Una dictadura, es cierto, pero no la dictadura del proletariado, sino la dictadura de un puñado de políticos”​
de la Revolución Rusa, Buenos Aires, Ed. Quadrata, 2005). Rosa Luxemburgo escribió estas líneas en
defensa de la democracia representativa destruida por los bolcheviques. A esta altura los dirigentes
sindicales y estudiantiles deberían saber que en un régimen controlado por el MLN quedarían sometidos a
la voluntad de los que mandan y perderían las libertades que les asegura el Estado de Derecho2 .
Por su parte, Sánchez alentó las movilizaciones callejeras y las ocupaciones como método central de lucha,
lideradas por aquellos sectores que promueven los cambios (“hay que rodear las movilizaciones”, conducir
“la retaguardia“), o sea ellos mismos. Todo esto que refleja una inconfundible voluntad de mandar aparece
en una nota de El País del 10 de octubre, que vino acompañada de una foto en la que se ven en primera fila
al ex presidente Mujica y a la senadora Lucía Topolansky:
http://www.elpais.com.uy/informacion/mln-esencialidad-educacion-error-garrafal.html
Nada de lo que se informa aquí es nuevo. En una entrevista concedida a La Diaria en febrero, José Mujica
se expresaba en términos que indicaban que no creía en la democracia pluralista como institución
perdurable: ​
Que “el Ejército tiene que cumplir su labor institucional...”. Sí, sí, pero las clases sociales existen, querido, y los
militares están para un lado o están para el otro. Nos ubicamos en planos de objetivos distintos: yo incluyo en la sociedad a las
Fuerzas Armadas, porque necesito Estado, y las Fuerzas Armadas están en cierta medida en el origen del Estado…
Este es el lenguaje de la correlación de fuerzas (del “ellos” y el “nosotros”, nuestra tribu y la de ellos), que
no admite la conciliación y significa en los hechos la aniquilación de la política tal como fue inventada hace
​
Buenos Aires, Editorial Sudamericana, 2015.
​
Los sindicatos solo tienen sentido en una economía de mercado. En una economía centralizada están destinados a
desaparecer o transformarse en un coro bien pagado. Aquellos que conservan o se ganan un resquicio de independencia
terminan rebelándose contra la autocracia, como Solidarność
en Polonia.
1
2
más de 2500 años. En una columna muy lúcida titulada ​
El populismo de nuestro tiempo​
,
(​
http://www.elpais.com.uy/opinion/populismo-nuestro.html​
) Heber Gatto analiza el maridaje entre
enemigos de antaño, el populismo y la izquierda tradicional, y describe el ropaje con que aparecen en el
presente:​
“Laclau, Mouffe, Ranciere o Foucault, sustituyeron a Marx y Engels en la conducción ideológica, y del
proletariado se pasó sin transiciones a la creación del “pueblo” como nueva entidad revolucionaria. Producto de la lucha
política entre las masas, o las etnias (el nosotros) y la oligarquía, los blancos (los otros). En una confrontación que si ya no es
armada pasa a ser una lucha simbólica donde la consigna es imponerse discursivamente al “enemigo”. Derrotarlo para
imponer la voluntad hegemónica de los vencedores en un ámbito sin garantías, solo exteriormente democrático”.
“Es cierto que con elecciones periódicas. Pero ya no con libertades, partidos autónomos, Poder Judicial independiente, derechos
humanos o instituciones que los hagan respetar. La soberanía ha quedado en la desnuda voluntad de la mayoría. La
Constitución ha dejado de ser un pacto consensual y la democracia liberal un lejano recuerdo”
De acuerdo a lo que expresó el ex presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso en una conferencia
organizada por el semanario Búsqueda3 , en Brasil se intentó usar a Petrobras para perpetuar al PT en el
gobierno. Es el mismo procedimiento que aplicó Chávez en Venezuela y que, con menor éxito, aplica
Cristina Fernández en Argentina. La diferencia es que la justicia brasileña truncó la maniobra, mientras que
Chávez consiguió someter a la justicia venezolana y Fernández mantiene en jaque a la suya. Últimamente
vinimos a descubrir que estos métodos también se emplean en Uruguay como si se tratara de un plan
consensuado. Por boca del propio Mujica supimos que los gobiernos de Brasil, Argentina y Venezuela
intervinieron en su favor cuando postulaba a la presidencia, y que, por consejo de Lula, se volcó a hacer
campaña en favor de Tabaré Vázquez a sabiendas que lo prohibía la Constitución (reveló ambas cosas en
Una oveja negra al poder). Descubrimos también que Ancap destinó dinero público para hacer campaña en
favor de candidatos del Frente. Pero lo más grave es el intento de sometimiento del Poder Judicial que
realiza el Gobierno por la vía de negarle recursos (cumpliendo con la amenaza proferida hace unos años
por el diputado Esteban Pérez: ​
“No se olviden que nosotros aprobamos el Presupuesto del Poder Judicial…​
”).
En suma, son abundantes las señales que dan los núcleos duros del Frente sobre sus intenciones de
perpetuarse en el gobierno. Recuérdese la amenaza que lanzaron Topolansky y los sindicatos durante la
contienda electoral pasada para el caso en que el Frente perdiera las elecciones. Lo llamativo es que este
anhelo de poder va acompañado de una enorme pobreza de ideas. Hasta ahora todo se redujo a no castigar
demasiado a los sectores que generan la riqueza (Mujica: “si entierro el capitalismo no tengo con qué
sustituirlo en lo inmediato en la generación de riqueza” ABC, 2 de enero de 2014)4, y a blindar aún más a
sectores ya blindados en detrimento de quienes quedan fuera del festín y apenas reciben las migajas. El
resto es un afán de poder por el poder mismo.
Mi pregunta es, ¿cómo llegamos a un estado de cosas en que el Uruguay democrático es gobernado por
gente que no cree en la democracia?
3
''Fernando Henrique Cardoso llamó a un 'nuevo pacto' para superar la crisis de Brasil, aunque duda que Rousseff pueda
liderarlo''. Búsqueda, Jueves 1 ero. de octubre de 2015.
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A tales efectos fue capaz de mezclarse con gente de dudosa catadura y apoyarse en versiones empresariales que no
dudarían en censurar los más acérrimos defensores de la economía de mercado.
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