PROPOSICIÓN CON PUNTO DE ACUERDO DE URGENTE Y OBVIA RESOLUCIÓN POR EL QUE LA COMISIÓN PERMANENTE DEL CONGRESO GENERAL DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS EXHORTA AL INSTITUTO NACIONAL ELECTORAL (INE) Y PARA QUE EN USO DE SUS FACULTADES CONSTITUCIONALES Y LEGALES GARANTICE EN TODO EL TERRITORIO NACIONAL LA CELEBRACIÓN DE ELECCIONES LIBRES Y AUTÉNTICAS, ACTÚE Y CONTRIBUYA PARA DETENER LA VIOLENCIA POLÍTICA QUE HA CARACTERIZADO EL ACTUAL PROCESO ELECTORAL Y A LAS AUTORIDADES DEL ESTADO MEXICANO, DE LOS TRES NIVELES DE GOBIERNO, MUNICIPALES, ESTATALES Y FEDERALES, PARA QUE DETENGAN LA ESPIRAL DE VIOLENCIA POLÍTICA CONTRA LA POBLACIÓN CIVIL Y CREEN LAS CONDICIONES DE TRANQUILIDAD NECESARIAS QUE LE PERMITAN LA CELEBRACIÓN DE ELECCIONES LIBRES Y AUTÉNTICAS. Los que suscriben, Diputado MANUEL RAFAEL HUERTA LADRÓN DE GUEVARA integrante de la Agrupación MORENA y Senador MANUEL BARTLETT DÍAZ, de conformidad con lo previsto en los artículos 58, 59 y 60 del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, somete a consideración de esta Honorable Asamblea proposición con punto de acuerdo, de urgente y obvia resolución, con base en la siguiente: Exposición de Motivos PRIMERO.- Actualmente se desarrolla en todo el país procesos electorales que renovarán diversos cargos de elección popular, entre los que se encuentran diputados federales, gobernadores, presidentes municipales, jefes delegacionales y diputados locales, cuyos candidatos serán electos el próximo 7 de junio. Lamentablemente este proceso electoral se realiza en condiciones de violencia política en la que han sido afectados los principios de democráticos para e realizar elecciones libres, auténticas y periódicas. SEGUNDO.- En nuestro país, la violencia política se ha expresado, en sus dos vertientes: la violencia que proviene desde abajo, pero también y desafortunadamente la violencia que viene desde arriba. Esta supuesta violencia que supone, según el sociólogo Max Weber “el monopolio de la violencia legítima” en manos del Estado. La violencia que viene desde abajo es la que se conoce como delincuencia, la que proviene de la desesperación y la falta de oportunidades, o de la abierta decisión de violar la ley, hechos pero que nadie duda en condenar y sancionar. Conductas que son síntomas de una sociedad que se descompone. TERCERO.- Sin embargo, el proceso electoral en curso, encabezado teóricamente por el órgano autónomo encargado de la función estatal de organizar las elecciones, el Instituto Nacional Electoral, se ha visto marcado por la violencia que proviene desde arriba. Aquella que surge cuando son los mismos gobernantes quienes abusan de la facultad o del “monopolio dela violencia legítima” que sirve para mantener la paz social, teniendo como límite que esa violencia policiaca y militar no atropelle ni viole en los derechos humanos. México se encuentra enmarcado, ante el escenario de guerra contra el narcotráfico y el exceso de violencia gubernamental, con lo que se ha deslegitima “el uso del monopolio de la violencia” por los abusos y fracasos en esa estrategia y que únicamente han logrado agudizar las violencias, desde arriba y desde abajo, y que hasta ahora sólo han tenido como consecuencia con actos de repudio y contestatarios, que a diario se suceden y multiplican en todo el territorio nacional pero que amenazan con desbordarse. Hoy, lamentablemente, estamos en un escenario donde la violencia política proviene desde arriba, no desde abajo, es la violencia que ejerce el gobierno y llega a extremos de abuso por la militarización de las funciones de seguridad pública, lo que deberían hacer las policías, los servicios de inteligencia, para ir a la raíz de la amenaza delincuencial. CUARTO.- En la república mexicana, el tema de la violencia política, ha adquirido niveles de franca alianza entre funcionarios, militares, policías y delincuentes, es decir, la narco política se ha institucionalizado, y ha asentado sus reales. Para desgracia de todos, este proceso electoral está dominado por el abuso de los recursos públicos por parte del gobierno, quien se niega a dejar de orientar a los ciudadanos con los dineros públicos y programas sociales. Los mexicanos vivimos una doble tragedia y nos enfrentamos al peor de los mundos posibles, cuando por un lado no existen condiciones de para realizar elecciones libres, auténticas y periódicas y por otra parte el gobierno criminaliza todas las conductas de protesta social, mientras se muestra impotente, por suma la estrategia, en combatir la delincuencia, lo que provoca mayor conflictividad social y aumento de la violencia política. Tlatlaya en el estado de México; Ayotzinapa en Guerrero; Villa Purificación, Jalisco, Apatzingán y, más recientemente Tanhuato, en Michoacán, son el macabro testimonio de esta violencia provocada y ejecutada por el Estado (ius punendi), donde participan, policías municipales, estatales, fuerzas federales, la gendarmería y el ejército, presidentes municipales gobernadores y algunas ramas del ejecutivo federal. Violencia política desde arriba, y la cual tiene su repercusión en la sociedad. QUINTO.- Que justamente la ausencia de condiciones normales rumbo a la jornada electoral del 7 de junio, se ha traducido en inseguridad en el desarrollo de las campañas y de candidatos; hostigamiento a candidatos y sus brigadistas; abuso del poder público para beneficio de partidos en el gobierno; abuso de programas sociales para beneficiar a segmentos de la población susceptibles de compra y coacción del voto así como la negativa de gobiernos federales, estatales y municipales para seguir distribuyendo bienes sociales y programas, así como el instrumentación de campañas negras para afectar con ello la participación política de los ciudadanos, lo que a su vez socava los cimientos de nuestra incipiente democracia. Esta misma situación de anormalidad se repite en varias delegaciones del Distrito Federal, entre ellas Iztapalapa, Álvaro Obregón, Cuauhtémoc, Coyoacán, Gustavo A. Madero, en donde los principales contendientes han denunciado prácticas corruptas de compra y coacción, uso faccioso de programas sociales, violencia contra brigadistas, retiro de propaganda, así como campañas negras, lo que afecta sensiblemente al MORENA y a sus candidatos a distintos cargos de elección popular en la Ciudad, sede de los poderes de la Unión en México. Este es el contexto es que se dan los actos de violencia política, en específico en contra de una expresión política, como lo es el del Partido Político Nacional, MORENA, cuyos candidatos han sido hostigados y perseguidos; retirada su propaganda con la venia de la autoridad y, en el peor de los casos, algunos de ellos han sufrido atentados, uno que quedó como tentativa de homicidio, como ocurrió en el caso de Janix Liliana Castro, candidata a diputada federal por el distrito electoral 20 de Acayucan, Veracruz, y el más reciente caso del lamentable asesinato del ex candidato a la alcaldía de Yurécuaro, Michoacán, Enrique Hernández Salcedo, asesinado en pleno acto de campaña el pasado 14 de mayo, en cuyos hechos intervinieron, como autores intelectuales, representantes de las fuerzas de seguridad municipal, de acuerdo con los resultados de las investigaciones ministeriales de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Michoacán. Esta misma violencia política es la que obligó a la renuncia de la candidata al municipio de Acatepec, Guerrero, Valentina Rosendo Cantú, quien tuvo que declinar para continuar haciendo su campaña electoral. Estos hechos que confirman que en el país --aun cuando pudieran parecer casos aislados--, no existen las más más amplias condiciones que garanticen elecciones libres, auténticas y periódicas, requisitos indispensables para establecer una auténtica democracia. Por lo que es urgente que el Instituto Nacional Electoral retome su mandato constitucional como órgano autónomo encargado de la función estatal de organizar las elecciones y en ejercicio de sus atribuciones constitucionales y legales garantice la celebración elecciones libres, auténticas y periódicas en todo el país. Por lo anterior proponemos como de urgente y obvia resolución el siguiente Punto de Acuerdo: PRIMERO.- La Comisión Permanente del H. Congreso de la Unión exhorta al Instituto Nacional Electoral (INE), para que en uso de sus facultades constitucionales y legales, garantice en todo el territorio nacional la celebración de elecciones libres, auténticas y periódicas, actúe y contribuya a detener la violencia política que ha caracterizado el actual proceso electoral. SEGUNDO.- A que las autoridades del Estado Mexicano, de los tres niveles de gobierno, municipales, estatales y federales, detengan la espiral de violencia política contra la población civil y creen las condiciones de tranquilidad necesarias que le permitan la celebración de elecciones libres y auténticas. ATENTAMENTE MANUEL BARTLETT DÍAZ Senador MANUEL RAFAEL HUERTA LADRÓN DE GUEVARA Diputado Salón de Sesiones de la Comisión Permanente a 27 de mayo de 2015.