13 El abarrote 2 Los tratados de Córdoba Mantén un

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PUNTO
NORTE
ANTONIO MAGAÑA
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El abarrote 2
Jorge Armando Vázquez cree, a pie juntillas, que el Poder Judicial es
de su propiedad.
En el 2005, su mentor y entonces diputado local, Fernando Jorge
Castro Trenti, dijo:
“Controlamos al Poder Legislativo, controlamos al Poder Judicial;
nada más nos falta el Ejecutivo…”.
Fernando Jorge comentó lo anterior tras llevar a juicio político, y
enviar a sus casas, a los magistrados que hoy son verdugos y que ayer
fueron mansos corderos:
Olimpia Ángeles, José Luis Cebreros, Jesús Espinoza, Víctor Vázquez y Raúl González, quienes en complicidad con Jorge Armando
Vázquez han permitido:
Que se destituya inconstitucionalmente, y a espaldas de los colegios
de abogados y de la sociedad, a dos consejeros de la Judicatura.
Que se despida injustificadamente, y sin indemnización, a un enfermo de cáncer terminal.
Que se despida a madres de hijos con síndrome de Down, a madres
solteras y embarazadas.
Que se corra, sin ninguna consideración, a personal con más de 15
años de servicio.
Los magistrados que ayer clamaban justicia, hoy se subordinan incondicionalmente a la voluntad de un presidente que viene a “modernizar” al Poder Judicial.
La subordinación es a cambio de un descabellado “haber de retiro”,
o pensión vitalicia, para ellos, sus descendientes, cónyuges o concubinos, hasta que fallezcan.
La pensión sería del 100% de los115 mil pesos que ganan mensualmente, más prestaciones y seguro médico.
El Poder Judicial entró a una oscura nebulosa, en donde lo que rige
es la ambición desmedida de unos cuantos, en perjuicio de la sociedad.
Lo que sigue, tras la salida de los dos consejeros de la Judicatura,
es la remoción de Gerardo Brizuela, el consejero que nombró el Gobernador.
Quienes encabezan la cruzada en contra de Brizuela, son el dúo dinámico conformado por Gilberto Daniel González Solís, el “Come Tortas”, y su protector, Cuauhtémoc “Ojitos” Cardona.
“Por mitotero”, a petición de la entonces consejera Perla Ibarra, Gilberto González salió por la puerta trasera del Consejo de la Judicatura, cuando “Kiko” Vega llegó al Gobierno.
De ahí el odio y temor que Gilberto le tiene a las magistradas. No es
una casualidad que a partir de la semana pasada, el Consejo de la Judicatura esté integrado por puros machos entre los machos.
¿En dónde quedó el compromiso de Jorge Armando Vázquez con la
equidad y género?
¿Por qué no ha enseñado “Temo” Cardona “sus ojitos”, tras la violación a la reforma de la transparencia, promovida por él?
Hace 10 años, Fernando Jorge Castro Trenti sentó en el banquillo
de los acusados a 10 magistrados, por causas de responsabilidad.
Con artificios los retiraron de sus cargos por varios meses, hasta
que la justicia federal los reinstaló.
Hoy existen elementos suficientes para que 10 magistrados sean sujetos de juicio político, al haber actuado en contra de la Constitución
Política del Estado y de la reforma constitucional de Cardona.
De ser así, se ve difícil que la Suprema Corte dicte una sentencia similar a la de hace una década.
Si Fernando Jorge fuera diputado no dejaría pasar la oportunidad
de volverlos a llevar al cadalso político y, de paso, les ahorraría a los
contribuyentes más de 200 millones de pesos de las pensiones vitalicias.
REFILÓN: “La crisis viene de fuera”… pero nos pega adentro…
PESO ESTABLE: Agustín Carstens mantiene sin variación sus 200 kilos
de peso.
LA CASA BLANCA: Una suma de torpezas que rayan en la idiotez.
*El autor es columnista y periodista local, comentarista de televisión.
CASILLERO
IGNACIO CALDERÓN
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Los tratados
de Córdoba
“La independencia, igual que el honor, es una
isla rocosa sin playas”
Napoleón I
Este lunes se cumplieron 194 años de la firma del
Tratado de Córdoba; su nombre no dice mucho pero
se trata del documento por medio del cual se reconoció la independencia de México en 1821.
Un año antes, el entonces virrey Juan Ruiz de
Apodaca nombra a Agustín de Iturbide Comandante
General del Sur, el cual desde su nombramiento procura un acercamiento con Guerrero a efecto de lograr la paz. Para el 21 de enero de 1821 se produce el
último combate entre las tropas insurgentes encabezadas por Vicente Guerrero y las de Iturbide, hasta
que un mes después, el 24 de febrero juntos conforman el Ejército Trigarante (o de las tres garantías,
las cuales fueron: Religión católica, Independencia
de México hacia España, y Unión entre los bandos
de la guerra).
Una vez constituido ese cuerpo, Guerrero nombró a Agustín de Iturbide comandante del Ejército
Trigarante y juntos derrotaron al Ejército español
en agosto de 1821; para lo cual acuerdan firmar con
el último virrey, don Juan O'Donojú, los tratados de
Córdoba, que daban la independencia a México. Guerrero e Iturbide entraron triunfantes a la Ciudad de
EL ARTE DE
LA GUERRA
JUAN MANUEL HERNÁNDEZ NIEBLA
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Mantén un sentido
de urgencia
“Llévalos a una posición fatal y saldrán vivos; ponlos en una situación desesperada y sobrevivirán”
Sun Tzu
En algún momento de la vida, todos hemos tenido
una sensación de urgencia y desesperación, donde
en apariencia no hay escapatoria. En situaciones
como éstas, para salir adelante, terminamos generando fuerzas y talentos, que en situaciones normales no hubiéramos percibido tener.
Sun Tzu se refería a esto como el “campo de la
muerte”, un fenómeno psicológico que se genera
cuando ante una serie de circunstancias te sientes
encerrado y sin opciones. Hay una presión real sobre de ti que no te permite huir. El tiempo se acaba.
El fracaso, una forma de muerte psíquica, te mira
a la cara. Debes actuar o sufrir las consecuencias.
Los humanos somos seres de costumbre. Si
nuestra situación es fácil y relajada, nuestra tensión natural se desvanece; no existe sentido de premura, nuestro medio no nos desafía.
Pero ante una situación de urgencia, un campo
psicológico de la muerte, la dinámica cambia. Tu
cuerpo responde al peligro con un aumento súbito
de energía; tu mente se afina, la urgencia se impone; te ves obligado a no perder más tiempo. Si no
puedes permitirte perder, no lo harás.
Fuérzate a entrar al campo de la muerte, entra
FRONTERA.INFO
Tijuana, B.C.
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México el 27 de septiembre de 1821, con lo cual se termina la lucha de la independencia; y al día siguiente
se firma el acta de independencia de manera oficial.
El Tratado de Córdoba no es muy conocido y fue
firmado en la ciudad de Córdoba, Veracruz, el 24 de
agosto de 1821, por Agustín de Iturbide (comandante del Ejército Trigarante) y por Juan O'Donojú (jefe
político superior de la Provincia de Nueva España),
el cual contiene la mayoría de los postulados plasmados en el Plan de Iguala. Vale la pena comentar
que dicho acuerdo fue rechazado por el gobierno de
España. Lo que llama la atención es el hecho de que
Vicente Guerrero ya no aparece como firmante, más
bien como simple testigo y no parte.
Resulta extraño el hecho de que en dicho tratado se reconoce a México como un imperio independiente de la monarquía española. El imperio mexicano se consideraba a sí mismo como “monárquico
constitucional y moderado” y, peor aún, en su texto
se ofrecía la corona a la familia Borbón y solo en el
caso de que ninguno de ellos aceptara la corona, ésta
se podría ofrecer a un nuevo monarca, el cual podía
ser mexicano, con lo que Agustín de Iturbide se aseguraba la posibilidad de acceder a la corona, lo cual
ocurrió el 18 de mayo de 1822, fecha en la cual el Congreso constituyente mexicano lo proclama emperador de México.
Otro dato curioso es el de que el Virrey O'Donoju
muere casi de manera inmediata a la firma del Tratado, en octubre de 1821, pese a que la Corona española rechazó ese documento, por lo que se dijo en ese
tiempo que fue envenenado por su traición a España.
El autor es catedrático universitario.
a territorio desconocido, donde debas depender de
tu ingenio y energía para salir adelante. Al ponerte entre la espada y la pared, tendrás que utilizar
todas tus fuerzas y talento para salir victorioso.
Los jefes militares han pensado en esto desde
que los ejércitos existen: ¿cómo motivar a los soldados, volverlos más agresivos, mas temerarios?
Hernán Cortés lo hizo con sus soldados en la Conquista de México; quemó sus naves para evitar
que los soldados pensaran que podían dar marcha atrás. De igual manera, tú debes obligarte a
quemar tus naves.
Como los soldados de Cortés, si conservas una
escapatoria, un soporte, algo que te permita mantener el estatus quo, no enfrentarás las situaciones adversas con el mismo ímpetu. Así como ellos
veían sus naves como una garantía, tú podrás ver
esa salida como una bendición, cuando en realidad
es lo contrario.
Como crees tener una opción o una salida, nunca te esfuerzas lo suficiente para explotar todos tus
potenciales. A veces necesitas hundir tus naves,
quemarlas, y dejarte una sola opción: Triunfar o
naufragar.
Haz la quema de tus naves lo más real posible:
Elimina tu red de protección. Algunas veces tendrás que generar ese sentido de urgencia para poder llegar a tu objetivo.
Mantente incansable e insatisfecho. Corre un
riesgo y tu cuerpo y tu mente responderán con
un torrente de energía. Los riesgos que no dejas
de correr, los desafíos que no cesas de vencer, son
como muertes simbólicas que agudizan tu aprecio por la vida.
* El autor es contador público y empresario tijuanense.
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