Casa de Anna Frank (Anne Frank Huis) “”, Casa de Anna Frank (Anne Frank Huis) Prinsengracht, 263. Cómo llegar: Westermarkt, líneas 13 y 17. Autobús: líneas 170, 171 y 172. www.annefrank.org/ Horario: De 9 a 19h. Sábados hasta las 21h. Precio: Adultos: 9€, de 10 a 17 años: 4,50, hasta 9 años: gratis, carnet joven: 4,50. Se trata de la casa en la que la joven judía Ana Frank, y su familia, junto a la familia Van Daan, un total de 8 personas, permanecieron escondidos durante la ocupación alemana de Ámsterdam, que comenzó en 1940. La buhardilla de la casa fue su escondite durante 25 meses, los transcurridos entre julio de 1942 y agosto de 1944. Los Frank habían huido de Alemania poco después de que los nazis llegaran al poder. El padre de Ana, Otto Frank comenzó a preparar un escondite en la parte posterior de la casa cuando las tropas del Tercer Reich invadieron Holanda. Cuando llegó el momento de desaparecer sus amigos hicieron circular el rumor de que se habían mudado a Suiza y comenzaron a vivir en su refugio al que se accedía mediante una librería giratoria. Algunos de los empleados del negocio de hierbas y especias que Otto había regentado en la planta baja les procuraban alimentos, ropa y lecturas. En ese refugio Ana escribió su famoso diario, en el que relata con todo tipo de detalle las efímeras alegrías, esperanzas y angustias de aquel grupo de personas que soñaba, mediante mapas, la llegada de las tropas aliadas desembarcadas en Normandía. Ya conocemos el desenlace de esta historia, novelada e incluso llevada al cine. Lamentablemente fueron denunciados por un colaboracionista de la Gestapo. Ana Frank murió de tifus en el campo de concentración de Bergen-Belsen, una semana antes de la rendición alemana. De todo el grupo, sólo Otto había sobrevivido cuando los rusos liberaronAuschwitz. Cuando el cabeza de familia de los Frank regresó a Ámsterdam, Miep, una anciana secretaria del negocio de Otto, le entregó el diario de su hija que los alemanes, por descuido, se habían dejado en la casa. En 1947 el padre de Ana Frank decidió publicar el sobrecogedor testimonio de su hija, hoy traducido a casi todas las lenguas del mundo, que se editó con el título de Het Achterhuis, La vivienda trasera. Los muebles no podemos verlos, porque fueron retirados al estar muy deteriorados, pero podemos observar algunos de los curiosos recuerdos de las dos familias que allí permanecen. Los recortes de revistas que Ana o su hermana Margot guardaban o las marcas realizadas con lápiz en la pared que marcaban el crecimiento de las niñas. En 1957 la casa estuvo a punto de ser demolida, pero algunos vecinos de Ámsterdam se opusieron y crearon la fundación Ana Frank, transformando la casa en museo. Hoy es un firme testimonio y una de las denuncias permanentes contra el racismo, el fascismo. La casa después de una larga restauración (las obras comenzaron en septiembre de 1995) presenta el aspecto que tenía cuando la joven Ana vivía en ella. Se pueden visitar también la tienda que regentaba el padre de Ana y algunos almacenes.