Pueblo de Aragua encendió el grito de rebeldía contra la oligarquía

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Pueblo de Aragua encendió el grito de rebeldía contra
la oligarquía en abril de 2002
Maracay, 13 Abr. AVN.- Hace 13 años, el pueblo aragüeño, en el centro-norte del país, encendió la
llama de la rebeldía que consolidó la unión cívico-militar para lograr el restablecimiento del hilo
constitucional, luego del golpe de Estado perpetrado por la oligarquía venezolana el 11 y 12 de abril
de 2002.
En una manifestación masiva en la 42 Brigada de Paracaidistas, en la ciudad de Maracay, militares
rebeldes, junto al pueblo, alzaron su voz para exigir el regreso a la Presidencia del mandatario
legítimo, Hugo Chávez.
La voz se hizo sentir en otras ciudades del país, donde los venezolanos se volcaron a las calles en
defensa de la soberanía y voluntad popular.
Estos acontecimientos marcaron la historia del país. Fue un plan de desestabilización, apoyado por el
sector empresarial, medios de comunicación, militares golpistas y la jerarquía de la Iglesia católica.
Mario Arbeláez Rengifo, general de brigada en situación de retiro, lideró, junto a otro grupo de
rebeldes en la 42 Brigada de Paracaidistas, lo que sería una gran unificación del pueblo y las fuerzas
militares el 13 de abril de 2002.
Para Arbeláez, desde Maracay se encendió la mecha que llegaría a Caracas, donde se volcaría el
sentir popular a los cuarteles militares para exigir el regreso de Chávez.
El oficial se desempeñaba en aquel entonces como Inspector del Comando Logístico del Ejército en
el fuerte militar Tiuna, en la capital. "El jefe del Comando formaba parte del grupo de golpistas, y yo
consideré que él no era una autoridad legítima", rememoró.
El 12 de abril se traslada a su casa ubicada en Cagua, Aragua, y decide renunciar al Ejército. En la
mañana del 13 de abril llegó a la 42 Brigada de Paracaidistas y solicitó a los soldados que le
permitieran el paso, con el objetivo de sumarse a las filas de los rebeldes que estaban contra el
derrocamiento de Chávez.
Arbeláez relata que con un uniforme de paracaidista prestado, comenzó a manifestar su rechazo al
golpe. "Consigo periodista con sus micrófonos y grabadoras, y empiezo a decirles que estamos
declarados en rebeldía. El ruido se difundió, y otros compañeros no se quedaron atrás", recordó.
El pueblo de Aragua se unió al llamado de rebelión y se concentró en las afueras del componente
militar, desde donde exigió el restablecimiento del mandato constitucional del Presidente.
Unión cívico-militar clave
Para Arbeláez Rengifo, la unión de los militares rebeldes y la voz del pueblo fue crucial para rescatar
el hilo constitucional. "El comandante decidió colocar el 13 de abril como Día de la Milicia Nacional
Bolivariana, para que en la historia se mantenga ese día y no se olvide jamás", destacó.
Recalcó que con los hechos golpistas de 2002, la clase dominante del país intentó arrebatar al
pueblo venezolano su voluntad mayoritaria, mediante las estrategias golpistas confabuladas con
parte del poder militar.
"Cada 11 tiene su 13, como una sentencia amenazante para cualquier otro intento que pueda
incurrir en el rompimiento del hilo constitucional", sostuvo.
Manifestó que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb) ha avanzado en nuevas concepciones
de soberanía y defensa de los derechos constitucionales de los venezolanos.
"La Fuerza Armada en su mayoría, y los soldados en su totalidad, están conscientes de su rol de
defensa de la democracia, soberanía y nuestro pueblo", dijo.
Estimó que los militares golpistas que participaron en los hechos de abril de 2002 estaban formados
en los antivalores de gobiernos anteriores e involucrados en procesos de formación del imperio
norteamericano.
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