PRINCIPIO DE NO CONFISCATORIEDAD Consagra el art.31.1 CE que el sistema tributario no podrá tener alcance confiscatorio. En concreto se establece: “1. Todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica mediante un sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y progresividad que, en ningún caso, tendrá alcance confiscatorio”. Cautela constitucional novedosa no sólo en el ordenamiento español sino también en el comparado; lo que ha llevado a PÉREZ ROYO a criticar su inclusión por entender que dicha previsión supone desconocer que los tributos, de acuerdo con su configuración dogmática y con las exigencias constitucionales, están basados en el principio de capacidad económica. No obstante, y a pesar de la corrección con que dicho autor lo plantea, entendemos con el Profesor COLLADO YURRITA su insuficiencia, pues el límite de la no confiscatoriedad no debe proyectarse sólo sobre cada figura tributaria individualmente considerada sino también sobre todo el sistema tributario ya que una falta de coordinación normativa en la regulación de las distintas figuras tributarias, que se puede ver incrementada por la existencia de tributos estatales, autonómicos y locales, podría dar lugar a la configuración de un sistema tributario que en su conjunto podría considerarse confiscatorio. PRINCIPIO DE NO CONFISCATORIEDAD (cont.) La aplicación de diversas figuras tributarias que llegase a privar al contribuyente de las rentas o los bienes concretos sobre las que se proyectasen esos tributos concurrentes, llevaría a entenderla confiscatoria. En este sentido la STC de 4-10-1990 ha establecido que “la prohibición de confiscatoriedad supone incorporar otra exigencia lógica que obliga a no agotar la riqueza imponible –sustrato, base o exigencia de toda imposición- so pretexto del deber de contribuir; de ahí que el límite máximo de la imposición venga cifrado constitucionalmente en la prohibición de su alcance confiscatorio. Y dado que este límite constitucional se establece con referencia al resultado de la imposición (...) es evidente que el sistema fiscal tendría dicho efecto si mediante la aplicación de las diversas figuras tributarias vigentes, se llegara a privar al sujeto pasivo de sus rentas y propiedades, con lo que además se estaría desconociendo, por la vía fiscal indirecta, la garantía prevista en el artículo 33.1 de la Constitución “que garantiza el derecho a la propiedad privada” como sería asimismo, y con mayor razón, evidente el resultado confiscatorio de un Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas cuya progresividad alcanzara un tipo medio de gravamen del 100 por 100 de la renta”. PRINCIPIO DE NO CONFISCATORIEDAD (cont.) Si bien es cierto que el límite establecido por el TC es poco esclarecedor, lo que queda claro es la dificultad para establecer criterios técnicamente operativos para situar el límite a partir del cual se incurrirá en un resultado confiscatorio. Dentro del derecho comparado encontramos ejemplos como en Alemania, donde su Tribunal Constitucional (Bundesverfassungsgericht), en dos sentencias de 22 de junio de 1995 ha establecido como orientación al legislador un límite del 50% (división por mitad entre la Hacienda Pública y el contribuyente) en los impuestos sobre la renta y el patrimonio. El tipo máximo que se exigía en el IRPF en España (recuérdese la progresividad de este tributo) era del 56%, siendo rebajado hasta el 48% con la Ley de 1998, estando en la actualidad en el 43%. PRINCIPIO DE NO CONFISCATORIEDAD (fin) No obstante, y en relación con este principio, el Tribunal Supremo español, en Sentencia de 10 de julio de 1999 apreció la vulneración de este límite al elevar el legislador del 15 al 20% el porcentaje de retención aplicable a los rendimientos satisfechos a profesionales, ya que esta retención no tenía en cuenta el hecho de que existen profesionales cuya cuota definitiva en el IRPF será inferior a la retención que se les practica, ya que “los profesionales de menores ingresos se ven obligados a anticipar pagos a cuenta del impuesto muy superiores a los que en definitiva les corresponderá asumir”, lo que les obligaría a acudir para satisfacer las cuotas del impuesto a recursos diferentes de los rendimientos de su actividad (en similar sentido se manifiesta este mismo tribunal en Sentencias de 29-10-1999, 2 y 18-3-2000, y de 15-7-2000).