GUÍA PRÁCTICA DE ODONTOLOGÍA FORENSE Capítulo 17 La Investigación de Restos Antiguos. Relaciones de la Odontología y la Antropología Forense (1ª Parte) AUTOR Dr. Juan López-Palafox DR. JUAN LÓPEZ-PALAFOX INTRODUCCIÓN La Antropología forense se puede definir como la aplicación de la Antropología física a la resolución de casos forenses. El antropólogo americano Ubelaker concreta mucho más la definición cuando dice que es la parte de la Antropología física que aplica sus conocimientos para la identificación de restos esqueletizados relacionados con asuntos judiciales (Morse, 1987 y Ubelaker, 1996). La Odontología está ligada íntimamente a la Antropología. La Antropología incluye en sus estudios el macizo maxilofacial. Las determinaciones antropométricas comprenden los índices faciales y maxilares. El estudio y descripción individualizada de los dientes también se incluye en la Antropología. La Odontología forense utiliza las enseñanzas de la Antropología para 48 determinar las características raciales, edad y sexo, pero estos datos habitualmente no completan la identificación personal. La identificación odontológica se completa con la ayuda de radiografías orales, el estudio detallado de restauraciones y el conocimiento de los materiales utilizados en Odontología conservadora y restauradora. Procedimientos utilizados en Antropología, como es la superposición cráneo-foto son más fiables cuando se dispone de los dientes para la comparación. El ADN puede encontrarse degradado en las muestras antiguas. Los dientes tienen la ventaja de protegerlo del exterior gracias a su estructura peculiar. Frecuentemente se investigan cuerpos esqueletizados que aparecen completos o fragmentados, semienterrados, dispersos y desprovistos MAXILLARIS • MAYO - 2002 Doctor en Odontología. Especialista en Odontología Forense. Jefe del Laboratorio de Antropología Forense de la Comisaría General de la Policía Científica, 1988/2000. Profesor de Odontología Legal y Forense en la Universidad Alfonso X El Sabio, Madrid. de ropas o documentos que pudieran ayudar a la aproximación. Su identificación puede ser muy difícil. Los animales depredadores rompen los huesos, los arrastran y los dispersan. La inspección ocular en los lugares donde aparecen restos óseos se extiende mucho más de lo normal, hasta conseguir recomponer todo el esqueleto. Las lluvias, vientos y otros elementos climáticos hacen que los huesos, o parte de ellos, aparezcan semienterrados. La mayoría de los procedimientos de identificación dan resultados negativos en estos casos, incluyendo la dactiloscopia, aunque en nuestras experiencias hemos investigado cadáveres, en los que excepcionalmente las manos quedaron protegidas de la putrefacción y se mantuvieron en estado de momificación. Sin embargo, estos casos aislados son poco fre- GUÍA PRÁCTICA DE ODONTOLOGÍA FORENSE cuentes; lo habitual es encontrar las falanges totalmente esqueletizadas y separadas del resto del cuerpo. Ya hemos descrito en otros capítulos las propiedades de los dientes, que resisten las agresiones físicas o químicas, permitiendo la identificación de la víctima, siempre que existan datos antemortem con los que comparar. Para la exposición de este tema podríamos hacer mención a numerosos casos judiciales. No obstante, vamos a limitarnos casi exclusivamente a dos muy concretos, que hemos seleccionado por las características y conservación de los restos óseos. La etiología criminal en los dos casos es igual, se trata de homicidio. El primer caso corresponde a la identificación de restos esqueletizados que se encontraron en una casa abandonada en la provincia de Alicante, totalmente secos, con una antigüedad de cuatro años desde la desaparición y posible muerte. El segundo caso se refiere a la identificación de tres mujeres víctimas de un homicidio en un pueblo de la provincia de Castellón. En esta ocasión, la data de la muerte se estableció en menos de seis meses y aparecieron ocultas entre matorrales en una zona húmeda, contaminada por las aguas procedentes de un colector de alcantarillado (fig. 1). La investigación de estos cuerpos esqueletizados podría incluirse en un epígrafe específico bajo el título de “Osteología Forense”, citado por algunos autores consultados. Cada cuerpo se estudia tratando de reconstruir todas las circunstancias que rodearon a la muerte de forma metódica: • Investigar los cuerpos sin alterar la morfología del terreno. • Proteger una extensión mayor de la ocupada por los restos esqueletizados. • Diferenciar los posibles huesos de animales presentes en la zona. • Retirar los arbustos y ramas que dificultan el estudio, sin dañar los que estuvieran unidos a los restos esqueléticos. • Remover la tierra que rodea los restos para buscar pequeños huesos o dientes unirradiculares. • Buscar objetos de pequeño tamaño pertenecientes al cadáver, como son joyas de cualquier tipo. • Fotografiar todos los hallazgos utilizando testigo métrico y documental. • Recoger los indicios, manteniendo una perfecta cadena de custodia (fig. 2). Fig. 1. El hallazgo de los cuerpos de las mujeres fue casual, ya que estaban ocultos entre los arbustos que crecen alrededor de la salida del colector. Fig. 2. La recuperación de los cuerpos de las mujeres se consiguió después de retirar cuidadosamente los arbustos que tapaban los cadáveres casi totalmente. No obstante, se perdieron huesos pequeños y algunos dientes. LA ESCENA DEL CRIMEN El autor de un homicidio habitualmente intenta ocultar su identidad poniendo los medios necesarios para que no se conozca la identidad de la víctima, destruyendo cualquier elemento personal o simplemente ocultando el cadáver. Los cuerpos escondidos o enterrados son hallados casualmente después de transcurrir algún tiempo desde su muerte. En ocasiones es difícil relacionar el suceso con la identidad de personas desaparecidas, especialmente cuando las denuncias se hicieron en lugares alejados. La investigación comienza en el mismo lugar del hallazgo, estudiando el entorno del cadáver descrito en otro capítulo. Fig. 3. El estudio de los restos, además de otros datos, ofrece la oportunidad de conocer las circunstancias del suceso. En este caso, podemos observar un fragmento de tela que cubría el rostro de la víctima y que pudo ser utilizado como instrumento del delito. MAXILLARIS • MAYO - 2002 49 GUÍA PRÁCTICA DE ODONTOLOGÍA FORENSE OBJETIVOS DE LA OSTEOLOGÍA FORENSE El estudio de los restos óseos permite determinar las características generales del individuo: edad, sexo, talla y características raciales. Además, ayuda a conocer la causa de la muerte. También permite estudiar las circunstancias que rodearon al hecho. La Antropología forense incluye el estudio de los maxilares y dientes por la importancia que tienen en la identificación personal (fig. 3). DATA DE LA MUERTE En los cadáveres recientes, el médico forense establece el cronotanatodiagnóstico apoyándose en los cambios que sufre el cuerpo por los procesos de putrefacción y descomposición. En los cadáveres esqueletizados es más difícil la determinación de la data de muerte, ya que está influenciada por numerosos factores, como son la temperatura, grado de humedad, protección del lugar ante los vientos y lluvia y especialmente la existencia de animales carroñeros. La determinación se debe hacer estudiando la fauna cadavérica, conociendo perfectamente las condiciones ambientales y climáticas del lugar investigado. Este trabajo está reservado a los entomólogos más experimentados en este tipo de investigación. No obstante, podemos recordar la teoría de Wolf (1986) para determinar la antigüedad de los huesos no enterrados: cuando la superficie ósea se mantiene todavía grasienta al tacto, no ha transcurrido mucho más de un año desde la muerte. Cuando el hueso aparece totalmente seco, sin grasa, con principios de grietas, pueden haber transcurrido entre 2 ó 5 años. Sin embargo, estos datos son orientativos, ya que, como se indica anteriormente, influyen los agentes químicos y físicos medioambientales (figs. 4 y 5). Estas características se pueden observar claramente en los casos expuestos. El esqueleto estudiado en Alicante, con una antigüedad superior a los dos años, Fig. 4. Los huesos de las mujeres llevaban adheridos tejidos blandos, que necesitaron ser limpiados utilizando sosa cáustica en ebullición. 50 Fig. 5. Los huesos que aparecieron en Alicante mostraban un aspecto totalmente diferente. Estaban secos y pudieron ser manipulados sin necesidad de limpiarlos de partes blandas. aparece totalmente seco y con grietas incipientes en algunas partes. Los esqueletos investigados en Castellón estaban impregnados por restos de tejidos blandos en fase de putrefacción. Incluso se pudieron recuperar varios dedos putrefactos que fueron regenerados, según se cita más adelante. DETERMINACIONES CRANEOMÉTRICAS Ya hemos citado anteriormente que las características antropológicas sirven para determinar la raza, el sexo, la edad y la talla del individuo. Estos datos figuran habitualmente en los formularios de personas desaparecidas y son el principio de la identificación positiva. En los restos óseos se obtienen fácilmente con índices craneales y maxilares. En nuestro estudio se determinaron los índices que se describen: • Craneal o cefálico: Anch. máx. x 100: long. máx. cráneo. • Vértico-longitudinal: Altura basion-bregma x 100: long. máx. cráneo. • Vértico-transversal: Alt. basion-bregma x 100: anch. máx. • Facial superior: Alt. sup. cara x 100: anch. bizigomática. • Fronto-parietal: Anch. frontal máx. x 100: anch. max. cráneo. • Índice nasal: Anch. nasal x 100: alt. nasal. • Índice palatino: Anch. palat. x 100/long. palat. • Índice mandibular: Long. mandib. x 100/ancho bicondíleo. • Índice de rama mandibular: Anchura máx. x 100/long. máx. MAXILLARIS • MAYO - 2002 GUÍA PRÁCTICA DE ODONTOLOGÍA FORENSE Los resultados nos permitieron conocer que los cuerpos investigados eran de raza blanca, con la descripción individualizada de la forma del cráneo y las características faciales. DETERMINACIÓN DEL SEXO La mayoría de los autores consultados coinciden en la validez de los estudios de la pelvis y el cráneo. En los adultos se basa, según Villalain J. (2000), en las siguientes determinaciones: características morfológicas, determinaciones métricas y técnicas de laboratorio apoyadas en estudios histológicos, determinaciones bioquímicas y análisis del ADN (Cromosoma Y). En nuestro caso, el estudio del sexo se hizo analizando las características generales de las inserciones musculares y configuración general del cráneo, ratificada mediante el análisis del coxal (figs. 6 y 7). Fig. 8. Las tablas utilizadas en la investigación permiten conocer la estatura del individuo, al estar directamente relacionada con la longitud de los huesos largos, especialmente el fémur. ESTUDIO DE LA ESTATURA No existen en el cráneo elementos fiables para determinar la estatura del individuo. Se puede determinar a partir de la longitud de los huesos largos del esqueleto. El fémur y la tibia son los que aportan los resultados más fiables. La determinación, a partir de fragmentos de huesos largos, de la columna vertebral y de fragmentos de ésta, es un procedimiento sujeto a numerosos errores. En nuestra investigación se midió la longitud del fémur izquierdo en “posición”, según las tablas de Pearson (fig. 8). Talla = 1,945 x longitud + 72,84 = X + 5 cms. DETERMINACIÓN DE LA EDAD Fig. 6. La forma del cráneo ayuda a conocer el sexo del individuo. En los casos investigados se analizaron las inserciones musculares. Fig. 7. La determinación del sexo se complementó con el análisis del hueso coxal. 52 Recordemos que para determinar la edad se utilizan métodos apoyados en los cambios auxológicos y gerontológicos que se producen en la morfología del esqueleto. En los individuos inmaduros es bastante sencillo y se basa en el grado de desarrollo y en la erupción dentaria, estado de osificación de huesos o en su tamaño. En los adultos los procedimientos están asociados a los cambios por la edad y en el cierre de suturas craneales o la morfología de la extremidad esternal de las costillas, la sínfisis púbica y la superficie auricular. Recordemos la importancia que tiene la variación de estructuras dentarias y periodontales en los mayores. En un capítulo anterior se hacía mención a la fórmula de Gustafson para determinar la edad en los adultos a partir de los dientes. La determinación de la edad aparente se hizo en base a la situación de las suturas del cráneo y cronología dentaria, completando los estudios con las superficies auriculares y sínfisis púbica. La falta de cierre de las suturas craneales, junto con el cierre incompleto o nulo de la sutura palatina, el cierre parcial de la sutura incisiva en alguna de las mujeres y la situación radiológica del tercer molar, determinaban la juventud de las tres mujeres, cuya edad estaba comprendida entre los 20 y 21 años para la primera de las investigadas, 20 a 25 años para la segunda y entre los 25 y 30 años para la tercera mujer encontrada. Los márgenes de edad fueron ratificados por el estudio del coxal. MAXILLARIS • MAYO - 2002 GUÍA PRÁCTICA DE ODONTOLOGÍA FORENSE Fig. 9. La edad se puede determinar aplicando la fórmula de Masset para las suturas craneales, pero el margen de error es muy grande y debe ser complementada con otros procedimientos. Los restos esqueléticos estudiados en Alicante correspondían a un varón de raza blanca, con una edad comprendida entre los 25 y 35 años. Debemos recordar que las suturas del cráneo no son el elemento ideal para hacer una determinación de edad, por las variaciones que presenta. Hemos apoyado nuestro diagnóstico en la situación de las suturas del paladar, la evolución del tercer molar y el estudio del coxal: sínfisis púbica, cresta ilíaca y tuberosidad isquiática (figs. 9, 10 y 11). ESTUDIOS DENTARIOS Las tres mujeres presentaban una patología cariosa generalizada en su dentición con pérdida prematura de piezas dentarias, sin evidencias de tratamientos restauradores. En alguna de las víctimas se comprobó una falta de altura ósea en la mandíbula, Fig. 10. Las características de la superficie auricular en la sínfisis púbica de las mujeres investigadas posiblemente era el elemento más interesante para reflejar su juventud. 54 Fig. 11. El cierre de las suturas incisiva y palatina es útil para determinar la edad en personas jóvenes especialmente. Su falta de cierre es un signo claro de la juventud de las víctimas investigadas. MAXILLARIS • MAYO - 2002 Figs. 12 y 13. La dentición de las mujeres presentaba una patología cariosa generalizada con pérdidas de muchos dientes. Los maxilares de la última investigada presentaban una pérdida de altura desproporcionada para su juventud. totalmente desproporcionada para la juventud demostrada por los estudios craneométricos (figs. 12 y 13). Por el contrario, los dientes del varón estaban cuidados, sin ninguna patología cariosa ni restauraciones. Se obtuvieron series de radiografías intraorales para su posible estudio comparativo (fig. 14). Fig. 14. Por el contrario, la dentición del hombre investigado en Alicante presentaba una dentición muy cuidada, que fue radiografiada para confirmar sus características, con la esperanza de encontrar muestras antemortem comparables.