Gastón y las tres llaves de oro

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PÁG.
CODICEN
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Este es un fragmento de la novela Gastón y las tres llaves de oro de
la escritora uruguaya Viviana Bordón.
Gastón y las tres llaves de oro
La idea era salir a la calle, pasearnos por 18 de Julio para que los
bandidos nos atraparan y así conocer el lugar donde escondían los
mapas. Uno de nosotros (imaginé, y no me equivoqué, que era yo) iría
adelante y los otros dos lo seguirían de cerca. Cuando atraparan a la
«carnada», como le llamó Montse, los otros dos no les perderían pisada y,
de esa manera, fácilmente descubrirían todo. Para toda la maniobra, ella
llevaba dinero por si había que seguirlos en un taxi. Sus mejillas se ponían
coloradas cuando decía que le ordenaría al taximetrista: «Siga a ese auto». No aclaró cómo nos la
arreglaríamos luego que descubriéramos la guarida, pero, en ese momento, lo confieso, nos
entusiasmó tanto que nos pareció un plan genial.
Así que pusimos manos a la obra. Desobedeciendo por segunda vez a Rodri, salimos del edificio en
forma separada. Primero yo y, al rato, ____________ y ____________, tomando por la calle Sarandí.
Te cuento que yo temblaba. Un poco por el miedo, pero mucho por la emoción.
Iba yo concentrado […] cuando llegamos a la plaza Independencia. Miré hacia atrás
disimuladamente y vi a mis dos amigos frente a una vidriera. Me sentí seguro y al dar vuelta mi rostro
me encontré con un viejito que me pidió una limosna. Yo, que sabía lo que era vivir en la calle, miré hacia
abajo para buscar una moneda en mi pantalón. En ese momento se acercaron dos hombres que me
tomaron de los brazos y sentí algo frío y metálico contra mi espalda.
–Si gritás sos «fiambre» –me dijo uno de ellos. (Eso amigo/a lector/a, en la jerga de los bajos fondos,
significa «si gritás te mato»).
Por supuesto que no abrí la boca para nada, pero me sentí tranquilo porque sabía que mis amigos
estaban viendo todo. Me empujaron hacia un auto rojo estacionado frente al Palacio Esteves y me
hicieron subir. No pude mirar hacia donde estaban los chicos, pero el plan […] iba saliendo tal como lo
pensábamos.
BORDÓN, V. (2011). Gastón y las tres llaves de oro. Montevideo: Fin de siglo.
En los espacios en blanco van dos nombres, ¿cuáles?
a) Bruno y Rodri
b) Bruno y Montse
c) Montse y Juana
Marca las pistas del texto que te indican cuál es la opción correcta.
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