baja edad media e inicio de la edad moderna

Anuncio
HISTORIA DE ESPAÑA – 2º DE BACHILLERATO
BAJA EDAD MEDIA E INICIO DE LA EDAD MODERNA
(Apuntes de síntesis de los temas 5 a 7 del temario)1
5. LA BAJA EDAD MEDIA. CRISIS DE LOS SIGLOS XIV Y XV.
5.1. Los reinos cristianos en la Baja Edad Media: organización política e instituciones en el
reino de Castilla y en la Corona de Aragón.
Castilla fue el principal núcleo de la España cristiana. Estaba formada, principalmente, por
los reinos de Castilla y de León, que se fusionaron definitivamente en 1230 con Fernando III el Santo. Había diferentes reinos y territorios con personalidades muy distintas, como eran Galicia o las
Vascongadas, a la vez que se iban sumando los territorios conquistados a al–Ándalus durante el
proceso de Reconquista.
Alfonso XI reforzó la autoridad real tras la publicación en 1348 del Ordenamiento de Alcalá. Posteriormente hubo una guerra civil que entronizó una nueva dinastía, los Trastámaras, con
Enrique II; con sus sucesores hubo duras luchas por el poder que debilitaron la monarquía a favor
de la nobleza más influyente.
Las principales instituciones fueron el Consejo Real, la Audiencia y la Hacienda; además,
desde finales del siglo XII funcionaban en Castilla las Cortes, las más antiguas de Europa, que representaban a los tres estamentos: la nobleza, el clero y al pueblo (ciudades y villas). Desde las Cortes se podían presentar quejas al rey, pero no tenían facultades legislativas. En cuanto al gobierno de
los núcleos locales aparecieron los Concejos.
La Corona de Aragón tiene su origen en el matrimonio de Doña Petronila, heredera del reino
de Aragón, y Ramón Berenguer IV, conde de Barcelona, en 1137. Posteriormente se unen los reinos
de Valencia y Mallorca. La Corona de Aragón funcionaba como una confederación, teniendo cada
territorio sus propias instituciones. En el siglo XIII nacieron las Cortes, que eran independientes en
Aragón, Cataluña y Valencia, aunque en alguna ocasión se reunieron con carácter general. En 1359
surgió la Generalitat de Cataluña. Instituciones similares fueron las Diputaciones de Valencia y de
Aragón; también se creó el Justicia Mayor de Aragón, institución unipersonal.
5.2. Los reinos cristianos en la Baja Edad Media: crisis demográfica, económica y política.
Durante el siglo XIV se produjo un descenso demográfico debido principalmente a las sucesivas epidemias de Peste Negra que van a afectar a Europa. En la Península (1348, 1363 y 1371)
fueron más duras en Aragón que en Castilla. También se produjeron en esta época una serie de malas cosechas y, por tanto, hambrunas, que sumadas a las epidemias, provocaron un importante descenso demográfico.
Económicamente, dos factores contribuyeron a la crisis y al retroceso económico: las malas
cosechas, que marcaron la crisis agraria y, como consecuencia, una crisis de la artesanía por falta de
demanda; y el descenso comercial debido a la Guerra de los Cien Años en la que estaba sumida
Europa. La crisis económica trajo un fuerte conflictividad social que se puso de manifiesto en las
protestas antiseñoriales en el campo (irmandiños en Castilla y remenças en Aragón) y en el marco
urbano (lucha entre la Biga y la Busca en Barcelona, asalto de juderías,…).
1
Los epígrafes de cada apartado corresponden a los epígrafes del programa de formulación de los temas en la PAU
elaborado por la Comisión de la Materia siguiendo las indicaciones de la Comisión Organizadora de la PAU según el
temario oficial de la asignatura (Decreto 67/2008 de 19 de junio, BOCM de 27 de junio).
Se puede consultar el documento en:
http://www.uah.es/acceso_informacion_academica/primero_segundo_ciclo/acceso/selectividad/documentos/orientacion
es/Ort_503.pdf
Hª de España 2º Bachillerato – Síntesis Temas 5 a 7 – pág. 1/7
Políticamente también se dio una crisis, en este caso debido a las guerras civiles que enfrentaron entre si a familias de la nobleza y a la lucha del los reyes contra los nobles por el intento de
fortalecimiento del poder real. En Castilla en 1369 se produce la guerra entre Pedro I y su hermanastro Enrique II, por el que éste toma el trono instaurando la dinastía de Trastámara. En Aragón,
las luchas por el trono vacante se solucionan en el Compromiso de Caspe (1412) donde se elige
como rey a Fernando de Antequera (Fernando I), de la familia castellana de los Trastámara.
Posteriormente, Pedro II de Aragón se enfrenta a la Generalitat y el Consejo de Ciento,
mientras que en Castilla se desarrollan importantes conflictos internos por el trono entre Juana, hija
de Enrique IV y su tía, la que será Isabel I la Católica. En definitiva, desde el plano político y social,
los siglos XIV y XV suponen la crisis del modelo feudal y el inicio de los enfrentamientos entre rey
y nobleza por el poder.
5.3. Los reinos cristianos en la Baja Edad Media: la expansión de la Corona de Aragón en el
Mediterráneo.
La Corona de Aragón buscó en el Mediterráneo una vía comercial, además de nuevos territorios, entrando en competencia con otras potencias europeas, principalmente Francia, Génova y
Venecia. Esta expansión fue promovida por la monarquía aragonesa y apoyada por la nobleza y la
burguesía, principalmente catalana, interesada en el beneficio económico para su industria artesanal
y su comercio.
La expansión en el Mediterráneo la comenzó Pedro III en 1282 con la intervención en Sicilia, dando lugar a una intensa actividad militar a partir de ese momento, realizada por la nobleza.
Esta actividad militar fue llevada a cabo principalmente por los almogávares, cuyo líder más conocido fue Roger de Flor. Los almogávares eran mercenarios aragoneses (catalanes), que lograron
varios triunfos, destacando el conseguido sobre los turcos en Constantinopla, por lo que el emperador bizantino les cedió un puerto para comerciar desde allí.
Jaime II ocupó los ducados de Atenas y Neopatria (Grecia) en 1311, y Cerdeña en 1324.
Asimismo, Aragón se extendió por el norte de África donde lograron varias plazas, y tuvieron consulados por Francia e Italia. Los últimos éxitos de la Corona de Aragón en el Mediterráneo fueron la
conquista de Sicilia y Nápoles (1377 y 1443, respectivamente) por Alfonso V, provocando el enfrentamiento con Francia por el control en el sur de Italia.
5.4. Los reinos cristianos en la Baja Edad Media: las rutas atlánticas (castellanos y portugueses). Las islas Canarias.
Durante la Baja Edad Media, tanto castellanos como portugueses buscan en el Atlántico rutas comerciales alternativas al saturado comercio por el Mediterráneo, controlado por los estados
ribereños. Por otra parte, los progresos en la navegación y en la construcción naval favorecieron la
expansión atlántica, por la que castellanos y portugueses buscaban en la costa africana y sus islas,
azúcar, pesquerías, oro y esclavos. Esta proyección ultramarina provocó diversos conflictos y enfrentamientos entre Castilla y Portugal, que no obtuvieron solución hasta finales del siglo XV, con
la firma del Tratado de Tordesillas (1494) por el que se establecía una línea divisoria a 370 leguas2 al oeste de las islas de Cabo Verde entre los dominios de ambos reinos.
La navegación por el Atlántico perseguía asimismo otro objetivo, la búsqueda de una nueva
ruta hacia las Indias. Portugal, potencia marítima en la primera mitad del siglo XV, proyectó durante el reinado de Enrique el Navegante, alcanzar las Indias rodeando África.
Ante el dominio portugués en el Océano, Castilla proyectó la conquista y ocupación de las
Islas Canarias, que fue un proceso lento e intermitente. Enrique III (1379-1406) encargó al explorador francés Jean de Bethercourt el inicio del proyecto, que culmina con la ocupación de Lanzarote
(1404), Fuerteventura y Hierro. Entre 1418 y 1477 los derechos de conquista de las islas estuvieron
2
Una legua = 5572,7 metros.
Hª de España 2º Bachillerato – Síntesis Temas 5 a 7 – pág. 2/7
bajo el control de diversos nobles y casas castellanas, iniciándose la ocupación de la isla de La Palma. Por último, a partir de 1477, son los Reyes Católicos los que culminan el proceso con la conquista y ocupación de Gran Canaria (1478-1483), La Palma (1492-1493) y Tenerife (1494-1496),
donde encontrarán gran resistencia de la población aborigen. Finalmente, las Islas Canarias quedan
bajo el control de la Corona de Castilla.
6. LOS REYES CATÓLICOS: LA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO MODERNO.
6.1. Los RR.CC. y la unión dinástica: integración de las Coronas de Castilla y de Aragón.
La unión dinástica se inició en 1469 con el matrimonio, casi clandestino, de Isabel de Castilla y el infante Fernando de Aragón que provocó que Enrique IV desheredara a Isabel, lo que llevará, a la muerte de Enrique IV (1474), a una guerra civil por el trono entre Isabel y su sobrina, Juana
la Beltraneja. Sectores de la nobleza castellana, Francia y Portugal, que no veían con buenos ojos la
unión de Castilla y Aragón, apoyaron a Juana, mientras que Isabel recibió el apoyo de otros sectores
de la nobleza, Inglaterra, Aragón, Borgoña y Sicilia. En 1479 finalizó la guerra a favor de Isabel,
que fue reconocida como reina de Castilla. Al poco, ese mismo año, Fernando sube al trono de la
Corona de Aragón a la muerte de su padre, Juan II.
La unión de Castilla y Aragón era de carácter dinástico, establecida en la persona de los reyes. Tanto Castilla como Aragón mantuvieron sus instituciones propias y sus Cortes, sin embargo
Castilla tuvo un mayor peso específico debido a su mayor territorio y a un mayor dinamismo, tanto
político como económico, que Aragón, más aferrado al pactismo de origen medieval.
6.2. Los Reyes Católicos. La conquista del reino Nazarí y la incorporación del reino de Navarra.3
Tras la batalla de Toro y la paz de Alcáçovas (1479) que ponen fin a la guerra civil por el
trono castellano, los Reyes Católicos, en el marco del ideal de unidad peninsular que condiciona
toda su política, reanudan la guerra contra el último territorio musulmán, el Reino Nazarí de Granada.
La guerra fue larga (1482–1492), destacando en ella la conquista de Málaga (1487) y la de
Baza (1489). La ocupación de la capital del reino supuso la construcción de la fortaleza de Santa Fe,
como base para las operaciones militares. A la vez se establecieron conversaciones con Boabdil el
Chico, el rey granadino. Tras varios años de asedio, Granada fue definitivamente ocupada a comienzos del año 1492, tras las capitulaciones que Boabdil había firmado a finales de 1491. La rendición del reino de Granada puso fin da proceso histórico conocido como Reconquista.
Durante la mayor parte de la Baja Edad Media el Reino de Navarra estuvo vinculado a la dinastía francesa; una vez finalizada la conquista de Granada los Reyes Católicos deciden incorporar
el reino de Navarra a Castilla. Tras la muerte de la reina Isabel (1504), y siendo Fernando regente
de Castilla, las tropas castellanas al mando del Duque de Alba culminan la conquista del reino de
Navarra (1512) con la ocupación de Pamplona. Sin embargo a pesar de su anexión a la corona de
Castilla, declarada finalmente en 1515, conservó sus propios fueros, es decir, su propio ordenamiento jurídico, sus instituciones y su autonomía.
6.3. Los Reyes Católicos: la integración de las Canarias y la aproximación a Portugal.
Durante la Baja Edad Media, tanto castellanos como portugueses buscan en el Atlántico rutas comerciales alternativas al saturado comercio por el Mediterráneo, controlado por los estados
ribereños. Por otra parte, los progresos en la navegación y en la construcción naval favorecieron la
3
Reelaborado a partir de apuntes de clase y los contenidos pertinentes de Historia de España de la página web
http://portales.educared.net/wikillerato/Historia.
Hª de España 2º Bachillerato – Síntesis Temas 5 a 7 – pág. 3/7
expansión atlántica, por la que castellanos y portugueses buscaban en la costa africana y sus islas,
azúcar, pesquerías, oro y esclavos. Esta proyección ultramarina provocó diversos conflictos y enfrentamientos entre Castilla y Portugal, que no obtuvieron solución hasta finales del siglo XV, con
la firma del Tratado de Tordesillas (1494) por el que se establecía una línea divisoria a 370 leguas4 al oeste de las islas de Cabo Verde entre los dominios de ambos reinos.
La navegación por el Atlántico perseguía asimismo otro objetivo, la búsqueda de una nueva
ruta hacia las Indias. Portugal, potencia marítima en la primera mitad del siglo XV, proyectó durante el reinado de Enrique el Navegante, alcanzar las Indias rodeando África.
Ante el dominio portugués en el Océano, Castilla proyectó la conquista y ocupación de las
Islas Canarias, que fue un proceso lento e intermitente. Enrique III (1379-1406) encargó al explorador francés Jean de Bethercourt el inicio de del proyecto, que culmina con la ocupación de Lanzarote (1404), Fuerteventura y Hierro. Entre 1418 y 1477 los derechos de conquista de las islas estuvieron bajo el control de diversos nobles y casas castellanas, iniciándose la ocupación de la isla de La
Palma. Por último, a partir de 1477, son los Reyes Católicos los que culminan el proceso con la
conquista y ocupación de Gran Canaria (1478-1483), La Palma (1492-1493) y Tenerife (14941496), donde encontrarán gran resistencia de la población aborigen. Finalmente, las Islas Canarias
quedan bajo el control de la Corona de Castilla.
6.4. Los Reyes Católicos y la organización del Estado: instituciones de gobierno.
Bajo el reinado de los Reyes Católicos, tanto la Corona de Castilla como la de Aragón siguieron convocando sus propias Cortes y mantuvieron sus instituciones propias: la unión dinástica
no supuso ni unidad política ni administrativa. En Aragón, dado el carácter confederal de la Corona,
cada región mantenía sus propias instituciones, a la cabeza de las cuales se encontraban las Cortes
del Reino de Aragón, las Cortes del Reino de Valencia, la Generalitat de Cataluña, respectivamente,
siendo también destacadas la institución unipersonal aragonesa del Justicia Mayor de Aragón y las
Cortes del Principado de Cataluña.
En la Corona de Castilla el autoritarismo regio supuso un mayor sometimiento de la nobleza
y un control más directo de las instituciones de gobierno por los Reyes Católicos. A la cabeza de
estas instituciones se encontraba el Consejo de Castilla, máximo órgano político y administrativo.
Destacan también las Cortes de Reino de Castilla, las Audiencias y el Tribunal de la Inquisición, en
el que los reyes se basaron para mantener la fe católica y la unidad social, y única institución común
en ambas coronas. El orden público estaba en manos del Tribunal de la Santa Hermandad. La administración local estuvo a cargo de los concejos o ayuntamientos, los Corregidores y diversos cargos menores.
6.5. Los Reyes Católicos: la proyección exterior. Política italiana y norteafricana.5
La política exterior de los Reyes Católicos estuvo centrada en su enfrentamiento con Francia, para lo cual establecerán una serie de alianzas matrimoniales: establecen los matrimonios de sus
hijas Isabel, y a su muerte, María, con Manuel el Afortunado de Portugal. Su hija Catalina fue desposada con Enrique VIII de Inglaterra y, su hijo Juan se caso la archiduquesa Margarita de Austria.
Por último, su hija Juana se casó con Felipe de Borgoña.
Uno de los principales centros de interés de la política exterior de los Reyes Católicos fue el
área mediterránea y la expansión territorial en el norte de África. En el Mediterráneo, Aragón se
enfrentó a Francia por los territorios italianos, situación que finalmente quedó en tablas ante el dominio francés en Milán y el aragonés en Nápoles.
4
Una legua = 5572,7 metros.
Reelaborado a partir de apuntes de clase y los contenidos pertinentes de Historia de España de la página web
http://portales.educared.net/wikillerato/Historia.
5
Hª de España 2º Bachillerato – Síntesis Temas 5 a 7 – pág. 4/7
Aragón y Francia se enfrentaron por los intereses italianos. La guerra en Italia (1495-1503)
se desarrolló en dos fases. Carlos VIII de Francia entregó en 1493 a Fernando el Católico los condados catalanes de Rosellón y Cerdaña en un intento de hacerle olvidar sus aspiraciones italianas,
pero fue obligado a retirarse de Nápoles por el rey Católico. Su sucesor Luis XII pactó el reparto de
Nápoles con Fernando pero estalló una nueva guerra. Los tercios españoles dirigidos por Gonzalo
Fernández de Córdoba ("el Gran Capitán") derrotaron a los franceses en Ceriñola y Garellano, en
1503, conquistando el reino de Nápoles.
Por su parte, la Corona de Castilla tenía un interés estratégico y comercial en el norte de África. Tras la conquista de Granada (1492) el ideal de cruzada contra el infiel llevó a la expansión
hacia el Magreb. La ocupación española se redujo a las plazas fuertes de Melilla (1497), Orán, Bugía y Trípoli, lo que hizo aumentar la piratería berberisca en la zona ante el aumento del comercio
castellano y aragonés con los diversos territorios y países mediterráneos y norteafricanos.
7. EXPANSIÓN ULTRAMARINA Y CREACIÓN DEL IMPERIO COLONIAL.
7.1. El descubrimiento de América.
A lo largo del siglo XV, Portugal y Castilla buscaron en el Atlántico las rutas para alcanzar
oriente, Catay y Cipango, lo que llamaban “las Indias”. En este contexto, el geógrafo y navegante
Cristóbal Colón propuso llegar a la Indias por occidente.
Portugal no se interesó por la propuesta, en cambio, los Reyes Católicos, y concretamente la
reina Isabel, vio en la propuesta del navegante la posibilidades de dar salida a Castilla hacia el
Atlántico y la del comercio directo con oriente sin la mediación de las rutas islámicas.
Tras firmar un acuerdo con los Reyes (Capitulaciones de Santa Fe, abril de 1492) en el que
se establecían las condiciones y compromisos de ambas partes en la expedición, Colón partió del
puerto de Palos de la Frontera con tres naves (Pinta, Niña y Santa María) el día 3 de agosto. El 12
de octubre de 1492 la expedición llegó a la isla de Guanahaní, a la que llamaron San Salvador. Más
tarde descubrieron Cuba y Santo Domingo.
En todo momento Colón pensó haber llegado a las Indias, pese a que realizó tres viajes más.
En 1498 alcanzó por primera vez el continente, que recibió el nombre de América en honor del geógrafo Américo Vespuccio que fue el que difundió la idea de que Colón no había llegado a las Indias
sino a un nuevo continente.
7.2. Conquista y colonización.
Tras el descubrimiento, a lo largo del siglo XVI se produjo una gran expansión territorial en
el Caribe y en América a través de la firma de capitulaciones, donde se establecían las condiciones
de la conquista entre la Corona y los conquistadores. Distinguimos tres fases:
Primera Fase: hasta 1515 se ocupan las islas del Caribe desde La Española: Puerto Rico (Ponce de León) desde donde se alcanza La Florida, Cuba, Jamaica.
Segunda Fase: por medio de diversas expediciones se conquistaron inmensos territorios para
la Corona, destacando la de Hernán Cortés (Imperio azteca) y la de Francisco Pizarro (Imperio
inca). Tras la fundación de la primera ciudad del continente por Núñez de Balboa y tras descubrir el Pacífico en 1513, el objetivo era descubrir un paso marítimo hacia las Islas de las Especias, que realizó Magallanes cuando llegó al estrecho del mar del Sur.
Por otro lado, a Hernán Cortés se le encargó la exploración y conquista del Imperio azteca
(1519-1520). Este territorio será el núcleo del futuro virreinato de Nueva España que controlará América Central y parte de América del Norte. Cortés entró en Tenochtitlán, y obligó a
Moctezuma a reconocer a Carlos I; Cortés fue nombrado gobernador de Nueva España.
Poco después Pizarro intenta la conquista del Imperio inca, donde ejecuta a Atahualpa. Estos éxitos ayudaron a que se doblasen las expediciones, que permitieron controlar la mayor
parte del territorio en apenas 50 años desde el descubrimiento.
Hª de España 2º Bachillerato – Síntesis Temas 5 a 7 – pág. 5/7
Tercera Fase: se produjeron numerosas exploraciones y conquistas: Orellana recorrió el Amazonas, Mendoza fundó Buenos Aires y se avanzó hacia Río de la Plata y el Sur.
En el Pacífico, tras la primera vuelta al mundo de Magallanes-Elcano (1519-1520), se
conquistaron las islas Carolinas y las islas Filipinas. Hacia finales de siglo cesan las expediciones de conquista pero no las de exploración. Las zonas más frecuentadas fueron al norte de
Nueva España (Nuevo México, California, etc.) y al este de Bolivia, donde los jesuitas fundaron “reducciones”6.
7.3. Gobierno y administración en el imperio colonial.
Inicialmente, el gobierno de los territorios americanos quedó en manos de gobernadores como Cristóbal Colón o Nicolás de Ovando, que actuaban como delegados del rey. Las instituciones
coloniales fueron una copia de las castellanas, convirtiéndose en instituciones estables a partir de
1520.
En España funcionaron dos instituciones, ambas presididas por el propio rey. En primer lugar, la Casa de Indias (Casa de Contratación de las Indias Occidentales), creada en 1503 con sede
en Sevilla, su función era el control de toda la actividad económica entre España y los territorios
conquistados. Y en segundo lugar, el Consejo de Indias, creado por Carlos V en 1524, era tribunal
de justicia y un organismo consultivo en materias eclesiásticas, legislativas y de gobierno, con facultad para proponer leyes y nombrar cargos.
Por su parte, en los territorios coloniales se crearon varias unidades administrativas territoriales: los virreinatos, como el de Nueva España, el de Nueva Granada o el de Perú, con gran autonomía política y a cargo de un virrey; las audiencias y las gobernaciones, similares en estructura
y funciones a las audiencias y corregimientos en Castilla, localizadas en las principales ciudades; y
las capitanías generales, demarcaciones militares.
El móvil principal de la colonización fue la explotación de las minas de oro y plata y la introducción de nuevos cultivos y animales domésticos en el mundo rural. Los españoles aprovecharon la mano de obra nativa para obtener riqueza de diversas formas:
La encomienda, implantada en las colonias, consistía en la protección y cristianización de la
población autóctona (para lo que se designaba a un clérigo) a cambio de su trabajo. La encomienda
era una posesión intransferible, y al morir el encomendero, las encomiendas debían volver a la corona, pero pronto de volvieron hereditarias. Fue un sistema muy criticado y, tras las Leyes Nuevas
(1542), se prohibió la esclavización de la población indígena y quedó abolido el sistema de encomiendas, siendo sustituidas por la plantación, la estancia y la gran hacienda.
La mita, sistema de explotación de origen indígena andino adoptado por España, consistía
en la obligación que tenía cada población indígena de enviar a las explotaciones coloniales trabajadores durante una temporada del año. Este sistema se impuso en Perú.
La esclavización de población negra procedentes de África fue institucionalizada después
de que la Corona española y la Iglesia prohibieran la explotación de los indígenas de las colonias
americanas.
7.4. Impacto de América en España.
El descubrimiento y colonización de América abrió un importante flujo de comercio ultramarino que repercutió tanto en España como en el resto de Europa. La colonización tuvo como primera dimensión económica la búsqueda de metales preciosos; en 1650 ya habían llegado a España
19.000 t. de oro y plata, lo que alteró de forma importante la economía española. En primer lugar,
sirvió para financiar la política exterior y militar de la monarquía hispánica, asimismo, contribuyó a
incrementar la subida de precios y la inflación, provocando la pérdida de competitividad de las manufacturas españolas frente a las europeas.
6
Núcleos de población en los que se debían reasentar los indígenas de los territorios colonizados, separados de las ciudades donde vivían los españoles.
Hª de España 2º Bachillerato – Síntesis Temas 5 a 7 – pág. 6/7
La relación comercial entre América y España, en la primera mitad del siglo XVI, se basó en
la exportación de vino, aceite, tejidos, maquinaria, etc., pero esa demanda empezó a ser cubierta por
países europeos utilizando España como mero intermediario. A finales del siglo XVII, España tan
solo exportaba el 6% del total de mercancías que llegaban a América.
A España y a Europa llegan, procedentes de América, además de los metales preciosos, productos como el maíz, la patata, el cacao, azúcar, tabaco, cochinilla, etc., que suponen una diversificación de productos agrícolas y de nuevas materias primas para industrias como la elaboración de
tintes (cochinilla) y la textil.
Por último, el descubrimiento y colonización de América aportan un importante desarrollo
científico y cultural, marcado por los nuevos conocimientos geográficos, las nuevas especies vegetales y animales descubiertas, nuevas plantas medicinales, nuevas culturas, etc. Estas aportaciones
formarán parte de la base del nuevo conocimiento intelectual, científico y técnico que se desarrollará en los siglos XVII y XVIII. Asimismo, surge y se desarrolla una nueva actitud civilizadora en
España y Europa, por la que se considerarán responsables de la difusión de la cultura occidental,
articulada en torno al afán evangelizador cristiano.
_____________________________
Hª de España 2º Bachillerato – Síntesis Temas 5 a 7 – pág. 7/7
Descargar