Ambientación: Constituciones, medalla y fotografía(s) de las hermanas de la comunidad Canto: Atrévete a soñarhttp://www.ciberiglesia.net/recursos/mp3.htm La alegría es la manifestación más palpable, que habla de la experiencia del encuentro con Dios en una persona. No hablamos de la alegría superficial, simulada o momentánea. Hablamos de la alegría profunda que llena y desborda todo el ser, esa alegría que se refleja en los gestos amables, la sonrisa acogedora, las palabras cálidas, el detalle oportuno, la compañía agradable, la escucha atenta … Es la alegría que brota del interior habitado por Dios. No se ha conocido alegría más plena que la que brota del corazón inundado por el conocimiento, la fe y la experiencia del encuentro profundo con Dios Trinidad; de ello son testimonio tantas personas que en el pasado y en el presente, no dejan de transparentar, en su vida, la presencia de Dios Hijo encarnado, de Dios Padre que camina con su pueblo y de Dios Espíritu que guía, transforma y hace nuevas las cosas. ¡Qué hermoso llamado! Somos llamadas a llenarnos de la presencia, del amor de Dios y de la alegría que su amor suscita en todo ser que se deja tocar por Él. La alegría, manifestación del amor que nace del encuentro de lo divino con lo humano, de Dios con sus hijos e hijas. Meditemos: Las siguientes citas se leen despacio y dejando un momento de silencio después de cada frase. “Los discípulos se llenaron de ALEGRÍA al ver al Señor” (Jn. 20,20) “Engrandece mi alma al Señor y mi espíritu se ALEGRA en Dios mi salvador” (Lc. 1, 46-47) “Os he dicho esto, para que mi GOZO esté en vosotros, y vuestro GOZO sea colmado” (Jn. 15, 11) “Ustedes lo aman a pesar de no haberlo visto; y aunque no lo ven ahora, creen en él y se alegran con un gozo indescriptible y glorioso, pues están obteniendo la meta de su fe, que es su salvación.(1P. 1, 8-9) “Estad siempre ALEGRES en el Señor, os lo repito, estad ALEGRES” (Filp. 4, 4) “Aunque la higuera no dé renuevos, ni haya frutos en las vides; aunque falle la cosecha del olivo, y los campos no produzcan alimentos; aunque en el aprisco no haya ovejas, ni ganado alguno en los establos; aun así, yo me regocijaré en el Señor, ¡me alegraré en Dios, mi salvador! “ (Habacuc 3, 17-18) Nosotras, llamadas a la consagración religiosa, hemos de vivir agradecidas por este don especial, nuestra vocación; especial por la formación que recibimos, por los espacios y tiempos de silencio y oración, por el cuidado y acompañamiento de las hermanas, por la tradición e historia forjada en el tiempo y recibida en herencia como el mejor legado de quienes nos han antecedido. Las Escolapia, llamadas a irradiar alegría entre los niños, jóvenes y familias, en tiempos en que la alegría natural y espontánea, en muchos de los pequeños, se va perdiendo a más tierna edad. Hoy, vivir alegres es un signo que no pasa desapercibido para quienes nos rodean. ¿Qué necesitamos para vivir alegres, si tenemos todo, si tenemos lo mejor de lo mejor: TENEMOS A DIOS? Breve momento de silencio y a continuación se canta o se proclama los versos de Santa Teresa. http://www.ciberiglesia.net/ftp/pub/musica/javier-gacias/javier-gacias_nada_te_turbe.mp3 Nada te turbe, Nada te espante, Todo se pasa, Dios no se muda. La paciencia Todo lo alcanza; Quien a Dios tiene Nada le falta: Sólo Dios basta. Eleva el pensamiento, Al cielo sube, Por nada te acongojes, Nada te turbe. A Jesucristo sigue Con pecho grande, Y, venga lo que venga, Nada te espante. ¿Ves la gloria del mundo Es gloria vana; Nada tiene de estable, Todo se pasa. Aspira a lo celeste, Que siempre dura; Fiel y rico en promesas, Dios no se muda. Ámala cual merece Bondad inmensa; Pero no hay amor fino Sin la paciencia. Confianza y fe viva Mantenga el alma, Que quien cree y espera Todo lo alcanza. Del infierno acosado Aunque se viere, Burlará sus furores Quien a Dios tiene. Vénganle desamparos, Cruces, desgracias; Siendo Dios su tesoro, Nada le falta. Id, pues, bienes del mundo; Id, dichas vanas; Aunque todo lo pierda, Sólo Dios basta. Y recordamos a nuestra hermana mayor, M. Paula Montal, con sencillez nos dice: "¡Qué alegría hermanas, vemos en el cielo!" " ¡Qué placer me causa, Dios mío, el pensar que en esta hora tantas niñas te alaban!" "Dios ha llenado de santo júbilo nuestras almas y enajenado de placer nuestros corazones" "El gozo de mi alma, no soy capaz de poderlo ponderar con la pluma en esta carta" "¡ María es nuestra Madre, y la Madre de Jesús! Dime, ¿no te conmueve este pensamiento? ¡Pensar que somos sus hijas! ¡Oh! Qué alegría experimento de pensar que muy pronto vendrá a buscarme Y me llevará en su compañía." En la lectura espiritual siempre que encontraban el nombre de la Santísima Virgen, decía: "Calla, calla, no prosigas... ¡María! ¡ María! es nuestra Madre y la Madre de Jesús. Dime, ¿no te conmueve este pensamiento? ¡Pensar que somos sus hijas! ¡Oh!, qué alegría experimento al pensar que muy pronto vendrá a buscarme y me llevará en su compañía." "Mira, Amor mío, yo me vaya descansar; en el sagrario te dejo mi corazón: que te ame siempre sin cesar..., y cuando yo vuelva mañana por él, que me lo entregues hecho un ascua de amor..., y que este amor sea sólo para Ti y para tu Madre y mi Madre la Virgen Santísima... Cuando mi corazón esté dispuesto de esta suerte, entonces envíame cruces y penas, que todo lo sufriré con alegría... Mas, si un instante de mi vida he de dejar de amarte, ¡oh! entonces, quédatelo; no me lo devuelvas, pues no lo necesito más que para emplearlo en tu amor." Cuando salía al jardín se detenía en cada árbol, en cada flor y decía a las que le acompañaban: "Dime, dime, ¿quién sino Dios podía crear tanta hermosura? Sea bendito y alabado el Señor que os ha creado." "Al admirar la naturaleza se conmovía: "Dios mío, ¿quién lo haría sino Vos?" Meditación Se invita a compartir o hacer peticiones espontáneas. Terminamos con el siguiente canto: http://www.ciberiglesia.net/ftp/pub/musica/carlos_seoane/carlos_seoane_el_padrenuestro_de_ la_alegria.mp3 Oración vocacional, septiembre / 2016