Prepublicación Proyecto Ley-Regula Empleo de la Fuerza del

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DISPONE PRE PUBLICACiÓN DEL
PROYECTO DE LEY QUE REGULA EL
EMPLEO DE LA FUERZA POR PARTE
DEL PERSONAL DE LA POLlclA
NACIONAL DEL PERÚ.
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Lima ,
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CONSIDERANDO:
Que, de acuerdo al artículo 166° de la Constitución Política del Perú la Policía
Nacional tiene por finalidad fundamental garantizar, mantener y restablecer el orden
interno; prestar protección y ayuda a las personas y a la comunidad; garantizar el
cumplimiento de las leyes y la seguridad del patrimonio público y del privado ; prevenir,
investigar y combatir la delincuencia; y, vigilar y controlar las fronteras;
Que, mediante el artículo único de la Ley W 30151 se modificó el inciso 11 del
artículo 20° del Código Penal, a efectos de establecer que está exento de responsabilidad
penal el personal de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional del Perú que, en el
cumplimiento de su deber y en uso de sus armas u otro medio de defensa, cause lesiones
o muerte;
G. AMES
Que , la Organización de las Naciones Unidas ha adoptado los Principios Básicos
sobre el Empleo de la Fuerza y de Armas de Fuego por los Funcionarios Encargados de
Hacer Cumplir la Ley, así como el Código de Conducta para Funcionarios Encargados de
Hacer Cumplir la Ley;
Que, mediante Resolución Ministerial N° 1167-2014-IN, se conformó la Comisión
Sectorial encargada de elaborar el Proyecto de Ley de Uso de la Fuerza y el Nuevo
Manual de Derechos Humanos Aplicados a la Función Policial ;
Que , la Comisión Sectorial antes mencionada cumplió con presentar al Ministro del
Interior el proyecto de Ley de Uso de la Fuerza y su Exposición de Motivos;
Que , considerando la relevancia de la referida propuesta normativa, resulta
necesario recibir y consolidar las sugerencias y comentarios de las entidades públicas, la
sociedad civil, el sector privado y la ciudadanía en general; para contribuir con el proceso
de revisión del proyecto mencionado precedentemente;
Que, atendiendo a lo expuesto, es pertinente disponer las acciones necesarias
para la publicación del proyecto de Ley que regula el empleo de la fuerza por parte del
personal de la Policía Nacional del Perú ;
De conformidad con lo dispuesto en la Ley W 29158, Ley Orgánica del Poder
Ejecutivo; el Decreto Legislativo W 1135, Ley de Organización y Funciones del Ministerio
del Interior; y el Decreto Legislativo N° 1149, Ley de la Carrera y Situación del Personal de
la Policía Nacional del Perú;
SE RESUELVE:
Artículo 1.- Disponer que la Secretaría General del Ministerio del Interior efectúe
las acciones necesarias para la pre publicación del proyecto de Ley que regula el empleo
de la fuerza por parte del personal de la Policía Nacional del Perú, en la página web:
www.mininter.gob.pe , durante el plazo de quince (15) días hábiles, contados a partir de la
publicación de la presente Resolución, a efectos de recibir las sugerencias y comentarios
de las entidades públicas , sector privado, la sociedad civil, y la ciudadanía en general
en el correo electrónico: [email protected] .
Artículo 2.- Encargar a la Secretaría Técnica de la Comisión Sectorial conformada
G. Ar.tES
mediante Resolución Ministerial N° 1167-2014-IN la evaluación y consolidación de las
sugerencias y aportes alcanzados, en el término de cinco (5) días hábiles de concluido
el plazo señalado en el artículo precedente.
LEY
EL CONGRESO DE LA REPÚBLICA
Ha dado la Ley siguiente:
LEY QUE REGULA EL EMPLEO DE LA FUERZA POR PARTE DEL
PERSONAL DE LA POLICIA NACIONAL DEL PERU
TITULO I
DISPOSICIONES GENERALES
CAPITULO I
OBJETO Y ALCANCE
Artículo 1°.- Objeto de la Ley
Establecer el marco legal que permita regular el empleo de la fuerza por
parte del personal de la Policía Nacional del Perú en cumplimiento de su
finalidad constitucional.
Artículo 2°.- Alcances de la Ley
Las disposiciones de la presente ley alcanzan a todo el personal de la Policía
Nacional del Perú en situación de actividad, quienes en acto de servicio o
con ocasión de éste, emplean la fuerza en defensa de la persona, la
sociedad o el Estado.
CAPITULO II
DEFINICIONES Y PRINCIPIOS
Artículo 3°.- Definiciones:
3.1
Fuerza: Es el medio compulsivo que emplea el personal de la Policía
Nacional del Perú, en el ejercicio de la función policial para velar por la
protección, seguridad y el libre ejercicio de los derechos
fundamentales de las personas, el normal desarrollo de las actividades
de la población y prestar apoyo a las demás instituciones del Estado
de conformidad con la Constitución y la Ley.
3.2
Acto del Servicio: Acción que desarrolla el personal en cumplimiento
de sus funciones, deberes u orden superior, en todo momento o
circunstancia, aun cuando se encuentre de franco, vacaciones o
permiso.
3.3
Ocasión de servicio: Circunstancia que se produce como
consecuencia del servicio policial específico, en cumplimiento de la
misión institucional o funciones propias inherentes al cargo.
3.4
Empleo progresivo y diferenciado de la fuerza: Es la respuesta a
una serie de conductas clasificadas en niveles de resistencia, que van
desde el riesgo latente hasta la agresión letal, ante lo cual el personal
policial deberá emplear la fuerza que se inicia con la presencia policial
pudiendo llegar al empleo de la fuerza potencialmente letal.
3.5
Medios de Policía: Son las armas, equipo, accesorios y otros
elementos de apoyo, autorizados y proporcionados por el Estado,
para enfrentar una amenaza o atentado contra bienes jurídicos
tutelados.
3.7
Cumplimiento del deber: Es la obligación del personal policial en el
ejercicio de la autoridad que representa, para garantizar el orden y la
seguridad de la república, sirviendo a la comunidad y protegiendo a las
personas en el marco de sus competencias, funciones y atribuciones.
Artículo 4 °.- De los Principios
El empleo de la fuerza por el personal de la Policía Nacional se sustenta en
el respeto de los derechos fundamentales y en los siguientes principios:
4.1 Legalidad
El empleo de la fuerza en el ejercicio de la función policial, a través de
medios y métodos, se rige por lo establecido en la Constitución Política del
Perú, la ley y al derecho, dentro de las facultades que le estén atribuidas, y
de acuerdo con los fines para los que les fueron conferidas.
4.2 Necesidad
El empleo de la fuerza es necesario cuando no existe otra forma de
cumplir con la función policial. En esta medida, el personal de la Policía
Nacional solo empleará la fuerza cuando luego de intentadas otras
alternativas de solución del problema, esta representa el único recurso
para el cumplimiento de su deber, esto es cuando otros medios resulten
ineficaces o no garanticen de ninguna otra manera el logro del objetivo
legal buscado.
4.3 Proporcionalidad
El empleo de la fuerza es proporcional cuando existe una equivalencia o
equilibrio entre la gravedad de la amenaza o acto ilícito y el nivel de
fuerza a emplear para evitarlos o controlarlos y el bien jurídico a defender
o proteger. Debiendo evaluar la gravedad de la amenaza, considerando
entre otras circunstancias, la intensidad y peligrosidad de la agresión, la
forma de proceder del agresor, la hostilidad del entorno y los medios que
disponga el policía para defenderse.
La observancia de estos principios no excluye la aplicación de los Principios
Básicos sobre el empleo de la fuerza y de armas de fuego por los
funcionarios encargados de hacer cumplir la ley y el código de conducta
para funcionarios encargados de hacer cumplir la ley.
El personal de la Policía Nacional del Perú, en el planeamiento, conducción
y ejecución de operaciones o acciones policiales en el ejercicio de sus
funciones, observara y se sujetara a los principios contemplados en esta
ley.
TITULO II
DEL EMPLEO DE LA FUERZA EN EJERCICIO DE LA FUNCIÓN
POLICIAL
CAPITULO I
REGLAS GENERALES PARA EL EMPLEO DE LA FUERZA
Artículo 5º.- Empleo de la fuerza
El empleo de la fuerza por el personal policial es permanente en el ejercicio
de la función policial y deberá aplicarse de manera progresiva y diferenciada
de acuerdo a los niveles de la presente ley.
Artículo 6º.- Niveles del empleo de la fuerza
Los niveles del empleo de la fuerza por el personal de la Policía Nacional,
responde al nivel de resistencia o agresividad del intervenido y a la situación
que motiva la intervención.
Los niveles de empleo de la fuerza son los siguientes:
6.1
Preventivo
a) Presencia policial.- Entendida como demostración de autoridad,
en que el personal de la Policía Nacional correctamente
uniformado, equipado, en actitud diligente, alerta y realizando un
control visual, previene y disuade la comisión de una infracción o
un delito.
b) Verbalización.- Es el uso de la comunicación oral con la energía
necesaria y el empleo de términos adecuados que sean fácilmente
entendidos y comprendidos por las personas a intervenir,
facilitando su control individual o grupal.
c) Control de Contacto.- Es el empleo de habilidades tácticas por
parte del personal policial para asegurar y controlar al intervenido o
intervenidos.
6.2
Reactivo
a) Control físico. Es el empleo de las técnicas policiales que
permiten controlar, reducir, inmovilizar y conducir al intervenido,
evitando en lo posible causar lesiones.
b) Técnicas defensivas no letales. Se recurre al equipo policial, lo
que permitirá contrarrestar y/o superar el nivel de agresión o
resistencia.
c) Fuerza potencialmente letal. Disparo del arma de fuego por el
personal de la Policía Nacional, contra el cuerpo de quién ejerza un
peligro inminente de muerte o lesiones graves, con el objetivo de
controlarlo y defender la vida propia o de otras personas.
Artículo 7º.- Reglas de actuación policial
El personal de la Policía Nacional del Perú empleará la verbalización en
todos los niveles del empleo de la fuerza y, su uso buscará disminuir el nivel
de fuerza a utilizar respondiendo directamente a la evaluación del riesgo o
amenaza, debiendo considerar además:
7.1 Elegir el nivel de fuerza según las circunstancias, optando por la menos
lesiva. Su empleo responderá a la intensidad y peligrosidad de la agresión y
con la duración que sea necesaria para conseguir su propósito legal,
debiendo ser progresiva y diferenciada.
7.2 Determinar el nivel del empleo de la fuerza considerando, entre otras
circunstancias, la intensidad y peligrosidad de la agresión, la forma de
proceder del agresor, la hostilidad del entorno y los medios de los que
disponga el personal policial para defenderse.
7.3 Tratándose de reuniones públicas no violentas, que no cuentan con la
debida autorización, de ser necesaria dispersarlas el personal policial evitará
el empleo de la fuerza en el nivel reactivo y de no ser posible lo limitaran al
mínimo necesario.
7.4 Cuando durante las reuniones no violentas se originen expresiones de
violencia que alteren gravemente el orden, creando riesgos contra las
personas, se tendrá en cuenta las consideraciones sobre reuniones violentas
de la presente ley.
7.5 Al dispersar reuniones violentas el personal policial solo podrá utilizar
fuerza potencialmente letal cuando no se puedan utilizar medios menos
peligrosos y únicamente en la mínima medida necesaria. En estos casos, se
tendrá en consideración las circunstancias previstas en el artículo 8º de la
presente ley.
7.6 El personal de la Policía Nacional, en sus relaciones con las personas
bajo custodia o detenidas, no emplearan armas de fuego, salvo en defensa
propia o en defensa de terceros cuando haya peligro inminente de muerte o
lesiones graves, o cuando sea estrictamente necesario para impedir la fuga
de una persona que en su huida ponga en riesgo real, inminente y actual la
vida de una persona y solo en caso de que resulten insuficientes medidas
menos extremas para lograr dicho objetivo.
CAPITULO II
DEL EMPLEO DE LA FUERZA POTENCIALMENTE LETAL
Artículo 8º.- Fuerza potencialmente letal
El empleo de la fuerza potencialmente letal contra las personas es
excepcional. Sólo es admisible cuando se aprecie una grave amenaza o
afectación del derecho a la vida y a la integridad física del personal policial o
de terceros y se trate del único medio para repeler el peligro. El personal de
la Policía Nacional solo empleará el arma de fuego contra las personas en
las siguientes circunstancias:
8.1 En defensa de la vida propia o de terceros, en caso de peligro inminente
de muerte o lesiones graves;
8.2 Con el propósito de evitar la comisión de un delito particularmente grave
que entrañe una seria amenaza contra la vida; o
8.3 Con el objeto de detener a una persona que represente un peligro para la
vida y oponga resistencia a la autoridad;
8.4 Para impedir la fuga de una persona que, en su huida, ponga en riesgo
real, inminente y actual la vida de una persona y solo en caso de que
resulten insuficientes medidas menos extremas para lograr dicho objetivo y
8.5 En cualquier otra circunstancia en la que sea estrictamente inevitable
para salvar una vida.
Artículo 9º.- Reglas para el empleo de la fuerza potencialmente letal
El personal de la Policía Nacional, antes de emplear la fuerza potencialmente
letal, seguirá el siguiente procedimiento:
a) Identificarse plenamente como policía.
b) Dar al presunto infractor o infractores, una clara advertencia de su
intención de emplearla, dándole el tiempo suficiente para que lo
entiendan y depongan su actitud.
Este procedimiento no será necesario, si existiera un riesgo de muerte o
lesiones graves para el personal policial o terceras personas, o la advertencia
resultara evidentemente inadecuada o inútil, dadas las circunstancias del
caso.
Artículo 10º.- Acciones inmediatamente posteriores al empleo de la
fuerza potencialmente letal.
Cuando el empleo de las armas de fuego ha sido inevitable, aun cuando no
se haya registrado lesiones o muerte, el personal de la Policía Nacional
procederá del modo siguiente:
10.1
Prestar lo antes posible asistencia y servicios médicos a las personas
afectadas.
10.2 Procurar notificar lo sucedido, a la menor brevedad posible, a los
parientes o amigos de las personas afectadas.
10.3 Presentar un informe detallado a su superior jerárquico, indicando: las
circunstancias en que se empleó la fuerza, los equipos y los medios
empleados, quienes participaron, el tipo de armas y las municiones
utilizadas, el número e identidad de los afectados, las asistencias y
evacuaciones realizadas.
TITULO III
DERECHOS, RESPONSABILIDADES Y EXIMENTES
CAPÍTULO ÚNICO
Artículo 11º.- Derechos
El personal policial tiene derecho a la protección de su vida e integridad
física, al respeto a su dignidad como ser humano y autoridad. Por lo que en
el ejercicio de la función policial tiene los siguientes derechos:
11.1 Recibir instrucción sobre el empleo de la fuerza en todos los niveles
educativos conforme a los estándares internacionales sobre la materia.
11.2 Recibir entrenamiento permanente para el empleo de la fuerza en sus
diferentes niveles.
11.3 La afectación de armamento, vestuario y equipo que garanticen el uso
progresivo y diferenciado del uso de la fuerza.
11.4 No acatar disposiciones u órdenes superiores para el empleo de la
fuerza cuando estas sean manifiestamente ilícitas.
11.5 Recibir orientación psicológica cuando haya empleado la fuerza
afectando la vida o integridad física para sobrellevar las tensiones
propias de estas situaciones
11.6 Recibir asesoramiento y defensa legal por cuenta del Estado, cuando se
haya empleado el uso de la fuerza en el contexto de la presente ley.
Artículo 12º.- Responsabilidades
Todos los incidentes de uso de la fuerza o de armas de fuego se notificarán
al comando policial, quien a su vez dispondrá, de ser el caso, las
investigaciones para determinar si el uso de la fuerza o de armas de fuego se
realizó dentro de los protocolos establecidos.
12.1 Cuando se emplee la fuerza potencialmente letal, el personal de la
Policía Nacional no podrá alegar obediencia a órdenes superiores si
tenía conocimiento que el uso de esta era manifiestamente ilícita. En
caso de haberse ejecutado, también serán responsables los
superiores que dieron dichas órdenes.
12.2 Los superiores jerárquicos tendrán responsabilidad cuando conozcan o
habiendo conocido del empleo ilícito de la fuerza por el personal
policial a sus órdenes, no adoptaron las medidas necesarias para
impedir o neutralizar dicho empleo o no denunciaron el hecho
oportunamente.
12.3 El uso excesivo y arbitrario de la fuerza genera responsabilidades
administrativo disciplinaria, penal y civil.
Artículo 13º.- Eximentes
El personal de la Policía Nacional que en acto del servicio o con ocasión de
este, emplee la fuerza en sus diferentes niveles, conforme a lo establecido en
la presente ley, estará exento de responsabilidad penal, civil y administrativa;
sin perjuicio de la investigación correspondiente.
DISPOSICIONES COMPLEMENTARIAS FINALES
PRIMERA.- Vigencia
La presente Ley entra en vigencia a partir del día siguiente de su publicación.
SEGUNDA.- Reglamento
El Poder Ejecutivo, mediante Decreto Supremo refrendado por el Ministro del
Interior reglamentará la presente Ley en un plazo máximo de noventa (90)
días, contado a partir de su puesta en vigencia.
TERCERA.- Comisiones Sectoriales
El Ministerio del Interior dispondrá la conformación de Comisiones
Sectoriales y Grupos de Trabajo encargados de:
1. Evaluar la situación actual del armamento, munición, equipos y otros
accesorios necesarios para el empleo de la fuerza con la finalidad de
estandarizar su adquisición tenencia y almacenamiento en las
dependencias policiales a nivel nacional, proponer la estandarización
del armamento, munición, equipo y otros accesorios para la Policía
Nacional del Perú.
2. Implementar un programa de adquisición de equipamiento armamento,
munición, equipo y otros accesorios para la Policía Nacional del Perú
conforme a las disposiciones de la presente Ley.
3. Formulación de planes de capacitación y entrenamiento para la Policía
Nacional del Perú en aplicación de la presente norma.
4. Actualización de la normativa vigente relacionada al objeto de la
presente norma.
Comuníquese al señor Presidente de la República para su promulgación.
En Lima, a los
días del mes de
EXPOSICION DE MOTIVOS
I. ANTECEDENTES
Instrumentos Internacionales
Código de Conducta para Funcionarios encargados de hacer cumplir
la ley.
Principios para el empleo de la fuerza y armas de fuego para
Funcionarios encargados de hacer cumplir la ley.
Recomendaciones de organismos de supervisión del Sistema
Universal de Protección de los Derechos Humanos
El 30 y 31 de octubre de 2012, el Estado peruano sustentó sus informes
periódicos quinto y sexto, relativos a la Convención contra la Tortura y Otros
Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, ante el Comité contra la
Tortura de las Naciones Unidas que celebró su 49° período de sesiones
entre el 29 de octubre y el 23 de noviembre de 2012.
El 1 de noviembre de 2012, el Estado peruano sustentó su informe nacional
relativo al Examen Periódico Universal sobre el cumplimiento de sus
obligaciones derivadas de los instrumentos internacionales de protección de
los derechos humanos, ante el Consejo de Derechos Humanos que celebró
su 14º período de sesiones entre el 22 de octubre y el 5 de noviembre de
2012.
El 19 y 20 de marzo de 2013, el Estado peruano sustentó su quinto informe
periódico, relativo al Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, ante
el Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas que celebró se
107° período de sesiones entre el 11 y el 28 de marzo de 2013.
Como resultado de la evaluación del Estado peruano por los órganos
de supervisión mencionados, se han emitido un conjunto de
recomendaciones que el Estado debería implementar para garantizar
cabalmente los derechos humanos reconocidos por los instrumentos
internacionales de derechos humanos.
Comité contra la Tortura
Entre las recomendaciones formuladas por el Comité contra la Tortura,
que conciernen al Ministerio del Interior, se encuentran las siguientes:

Velar por que las fuerzas del orden reciban formación en técnicas
profesionales que minimicen cualquier riesgo de causar daños a
las personas detenidas;

Velar por que los agentes de las fuerzas del orden reciban
formación sobre la prohibición absoluta de la tortura y sobre las
normas internacionales relativas al uso de la fuerza y de las armas
de fuego, así como sobre la responsabilidad en caso de uso
excesivo de la fuerza
Consejo de Derechos Humanos
Entre las recomendaciones formuladas por el Consejo de Derechos
Humanos que conciernen al Ministerio del Interior, se encuentran las
siguientes:

116.34 Establecer mecanismos, como capacitación adicional y
directrices para las fuerzas policiales, para impedir que las fuerzas
de seguridad utilicen la fuerza de manera excesiva o injustificada
(Polonia);

116.53 Tomar medidas para evitar las violaciones de los derechos
humanos por parte de las fuerzas armadas y la policía nacional
durante los conflictos, entre otras cosas cumpliendo las normas
internacionales sobre el uso de la fuerza letal, velando por que el
personal policial reciba la capacitación pertinente e investigando
sin demora los actos de violencia (Canadá);

116.54 Fortalecer la capacitación en derechos humanos de las
fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado (España);
Comité de Derechos Humanos
Entre las recomendaciones formuladas por el Comité de Derechos
Humanos que conciernen al Ministerio del Interior, se encuentran las
siguientes:

Sobre el uso de la fuerza por la Policía Nacional del Perú
Adoptar medidas para prevenir y erradicar el uso excesivo de la
fuerza por los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley y
miembros de las fuerzas de seguridad, incluyendo la intensificación
y la capacitación permanente en derechos humanos con especial
énfasis en las alternativas al uso de la fuerza y armas de fuego.

Sobre la tortura
Intensificar los esfuerzos para prevenir y erradicar la tortura y los
malos tratos, en particular mediante la intensificación de la
formación en derechos humanos para la policía y agentes de
seguridad.
Decisiones de organismos de supervisión
Interamericano de Derechos Humanos
del
Sistema
El Sistema Interamericano de Derechos Humanos ha establecido
como criterio rector de la actividad estatal que “por graves que puedan
ser ciertas acciones y por culpables que puedan ser los reos de
determinados delitos, no cabe admitir que el poder pueda ejercerse sin
límite alguno o que el Estado pueda valerse de cualquier
procedimiento para alcanzar sus objetivos, sin sujeción al Derecho o a
la Moral”.
En ese sentido, los órganos del sistema han resaltado la necesidad de
restringir y regular el uso de la fuerza en la mayor medida posible, esto
es establecer normativa específica interna para regularla,
estableciendo una serie de parámetros, señalando que su
inobservancia por parte de los agentes estatales convierte la privación
del derecho a la vida con ocasión del uso ilegítimo de la fuerza en una
muerte arbitraria, generando responsabilidad internacional en los
Estados.
En el caso peruano, existen ya varias sentencias internacionales que
abordan el tema del uso de la fuerza, lo cual refuerza la necesidad de
tomar en cuenta los parámetros interamericanos. En esos casos, ni las
características del motín, ni la alta peligrosidad de las víctimas, ni el
hecho de que estuvieran armadas fueron elementos suficientes para
justificar ante la Corte la desproporción de la reacción estatal que,
finalmente, constituyó una violación del artículo 4.1 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos que recoge el derecho a la vida.
Los parámetros interamericanos que señala la corte, pueden ser
resumidos en cuatro líneas básicas:
1) Excepcionalidad, necesidad, proporcionalidad y humanidad
El uso de la fuerza por parte de los cuerpos de seguridad del
Estado debe estar definido por criterios de excepcionalidad,
necesidad, proporcionalidad y humanidad. Por lo cual:
-
El uso de la fuerza debe ser “el recurso último que limitado
cualitativa y cuantitativamente pretenda impedir un hecho de
mayor gravedad que el que provoca la reacción estatal”. En tal
sentido, solo puede hacerse uso de la fuerza o de instrumentos
de coerción cuando se hayan agotado y haya fracaso todos los
demás medios de control disponibles.
-
El Estado debe priorizar medidas para prevenir la violencia
frente a un sistema de acciones de represión, a fin de evitar que
ocurran actos de violencia a los que luego haya que responder
mediante el uso de la fuerza.
-
Debe realizarse un análisis más estricto cuando se trata del uso
de la fuerza letal y de armas de fuego que cuando se trata de
medios no letales de control. Ello, porque el uso de la fuerza
letal debe estar prohibido como regla general, y la ley debe
establecer claramente que su uso es excepcional, además de
interpretarse restrictivamente y minimizarse en toda
circunstancia para que no sea mayor a lo absolutamente
necesario en relación con la fuerza o amenaza que se pretende
repeler.
2) Existencia de un marco normativo que regule el uso de la
fuerza
Debe existir un marco normativo que regule claramente el uso de la
fuerza por parte de los agentes estatales, estableciéndose
directrices claras, especialmente en lo referido al uso de la fuerza
letal y la utilización de armas de fuego.
Particularmente, en lo que respecta a la regulación del diseño y
ejecución de las políticas de represión o de contención, el Estado
debe distinguir claramente entre el resguardo del orden interno y el
resguardo de la seguridad exterior, considerando que el uso y
sentido de la violencia es distinto en uno y otro escenario.
3) Planificación del uso de la fuerza estatal y capacitación/
entrenamiento de los agentes estatales
Los miembros de los cuerpos armados y organismos de seguridad
estatales deben ser capacitados y entrenados adecuadamente
respecto de los límites del uso de la fuerza, recibiendo un
entrenamiento específico en derechos humanos y, en particular,
capacitándolos respecto de cuándo y en qué grado puede utilizar la
fuerza letal.
4) Control adecuado y verificación de la legalidad del uso de la
fuerza
La Corte ha señalado que la prohibición general de privar de la vida
arbitrariamente sería ineficaz si no existieran procedimientos y
mecanismos para verificar la legalidad del uso letal de la fuerza por
parte de los agentes estatales. En tal sentido, apenas el Estado
tenga conocimiento de que uno de sus agentes ha hecho uso de
armas de fuego con consecuencias letales, está obligado a iniciar
de oficio y sin dilación una investigación seria, independiente,
imparcial y efectiva.
Sentencias
Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso Zambrano Vélez y otros
Vs. Ecuador, Sentencia de 4 de julio de 2007 establece los parámetros
mínimos para el empleo de la fuera por agentes estatales y la necesidad de
diferenciar el trabajo de militares y policías en el empleo de la fuerza.
Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso Durand y Ugarte Vs.
Perú, Sentencia de 16 de agosto de 2000, se detalla sobre la
proporcionalidad en el uso de la fuerza y el legítimo derecho del Estado a
defender su estabilidad democrática.
Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso Montero Aranguren y
otros (Retén de Catia) Vs. Venezuela, Sentencia de 5 de julio de 2006,
también denominada Retén de Catia, uso de armas de fuego en un centro
penitenciario, detalla sobre la necesidad de los medios empleados para
restablecer el orden en el centro penitenciario.
Corte Interamericana de Derechos Humanos, caso Nadege Dorzema y otros
vs. República Dominicana, sentencia de 24 de octubre de 2012. Legalidad y
excepcionalidad en el empleo de la fuerza, los principios de legalidad,
necesidad y proporcionalidad en la intervención de los agentes estatales
Marco Normativo Nacional
Manual de Derechos Humanos
Mediante la Resolución Ministerial N° 1452-2006-IN, de 31 de mayo de 2006,
se aprobó el Manual de Derechos Humanos Aplicados a la Función Policial
(en adelante el Manual) con los objetivos de:
a. Establecer procedimientos y técnicas de intervención policial en el marco
del respeto de los derechos humanos.
b. Facilitar información sobre los aspectos doctrinarios y normativos del
derecho internacional de los derechos humanos que guarden relación con
la función de la Policía Nacional del Perú.
c. Promover y fortalecer las conductas de respeto y protección de los
derechos Humanos en las funciones y actividades que realiza la Policía
Nacional del Perú.
d. Constituirse en una herramienta obligatoria en el ejercicio de la función,
así como en la formación, capacitación y especialización policial.
El Manual de Derechos Humanos Aplicados a la Función Policial constituye
la principal herramienta normativa de carácter sectorial que desarrolla
aspectos relativos a los procedimientos policiales, el uso de la fuerza y los
medios de policía, incluyendo las armas de fuego, regulados en el marco de
los estándares internacionales aplicables a la función policial que en materia
de derechos humanos vinculan al Estado peruano.
El Manual es un instrumento jurídico de singular importancia para el
Ministerio del Interior que, a falta de una ley sobre la materia, establece las
reglas esenciales para el adecuado uso de la fuerza, a través de los medios
del policía, incluyendo las armas de fuego.
Iniciativas Anteriores
Proyecto de Ley N° 3393/2009-CR
Proyecto de Ley N° 3447/2009-CR
En agosto de 2011, el Grupo Parlamentario Fujimorista presentó el Proyecto de Ley
N° 81-2011-CR, iniciativa que tenía el objetivo de establecer el marco legal que
regule el empleo de la fuerza por parte del personal de la Policía Nacional del Perú.
En mayo de 2012, el Congreso de la República aprobó el Proyecto de Ley indicado.
Sin embargo, la autógrafa fue observada por el Presidente de la República a pedido
del Ministerio del Interior. En junio de 2012, la Comisión de Defensa aprobó un
dictamen de insistencia que se encuentra pendiente de ser puesto a consideración
del pleno congresal.
Mediante la Resolución Ministerial N° 1226-2011-IN/0105, de 30 de noviembre de
2011, el Ministerio del Interior constituyó un grupo de trabajo sectorial que formuló
un proyecto de ley de uso de la fuerza por parte de la Policía Nacional del Perú que
fue presentado mediante el Informe N° 016-2012-IN/’0105, de 20/02/2012 (Hoja de
Trámite N° 20120201089). En esta tarea el Comité Internacional de la Cruz Roja
ICR participó brindando asistencia técnica.
II. Propuesta Normativa
El artículo 1º de nuestra Constitución, concordado con la Ley de la Policía
Nacional – Decreto Ley Nº 1148, articulo 4 y 6.1, establece que la Policía
Nacional, en el ejercicio de sus funciones debe respetar los derechos
humanos y las libertades fundamentales de las personas. Para lo cual
empleará la fuerza sólo cuando sea estrictamente necesario y en la medida
que lo requiera el ejercicio de sus funciones.
El artículo 44º de la Constitución establece que son deberes primordiales del
Estado el defender la soberanía nacional, garantizar la plena vigencia de los
derechos humanos, proteger a la población de las amenazas contra su
seguridad; y, promover el bienestar general que se fundamenta en la justicia
y en el desarrollo integral y equilibrio de la Nación.
Asimismo, el artículo 166º de nuestra Carta Magna señala que la Policía
Nacional tiene por finalidad fundamental garantizar, mantener y restablecer el
orden interno. Presta protección y ayuda a las personas y a la comunidad.
Garantiza el cumplimiento de las leyes y la seguridad del patrimonio público y
privado. Previene, investiga y combate la delincuencia. Vigila y controla las
fronteras.
En el mismo sentido, el artículo 2º y 3º de la Ley Nº 1148 – Ley de la Policía
Nacional del Perú, establece que tiene por finalidad garantizar el orden
interno, el libre ejercicio de los derechos fundamentales de las personas y el
normal desarrollo de las actividades ciudadanas. Es profesional y
jerarquizada. Sus integrantes representan la ley, el orden y la seguridad en
toda la República y tienen competencia para intervenir en todos los asuntos
que se relacionan con el cumplimiento de su finalidad fundamental.
En ese sentido, mediante Resolución Ministerial Nº 1452-2006-IN de fecha
31 de mayo de 2006, se aprobó el “Manual de Derechos Humanos aplicable
a la Función Policial”, el cual procura impulsar y fortalecer las conductas de
respeto y protección de los Derechos Humanos en las funciones y
actividades que realiza la Policía Nacional del Perú, a fin que se constituya
en una herramienta obligatoria en el ejercicio de su función, como también en
la formación, capacitación y especialización policial.
Los Principios Básicos sobre el empleo de la fuerza y armas letales por los
funcionarios encargados de hacer cumplir la ley adoptados por el Octavo
Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y Tratamiento
del Delincuente, celebrado en La Habana, constituyen directrices a ser
implementadas en los ordenamientos jurídicos nacionales, de los cuales el
Perú es país signatario.
Considerando que la Policía Nacional en cumplimiento de sus funciones
constitucionales actúa en defensa de la persona, la sociedad y el Estado,
empleando la fuerza para garantizar y restablecer el orden interno, resulta
necesario que su personal cuente con una Ley que regule el empleo de la
fuerza.
La fuerza es el medio compulsivo que emplea el personal de la Policía
Nacional, como acto legal, legitimo y profesional, para lograr el control de una
situación que atenta contra el orden, la propiedad publica o privada, la
seguridad, la integridad y la vida de las personas
Las reglas del empleo de la fuerza por el personal de la Policía Nacional,
contiene disposiciones basadas en el Código de Conducta para Funcionarios
encargados de Hacer cumplir la ley, los Principios Básicos sobre el Empleo
de la Fuerza y Armas de Fuego por los funcionarios encargados de hacer
cumplir la ley de Naciones Unidas, la jurisprudencia del Sistema
Interamericano de Derechos Humanos y se sustentan en el respeto de los
Derechos Humanos y en los siguientes principios:
Legalidad
El empleo de la fuerza por parte del personal de la Policía Nacional se debe
orientar a lograr un objetivo legal, esto es un objetivo establecido en normas
nacionales o internacionales. Asimismo la Policía Nacional solo empleara la
fuerza a través de medios y métodos contemplados y regulados en la
legislación nacional.
Necesidad
El empleo de la fuerza debe ser siempre excepcional. En esta medida, el
personal de la Policía Nacional solo empleara la fuerza cuando luego de
intentadas otras alternativas de solución del problema, esta representa el
único recurso para el cumplimiento de su deber, esto es cuando otros medios
resulten ineficaces o no garanticen de ninguna otra manera el logro del
objetivo legal buscado.
Proporcionalidad
El empleo de la fuerza es proporcional cuando existe una equivalencia entre
la gravedad de la amenaza o acto ilícito y el nivel de fuerza a emplear para
evitarlos o controlarlos. Para evaluar la gravedad de la amenaza se debe
considerar, entre otras circunstancias, la intensidad y peligrosidad de la
agresión, la forma de proceder del agresor, la hostilidad del entorno y los
medios que disponga el policía para defenderse.
Por otro lado el Titulo II, regula entre otros los niveles de empleo de la fuerza
por el personal policial, que responden al nivel de resistencia del intervenido
y a la situación que motiva la intervención.
Los niveles del empleo de la fuerza son los siguientes:
Preventivo
Presencia policial.- Entendida como demostración de autoridad, en que el
personal de la Policía Nacional correctamente uniformado, equipado, en
actitud diligente, alerta y realizando una observación efectiva, le permite
disuadir y prevenir la comisión de una infracción o un delito.
Verbalización.- Es el uso de la comunicación oral con la energía necesaria y
el empleo de términos adecuados que sean fácilmente entendidos y
comprendidos por las personas a intervenir, facilitando su control individual o
grupal.
Control de Contacto.- Es el empleo de habilidades tácticas por parte del
personal policial para asegurar y controlar al intervenido o intervenidos.
Reactivo
Control físico. Es el empleo de las técnicas policiales que permiten
controlar, reducir, inmovilizar y conducir al intervenido, evitando en lo posible
causar lesiones innecesarias.
Técnicas defensivas no letales. Se recurre al equipo policial, lo que permite
contrarrestar y/o superar el nivel de agresión o resistencia.
Fuerza potencialmente letal. Disparo del arma de fuego por el personal de
la Policía Nacional, contra el cuerpo de quién ejerza una agresión letal, con el
objetivo de controlarlo y defender la vida propia o de otras personas.
La norma resalta, que el empleo de la fuerza letal contra las personas es
excepcional. Solo podrá utilizarse cuando sea estrictamente inevitable para
proteger una vida, en los casos siguientes:
-
En caso de defensa de la vida del personal policial o de terceras
personas, en caso de peligro inminente de muerte o lesiones graves;
-
Con el propósito de evitar la comisión de un delito particularmente grave
que entrañe una serie amenaza contra la vida; o cuando en una situación
de fuga o resistencia a la autoridad, se pone en peligro inminente de
muerte o lesiones graves al personal policial o terceras personas.
Se precisa que el personal de la Policía Nacional, antes de emplear la fuerza
letal, seguirá el siguiente procedimiento: identificarse plenamente como
policía; dar al presunto infractor o infractores una clara advertencia de su
intención de emplear fuerza letal, con el tiempo suficiente para que lo
entiendan y depongan su actitud.
Estos procedimientos no serán necesarios, si su empleo crease un riesgo de
muerte o lesiones graves para el personal policial o terceras personas, o la
advertencia resultara evidentemente inadecuada o inútil, dadas las
circunstancias del caso.
La facultad de recurrir al empleo de la fuerza en determinadas circunstancias
cuando otros medios resultan ineficaces, lleva consigo la gran
responsabilidad de velar para que ésta se ejerza lícita y eficazmente, ya que
su uso excesivo afecta directamente los derechos humanos.
El Derecho Internacional de los Derechos Humanos, en lo que se refiere al
empleo de la fuerza por parte del Estado, protege la vida, la integridad y la
dignidad de las personas en todo momento, tanto en la paz como en contra
de actos arbitrarios de los Estados.
Para que estas protecciones sean efectivas, las disposiciones internacionales
deben incorporarse en la legislación nacional. Por esta razón se han
incorporado los aspectos referidos a equipamiento, capacitación y
entrenamiento,
detallándose
claramente
los
procedimientos
y
responsabilidades del personal de la Policía Nacional.
En el ámbito internacional, el derecho a la vida, es el derecho humano
supremo, ya que, si éste careciese de garantías efectivas, todos los demás
derechos humanos no tendrían sentido. El derecho de todas las personas a
la vida, a la libertad y a la seguridad personal está consagrado en el artículo
3º de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Estos derechos se
reiteran en los artículos 6.1 y 9.1 del Pacto Internacional de Derechos Civiles
y Políticos (PIDCP), así como en los instrumentos regionales (artículos 4.1 y
7.1 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, artículo 2º y 5.1
del Convenio Europeo para la protección de los derechos humanos y de las
libertades fundamentales, y artículos 4º y 6º de la Carta Africana de los
derechos del hombre y de los pueblos). El artículo 6.1 del PIDCP establece lo
siguiente: “El derecho a la vida es inherente a la persona humana. Este
derecho estará protegido por la ley. Nadie podrá ser privado de la vida
arbitrariamente”. El artículo 9.1 del mencionado Pacto estipula que “todo
individuo tiene derecho a la libertad y a la seguridad personales. Nadie podrá
ser privado de su libertad, salvo por las causas fijadas por ley y con arreglo al
procedimiento establecido en ésta”.
Debido a la especial naturaleza de la función policial, que implica el uso de
medios, equipos u otros artefactos y sustancias que pueden incidir directa y
gravemente en la vigencia de la integridad y libertad personales o el derecho
de reunión, la Policía Nacional del Perú se encuentra especialmente
vinculada por los principios de legalidad, necesidad y proporcionalidad. En
ese sentido estos principios obligan al personal de la Policía Nacional a que
cuando emplee la fuerza, lo haga en la medida que ello sea necesario para
neutralizar la amenaza concreta de los bienes jurídicos que se pretenden
garantizar. De ninguna manera significa avalar la comisión de actos violentos
por parte de participantes de las manifestaciones o de otros individuos
confundidos entre ellos.
En este contexto, es necesaria la expedición de una Ley para que se regule
expresamente el empleo de la fuerza para la Policía Nacional del Perú,
III. ANALISIS COSTO-BENEFICIO
La presente iniciativa legislativa no irroga gasto adicional al Erario Nacional,
por cuanto las disposiciones contenidas pretenden regular la conducta del
personal de la Policía Nacional del Perú en el ámbito legal y operativo
respecto al empleo de la fuerza.
Como beneficio de la presente norma, se verán fortalecidos los derechos
tanto del personal de la Policía Nacional del Perú, quienes tendrán seguridad
jurídica en su actuar; como los derechos de los ciudadanos en general,
consolidando el respeto a los derechos constitucionales, con reglas claras
para ello.
IV. EFECTO DE VIGENCIA DE LA NORMA EN LA LEGISLACIÓN
NACIONAL
La presente iniciativa legislativa busca normar las reglas de empleo de la
fuerza por parte del personal de la Policía Nacional del Perú.
No hay antecedente previo en materia de empleo de la fuerza para la función
policial y por tanto no se deroga ni reforma norma antigua.
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