La mojabilidad: El desafío incipiente de los carbonatos La mojabilidad ha desempeñado un rol muy importante en el campo Bahrain y en su estrategia de desarrollo actual. El campo está compuesto por 16 yacimientos, que en su mayoría corresponden a carbonatos. La mayor parte de la producción proviene del yacimiento Mauddud, el cual es fuertemente mojable por petróleo y contribuye con el 35% de la producción total de petróleo proveniente del campo. En el año 1938, después de seis años de producción, el operador puso en marcha un proyecto de inyección de gas para mantener la presión del yacimiento. La base de esta decisión era simple conveniencia; se disponía de un volumen de gas suficiente en los yacimientos más profundos. En ese momento, los ingenieros petroleros no consideraban la mojabilidad a la hora de tomar decisiones relacionadas con los yacimientos. Ahora que comprendemos mejor la mojabilidad, y la mojabilidad preferencial de esta zona, sabemos que la inyección de gas fue la decisión correcta, tal como lo ilustran las diferencias observadas en los valores de recuperación entre las zonas de la formación inundadas con gas y las zonas inundadas con agua. Las zonas norte y sur siguen siendo mantenidas por el mecanismo de empuje de agua lateral, a pesar de haber transcurrido 70 años desde la inyección de gas en el yacimiento Mauddud. En estas zonas de influjo de agua, los estudios han demostrado que a pesar de los altos valores de saturación de petróleo existentes en el yacimiento Mauddud, el agua fluye fácilmente a través de los poros. Si bien existe un trayecto de petróleo continuo, la permeabilidad relativa al petróleo es muy baja (véase “Los fundamentos de la mojabilidad,” página 48). El resultado es un corte de agua del 98%. De manera que cada incremento de 1,000 bbl/d [160 m3/d] de la producción de petróleo arrojaría un volumen adicional de 50,000 bbl/d [8,000 m3/d] de agua. Esto sobre-exige las instalaciones de superficie y requiere un proceso adecuado y eficiente de tratamiento y eliminación del agua. Contrariamente, en las zonas sostenidas fundamentalmente con inyección de gas seco, el gas que entra en contacto con el petróleo desencadena un mecanismo de enriquecimiento eficiente. Como resultado, el gas asociado producido conlleva volúmenes significativos de líquido (32 bbl de petróleo por MMpc [180 m3/millón de m3] de gas). A pesar de este mejoramiento de la producción, el proceso no es tan eficiente en el yacimiento Mauddud mojable por petróleo: los estudios de campo han demostrado que incluso dentro del casquete de gas de 70 años, existe una saturación de petróleo residual que oscila entre el 50% y el 60%. Cuando el gas inyectado entró en contacto con este petróleo residual durante el extenso período de inyección, despojó al petróleo de los componentes más livianos. Es probable que el petróleo residual sea un petróleo pesado (véase “Los asfaltenos: Problemáticos pero ricos en potencial,” página 24). Hasta que concluyamos las pruebas de muestras de núcleos planificadas, no sabremos cuán pesado es el petróleo residual, cuán difícil será su movilización, o cuánto petróleo incremental podremos extraer. Estas preguntas fundamentales deben ser abordadas de manera inmediata. Para sumar aún más complejidad, el casquete de gas dificulta la producción de la delgada columna de petróleo subyacente. En casi todos los pozos terminados por debajo del casquete de gas, el proceso de conificación del gas es instantáneo y resulta difícil de controlar sin que se produzca pérdida de la productividad de petróleo. Este fenómeno se observó incluso en los pozos horizontales y desviados, aunque en menor grado. Muchos métodos de recuperación son teóricamente efectivos en los sistemas que son mojables por petróleo. Estos métodos incluyen la inyección de vapor, el desplazamiento miscible y la inyección de CO2 (para los tratamientos de estimulación); nosotros hemos probado procesos de inyección microbiana y química con éxito positivo, pero limitado en este campo. Existen buenas razones para suponer que la industria centrará sus máximos esfuerzos en la resolución de los problemas de maximización de la productividad y la recuperación en los yacimientos mojables por petróleo, mediante la invención e implementación de nuevas tecnologías. No obstante, el desafío real será desarrollar un sistema de colaboración viable que despierte el interés de las compañías de servicios, las universidades, los centros de investigación y las compañías petroleras nacionales e internacionales, para colaborar en el desarrollo de técnicas innovadoras destinadas a resolver los problemas de toda la industria. Por otro lado, reconocemos que nuestra industria necesita en forma urgente un influjo de científicos jóvenes y talentosos, que estén preparados para pensar de manera creativa y ofrezcan enfoques novedosos para problemas complejos como el de la mojabilidad. Motivar a estos nuevos ingenieros e investigadores para que pasen a formar parte de nuestro sector es el desafío más importante con que hoy se enfrenta la industria del petróleo y el gas. El tiempo no está de nuestro lado porque el hallazgo de soluciones para problemas tales como la mojabilidad puede llevar años. No obstante, es probable que los hidrocarburos sigan siendo la principal fuente de energía en el futuro predecible y, con los precios atractivos que hoy ostenta el petróleo, éste es el momento de actuar. Sin embargo, aparecen ciertas preguntas: ¿Quién liderará el camino? ¿Quién realizará las inversiones necesarias para develar los secretos de la mojabilidad? Llevando nuevamente nuestra atención a los problemas prácticos del campo Bahrain, irónicamente, debemos estar agradecidos por el regalo que nos hizo la Naturaleza, al convertir al yacimiento Mauddud en un yacimiento mojable por petróleo verdaderamente desafiante. Si, por el contrario, hubiera sido un yacimiento mojable por agua, ahora estaría agotado y las oportunidades y desafíos que ofrece serían temas del pasado. Hisham Khalil Zubari Gerente del Departamento de Ingeniería Petrolera Bahrain Petroleum Company Awali, Reino de Bahrain Hisham Khalil Zubari es gerente de ingeniería petrolera de Bahrain Petroleum Company (Bapco). Ingresó en la compañía en 1986 como ingeniero petrolero y ocupó cargos de responsabilidad creciente hasta ser ascendido a su posición actual en el año 2007. En 1998, recibió el premio al ingeniero destacado, otorgado por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales de Bahrain. Ha escrito más de 10 artículos técnicos para la SPE, principalmente sobre el manejo de campos maduros, y ha efectuado numerosas presentaciones en diversos países. Es presidente de la Comisión de Pruebas de Pozos y auspiciante del Proyecto de Implementación del Sistema de Información Geográfica Corporativa en Bapco. Además, ha integrado diversas comisiones directivas de la SPE y es presidente del Programa de Bahrain de la SPE desde el año 2005. Hisham obtuvo una licenciatura en ingeniería petrolera de la Universidad de Texas, en Austin, en 1986. 1