palabras del ministro juan n. silva meza, presidente de la suprema

PALABRAS DEL MINISTRO JUAN N. SILVA MEZA, PRESIDENTE DE LA
SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN Y DEL CONSEJO DE LA
JUDICATURA FEDERAL, CON MOTIVO DEL SEMINARIO GOBERNANZA
GLOBAL Y CAMBIO ESTRUCTURAL DEL SISTEMA JURÍDICO MEXICANO,
EN EL INSTITUTO DE INVESTIGACIONES JURÍDICAS DE LA UNAM
México, D.F., a 26 de febrero de 2014.
Respetado Doctor José Narro Robles, rector de nuestra Universidad
Nacional Autónoma de México;
Distinguidos académicos y autoridades universitarias;
Licenciado Luis Raúl González Pérez, Abogado General;
Doctora Estela Morales Campos, Coordinadora de Humanidades;
Doctor Héctor Fix Fierro, Director del Instituto de Investigaciones jurídicas;
Doctora María Leoba Castañeda, Directora de la Facultad de Derecho;
Doctor José María Serna de la Garza, Coordinador de este Seminario;
Distinguidos invitados especiales:
Como cuestión de previo y especial pronunciamiento, dice Gustavo Gabi, que
quede constancia de mi particular agradecimiento al señor Rector, a las altas
autoridades de la Universidad, en especial a quienes me han precedido en el uso
de la palabra, por los conceptos que han vertido en relación con la Suprema Corte
de Justicia que represento, en relación con los reconocimientos que han elaborado
o que hemos recibido por lo que pudiera ser lo ordinario de nuestro trabajo,
reconocimiento que nos compromete.
Mi agradecimiento, también especial, a estas autoridades universitarias, a estos
distinguidos académicos, por el apoyo que han ofrecido, invaluable, para hacer
realidad iniciativas globales como ésta que dan muestra de la importancia de ligar
a la academia con el trabajo cotidiano de las instituciones públicas y vaya que el
tema de este Seminario da para ensanchar esta relación institucional. Es evidente
la participación del Doctor José María Serna.
Como lo he dicho en otros foros, entre los jueces del país existe inquietud frente a
la aparición de nuevas herramientas protectoras de los derechos, pues sólo serán
los jueces quienes podrán construir los cauces que normalicen la aplicación del
derecho internacional en el ámbito interno.
Aunque el cambio estructural del sistema jurídico se utiliza en ocasiones como
frase retórica, es innegable que las reformas recientes nos han inscrito en una
necesaria reconstrucción constitucional que nos obliga a reformular conceptos
básicos, tan básicos y sencillos como los de seguridad, confianza, respeto a los
derechos humanos y al Estado de derecho.
Esto cobra una relevancia adicional, si asumimos como normal, que el derecho de
los países tiende a internacionalizarse, lo cual no podría ser de otra manera a
partir de que los países estamos inscritos en un mundo globalizado que, como
puede anticiparse no tiene vuelta atrás.
Actualmente se dice que las relaciones internacionales han dejado de poner en el
centro a los Estados para dar pie a la centralidad del individuo.
El interés nacional concebido hace justo un siglo en torno a la concepción
soberanista y la razón de Estado, ha dejado de tener sentido si no es proyectado
hacia el individuo. Los derechos de las personas ocupan ahora el centro de
gravedad en el concierto internacional.
Las decisiones que hoy inician en este Seminario, se entienden como la
continuación de las actividades que, desde hace casi cuatro años, nos han
acercado con nuestros distinguidos amigos del Instituto Max Planck, que
cotidianamente desarrollan una agenda global de investigación, desde ese
prestigioso instituto alemán, en colaboración con nuestro Instituto de
Investigaciones Jurídicas de la UNAM.
Estos esfuerzos conjuntos, concertados años atrás con el decidido apoyo del
siempre bien recordado maestro Jorge Carpizo, se orientan hacia la conformación
de un corpus iuris latinoamericano, que más que hacer complicada la tarea del
juez de primer contacto, desde ahora convertido en juez interamericano, como lo
ha señalado Eduardo Ferrer, propone una ruta de trabajo que permite potenciar al
máximo los contenidos obligacionales de los derechos, en especial del derecho
internacional en el ámbito interno. Es por eso que los jueces no podemos
quedarnos fuera de este debate, que nos conduce al interés común de armonizar
cada uno de los derechos consagrados en nuestra Carta Fundamental y en el
derecho adoptado, de fuente internacional.
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El juez debe estar consciente de que actúa en el contexto de un mundo
globalizado, que una sola decisión suya puede tener efectos no predecibles,
incluso en otros países.
Lo cual, nos conduce a la noción de gobernanza como clave para llegar a una
mejor comprensión de la nueva estructura que, desde una perspectiva
indiscutiblemente democrática, está adquiriendo el sistema jurídico mexicano.
La incursión del término gobernanza en la gestión pública y en el diseño de
políticas institucionales, abona al desarrollo de un lenguaje común internacional
que tiene su base en la convicción de consolidar a cada nación bajo el paradigma
democrático, y puede ayudarnos a entendernos mejor, en México, un fenómeno
que desde hace décadas ocurre en otros lugares.
Como puede verse los objetivos que plantea este Seminario impactan
directamente la labor de los juzgadores, pues en los tribunales se dilucida en
forma definitiva la concordancia de las políticas públicas y de la gestión de asuntos
de interés público con los principios de respeto a los derechos humanos, con el
funcionamiento del Estado de Derecho y con el funcionamiento y promoción del
desarrollo con equidad, característicos de cualquier modelo de gobernanza
internacionalmente aceptado en la actualidad.
Por ello, quiero felicitar al Doctor José María Serna, organizador de este evento,
por el acierto de convocarnos a tres instituciones, la UNAM, el Instituto Max Planck
y la Suprema Corte de Justicia de la Nación, a reflexionar en torno de esta
transformación de nuestro sistema jurídico, donde la gobernanza puede
convertirse no sólo en una línea de investigación y trabajo, sino en una avenida de
conocimiento común sobre la que podemos reflexionar una serie de
preocupaciones compartidas que claramente acercan a la academia con la tarea
interpretativa de los jueces.
Auguro resultados muy fructíferos para todos en este Seminario.
Muchas gracias.
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