6 DON BOSCO animación Julio 2002 ÀQuŽ pasa si me ÒcomoÓ un extasis? El 33 por ciento de los j—venes espa–oles residentes en grandes ciudades ha probado el Žxtasis. M‡s aœn: tres de cuatro asegura conocer a alguien que los ÒcomeÓ habitualmente. El 70% tiene menos de 25 a–os; el 35Õ2 son estudiantes. El 15% de la muchachada madrile–aesto es, casi dos de cada diez adolescentes de entre 14 y 19 abrilesconsume sin reparos drogas de s’ntesis. El panorama de los pa’ses de nuestro entorno no es m‡s alentador: el 3% de los chicos europeos ha probado Žxtasis. Definitivamente aqu’ y all‡, el futuro es tan qu’mico como electr—nico. Es la pregunta que m‡s de 200.000 j—venes espa–oles se hicieron un d’a. Hoy no se la hacen. Hoy responden ellos mismos a otros ingenuos que quiere experimentar porque ven actuar a sus compa–eros. La respuesta la puede dar hoy cualquier adolescente consumidor, por desgracia, cada vez m‡s joven. - El coraz—n se acelera, te da marcha, tienes ganas de moverte, de brincar y saltar.. de bailar... Te sientes mucho m‡s sensible, se te eriza la piel cuando te acarician y parece que siempre te acarician. Pueden tener unas erecciones de muerte... Pastillas sonrientes, tatuadas con dibujos divertidos. Parecen inocuas y quien las toma no siente la culpabilidad de consumir hero’na o coca’na. Se asemejan a medicinas para dormir...Estas pastillas, el Žxtasis, por ejemplo, tienen grandes posibilidades de llegar a ser las drogas del futuro. Tabletas f‡cilmente asequibles a quien tiene poco dinero y a quien quiere enga–arse pensando que puede controlar sus efectos f‡cilmente, sin morirse y sin tener que robar como los yonkies de anta–o. Se busca pasar el fin de semana sin perder un minuto y bailar toda la noche sin cansarse. Pero la realidad de estas drogas de dise–o que consumen en el mundo 20 millones de j—venes, es muy distinta. Detr‡s de su apariencia amigable, nadie sabe lo que hay exactamente en cada una de ellas. Se trata de m‡s de 200 sustancias diversas, pero lo que m‡s se vende es el Žxtasis que responde a las siglas MDMA (metilendioximetanfetamina). Las œltimos fallecimientos de adolescentes levantaron multitud de comentarios en nuestra sociedad, que, por otra parte, sabe olvidar f‡cilmente las situaciones dolorosas a medida que los medios de comunicaci—n van cambiando de tema... Son algo m‡s de treinta las muertes que pueden contarse en la œltima dŽcada por esta causa. El peligro mayor, con todo, est‡ en las consecuencias de que miles de "empastillados" conduzcan veh’culos o puedan verse envueltos en revueltas callejeras. Por otra parte, los cient’ficos se–alan efectos neurot—xicos a largo plazo que se resumen en dos palabras que producen pavor: vejez prematura. Si hay peligro ya por la simple ingesta, Žste aumenta por dos situaciones, por desgracia, frecuentes: el acompa–amiento con otras substancias y por un grado alto de pureza. Ambas suponen un alto riesgo. Angel Tom‡s Garc’a Sacerdote Salesiano, Psic—logo Cl’nico, fundador del Ògrupo martesÓ en Valencia, cuenta con una amplia experiencia del tema de las drogas y los j—venes. Actualmente es el Provicial de los salesianos en la Inspector’a Salesiana de Valencia Los chicos y chicas comienzan a tomar pastillas cada vez m‡s j—venes ya que con cada vez menos edad, comienzan, tambiŽn, a salir los fines de semana por la noche. Los 14 — 15 a–os son muy propicios por el mimetismo y el idealismo que conllevan. Los pilla en la secundaria, en cuanto a los estudios se refiere, y en la actualidad, en la subcultura juvenil del botell—n. La mezcla con alcohol o con otras substancias puede acarrear muy malas consecuencias para la salud. Se suele mezclar con alcohol, tabaco, alucin—genos, coca’na, anfetaminas... Pasan momentos dif’ciles, pero entre los consumidores persiste falsamente la idea de baja peligrosidad en las drogas de s’ntesis. Por otra parte un gran peligro que amenaza cada vez m‡s a los ingenuos consumidores es que las pastillas que se ofrecen son cada vez m‡s puras. Segœn los entendidos y profesionales de laboratorios el 50 % de pureza en una sola pastilla supone ya 100 miligramos de MDMA. La dosis t—xica para una persona de 70 kilos empieza en los 100 miligramos. El psiquiatra D. JosŽ Cabrera, jefe de los Servicios de Informaci—n del Instituto Nacional de Toxicolog’a llama a este fen—meno "la ruleta rusa", por el gran peligro que supone para la vida de un muchacho fuerte. En el momento de adquirir pastillas ni el vendedor ni el comprador saben el grado de pureza de cada unidad. Tampoco lo indican los logotipos o dibujos que sustenta la pastilla, correspondientes œnicamente a cada red de tr‡fico y menos el color que pueden presentar debido a las sustancias y colorantes de la mezcla. Todo esto a–ade al peligro oculto, la incertidumbre e ignorancia. El consumidor se deja llevar m‡s por la asequibilidad del precio que por las consecuencias de este fen—meno, hoy por hoy, imparable. Lo m‡s importante es prevenir y evitar caer en la consumici—n de pastillas. Pero no siempre se va a poder lograr. Los expertos por eso, con realismo, buscan que el joven aœn consumiendo, corra los m’nimos riesgos. Se–alan las siguientes recomendaciones para salir mejor parados de la noche: - Es conveniente tomar l’quidos, como agua o zumos de fruta, cada hora. - Salir a tomar el aire, de cuando en cuando y descansar entre baile y baile es fundamental para evitar el golpe de calor y el infarto cerebral. - El peligro de la mezcla de alcohol y pastillas es que las bebidas con gradaci—n aumentan aœn m‡s la temperatura del cuerpo al tener un efecto vasodilatador inicial. - La mezcla con otras substancias estimulantes como anfetaminas es peligrosa porque los efectos de aceleraci—n se multiplican descontroladamente. - Hay que intentar averiguar la pureza de las pastillas que se ingieren. Como medida preventiva siempre es mejor no tomarla entera y comprobar el efecto de la porci—n. Se trata de una forma de autocontrol que no existe en el caso de otras substancias como las coca’na o la hero’na. - Si se vuelve en coche debe ponerse al volante uno que no haya tomado drogas para llevar al resto de amigos a casa. DON BOSCO animación Julio 2002 7 Dos de cada diez adolescentes espa–oles las consumen habitualmente. Es como una religi—n del fin de semana, una catarsis colectiva que recorre Europa con el sello de una rebeld’a que alimenta Žsta y otras demoledoras mezclas anfetam’nicas. Atenci—n: no son ningœn juego. Ya es un goteo de j—venes los que han murto con ellas en el cuerpo. Y tœ, ÀquŽ opinas? Considero que la gente que est‡ metida en el mundo de la drogas y m‡s concretamente del Žxtasis, deber’a ser consciente de lo que est‡ metiŽndose en su cuerpo, ya que es una estœpida manera de destruir su propio organismo. Simplemente, la mejor forma de evitar todo este ÒmundoÓ es no comenzar.S—lo se necesita una gran fuerza de voluntad y unos buenos amigos para no sucumbir en este problema. Domingo Aymerich Aren—s Animador del Centro Juvenil Salesiano ÒPorta ObertaÓ de Burriana Àpor quŽ no las pastillas? Que dif’cil resulta hoy en d’a salir una noche de fiesta y enfrentarte a las drogas. Las encuentras por todas partes. Yo, con mi propia experiencia, considero que las pastillas en un joven como yo, son algo innecesario., porque yo tengo una vida llena de satisfacciones, de cari–o, de amor, de ilusiones y de esperanzas. Àpor quŽ no las pastillas? Para m’ las pastillas te dan o te provocan unos efectos diferentes y artificiales: excitaci—n, alucinaci—n, eufor’a...Yo no tomo pastillas porque no necesito para ser feliz que ninguna sustancia extra–a que provoque en mi unos efectos o trate de producirme unas sensaciones artificiales. Cunado una persona tiene una vida llena de recompensas, de cari–o, de aceptaci—n, no necesita tomar ninguna sustancia por barata que sea. Pues el efecto que me puede producir lo puedo yo conseguir con una caricia, con una sonrisa, con un te quiero o incluso, porque no, con un perd—n. Por eso para m’ Á ni probarlas ! Alberto Chord‡ Mart’ Maestro. Animador del Centro Juvenil Salesiano ÒPorta ObertaÓ de Burriana Este tema es bastante complejo para los j—venes de hoy en d’a. Seguramente aquellos que lo vivimos desde fuera lo vemos como algo que no nos va a llegar, pero la realidad es lo tenemos a la alcance de la mano. Personalmente, creo que todo el que no se lo plantea no tiene porque caer en Žl, pero para ello tenemos que tener una fuerte personalidad y tener la suficiente informaci—n de lo que nos puede perjudicar todo el tema de la droga, personalmente y familiarmente. Jorge PŽrez Pre-2 del Centro Juvenil Salesiano Ò Porta Oberta Ò Burriana. Es un l‡stima, que la informaci—n sobre este VENENO, mata-j—venes que son las pastillas, sea tan escasa y a veces dif’cil de conseguir, por lo menos en mi alrededor. TambiŽn es una realidad palpable, no hace falta buscar mucho para encontralas. Yo por mi parte no soy quien para decir efectos secundarios y consecuencias a largo o corto plazo... pero en mi opini—n el efecto secundario real es que est‡ ÒhodiendoÓ a la juventud actual, que en definitiva es la sociedad del futuro. Vicente Gozalbo Ingeniero T. Agr’cola, 21 a–os, animador del C.J. Porta Oberta.