FORMAS Y ESPACIOS INTERVENCIONES DISEÑO Diseñar es un acto humano fundamental; ciertas acciones son no sólo intencionales, sino que terminan por crear algo nuevo, es decir, son creadoras. Diseño es toda acción creadora que cumple su finalidad. LA CREACIÓN SATISFACE LAS NECESIDADES HUMANAS. La creación no existe en el vacío, forma parte de un esquema humano, personal y social. El hacer algo surge ante la necesidad, esto es, si somos creadores. Es ésta la única elección que cabe en la vida: o limitamos nuestros deseos y necesidades para adaptarnos a lo que las circunstancias nos ofrecen, o bien utilizamos toda nuestra imaginación, conocimiento y habilidad para crear algo que responda a dichas necesidades. Como individuos, hacemos tal elección en forma independiente, y, como grupo social, en conjunto. Todo lo que usamos (ropas, casas, ciudades, maquinarias, etc.) se inventó para llenar alguna necesidad. Nuestras necesidades son de orden espiritual y emocional tanto como material. FUNCIÓN Y EXPRESIÓN. Crear significa hacer algo nuevo a causa de una necesidad humana: personal o de origen social. Estas necesidades presentan dos aspectos: uno funcional (entendiendo por función el uso específico a que se destina una cosa), y otro expresivo. La importancia relativa de ambos aspectos, función y expresión, varía según las necesidades. Consideremos dos casos extremos: si un físico nuclear necesita un instrumento para medir la radiactividad, al diseñarlo tendrá especialmente en cuenta la función; si un artista se dispone a pintar un cuadro, pensará probablemente en la expresión. Expresión significa significado en la forma. Algunas formas poseen esta clase de significado, otras no. Es probable que el cuadro lo tenga, pero el instrumento no. EL PROCESO DE DISEÑO. En primer lugar, debe existir un motivo que impulse a diseñar. Tener algunas ideas propias sobre los requisitos (anatómicos, etc.) que debe llenar la cosa a diseñar y que todos los diseños existentes son malos. Poseer un fuerte deseo de intentar una nueva manera de utilizar los materiales (madera terciada, un plástico, etc.) o una nueva técnica (original tipo de juntura, etc.). Ser contratado por un fabricante que desea producir la cosa en cuestión de modo novedoso y a menor costo. Es posible continuar enumerando motivos, pero la idea es clara: sin un motivo no hay diseño. CAUSA PRIMERA. En el motivo, cualquiera que sea, se encuentra la necesidad humana. A éste se le asigna el nombre de causa primera, aquella sin la cual no habrá diseño. Es la semilla de la que surge el diseño. Resulta evidente que no cabe esperar comprender o juzgar un diseño sin conocer la causa primera. Adoptando una distinción de la estética, siempre es posible valorar aquello a que respondemos (me gusta, es importante para mí, me parece hermosa, etc.), pero no es posible evaluarlo si se desconoce la causa primera. O mejor aún, el juicio sólo es válido en la medida en que comprendamos dicha causa. Frecuentemente se piensa que los objetos son evaluados sin preocupar las causas primeras, este es uno de los motivos por los cuales estos juicios son tan pobres; en realidad, se acepta de hecho que algo gusta o disgusta y eso es todo. CAUSA FORMAL. Existe una causa primera. Se medita sobre ella y se sabe muy bien qué finalidad debe cumplir. Es preciso comenzar a imaginar cómo será el objeto de diseño, y éste empieza a adquirir forma en la mente. Es posible tomar lápiz y papel y garrapatear para ayudar a pensar. Se visualiza su forma preliminar, se tiene una idea acerca de los materiales a emplear, se imagina maneras de ensamblarlos. Este proceso constituye la causa formal. La construcción es un proceso secundario, y lo más probable es que la haga otra persona. Supóngase, no obstante, que el diseño y la construcción no están separados. Ocurre a veces que no es posible lograr una imagen mental detallada de lo que queremos hacer, y la única solución es comenzar a trabajar directamente con los materiales, con la sola guía de ideas y sentimientos más o menos vagos. Se trabaja en un estado de delicado equilibrio entre la dirección consciente y la intuición, hasta producir por fin una forma que jamás se imaginó inicialmente. Si se aspira a ser un diseñador de primera clase, hay que aprender a usar ambos métodos. Los valores de ambas experiencias se enriquecen mutuamente. CAUSA MATERIAL. En el diseño se visualiza la forma, pero el dibujo no es la cosa diseñada, simplemente representa una idea que se realizará materialmente. No es factible imaginar una forma real si no es en algún material, ya que no puede existir aparte de éste. Tal es la causa material del diseño. Se puede conseguir mucho de los materiales apelando a su cooperación, pero es imposible forzarlos. Hay que comprender su naturaleza y trabajar con ella, no contra ella. Es evidente lo que esto implica para la causa formal: nada de irresponsables vuelos de fantasía. Por supuesto que la fantasía interviene, pero siempre basada en el conocimiento de los materiales. Cuando más se sabe acerca del material, mejores y más imaginativas son las ideas. Es fácil deducir la estrecha interrelación que existe entre la causa formal y la material. Lo que queremos hacer (causa primera) sugiere ciertas formas y éstas sugieren a su vez materiales apropiados. O quizá se ha pensado en algún material que se desea usar, en cuyo caso la forma que imaginamos deberá adaptarse a esa finalidad y tendrá que surgir de las posibilidades del material. Siempre existe una interdependencia entre la forma y el material. CAUSA TÉCNICA. Parte de la naturaleza de los materiales es la manera en que podemos darles forma, lo antes mencionado acerca de ellos también es válido para las técnicas. Tal es la causa técnica del diseño. Lo que se desea hacer y el material elegido sugerirán herramientas y técnicas apropiadas. La forma sufrirá la influencia de las herramientas utilizadas para obtenerla, ya que debe expresar la herramienta y la técnica tanto como el material. Si la forma creada satisface la causa primera, si se expresa a través de materiales apropiados, si éstos están bien tratados y, por fin, si la totalidad se realiza con economía y elegancia, podremos afirmar que es un diseño. ARTES VISUALES. Lo dicho hasta ahora rige para todo diseño. Algunas de las artes visuales son: pintura, arquitectura, diseño de modas, escultura, tipografía, cinematografía, ilustración, etc. Tres cosas llaman la atención al considerar esta lista. Las artes como la pintura, la tipografía y la ilustración son, desde el punto de vista físico, bidimensionales. Aun cuando ofrecen una ilusión de profundidad, son físicamente planas. La arquitectura, el diseño de modas y la escultura son tridimensionales. De modo que algunas artes visuales tienen dos dimensiones y otras, tres. El cinematógrafo y artes similares como la danza, el teatro y la ópera, poseen una dimensión temporal aparte de las espaciales. Existen tres tipos de relaciones visuales: bidimensionales, tridimensionales y relaciones de secuencia y duración en el tiempo. Tal es la primera condición especial del diseño visual que debe tenerse en cuenta. RELACIONES VISUALES Y ESTRUCTURALES. Las relaciones visuales existen porque las vemos, si no podemos verlas no son visuales. Resulta evidente que deben apoyarse en algo objetivo, y ello es el sistema de relaciones estructurales que mantienen unida la obra y que son completamente independientes del hecho de que las veamos. Las relaciones estructurales son específicas y la única manera de captarlas es estudiar diseños particulares. Por otra parte, éstas son subjetivas, ya que dependen de la forma en que operan nuestras percepciones sensoriales y nuestra mente. El significado del término del término diseño queda limitado a las relaciones visuales.