La dialéctica materialista Vs. los “paradigmas” de investigación cualitativa y cuantitativa Lic. Iris Laureiro Ramírez Prof. Historia de la filosofía Lic. Roberto Fernández Blanco Prof. de Teoría de la Cultura e Intervención Sociocultural Universidad Central “Marta Abreu de Las Villas” “El teórico, que logra hallar por fin la solución concreta de uno u otro problema litigioso, se ve obligado objetivamente a pensar de modo dialéctico.” E. V. Ilienkov. Las investigaciones en su mayoría asumen como método general de la investigación la dialéctica materialista que, sin embargo, se convierte apenas en un referente formal. En muchas ocasiones, el procedimiento seguido refleja análisis y resultados elaborados según los principios de la lógica metafísica, que entrelazan de manera ecléctica e inconexa diferentes tendencias pedagógicas. Estas tendencias, que constituyen un reflejo de la praxis educativa, terminan por ser sustentadas por aquellos presupuestos filosóficos que se propusieron negar. La inserción del método dialéctico en el proceso de investigación supera los presupuestos de la metafísica, pero el no abandonar totalmente enfoques de base positivista conlleva a que tanto los resultados de la práctica como de la teoría terminen por obstaculizar la coherencia propia del sistema categorial al que se adscriben dichos procesos de investigación. Tales problemas, junto a la dicotomía existente entre los llamados ¨ paradigmas ¨ cuantitativos y cualitativos y la aplicación como sustento de la didáctica de categorías mal concebidas (ejemplo, lo concreto como lo evidente), son algunos elementos que imponen que la exposición de los referentes teóricos que sostienen esta investigación sean un poco más extensos. En el presente trabajo se parte de la intención de sistematizar en la dialéctica materialista como método de investigación y principio filosófico de interpretación de la realidad que sustenta el enfoque pedagógico contemporáneo denominado Histórico cultural, el cual es asumido como presupuesto epistemológico de hecho. Por lo tanto, la concepción de aprehensión y transformación de la realidad que se asume es la dialécticomaterialista; sus principios y categorías esenciales rigen la investigación, en tanto método. La dialéctica se considera una y la misma cosa con la gnoseología y la lógica, -donde el conocimiento se concibe como un proceso social y objetivo y no subjetivo individual. A pesar de que en su desarrollo histórico estos tres modos de aprehensión de la realidad han seguido caminos diferentes y a veces opuestos, los tres se unen de manera idealista en la lógica hegeliana. En el sistema de Hegel todas las demás capacidades cognoscitivas se consideran como tipos de pensamiento que todavía no han alcanzado una forma adecuada de expresión, este 1 III Conferencia Internacional La obra de Carlos Marx y los desafíos del Siglo XXI – Iris Laureiro Ramírez, Roberto Fernández Blanco incluye, además, la práctica como fase del proceso lógico, concepto que aparece reelaborado luego en la obra de los clásicos del marxismo porque las categorías y los esquemas de la lógica se deducen de la investigación de la historia del conocimiento y de la práctica de la humanidad y no del pensamiento en cuanto tal. De esta manera la lógica no puede ser otra cosa que la teoría que esclarece los esquemas universales del desarrollo del conocimiento y de la transformación del mundo material por el hombre social. Por ello Lenin apuntaba la completa relación de identidad entre la lógica, la teoría del conocimiento y la dialéctica. Comprender esta identidad significa concebir las formas y las leyes universales del desarrollo en general, reflejadas en la conciencia precisamente como formas y leyes lógicas del pensamiento a través de las determinaciones de las categorías. De acuerdo con lo anterior, en la investigación se enfatiza explícitamente en dos de las categorías de más amplio uso en todo proceso científico: lo cualitativo y lo cuantitativo. Más allá de su utilización empírica, estos conceptos deben ser estudiados en su condición de categorías que integran la dialéctica en tanto método general de estudio, aprehensión y transformación de la realidad. Momentos distintos de una misma cosa. (Hegel, Lenin, Iliénkov Referar). Históricamente el análisis en torno a lo cuantitativo y lo cualitativo ha sido separado como pares opuestos. Separación esta cuyo carácter evidentemente metafísico refiere al modo similar al que han sido separadas la lógica, la gnoseología y la dialéctica como ciencias. Esta segmentación, que se refleja en la primacía absoluta de uno u otro paradigma, sea el cuantitativo o el cualitativo, todavía precisa ser objeto de análisis, dado que de la comprensión del sesgo metafísico que introduce en el proceso de investigación dependen en gran medida no solo los resultados del proceso mismo, sino también del desarrollo ulterior del objeto de investigación, máximo si este es un objeto de carácter social. A partir de lo antes expuesto se deriva que en esta investigación se pretende refutar la tesis de lo cuanti y lo cuali como “ paradigmas ” de investigación y entenderlo únicamente como técnicas o metódicas a emplear a partir de las características propias del objeto, el tipo de investigación, las intenciones del que investiga,, etc. La contraposición- que aquí negamos por absoluta y reduccionista – y que revela el punto de vista del razonamiento abstracto(lógico formal) al considerar imposible la identificación directa de contrarios, trasciende la existencia de las Ciencias Sociales e incluso a las Ciencias Naturales puesto que está en la propia esencia de la búsqueda y desarrollo del conocimiento, lo que impone la necesidad de analizar la historia de la filosofía. Aristóteles distingue, en su concepto, cuatro tipos de cualidades de cualquier objeto. La última es un tipo de cualidad que está constituida por las formas o determinaciones geométricas del objeto, la figura y la forma. En el curso posterior de la filosofía se reducen a tres los cuatro tipos de cualidades precedentes: 1.Determinaciones disposicionales: hábitos, costumbres, disposiciones, capacidades, facultades, virtudes, tendencias, posibilidades del objeto. 2.Determinaciones sensibles: colores, sabores, sonidos. 3.Determinaciones mensurables: se prestan a ser sometidas a métodos objetivos de medida como número, extensión, figura y movimiento. Tal y como señala Rafael Plá, en ¨ Un acercamiento al problema de la exposición del sistema categorial de la dialéctica materialista ¨, el problema de la construcción de un sistema categorial del pensamiento fue 2 III Conferencia Internacional La obra de Carlos Marx y los desafíos del Siglo XXI – Iris Laureiro Ramírez, Roberto Fernández Blanco planteado desde la filosofía clásica alemana por Inmanuel Kant el cual fue el primero en reevaluar el papel de las categorías con que opera el pensamiento. Teóricos anteriores consideraban que las categorías formaban parte de la ontología tradicional en calidad de formas lógicas que permitían la unión de ideas distintas para la composición de cierta idea nueva. En su lugar, Kant concibió las categorías como las formas lógicas principales. En su obra plantea que existen doce de estos conceptos con mayor grado de generalidad los cuales considera fundamentales y enuncia divididos en cuatro clases: 1) Cantidad: unidad, pluralidad y totalidad. 2) Cualidad: realidad, negación y limitación. 3) Relación: relación de sustancialidad (sustancia y accidentes), relación de causalidad (la relación de causa a efecto); reciprocidad (entre agente y paciente). 4) Modalidad: posibilidad, existencia (realidad) y necesidad. Al filosofo alemán no le corresponde la creación de un sistema categorial nuevo, este se limitó a copiarlas de sus antecesores. En su esquema, Kant no supo encontrar la transición de una categoría a otra; lo cual, en no pocas ocasiones, convierte al sistema en una compleja relación de categorías en medio de una estructura inoperante. Posterior a Kant, Fichte incorpora un enfoque distinto del problema, pues, supo percibir aquello que no permitía a los kantianos romper con la lógica formal y construir el sistema categorial que resolviera las contradicciones que se planteaban al pensamiento. Al negar las antinomias, como esencia del desarrollo de todo proceso u objeto, Kant se detenía ante la posibilidad real del conocimiento y así limitaba el alcance cognoscitivo de las categorías. Por esta razón es que Hegel valora altamente la contribución de Fichte a la configuración de un sistema de categorías propio de la dialéctica. Aún cuando el dialéctico alemán le reprocha la tendencia al subjetivismo, éste es ¨(…) el primer intento racional que se ha hecho en el mundo para derivar las categorías. Pero este tránsito de una determinabilidad a otra es solamente un análisis hecho desde el punto de vista de la conciencia, y no en y para sí.” (Hegel, Lecciones sobre la historia de la filosofía, t. III, p. 472). La dialéctica supera la dicotomía de lo cualitativo y lo cuantitativo, considera tal separación sólo como una abstracción necesaria en el proceso del conocimiento. El proceso científico trata de reproducir lo concreto en la razón, no de convertir lo concreto en simples abstracciones: ¨ La actividad del separar es la fuerza y la labor del entendimiento, de la más grande y maravillosa de las potencias(…) ¨ (Hegel, Enciclopedia de las Ciencias Filosóficas, pág.154) No puede admitirse tal dicotomía en tanto la dialéctica en su forma específica está regida por principios que parten del reconocimiento de la identidad y desdoblamiento de los contrarios. Mediante un análisis histórico Hegel plantea, en la parte de su sistema filosófico idealista que dedica a la lógica, que la afirmación, como negación de la negación (lo infinito), tiene, en lugar de los lados abstractos del ser y de la nada, de lo algo y de lo otro, a la cualidad y la cantidad; donde cada una de estas categorías ocupa un determinado nivel de generalidad diferente uno de otro. Entendiendo aquí la verdad del ser y de la nada en la unidad de ambos, o sea en el devenir, unidad que debe ser concebida en la diversidad existente. Al suprimirse ambos(el ser y la nada) mediante su contradicción en sí su resultado es el ser determinado, o sea la cualidad. En el ser determinado, la determinación es una con el ser y a la vez puesta como negación, es límite y frontera, por lo que el ser otro no es un momento diferente fuera de sí, sino su propio momento. Por lo que la 3 III Conferencia Internacional La obra de Carlos Marx y los desafíos del Siglo XXI – Iris Laureiro Ramírez, Roberto Fernández Blanco cosa es por su cualidad finita y mudable, lo que puede parecer relativismo y no dialéctica, pero Hegel declara esta infinitud falsa o negativa, puesto que existe una verdadera infinidad, en tanto la cosa al convertirse en otra se acompaña solamente de sí misma o sea se refiere a sí misma (negación de la negación). Ahora, la relación que lo negativo tiene consigo mismo es negativa, o distinción de lo uno de sí mismo, posición de muchos unos. ¨ Los muchos son sin embargo cada uno de ellos lo que es el otro, cada uno es uno, o también uno de los muchos son por tanto, uno y lo mismo.¨ ( Hegel, Enciclopedia de las Ciencias Filosóficas, pág.125) La repulsión es a la vez atracción, el uno exclusivo se suprime, por tanto la determinación cualitativa que en el uno llega a su ser determinado en sí y por sí se convierte en el ser como cantidad (la determinación suprimida). La cantidad es el puro ser en donde la determinación es puesta como superada e indiferente del ser mismo, esta cantidad limitada es el cuanto, quien tiene su desenvolvimiento y determinación en el número. En el cuanto se hallan reunidos la exterioridad (lo cuantitativo) y el ser para sí(lo cualitativo), logrando su unidad inmediata en el cuanto cualitativo (la medida), mediante la cual un cambio del cuanto es también un cambio de la cualidad. Al decir de Iliénkov, el inicio del análisis matemático, estuvo en separar, entre la diversidad de cualidades de las cosas percibidas sensorialmente, solo una: su magnitud. Luego aparece la habilidad de comparar las cosas solo como magnitud. Más tarde, por necesidad, surgió la interrogante en torno a ¿cuánto precisamente es mayor o menor una magnitud que otra? Es aquí donde surgió la necesidad del número y el cálculo. El número tuvo entonces, desde su aparición, un sentido plenamente práctico-material, concreto. Lo anterior demuestra como lo cuantitativo y lo cualitativo, son única y exclusivamente momentos de una misma cosa, una realidad concreta que existe independientemente del pensamiento, pero que es mediada por él. Nótese que en lo arriba expuesto se hace evidente la identidad entre la lógica, la gnoseología y la dialéctica. Ambas categorías son determinaciones abstractas de las cosas. Se contraponen, pero a su vez se presuponen. Su unidad, lo que les da su sentido verdadero, está en la medida. Emplear estas categorías como fundamento de modelos excluyentes de investigación y transformación de la realidad es sustentar dichos modelos en fundamentos filosóficos que toman la lógica formal como base que se manifiesta en el eclecticismo teórico, metodológico y práctico cuando trata de conciliar los extremos de la contradicción en un aparente apaciguamiento. En este punto es donde se evidencia la falta de rigor conceptual y de un análisis concreto de los problemas, sin haber superado la contradicción. Para Iliénkov, uno de los procedimientos habituales en el pensamiento y el método metafísico, radica en presentar la contradicción interna como una contradicción externa entre dos cosas diferentes; cada una de las cuales no es contradictoria en sí. O sea, se ¨ resuelve ¨ la antinomia al situar los lados contrapuestos en diferentes relaciones o ¨ en tiempos diferentes ¨, dando pie a un eclecticismo empírico. Para Rafael Plá en ¨ La teoría del conocimiento del marxismo ¨ : ¨ Allí donde el metafísico trata de ver una relación externa entre dos “cosas”, el dialéctico ve solo la relación entre dos momentos abstractos de una misma “cosa” (fenómeno, relación, etc.). ¨ Admitir el desarrollo , es admitir el desdoblamiento de la unidad que implica cambios, donde se pasa a ser otro en el impulso de los contrapuestos al superarse, lo contrario sería puro crecimiento. 4 III Conferencia Internacional La obra de Carlos Marx y los desafíos del Siglo XXI – Iris Laureiro Ramírez, Roberto Fernández Blanco De acuerdo con Lenin y Hegel, por supuesto, la forma en que se da el cambio hacia un nuevo estadio, no puede enfocarse sólo en la magnitud, puesto que consiste en el salto a una cualidad diferente condicionado por la acumulación de magnitudes. A su vez los cambios cualitativos provocan una nueva acumulación de cambios cuantitativos dentro de la nueva cualidad. “La coexistencia de dos lados contradictorios –apunta Marx–, su lucha y su fusión en una nueva categoría constituyen el movimiento dialéctico. El que se plantea el problema de eliminar el lado malo, con ello mismo pone fin de golpe al movimiento dialéctico.” (Marx. Miseria de la filosofía.) Los problemas mencionados al comienzo de la exposición se refieren de manera general a la utilización de la dialéctica como discurso, y la metafísica como praxis, lo que no indica que sea así exactamente en todos los casos. El enfoque histórico/cultural, la dialéctica superada y contenida en el enfoque psicológico sobre el cual se apoya la enseñanza, establece un patrón educativo en correspondencia con los intereses de la sociedad y del propio individuo como personalidad en su movimiento en condiciones histórico/concreta determinadas. Aunque lo expuesto anteriormente parece una verdad muy conocida, sin embargo en el quehacer teórico y práctico se continúan haciendo estudios desde la metafísica, aún cuando se plantea la dialéctica como método. El problema de la dicotomía entre lo cuantitativo y lo cualitativo, no constituye más que una manifestación de un fenómeno mucho más complejo. 5 III Conferencia Internacional La obra de Carlos Marx y los desafíos del Siglo XXI – Iris Laureiro Ramírez, Roberto Fernández Blanco