Uveítis “recurrente” equina Un problema “persistente” en los caballos DC MVZ Cert Aytzeé Eloísa Piñón Cabrera. La uveítis es la inflamación de la túnica vascular del ojo compuesta por el iris, la coroides y el cuerpo ciliar. En los caballos, existen tres grandes causas de uveítis y pueden clasificarse de la siguiente forma: Ocular.- puede deberse a ulceración corneal que mediante un reflejo neurogénico causa uveítis anterior, puede también ser inducida por el lente (cataratas hipermaduras que liberan proteínas)1 o deberse a algún trauma o neoplasia ocular. Enfermedad autoimmune (panuveitis). – URE 2 Sistémica debida a septicemia, toxemia o por enfermedades infecciosas bacterianas, virales o parasitarias como Leptospira sp., Streptococcus sp., Onchocerca sp., Brucella sp., Toxoplasma sp., HVE-1 y -4 y otros como la influenza equina, la arteritis viral equina, la parainfluenza tipo-3 y el Strongylus. 3 La uveítis recurrente equina (URE) es también conocida como oftalmía periódica, iridociclitis o “ceguera de la luna” que se deriva del vocablo “oculus lunaticus” documentada por Vegetius 300AD. El nombre que se le da es debido a que es un término “agrupador” ya que son un grupo de enfermedades con los mismos signos clínicos y es la causa más común de ceguera en caballos.4 Esta enfermedad inmuno-mediada tiene una prevalencia de aproximadamente el 8% de los caballos en Estados Unidos y se caracteriza por la presentación de episodios de inflamación intraocular que se desarrollan semanas o meses después de un episodio inicial de uveítis y como resultado de un desequilibrio del propio sistema inmune del caballo en respuesta a la presencia de células inmunes activas como son los linfocitos-T. Los signos clínicos más comúnmente observados son: a. Dolor ocular caracterizado por fotofobia, lagrimeo y conjuntivitis b. La pupila se observa miótica y existe hipotonía ocular c. Retención de fluoresceína negativa d. Hipopión o flama acuosa (proteínas inflamatorias e infiltrados celulares en la cámara anterior como resultado de la ruptura de la barrera que existe entre el humor acuoso y la sangre) e. Hipema f. Degeneración retiniana, observándose las lesiones características conocidas como "Lesiones en forma de ala de mariposa“ g. Edema corneal y precipitados queráticos Los objetivos principales del tratamiento para controlar la uveítis son el preservar la visión y el reducir la inflamación ocular para limitar el daño permanente al ojo y controlar el dolor. El disminuir el daño ocular o minimizar el estímulo inflamatorio, disminuyen o eliminan la recurrencia de los episodios de uveítis en casos de URE. Se pueden eliminar los factores desencadenantes (alergenos, antígenos) de los episodios de uveítis al cambiar el ambiente que rodea a los caballos haciendo un cambio de pastura o del material de cama o incluso cambiarlo de caballeriza, también hay que instaurar un buen control de roedores y de insectos y disminuir la exposición al sol. 9 El trauma directo al ojo se puede disminuir eliminando orillas filosas, piezas de metal o ganchos en las caballerizas o en el material de cama, se recomienda también disminuir la intensidad del trabajo de los caballos, minimizar las ocasiones de trasporte y utilizar de manera continua una máscara antimoscas. El asegurarse de que el caballo tiene un apropiado cuidado de los cascos y un óptimo calendario de vacunación y de desparasitación, junto con la dieta apropiada, son otros factores que reducen el riesgo de presentar episodios de uveítis. Sin embargo, algunos caballos presentan episodios de inflamación cuando se vacunan o desparasitan de forma rutinaria, el tratarlos con flunixin de meglumine 24 horas previas a la vacunación y de 3 a 5 días previos a desparasitarlos, usualmente previene la inflamación ocular. Terapia Médica: La terapia inicial debe ser muy agresiva, ya que la pérdida de la visión es una manifestación a largo plazo de la URE; los objetivos principales son reducir la molestia a través de midriáticos cicloplégicos y en segundo lugar disminuir la inflamación mediante medicamentos antiinflamatorios esteroidales y no esteroidales. La medicación sistémica es la terapia más potente para el manejo de la uveítis, esta terapia debe de instituirse por lo menos durante dos semanas. En casos muy severos se pueden aplicar inyecciones subconjuntivales de corticoesteroides o colocar un catéter subpalpebral para medicación continua. 2 Las principales drogas utilizadas son: – AINES sistémicos: Flunixin de meglumine: 1.1 mg/Kg SID - BID inicialmente Fenilbutazona: 1-2 gm BID – 2da opción Aspirina: 10 mg/kg SID largo plazo – Midriáticos Tópicos: atropina 1% a efecto – Corticosteroides tópicos: Acetato de Prednisolona al 1%, presenta la mejor penetración ocular y la frecuencia de aplicación varía dependiendo de la severidad del caso. Se recomienda tratar a los caballos por 30 días después del último ataque. – AINES tópicos – Ciclosporina A tópica 12 – Gentamicina sistémica (2.2 mg/kg IV BID) y/o gentamicina intravítrea (2-5 mg total en 0.1 ml) Las alternativas quirúrgicas en la actualidad son: 1) Vitrectomía: El objetivo de la vitrectomía es eliminar los episodios inflamatorios y su recurrencia y aclarar al vítreo y a las opacidades inflamatorias. La vitrectomía se realiza mediante una incisión 1 cm posterior al limbo dorso lateral a través de la pars plana dentro del vítreo, éste es removido y reemplazado por solución salina. 14 El propósito del mecanismo de acción es remover a las células T y organismos dentro del vítreo para disminuir el inicio de episodios recurrentes de uveítis. Este procedimiento tiene la desventaja de un alto porcentaje de formación de cataratas: – Europa: 98% de los caballos operados presentaron menos inflamación y el 25% desarrolló cataratas – EUA: 69% tienen menos inflamación; 49% cataratas Los casos Europeos podrían ser una subcategoría de URE, leptospirosis ocular. Esta técnica quirúrgica se recomienda para intentar preservar la visión, disminuir la recurrencia de los episodios y evitar la enucleación en ojos con mucho dolor y que no responden al tratamiento médico. Aunque un alto porcentaje de los caballos con vitrectomía presentan formación de cataratas después de la cirugía y la mayoría también presenta disminución de la visión, la recurrencia de los episodios de uveítis si disminuye. 15 2) Implantes de Ciclosporina A: Se coloca un implante de ciclosporina A para disminuir la duración y severidad de la inflamación, los infiltrados celulares, la destrucción del tejido y el nivel de transcripción de citocinas proinflamatorias. Los caballos candidatos para esta cirugía son caballos con episodios muy frecuentes sin cambios oculares que afecten la visión (cataratas, degeneración retiniana) y sin enfermedades sistémicas.16 Estos implantes tienen una liberación lenta del medicamento de 4µg/día hasta por 9 años y pueden colocarse de manera intravítrea y supracoroidal, siendo este último el más utilizado en la actualidad. La ciclosporina A tiene potentes propiedades inmnosupresoras que ayudan a prevenir la recurrencia de nuevos episodios 17, la colocación del implante requiere que el caballo se encuentre bajo anestesia general y se realiza una incisión conjuntival de 1 cm en la conjuntiva bulbar dorsolateral. Se realiza un mandil escleral de 7 mm de ancho para exponer el trato uveal aproximadamente 8 mm posterior al limbo y lateral a la inserción del músculo recto dorsal. El implante de ciclosporina se coloca dentro de la incisión en contacto con la úvea. La medicación postquirúrgica incluye flunixin de meglumine durante 5 días, un ungüento de triple antibiótico cada 12 horas durante 10 días y atropina al 1% cada 24 horas durante 7 días. Se sabe que después de su colocación el implante necesita de 30 a 45 días para alcanzar niveles óptimos oculares de ciclosporina A; en caso de que exista recurrencia durante este tiempo se recomienda utilizar el tratamiento convencional a base de antiinflamatorios esteroidales y no esteroidales y atropina. Los resultados obtenidos hasta el momento demuestran que el 81% de los caballos operados tienen menos inflamación y ataques y aproximadamente el 87% preservan la visión a los 14 meses después de la cirugía, además el implante supracoroideo no está asociado con complicaciones que pongan en riesgo la visión, como desprendimiento de retina.