150 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (28) ocupó la Península durante toda la época secundaria y precisamente en su cruce con la depresión hispano-lusitana. En este sitio la creta adquiere un espesor extraordinario, como acontece, por ejemplo, en el pozo artesiano de Vitoria; espesor que es probable tengan también los demás terrenos secundarios. Ya indiqué que al acabar el período cretáceo la Península experimentó un estrujamiento tangencial en su tercio NE., y este trozo de las Provincias Vascongadas es el efecto de dichas presiones en el fondo del geosinclinal. Este siguió por algún tiempo á, nivel relativamente bajo, hasta el punto de ocupar todo el fondo del valle actual del Ebro un mar de bajo fondo, pero de considerable extensión durante el período nummulítico. Por consiguiente, esta zona montañosa de las Provincias Vascongadas representa, en mi juicio, el punto donde se encontraba en la época secundaria el máximo de depresión del antiguo geosinclinal de aquella época, y que, al verificarse el estrujamiento tangencial del final del cretáceo ó comienzos del terciario, se plegó simultáneamente con las dislocaciones que acentuaron el Pirineo, cuyos jalones principales existían ya desde remota época por un lado y las dislocaciones en cierta manera paralelas de la cordillera Ibérica. Este nudo montañoso, lazo de unión entre el Pirineo que acaba, puede decirse, en la provincia de Guipúzcoa, y la verdadera cordillera Cantábrica, constituye una serie de montes inconexos que no pasan de 1.500 m. en su mayor altura y de u n a complejidad extraordinaria y que difícilmente pueden someterse á un orden determinado. Conforme se sale de la provincia de Vizcaya, donde ya aflora en grandes zonas la creta inferior arrumbándose de NW. á SE., y se penetra en la de Santander, van aflorando cada vez terrenos más antiguos de la serie secundaria; mientras más á Poniente se camina, toma la cordillera un carácter más y más determinado. Cortando la cordillera, por ejemplo, desde San Vicente de la Barquera á la divisoria de ag*üas en el Puerto de Palombera, aparece formada en ese sitio por tres segmentos diferentes separados entre sí por tres grandes fallas. Constituye el primero el terreno cretáceo con un resto de nummulítico en el Cabo Oriambre y otros sitios y afloramientos jurásicos y triásicos en toda la zona de Cabezón de la Sal y Treceno; hacia el S. aflora el segundo miembro constituido por los depósitos weal-