171726. IV.3o.T.244 L. Tribunales Colegiados de Circuito. Novena Época. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo XXVI, Agosto de 2007, Pág. 1680. LAUDOS. LA FACULTAD DE LAS JUNTAS DE DICTARLOS A VERDAD SABIDA, BUENA FE GUARDADA Y APRECIANDO LOS HECHOS EN CONCIENCIA, NO LAS AUTORIZA PARA INOBSERVAR EL PRINCIPIO DE OBJETIVIDAD QUE IMPERA EN LA FUNCIÓN JURISDICCIONAL. El artículo 841 de la Ley Federal del Trabajo impone a las Juntas el deber de dictar los laudos a verdad sabida, buena fe guardada y apreciando los hechos en conciencia, sin necesidad de sujetarse a reglas o formulismos sobre estimación de las pruebas; sin embargo, dicho numeral no las autoriza a pasar por alto el principio de objetividad que impera en la función jurisdiccional, el que de acuerdo con el Código de Ética del Poder Judicial de la Federación, consiste en que el juzgador en su función emita sus fallos por las razones que el derecho le suministra y no por las que se deriven de su modo personal de pensar o de sentir. En esa tesitura, a pesar de que se aduzca que la Junta es "inmisericorde" e "inhumana" al resolver de manera contraria a los intereses de la trabajadora, por ser una mujer viuda y de una edad considerable, lo cierto es que dichas circunstancias no deben influir en la resolución del conflicto; consecuentemente, si de lo actuado dentro del procedimiento no se advierten elementos para sustentar legalmente la existencia del vínculo de trabajo, la absolución decretada por la Junta no es violatoria de garantías. TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA DE TRABAJO DEL CUARTO CIRCUITO. Amparo directo 139/2007. Norberta Martínez Herrera. 6 de junio de 2007. Unanimidad de votos. Ponente: José Luis Torres Lagunas. Secretaria: Angélica Lucio Rosales. -1-