CICLO FRANZ LISZT

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CICLO FRANZ LISZT
(Temporada 2014-2015)
Octubre 2014 – Junio 2015
Bénédiction de Dieu Dans la solitude
"El arte por el arte es un absurdo…. Su objeto común es de satisfacer las necesidades de orden moral, de
segundar los esfuerzos de la humanidad para alcanzar su fin, elevarlo sobre tierra e imprimirle un
perpetuo movimiento ascendente"
Franz Liszt
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Bénédiction de Dieu Dans la solitude
Tras el Bicentenario Liszt en Octubre 2011, en el que realice miniciclo-Triptico de
3 recitales franciscanos, casi simbólicos, distribuidos durante un mes (como Letanías)
sin pretensiones de gente ni público, sin apenas publicidad, en intimidad y casi
devoción, en actitud digna de un Vicente Ferrer, una Teresa de Calcuta o incluso de un
San Juan de la Cruz o del mismísimo San Francisco de Assis, inicie la temporada
pasada un previo a un hipotético ciclo liszt, que aunque se centraba mas en el repertorio
religioso y orquestal del corpus lisztiano me sirvió para sopesar una idea de enorme
envergadura, que jamás se había realizado (hasta donde mi conocimiento alcanza) en
conciertos en vivo: la realización de la integral de las obras (no solo pianísticas) de
Franz Liszt.
El único precedente es la ingente e increíble hazaña de grabar la obra completa
pianística de Liszt por Leslie Howard (presidente de la Sociedad Liszt de Londres) que
realizo para el sello discográfico Hyperion entre los años 1986-2010.
El verdadero Liszt, lo que más amaba el mismo, el más oscuro e incomprendido, el más
denostado por sus contemporáneos y por casi la totalidad de sus alumnos, el Liszt
religioso, el Liszt místico y espiritual. El Liszt intimo de la franciscanidad elegante.
Una actitud casi contracorriente, a lo Gandhi, como predicar en el desierto,) con Afición
para invocar a los buenos espíritus, a la Fe y a la buena ventura de la posterior empresa.
Como los marinos, encomendarse a Dios antes de partir a la Mar.
Bénédiction de Dieu Dans la solitude
Misticismo religioso lisztiano. Un franciscano elegante.
“El hombre encuentra a Dios
detrás de cada puerta
que la ciencia logra abrir”
Albert Einstein
Posiblemente uno de los aspectos más desconocidos de la amplísima capacidad creativa de
Franz Liszt, sea la increíble, tanto en número como en calidad artística, producción de música
sacro religiosa.
En cierta forma, Liszt trató de replantear durante su estancia en el Vaticano, allá por la década
de 1860, los conceptos de música litúrgica y los usos y costumbres de la música sacra,
intentando recuperar el espíritu primitivo de los primeros cristianos, y más concretamente a
partir de la maravillosa obra de Palestrina.
De esta forma, la nueva misión de Liszt, el mesías musical del futuro, el adalid de todas las
corrientes artísticas modernas, mecenas de los desamparados e inspiración profunda para los
que tenían y no tenían talento, maestro generosísimo que acogió a generaciones y generaciones
de alumnos, de discípulos y, por qué no decirlo, de alumnos aventajadamente idiotas de esos
que con el paso del tiempo se convierten, tras pulular durante años y años en los conservatorios,
en los futuros catedráticos de turno llenos de créditos, financiador de los desvaríos de los
príncipes alemanes, del ego profundo, insaciable e inabarcable de todo un Wagner, pop-star
rodeado de señoritas allá donde fuera, de fans que no dudaban en atacarle con cuchillos en caso
necesario, virtuoso insuperable que, habiendo llegado a las cotas sublimes del arte a las que muy
pocos están llamados a llegar, no dudaba en despojarse de toda la parafernalia (tan querida por
los Strauss y por el grandisimo Wagner, entre otros) para vestirse humildemente con el hábito
purificador franciscano de San Francisco de Asís. La misión sería, pues, renovar la música
religiosa, la música del futuro, la música que vendría del más allá, la música que sin duda
entenderían los extraterrestres.
¿Acaso no era coherente esta nueva misión con su infancia y juventud en París entre los saintsimonianos, con Lamartine, con los místicos franceses nacidos bajo la guillotina, con las
maravillosas conversaciones filosófico-profundas que de adolescente parece ser tuvo con el
violinista Urban, aquel ser retorcido que tocaba de espaldas por una supuesta purificación
mística del arte, por elevarse entre el barro y la bazofia colectiva? ¿Acaso su designio había sido
ser siempre un adalid del franciscanismo universal que sin duda con el tiempo se impondría en
el cosmos? El Papa Pío IX debía comprender esto, y por ello Liszt tenía que ir a Roma. Había
que estar en Roma.
Así pues, Liszt, a mediados de la década de 1860, en el cénit de su carrera artística, decidió
abandonarlo todo y, tras el fracaso de Liszt con la princesa Carolyne zu Sayn-Wittgenstein, pues
no consiguió obtener el divorcio por parte de las autoridades eclesiásticas, por el mismísimo
Papa, Liszt, decimos, comprendió que el designio de su vida era lo que había anhelado
profundamente de adolescente: ser un simple franciscano.
Y así resultaría con su hijo Daniel Liszt, quien sería franciscano, tomando las órdenes a los 15
años, y quien, habiendo sido destinado a un monasterio en Berlín, moriría a la temprana edad de
20 años al pillar una tuberculosis galopante tras ponerse toda una noche en pelotas en medio de
una roca bajo la lluvia, cual Quijote enajenado, en actitud que ni el mismísimo Francisco de
Asís podría haber llegado a emular. La vía recta de San Francisco de Asís, el sacrificio íntimo
continuo de las florecillas, había vuelto inexorablemente a cumplir su ciclo. En verdad, como
diría Liszt, “Wir sind alle Klatschmohn-Amappolen” (“todos somos amapolas”). Y así por
desgracia sería, pues al impacto sufrido tras la extrañísima e inexplicable pérdida de su único
hijo oficial varón, le seguiría la no menos extraña e irreparable de su hija Blandine, quien
moriría prematuramente en 1862 poco después de haber sido nombrado su esposo, Émile
Ollivier, Primer Ministro de Francia.
Estas terribles pérdidas sumieron a Liszt en una profunda tristeza, y fueron el detonante
personal que le llevaría a componer diversas obras con motivación religiosa. Obras como la
Missa Choralis, los responsorios y antífonas, obra desconocidísima, o el Via Crucis y el
Requiem que escucharemos en este pequeño ciclo-triptico, entre otras, surgieron a raíz de estos
hechos luctuosos. En concreto, las Variaciones kleinen, klagen, sorgen, zagen (llorar,
lamentarse, inquietarse, temblar), de los sufrimientos de nuestro salvador Jesucristo en la Cruz,
basados en un bajo ostinato de la Cantata BWV 80, de título homónimo, de Bach, llevarían al
maestro a exclamar con resignación franciscana: “en verdad, estas obras me sirvieron como
alivio reparador para poder afrontar el dolor de las pérdidas de los seres queridos”. Así pues, el
Requiem (que escucharemos para abrir este triptico), compuesto entre 1867 y 1868, según nos
hiciese llegar Liszt con su escritura austera, casi medieval, casi cátara en su estilismo y
desnudez de sus frases, sería compuesto en homenaje a su malogrado y franciscanisimo hijo
Daniel.
La devoción por la cruz, por los franciscanos, producto de las primeras cruzadas cuando los
caballeros tomaron los santos lugares en Jerusalén, se afianzó con el paso de los siglos. Los
caballeros hospitalarios, los templarios, los franciscanos, que tenían entre sus múltiples
misiones proteger a todo peregrino cristiano que visitase Tierra Santa, desarrollaron unos
hábitos, una pasión por la Cruz, que les llevaría, en Acre, Aquisgrán, Jerusalén, Chipre,
Monsegur, Nicea, Constantinopla, Alejandreta, etc, a instaurar un rito nuevo: el camino a la
Cruz, el Via Crucis.
Las catorce estaciones del Via Crucis, tal y como se conocen hoy en día, hunden sus raíces en
los ritos y las ceremonias de los primitivos cristianos, reinterpretadas a partir de los
descubrimientos arqueológicos de las primeras cruzadas. La intención de Liszt, al componer el
Via Crucis, evidentemente dramática, era poder representarlo, a ser posible en Viernes Santo, en
el Coliseo de Roma, donde tantos inocentes sucumbieron en multitud de juegos sangrientos
como batallas navales, ejecución de personas por animales, luchas de gladiadores, etc.
Esta exquisita obra (que escucharemos en el segundo recital de este triptico) comienza con el
famoso himno gregoriano Vexilla regis prodeunt, que escucharemos como introito. Fue
compuesto por Venantius Fortunatus (530?-609). Los caballeros cristianos empezaron a
utilizarlo durante la Primera Cruzada a partir del descubrimiento en Acre de restos de miles de
crucificados por los romanos durante el siglo I. También cuando en el Gólgota descubrieron
cruces de madera que posiblemente atribuyeron a la época de Cristo. Asociaron por lo tanto ese
canto con la idea de la cruz, que consiste en la sucesión de dos intervalos: una segunda y una
tercera. Fue también muy utilizado por los cátaros.
La idea programática del Via Crucis es fácilmente rastreable en la partitura de Liszt, así como
en el texto clásico en latín del Via Crucis. De esta forma, entre estaciones activas, yin,
dolorosas, como pueden ser las tres caídas de Cristo, la condena a muerte (primera estación), se
intercalan otras de un lirismo armónico inaudito para la época, con páginas casi expresionistas
que bien podrían haber sido escritas por todo un Messiaen, un Fauré o un Lutoslawski, y que
pertenecen al Liszt del futuro, de la música atonal, el Liszt incomprendido del que se mofaban
sus propios alumnos e incluso su propia hija y esposa de Wagner, Cósima, quien diría de él que
se había vuelto loco, el Liszt, en resumen, que estaba aún por descubrir.
La incomprensión de esta faceta del catálogo lisztiano explica por qué ha estado oculto hasta
nuestros días. Así, obras como el Requiem, el Via Crucis, la Missa Choralis, el Cántico del Sol
de San Francisco de Asís, el Rosario, o los Siete Sacramentos, han permanecido en la sombra y
sólo ahora comienzan a ser valoradas y redescubiertas. Baste como prueba que la versión
pianística que escucharemos hoy del Via Crucis fue publicada muy tarde, en 1992.
Consideramos que Liszt, en su visión profética franciscana universal, sufí redentora, se
manifiesta a la perfección en la amalgama de confesiones religiosas presentes a lo largo de las
páginas de esta obra; la estación número 6, la Santa Verónica, por ejemplo, utiliza un coral
protestante, O Haupt voll Blut und Wunden (“Oh, maravillosa cabeza ensangrentada”);
reminiscencias del mundo hebreo, como cuando Cristo, con voz de barítono, pronuncia las
frases en arameo “Eli, Eli, lamma sabacthani” en la estación nº 12.
En este ciclo-triptico, junto con esta inclasificable obra, inagurara este triptico otra no menos
impresionante, el Requiem, de escritura oscura, casi gótica, indudablemente vampírica. Sólo
mencionar rápidamente la atmósfera creada en el Dies irae nos transporta al franciscanismo
nórdico teutónico, heredero espiritual de la Alemania protestante, con su estética oscura,
opresiva, angustiosa, que nos introduce en las profundidades avernáticas cuasi fáusticozómbicas de todo un Dante.
Para cerrar este ciclo-triptico que se centra en una de las facetas menos conocidas del catalogo
lisztiano, su musica religiosa, que nos permitira celebrar humildemente en este Octubre de 2011
el Bicentenario del compositor hungaro Liszt en este miniciclo-Triptico de 3 recitales
franciscanos, casi simbólicos, en intimidad y casi devoción lisztiana, en actitud digna de un
Vicente Ferrer, una Teresa de Calcuta o incluso de un San Juan de la Cruz o del mismísimo San
Francisco de Assis, escucharemos una selección de una de las obra mas impresionante (junto
con la Pasion según San Mateo de Bach) de todo el repertorio religioso jamas compuesta; el
amadisimo oratorio Christus.
El verdadero Liszt, lo que mas amaba el mismo, el mas oscuro e incomprendido, el mas
denostado por sus contemporáneos y por casi la totalidad de sus alumnos, el Liszt religioso, el
Liszt místico y espiritual. El Liszt intimo de la franciscanidad elegante.
Esta impresionante obra compuesta entre 1862 y 1866, toma su estructura y textos de la biblia y
posiblemente sea una de las obras en las que Liszt durante su estancia en Weimar mas se
implicaria desde su inicial concepción. Digna heredera de La Pasion según San Mateo de Bach
y del Messias de Handel, ha permanecido inexplicablemente casi oculta para el gran publico.
Junto la idea programática de la Pasión de Cristo en el bellisimo Christus que cerarra este
triptico, y que sera reflejada ademas, en el segundo recital, en el acontecer espiritual de un Via
Crucis, un inicial Requiem aeternam en abstracto nos transporta a la inmensidad de las llanuras
del insondable mundo espiritual de los no vivos. Este silencio, sin necesidad de palabras, este
mundo de los muertos en donde los peces serían capaces de morar fuera de las aguas a cámara
lenta, en donde la noción del tiempo a la manera de un Proust se distorsiona hasta el punto de
que las confluencias místicas del universo infinito de manera cósmica proporcional se juntan,
nos hace entender, en efervescente nirvana súbito, que Frankenstein y Pocoyo son
espiritualmente de la misma materia, que somos inevitablemente parte de un todo, que en
verdad el inframundo, el supramundo y el otro mundo no son más, como diría Rumi o el gran
místico sufí Ibn Arabi, que una manifestación del Uno, del Todo.
ANGEL RECAS (Piano)
ANGEL RECAS
Inicia sus estudios musicales en el Conservatorio Profesional de Música de la
Comunidad de Madrid, pasando seguidamente al Conservatorio Superior “Padre
Antonio Soler” de San Lorenzo de El Escorial, con el profesor Anatoli Povzoun.
Posteriormente ingresa en el Conservatorio “Liszt Ferenc” de Budapest (Hungría) en
donde estudiaría con el profesor Szókolay Balász En 1998 es admitido en el
Conservatorio Estatal “A. Nezharovna” de Odessa (Ucrania), siendo alumno de Yuri
Borisevich Diky e influido principalmente por el maestro Sergei Terentiev por quien
profesa una profunda admiración. Asi mismo, ha asistido a cursos y clases magistrales
impartidas por Eldar Nebolsin y Aquiles Delle Vigne.
Es autor y ha estrenado numerosas transcripciones para piano solo (y también de
versiones organísticas para órgano romántico) de obras orquestales de Mahler, Liszt y
Wagner, entre otros autores.
Datos de contacto
Teléfono: 667 92 20 10
E-mail: [email protected] www.richardwagner.es www.franzliszt.es
PROGRAMA I (Octubre 2014)
György Cziffra in Memoriam
Eine Symphonie zu Dantes Divina Commedia
“NUOVA VITA”
PARALIPOMÈNES À LA DIVINA COMMEDIA
Une saison en enfer: Liszt: Sinfonía Dante.
Eine Symphonie zu Dantes Divina Commedia
(transcripción para piano solo de Angel Recas basada en la versión para dos pianos de Liszt)
Liszt (1811-1886): Orpheus, poema sinfonico nº 4 S. 98 (1854) (transcripción de Karl Tausig)
Liszt (1811-1886): Sinfonía de la Divina Comedia de Dante S. 648 (1857) (transcripción de
Angel Recas basada en la versión para dos pianos de Franz Liszt)*
-
Infierno
-
Purgatorio
-
Magnificat – Paraíso
TOTAL 60’
Angel Recas, piano
PROGRAMA II (Noviembre 2014)
Lazar Berman in Memoriam
Italia II. Années de pèlerinage III, troisième année
SUNT LACRYMAE RERUM
Années de pèlerinage III, troisième année
I
Liszt (1811-1886): Années de pèlerinage, troisième année S163
- Angelus! – Prière aux anges gardiens (ca 10’)
- Aux cyprès de la Villa d'Este – Thrénodie I (ca 8’)
- Aux cyprès de la Villa d'Este – Thrénodie II (ca 11’)
II
Liszt (1811-1886): Années de pèlerinage, troisième année S163
- Les jeux d'eaux à la Villa d'Este (ca 8’)
- Sunt lacrymae rerum – en mode hongrois (ca 8’)
- Marche funèbre – en mémoire de Maximilien I, Empereur du Mexique, d. 19 juin 1867 (ca 9’)
- Sursum corda – Erhebet eure Herzen (ca 4’)
Angel Recas, piano
PROGRAMA III (Diciembre 2014)
Vladimir Horowitz in Memoriam
Suisse. Années de pèlerinage I, premième année
Années de pèlerinage I, premième année. Suisse
I
Liszt (1811-1886): Années de pèlerinage, preième année. Suisse S160
- Chapelle de Guillaume Tell
(ca 7’)
- Au lac de Wallenstadt (ca 3’)
- Pastorale (ca 2’)
- Au bord d'une source (ca 4’)
- Orage (ca 5’)
II
Liszt (1811-1886): Années de pèlerinage, premième année S163
- Vallée d'Obermann (ca 15’)
- Eglogue (ca 4’)
- Le mal du pays (Heimweh) (ca 6’)
- Les cloches de Genève – Nocturne (ca 7’)
Angel Recas, piano
PROGRAMA IV (NAVIDAD. Diciembre 2014)
Maria Yudina in Memoriam
Weihnachtsbaum - Árbol de Navidad
Weihnachtsbaum - Árbol de Navidad
I
Liszt (1811-1886): Weihnachtslied 'Christus ist geboren' S502 (Chisto ha nacido!) (ca 1’)
Liszt (1811-1886): Weihnachtsbaum (Arbre de Noël, Árbol de Navidad) S186 (1874-1876)
- No 1: Psallite – Altes Weihnachtslied (Antigua canción de Navidad) (ca 2’)
- No 2: O heilige Nacht! – Weihnachtslied nach alten Weise (Oh, Noche sagrada) (ca 4’)
- No 3: Die Hirten an der Krippe – In dulci iubilo (Los pastores ante el pesebre) (ca 3’)
- No 4: Adeste fideles – Gleichsam als Marsch der heiligen drei Könige (Adeste Fideles. Marcha de
los tres Reyes Magos) (ca 3’)
- No 5: Scherzoso – Man zundet die Kerzen des Baumes an (Scherzoso-Iluminando el árbol de
Navidad) (ca 2’)
- No 6: Carillon (Carillon) (ca 2’)
- No 7: Schlummerlied – Berceuse (Canción de cuna), Ungarisch (Húngaro. En modo húngaro) (ca 3’)
- No 8: Altes provenzalisches Weihnachtslied (Antigua canción de Navidad Provenzal) (ca 2’)
- No 9: Abendglocken (Campanas al atardecer) (versión de Ervin Nyiregyhazi) (ca 7’)
- No 10: Ehemals!Jadis! (Antes, en tiempos pasados) (versión de Vladimir Horowitz) (ca 4’)
- No 11: Ungarisch (Húngaro. En modo húngaro) (ca 2’)
- No 12: Polnisch (Húngaro. En modo polaco) (ca 6’)
Ángel Recas, piano
PROGRAMA V (Enero 2015)
San Francesco d´Assis in Memoriam
Christus I
En homenaje a todos los que sufrieron y dieron su vida en los Gulag y en los campos de exterminio
Oratorium nach lateinischen Texten aus der heiligen Schrift und der katholischen
Liturgie, für Soli, Chor und Orchester S 3 (1866-1872)
(Transcripcion piano solo de Liszt, Straddal, y A. Recas)* +
Parte I: Oratorio de Navidad
- Nº 1: Introduccion (ca 15’)
- Nº 2: Pastoral y Anunciacion del Angel (ca 7’)
- Nº 3: Stabat Mater speciosa (ca 10’)
- Nº 4: Hirtenspiel an der Krippe / Pastorale (ca 14’)
- Nº 5: Et ecce stella / Die heiligen drei Könige Marsch (ca 15’)
TOTAL 61’
Angel Recas, piano
PROGRAMA VI (Febrero 2015)
Santa Teresa de Jesus et San Juan de la Cruz in Memoriam
Christus II
En homenaje a todos los que sufrieron y dieron su vida en los Gulag y en los campos de exterminio
Oratorium nach lateinischen Texten aus der heiligen Schrift und der katholischen
Liturgie, für Soli, Chor und Orchester S 3 (1866-1872)
(Transcripcion piano solo de Liszt, Straddal, y A. Recas)* +
Parte II: Tras la Epifania
- Nº 6: La Beatitudes (ca 11’)
- Nº 7: Padre Nuestro (ca 8’)
- Nº 8: Tu es Petrus. La fundacion de la Iglesia (ca 6’)
- Nº 9: Et ecce Motus Magnus. El Milagro (ca 9’)
- Nº 10: Hosanna, benedictus qui venit / Der Einzug in Jerusalem (ca 14’)
TOTAL 48’
Angel Recas, piano
PROGRAMA VII (Marzo 2015)
Tagore, Rumi et Santa Isabel de Hungria in Memoriam
Christus III
En homenaje a todos los que sufrieron y dieron su vida en los Gulag y en los campos de exterminio
Oratorium nach lateinischen Texten aus der heiligen Schrift und der katholischen
Liturgie, für Soli, Chor und Orchester S 3 (1866-1872)
(Transcripcion piano solo de Liszt, Straddal, y A. Recas)* +
Parte III: Passion y Ressurecion
- Nº 11: Tristis est anima mea (ca 14’)
- Nº 12: Stabat Mater dolorosa (ca 32’)
- Nº 13: O filii et filiae. Himno de Pascua (ca 2’)
- Nº 14: Resurrexit. La Ressureccion (ca 6’)
TOTAL 54’
Angel Recas, piano
PROGRAMA VIII (Abril 2015)
Ervin Nyiregyhazi in Memoriam
Entre les Fleurs: Un Réquiem franciscano
Por el eterno descanso del hermano franciscano Liszt Ferenc
Réquiem
- Bénédiction
de Dieu dans la solitude -
(Intimismo místico romántico)
Pater Noster de las “Harmonies poétiques et religieuses” S 154 (1835/1847) (ca 2’)
Requiem, S 12 (1867/68) (transcripción piano solo de Angel Recas)* +
- Requiem aeternam
- Dies irae
(ca 9’)
(ca 16’)
- Offertorium
(ca 8’)
- Sanctus
(ca 7’)
- Agnus Dei
(ca 5’)
- Libera me
(ca 5’)
Ángel Recas, piano
[Duracion total ca 60’]
+ György Cziffra in Memoriam.
PROGRAMA IX (Mayo 2015)
Vladimir Sofronitzky in Memoriam
Italia I. Années de pèlerinage II, deuxième année
APRÈS UNE LECTURE DU DANTE
Années de pèlerinage II, deuxième année
I
Liszt (1811-1886): Années de pèlerinage, deuxsième année. Italia I S162
- Sposalizio (ca 10’)
- Il penseroso (ca 6’)
- Canzonetta del Salvator Rosa (ca 3’)
- Sonetto 47 del Petrarca (ca 6’)
II
Liszt (1811-1886): Années de pèlerinage, troisième année S162
- Sonetto 104 del Petrarca (ca 6’)
- Sonetto 123 del Petrarca (ca 6’)
- Après une lecture du Dante 'Fantasia quasi Sonata (ca 17’)
Angel Recas, piano
PROGRAMA X (Junio 2015)
Raymond Lewenthal in Memoriam
Hungarian Rhapsodies I
Hungarian Rhapsodies I
I
Liszt (1811-1886): Hungarian Rhapsodies S244
- Rapsodie hongroise III (ca 5’)
- Rapsodie hongroise IV (ca 6’)
- Rapsodie hongroise V 'Héroïde-élégiaque' (ca 9’)
- Rapsodie hongroise VI (ca 7’)
Liszt (1811-1886): Hungarian Rhapsodies S244
- Rapsodie hongroise XI (ca 5’30)
- Rapsodie hongroise VII (ca 5’)
- Rapsodie hongroise VIII (ca 7’)
- Rapsodie hongroise XII (ca 10’)
Angel Recas, piano
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