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Protestas en la Convención Nacional Demócrata. 1968 //
Manifestaciones y uso de armas letales
#MonitorProDaVinci · Wednesday, February 4th, 2015
0. Chicago en 1968. El movimiento contracultural estadounidense que se oponía a
la Guerra de Vietnam protagonizó una serie de protestas durante todo 1968. Sin
embargo, hubo un punto más álgido que el resto de las confrontaciones: aquella vez
en la que un grupo de jóvenes prometió ir hasta la ciudad de Chicago a protestar
pacíficamente frente al anfiteatro donde se desarrollaría la Convención Demócrata.
Este evento fue el motivo de ocho días de represión policial contra manifestantes, un
festival musical y la decisión de acampar en un parque público.
Los protagonistas conformaban el Partido Internacional de la Juventud (en inglés
“Youth International Party, de donde se desprende el apodo “yippies”), una
organización que surgió de la politización del movimiento pacifista hippie y que se
caracterizó por el uso de la teatralidad, las manifestaciones culturales y
performáticas, además del desafío a “El Sistema”.
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A pesar de que en el Partido Internacional de la Juventud no había jerarquías ni
membresía formal, se reconoce que sus fundadores fueron Abbie Hoffman, Anita
Hoffman, Jerry Rubin, Nancy Kurshan y Paul Krassner , en una reunión el día de Año
Nuevo de 1967. La palabra “Yippie” caló e incluso sus miembros exclamaban la
interjección “Yippie!” como un grito de alegría que los identificaba. Según Abbie
Hoffman, ese grito significaba “energía, diversión, ferocidad y un punto de
exclamación”. El nombre lo habría creado Krassner, según reconoce en Los 60’s viven
nuevamente, menos el LSD:
“Necesitábamos un nombre para nombrar la radicalización de los hippies. Inventé
Yippie como una etiqueta para nombrar un fenómeno que ya existía, una coalición
orgánica de hippies psicodélicos y activistas políticos. En el proceso de fertilización
cruzada de movimientos anti-guerra, compartimos la conciencia de que había una
conexión lineal entre poner niños en prisión por fumar marihuana en este país y
quemarlos con napalm en el otro lado del planeta”
1. Yippies, los hippies radicales. La intención de los Yippies no era organizar un
partido político, sino “generar un cambio profundo”. A través de organizaciones
comunitarias como periódicos underground, cooperativas de alimentos y servicios
médicos gratuitos, intentaban construir una “Nueva Nación” en la que “cada quien
controle su vida y se preocupe por el otro”. El símbolo escogido para identificar todo
este movimiento fue una bandera negra con una estrella roja de cinco puntas y una
hoja de marihuana superpuesta.
Las protestas de los yippies se
caracterizaban por la sátira, el sentido del
humor y la simbolización de las acciones.
Durante una protesta en el Pentágono,
por ejemplo, un grupo solicitó permiso
para hacer levitar el edificio de seguridad
más representativo del poder militar,
explicando que con antiguos ritos de
exorcismo lograrían que levitara, se
volviera de color naranja y vibrara hasta
que todo el mal que contenía saliera,
según recoge un reportaje de la revista
Time. Otras actividades típicas eran los
denominados “teatros guerrilla”, que
consistían en manifestaciones públicas de
contenido político con manifestaciones
que generaran controversia en el público
con métodos, para decirlo de alguna
manera, entre circenses y carnavalescos.
2. Tambores de guerra. El 7 de julio de 1968 los yippies anunciaron la celebración
de un festival contracultural de seis días: el Festival de la Vida. La característitca más
resaltante era que se iba a realizar simultáneamente a la Convención Nacional del
Partido Demócrata en la que escogerían su candidato para las elecciones
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presidenciales. Los Yippies la empezaron a llamar “la Convención de la Muerte”.
Desde su conceptualización, el festival fue una promesa de música, drogas, amor libre
y la petición de terminar inmediatamente la guerra en Vietnam. Durante los
preparativos realizaron afirmaciones sensacionalistas, declarando cosas como que
colocarían LSD en el sistema hídrico de la ciudad,o que tendrían “sexo en el parque,
cantarían, reirían, imprimirían periódicos y se burlarían de la Convención”, como
cuenta una de las historias publicadas por el Museo de Historia de Chicago. Así surgió
la “Movilización Nacional para Terminar con la Guerra en Vietnam” (MOBE, por sus
siglas en inglés), una coalición de organizaciones pacifistas que durante semanas
organizaron el transporte y la estadía de manifestantes que llegaban desde otras
ciudades, además de un comité de defensa legal, voluntarios de primeros auxilios y
periódicos y folletos que explicaban el evento.
Uno de los organizadores del comité, Tom Hayden, publicó un artículo invitando a los
jóvenes a ir a protestar en Chicago. La razón fundamental de repudiar la guerra en
Vietnam: “Estados Unidos está intentando terminar el movimiento anti-guerra en vez
de sus políticas en Vietnam. […] y retirar el tema de la guerra de la política interna
hasta las elecciones”. Aparte, procuraban “romper el verano de silencio de los blancos
estadounidenses en el tema de la persecución racial” y pedían autodeterminación para
las minorías oprimidas y así “retirar el aparato colonial que manejaba el guetto”.
3. La respuesta del alcalde (y de la Corte Federal). El alcalde de la ciudad,
Richard J. Daley, dijo muchas veces una frase que podría resumir su visión de lo que
sucedía en Chicago: “Se mantendrá la Ley y el Orden”. Rechazó toda permisología
para marchas y manifestaciones y estableció toques de queda en los parques de la
ciudad a las once de la noche. Los organizadores de MOBE intentaron conseguir el
permiso requerido en la Corte Federal, pero también le fue denegado.
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Las fuerzas de seguridad se entrenaron especialmente para las protestas. Y una
semana antes la policía se movilizó para el combate con 300 funcionarios en patrullas.
Y aparte del tradicional rolo y el revólver de reglamento, fueron equipados con gases
lacrimógenos, cascos antidisturbios, máscaras antigás, nuevos sistemas de
comunicación y una escopeta por cada vehículo, como cuenta el texto Battleground
Chicago de Frank Kush. La policía ocupó cada cuadra del centro de la ciudad y varios
agentes federales patrullaban la azotea y los corredores del Conrad Hilton Hotel,
comando de campaña demócrata y lugar de hospedaje del vicepresidente Hubert
Humphrey y el senador Eugene McCarthy. Igual trato recibió el Sheraton Blackston al
otro lado de la calle.
En el Anfiteatro Internacional, sede de la convención, se extremaron las medidas de
seguridad: sellaron todas las entradas a la calles y a los dueños de edificios cercanos
se les ordenó cerrar las ventanas durante el evento. Más de 1.500 uniformados
custodiaban la entrada, incluyendo francotiradores en el techo. Rodearon las
instalaciones con barricadas de alambres de púas y el Servicio Secreto planeó
movilizar al presidente Johnson en helicóptero y cerraron el espacio aéreo
circundante. La ciudad prácticamente duplicó el número de efectivos de seguridad: los
seis mil uniformados usuales aumentaron a once mil novecientos, más un incremento
de los turnos de 8 a 12 horas. Aproximadamente 5.600 Guardias Nacionales se
movilizaron desde IIllinois y otros 5.000 permanecieron alertas. Mil agentes del FBI y
de inteligencia militar se sumaron a las fuerzas de la ciudad.Frank Kush afirma que
existía el miedo de que militantes negros disparasen a los delegados desde un
proyecto habitacional cercano y que hubieran revueltas en los barrios negros con
posibilidades de extenderse por la ciudad. Por eso la mayoría de las acciones de
seguridad fueron intensamente publicitadas, con la intención de intimidar a quienes
quisieran viajar a Chicago para el festival.
4. El primer incidente. El 22 de agosto, días antes de que empezara el festival y en
medio de un ambiente ya tenso, el joven de 17 años de edad Jerome Johnson murió por
el disparo de un policía en un área cercana al Parque Lincoln. Los oficiales detuvieron
a Jhonson y a otro hombre por posible violación al toque de queda y Johnson sacó un
arma calibre .32 y disparó contra los agentes y falló. Los funcionarios le devolvieron el
fuego, causándole la muerte.
Mientras tanto, las principales cadenas de noticias se quejaban de que las medidas de
seguridad impedían la cobertura efectiva de la Convención Demócrata. Y el columnista
Mike Royko llegó a escribir una frase que se hizo popular: “Nunca antes tantos
tuvieron tanto miedo de tan pocos”.
Al día siguiente iniciaron las manifestaciones con el lanzamiento del cerdo “Pigasus El
Inmortal” como candidato a las elecciones por los Yippies. Apenas apareció Pigasus,
un cerdo blanco y negro, cinco Yippies fueron arrestados, entre ellos Jerry Rubin y el
cantante Phil Ochs. Se les impuso una fianza de 25 dólares y quedaron libres.
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Manifestantes en el Parque Grant se concentran por diferentes problemas sociales.
Fotografía: Barton Silverman / The New York Times. Para ver la galería, haga click en
la foto
5. Demócratas, policías y rock and roll. De acuerdo con el texto de Frank Kush, las
tácticas de intimidación rindieron fruto. Se esperaban unos 15 mil manifestantes y
sólo aparecieron entre 8 y 10 mil. Uno de los primeros síntomas determinantes de que
la convocatoria había sido afectada por las amenazas fue una protesta organizada por
una organización pacifista de mujeres delante del Hotel Hilton: de las cientos de
mujeres que se esperaban, sólo acudieron sesenta.
Sin embargo, el sábado 24 de agosto se dieron las primeras congregaciones en el
Parque Lincoln. El poeta Allen Ginsberg se encontraba rodeado de personas
entonando el cántico Om mientras se iniciaban actividades culturales que se
complementaron con prácticas de protección de multitudes y entrenamientos de
técnicas pacíficas de confrontación. Pero con la llegada del crepúsculo y la cercanía
del toque de queda comenzó la tensión. Los cánticos de Ginsberg siguieron hasta las
10:40 pm, cuando salieron del parque y marcharon por las calles cantando “¡Paz
ahora!” por algunas cuadras. En el parque quedaron alrededor de 200 manifestantes
y, a las once de la noche, la policía intervino con motocicletas y arrestaron a once
personas. Luego de que algunos aislados fuesen arrestados, la marcha que pedía la
paz se disolvió espontáneamente.
El festival, tal como se había planificado, comenzó al día siguiente con la presentación
de MC5 y otras bandas locales, además de la marcha “Conoce a los delegados” que
avanzó hasta el Hotel Hilton. Cerca de la medianoche, luego del toque de queda, se
presentaron nuevos enfrentamientos con la policía en los cuales fue arrestado el
dirigente Tom Hayden. El lunes por la mañana los manifestantes marcharon hasta la
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estación de policía a solicitar al liberación de Hayden, mientras en el Anfiteatro
Internacional el alcalde Daley inauguraba la Convención Nacional Demócrata. Esa
noche también se vivió violencia en el Parque Lincoln luego del toque de queda. Gases
lacrimógenos, barricadas de manifestantes y violencia fueron una vez más los
protagonistas de la noche.
Oficiales de la Guardia Nacional, con rifles cargados, marchan hacia los
manifestantes. Fotografía: Barton Silverman /The New York Times. Para ver la galería,
haga click en la foto
6. La Batalla de la Avenida Michigan. Los dos días siguientes se repitió la misma
situación: manifestaciones en la mañana seguidas por mítines políticos y actividades
culturales alrededor del Parque Lincoln y el Parque Grant. Y, en la noche, gas y
porrazos.
La marcha convocada para el martes con la intención de que los asistentes se
movilizaran hasta el Anfiteatro fue frenada por un cordón de funcionarios de la
Guardia Nacional, armados con rifles y lanzagranadas. Luego de una hora de
negociación, los manifestantes se movilizaron hacia el norte e intentaron cruzar por
un desprotegido puente y avanzar hasta la Avenida Michigan, donde fueron detenidos
nuevamente. Tras la orden de dispersar la manifestación se inició el enfrentamiento.
Pero esta vez las cámaras de televisión apostadas en el Hotel Hilton capturaron el
enfrentamiento y miles de personas, incluyendo a quienes estaban dentro del
Anfiteatro, pudieron verlo.
Lo que sigue es una producción titulada la Batalla de la Avenida Michigan, hecha para
FilmGroup Collection.
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En la Convención, las nominaciones para candidatos siguen su curso. El senador
Abraham Ribicoff denunció las “tácticas de Gestapo en las calles de Chicago”,
mientras 500 delegados anti-guerra marcharon desde el Anfiteatro hasta unirse con
los manifestantes en Grant Park.
Al finalizar la Convención, la policía reportó 589 arrestos, 119 policías heridos y 100
manifestantes heridos. La profusa cobertura mediática originó que el gobierno
realizara un estudio de lo acontecido a cargo de Daniel Walker. El sumario del
documento afirma que la policía fue víctima de provocaciones en palabras y actos:
“Tomaron la forma de epítetos obscenos, rocas, palos, rollos de papel
higiénico e incluso heces fecales […] La naturaleza de la respuesta fue
violencia desatada e indiscriminada en muchas ocasiones, particularmente en
la noche”
7. Los 8 de Chicago. En marzo de 1969, Abbie Hoffman, Jerry Rubin, David
Dellinguer, Tom Hayden, Rennie Davis, John Froines, Lee Weiner y Bobby Seale
fueron acusados, entre otros cargos, de conspiración e incitación a los disturbios.
Durante el curso del juicio, el número de imputados bajó a siete cuando Bobby Seale,
militante de las Panteras Negras, insultó repetidamente al juez llamándolo “perro
fascista”, “cerdo” y “racista”. La intención de Seale era posponer el juicio para
esperar a su abogado, quien recibía tratamiento médico. Ante la negativa de posponer
el juicio y de que Seale se representara a sí mismo, se desató un enfrentamiento
verbal que terminó con el acusado maniatado y amordazado en la Corte. Finalmente,
Seale fue sentenciado a cuatro años por desacato, reduciendo el número de imputados
pasó de 8 a 7.
El curso del juicio se caracterizó por las bromas y burlas de los acusados a la Corte.
Hoffman y Rubin llegaban disfrazados de jueces o de policías. Este tipo de episodios
logró que el juicio recibiera considerable atención de la prensa y que por ahí
desfilaran importantes figuras del movimiento contracultural a declarar como los
cantantes Phil Ochs, Judy Collins, Arlo Guthrie o los escritores Norman Mailer y Allen
Ginsberg.
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El veredicto, ya en 1970, los declaró inocentes del cargo de conspiración y absolvió a
dos de ellos de incitar a disturbios. Los otros cinco fueron declarados culpables de
esto último, sentenciándolos a cinco años de prisión y una multa de 5 mil dólares cada
uno. Las sentencias fueron revertidas por la corte de apelaciones.
Todos los episodios del juicio y de los eventos previos fueron recogidos en Chicago 10:
Speak Your Peace, un documental de Brett Morgen quien decide presentar gracias a
las técnicas de animación digital los episodios de la Corte a partir de la transcripción
de cada una de las sesiones. Si desea ver Chicago 10 haga click aquí.
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on Wednesday, February 4th, 2015 at 2:30 am and is filed under Actualidad
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