aria Leonarda

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aria Leonarda
30 OOOOOO
Itomaiíce
Ooc
«le l o s a m o r o s o s s u c e s o s d e e s t o s «ios
amantes.
finos
PRIMERA PARTE.
l l o m p a la vaga Región
ese e l e a i e n l o , que manda
íenguijis al c l a r i n sonoro.
que s i e m p r e en voz de la f a m a ,
y e l eco de su armonía
con alegres consonancias
á C l i m a s eslraflos l l e g u e ,
para que notorio haga
el mas singular suceso
y historia mas c e l e b r a d a ,
que se ha o i d o , ni se ha visto,
ni esoriben plumas h u m a n a s ,
Y porque duda no q u e d e ,
es preciso d e c l a r a r l a ,
para lo cual pido y ruego,
que me dé favor y gracia
á la virgen d e l P i l a r ,
Madre de Dios S o b e r a n a .
E n la ilustre Z a r a g o z a ,
á quien del E b r o las aguas
bañan con claros raudales
sus i n v e n c i b l e s ' m u r a l l a s ,
á donde la v i r g e n p u r a ,
nuestra madre y abogada,
que es la virgen del P i l a r
liene^su D i v i n a C a s a ,
pues se apareció gloricsa
en esta l u c i d a pátria
á el Apóstol S a n t i a g o , <
d i c i e n d o , q u e le labrara
su casa de A d o r a c i ó n ,
en donde la v e n e r a r a n ,
para que allí esta Señora
sus m a r a v i l l a s obrara.
E n fin, en esta ciudad
que yo dejo m e n c i o n a d a ,
vivia un gran caballero
de esclarecida p r o s a p i a ,
y noble genealogía,
llamado D. J u a n de L a r a ,
con su muy querida esposa
Doña María L e o n a r d a ,
los cuales e n d u l c e unión
se querían y t?slimaban.
y del feliz matrimonio
el C i e l o les hizo g r a c i a ,
y les dió un ángel por hija,
de ! a ^ mugeres la g a l a ,
que por su hermosa b e l l e z a ,
y perfecciones tan raras
era hechizo de las Diosas,
y otra E l e n a robada,
el c r i m e n del dios C u p i d o ,
y de F l o r a s e m e j a n z a ,
que si V e n u s mereció
aquella hermosa manzana,
que se apareció en la mesa
donde las Diosas estaban,
también esta hermosa niña
mereció que la adoraran
los mas nobles caballeros
de mas b i z a r r i a . y f a m a ,
c o m o lo dirá -la l e t r a ,
¿que aquí al presente se c a n i a .
Llamábase esta Señora
Doña Maria L e o n a r d a ,
pues le pusiere jos mismos
nombres de s u madre a m a d a .
Criáronla «con r e g a l o ,
i o n muchas joyas y galas,
asistida de d o n c e l l a s ,
que la traían en p a l m a s ,
dándole gusto sus padres
siempre en lo que deseaba,
Y así que llegó á c u m p l i r
en su dulce y tirana infancia
-quince abriles su b e l l e z a ,
la pretendían con ánsia
los mas nobles c a b a l l e r o s ,
y desvelados a n d a b a n ,
siendo linces de sus r e j a s ,
como de su c a l l o g u a r d a s .
ofreciéndose rendidos
á sus bellísimas plantas
cnnlándole muchos versos
y primorosas tonadas,
pero su esquiv/'z.alliva
á todos los d e s p r e c i a b a ,
mostrándose mas c r u e l ,
mientras mas la laureaban
pero con mayor e m p e ñ o ,
t n t r e todos se señala
con amorosos estreñios
un caballero que llaman
I). Diego de Señaleza,
y fué cusa, que le agrada
á esta copia de belleza
pues dejando ser ingrata
correspondió á sus favores
y de secreto se h a b l a n :
y el uno al oiro se dieron
de casamiento p a l a b r a ,
y estando para pedirla
á sus padres lo dilata
por ciertos inconvenientes
y cosas que p r e c i s a b a n ,
á cuyo tiempo otro amante
que por esta niña a n d a b a ,
que era D* M a r t i n de S o r i a ,
caballero de i m p o r t a n c i a ,
se anticipó, y á su padre
se la pidió con m i l ánsias,
haciéndole m i l p r o m e s a s ,
y prometiendo dolarla
en cincuenta m i l d u c a d o s ,
y otras prendas v i n c u l a d a s .
V d iscurriendo 0 J u a n
seria cosa acertada,
so la ofreció con testigos
debajo de su p a l a b r a ,
y D . M a r t i n m u y contento,
viendo que sus esperanzas
llevaban buenos principios
para lo que deseaba,
se despidió m u y contento
y l ) . J u a n se fué á su casa,
llamó á su h i j a , y le dijo
con amorosas entrañas:
H a s de saber hija m i a ,
como te tengo tratada
de casar con D . M a r t i n
do S o r i a , y le tengo dada
la palabra con testigos,
y en ello no ha de haber falta;mira lo que me respondes,
si es cosa que á ti te a g r a d a .
Respondió doña M a r i a
resuelta y d e t e r m i n a d a
diciéndole: Señor p a d r e ,
no importa que esa palabra
(sin saber mi voluntad)
no obliga á c u m p l i r en n a d a ,
que no siendo yo gustosa,
será fuerza q u e b r a n t a r l a .
D . Diego de Peñaloza
es quien conmigo se casa,,
y si no ílega á saber
lo que con D. M a r t i n pasa,,
será cosa que le quite
la vida sin mas tardanza,,
con que a s i , para evitar
la resulta de esta causa
despida usted á D . M a r t i n ,
antes hoy que no m a c a n a , •
que con él no he de c a c a r m e ,
aunque pedazos me h a g a n .
E l padre lleno de enojo,
encendido en ira y rabia
lia dicho: Corno i r a i d o r á ,
rlie respondes demasiada?
No ves, que ese h o m b r e es pobre?.
Y e l l a entonces r e p l i c a b a :
P o r eso que yo soy r i c a ,
y le s u p l i r é la f a l l a .
V i e n d o 1). J u a n que su hijá
con razones no se a b l a n d a ,
la encerró en un cuarto so.a
sin q u e r e r l e dar ni a g u a .
Túvola allí urt dia e n t e r o ,
V á la noche la sacaba,
y üevándolíl á la m e s a ,
á sd lado lá sentaba,
y después de haber cenado
cómidáá rriüv h j s a l a d á s ,
dijo!e: l i i j j Querida,
pbt- DiÜs el g n s b me hagas
de q u e r e r á l). .MaíHiri,
qué os esiimíiré érí él a l n i a :
No quieras, bija (jüeiida
no permita^ {irehda ahiadá
que yo quede désairadó;
por fallar íi mi jiálabra,
porque corab falle á é l l a ;
serán mis congojas lalüals;
que m u e r a de pesaduhibré
solamente por lu éaiiáá.
Respondió Doña María:
porfías son escusadas;
Señor, esa pesadumbre
usted es quien quiere b u s c a r l a ;
porque yo no se la d o y ,
ni tal cosa i m a g i n a r a ;
1). Diego de Peñaloza
es quieri conmigo se casa,
\]\ui á D. Martin a b o r r e z c o ,
f í o que olía novedad h a y a .
Esto que ha oido D . J u a n ,
sacó un puñal de-la b a i n a ,
y a l tiempo de ir á tirarle
llegó su esposa y lo abraza,
poniéndose por delante
las doncellas y c r i a d a s .
Salió su hija h u y e n d o ,
y el dijo: T r a i d o r a , a n d a ,
que le j u r o pdr quien soy,
de hacer una aécion lan rara;
que ni D . Martin le l l e v e ,
ni Peñaloza le v a l g a .
A s í estuvo a q u e l l a nonhe,
d i s c u r r i e n d o modo y traza
para r e d u c i r su h i j a ,
que hiciese l o q u e le m a n d a ;
discurrió (¡qué lirania!)
la c r u e l d a d mas i n h u m a n a ,
que se ha oido, ni se ha visto
en todo cüatilo el eol l a p a ,
que fué l l e v a r l a á los montes,
y en un árbol a m a r r a r l a ,
y sí no se r e c o n v i e n e ,
dejársela allí ó m a t a r l a .
P ú s o l o en ejecución,
y antes que rompiese el A l b a
de su casa la sacó
en un caballo á las ancas,
diciéndole que á un convento
iban á depositarla.
P o r fin, se m e t i ó en los'mohteg
por lós cerros y cañadas,
hasta que fen el mas oculto
s i t i o , qúe sé le antojaba,
que aunque apenas se podía
hacer existencia clara
s i era boché, ó era d i a ,
por la espesura de r a m a s ,
dfe árboles, pinos jf encinas;
laureles, olmos y p a l m a s .
Se desmontó del c a b a l l o ,
y en un árbol a m a n a d a
le dejó muy afligida,
y de allí se relira*ba.
Senlónse sobre una peña,
para que ralo p a s a r a ,
y volver á r e q u e r i r l a
por ver que razón le d a b a :
pero dormido al i n s l a n i e
quedó s i n que d e s p e r t a r a ;
hasta que la luz del día
c u b r i e r a la obscura capa
de las funestas tinieblas
de la noche en sombras pardas,
Despertó despavorido,
y procurando b u s c a r l a ,
ó por permisión del c i e l o ,
ó por su fortuna infausta,
no pudo encontrar el sitio
donde la dejó a m a r r a d a .
A q u í fueron Ibs l a m e n l o s i
los llantos y las plegarias,
que el caballero hacia
á í)ios por sil hija a m a d a .
V i e n d o que por diligencias,
que hacia no le e n c o n t r a b a ,
y aunque quería dar voces,
no podia p r o n u n c i a r l a s ,
porque el grande s e n t i m i e n t o ,
y pena que le c e r c a b a ,
con el dolor los s o n l i d o s ,
y la voz se le e m b a r g a b a .
P u e s m i r e n como c s l a r i a
aquella hermosa diana
atoarrada en aquel árbol
de noche entre aquellas m a l a s ,
que para perder las vidas
poco á los dos les fallaba.
E n donde los dejaremos
enlre congojas y ansias,
que en otra segunda parte,
si al auditorio le agrada
promete José F r a n c i s c o
d e c i r l o demás que falta.
FIN DE LA PRIMERA PARTE.
SEGUNDA PAHTB
D E
Y a dije, como en eí m o n t e ,
entre ansi/ís y congojas,
amarrada en aquel órbol
quedó aquella hermosa rosa,
y su padre la buscaba
lodo lleno de z o z o b r a s ,
y no pudiendo e n c o n t r a r l a ,
á sí mismo se desdora
reconociendo su y e r r o ,
y á veces un puñal toma
para quitarse la v i d a ,
sin tener m i s e r i c o r d i a pero le detiene el brazo
la pasión mas amorosa
de su hija, que la siente
mas que á su m i s m a persona,
y vivo puede b u s c a r l a ,
lo que muerto no era c o s a .
Y asi que amaneció el dia*
de nuevo á buscarla t o m a :
pero no la pudo h a l l a r ,
por mas que con cuidadosas
diligencias registraba
las mas ocultas alcobas,
y perdida la paciencia
y las esperanzas todas,
á su casa se v o l v i ó ,
y á su muy querida esposa
llorando le refirió
su desgracia l a s l i m o s a ,
la cual anegada en llanto,
fueron tantas las congojas,
las angustias y fatigas
de aquella noble señora,
que no hay lengua que las d i g a ,
pues confunden la m e m o r i a ;
y sin detenerse un punto
convocan luego á la hora
veinie hombres que la bosquetl
con piontilud presurosa,
con ellos va l ) . Martin
por cabo de aquella escolta.
I). J u a n de L a r a llorando
su pérdida tan notoria.
P e r o asi como s a l i e r o n .
Doña Maria su esposa,
para escribirle á I). Diego
l o m ó discreta una hoja
de un llano y terso p a p e l ,
y de esta suerte lo nota;
Sabrá usted muy Señor mió
D . Diego de Peñaloza,
como en mi casa sucede
la desgracia mas penosa,
que se ha oido, ni se ha visto
en cuanto el orbe corona;
Y fué el caso sucedido.
que ayer H . Martin ilc S o r i a .
á mi marido pidióle
á mi hija por su esposa.
y sin saber su diclámen
se la ofieció y ella airosa,
por reservar vuestro Hinor,
y vuestra voluntad propia
contradijo la palabra
de su padre y con furiosa
osadía la llevó
á unos montes, y con sogas
amarrada la dejó
por una amenaza sofá.
Y cuando volvió á b u s c a r l a ,
no la halló (¡terrible cosa!)
ya d i s c u r r o , que sin duda
fieras del mole aulladoras
le habrán quitado la vida
V . m e r c e d la socorra,
y de su parte procure
b u s c a r l a , pues que le toca.
Y a no puedo escribir mas,
p o r q u e las letras se borran
con el agua de mis ojos,
jior estar tan pesarosa.
C o n esto cerró el p a p e l ,
y á O . Diego se lo porta,
el c u a l habiendo leido
Jo que las letras m e n c i o n a n ,
dijo con grande dolor:
Y.a se acabaron mis glorias,
ya no he menester mas g a l a s ,
ya mis riquezas m e sobran,
fio sea yo desde hoy
jD, D i e g o d e Peñoloza,
jsi fiomo mi -amada prenda
po presea primorosa.
cuantos fueron causa de eílo
han de m o r i r en deshonra,
y I). Martin el p r i m e r o ,
para que el mundo conozca
de un (ino amante el v a l o r ,
que justa venganza toma.
Esto dijo valeroso,
y mudándose de ropa,
loniii un trabuco y un frasco,
y también cuatro pistolas,
y c o n grande sentimiento
dijo:, A D i o s , M a d r e y Señora,
á Dios hermanos y hermanas,
á Dios mis doncellas todas,
á Dios parientes y amigos,
á Dios Deina poderosa,
v i r g e n Saóla del P i l a r ,
abogadada, protectora
de lodos los pecadores,
que afligidos os' invocan,
en vuestro n o m b r e fiado
hoy salgo de Z a r a g o z a ,
y he de conseguir m i , e m p r e s a ,
siendo vos m i valedora.
Y entrándose por los montes,
e n la espesura se engolfa:
registrando sus malezas,
y á poco trecho se topa
c o n D. M a r t i n , y al instante
lo disparó una pistola
c o n dos encendidas balas
le entró el tiro por la b o c a ,
y allí se lo dejó muerto
s o b r e l a s verdes a l f o m b r a s ,
s i n ser oido ni visto
-de n i n g u n o de su tropa.
E n e s l a sazón serian
dfr l a tarde las seis horas.
y Cil sol iba retiran do
al O c c i d e n l e su a n l o r c h a ,
cuando oyó suaves voces
lan sentidas y quejosas,
tan IrUlcs y dclioadas,
que el corazón le aprisionan:
que decían: V i r g e n pura
del P i l a r de Zaragoza,
pues sois M a d r e de afligidos,
de tristes c o n s o l a d o r a ,
a p a r a d m e , madre m i a ,
en esta ú l t i m a h o r a ,
y alcanza de vuestro H i j o
para mi a l m a la g l o r i a .
Sobresaltado y confuso,
y con prisa- muy celosa
fué por los ecos llegando
donde estaba esta Señora
toda anegada en suspiros,
cuajada toda la ropa
de las porlas que sus ojos
derramaban b u l l i c i o s a s ,
y llegándose bien c e r c a ,
le d i c e , blanca paloma,
lén ánimo, dueño m i ó ,
que mi fortuna dichosa
á tus plantas me ha trmdo
para aliviar tus congojas,
entonces volvió los ojos,
y dijo muy a n i m o s a :
Ó es ilusión lp qMe m i r o ,
ó L). Diego se me pnloja:
iNo es i l u s i ó n , le responde
m i b i e n , m i vida y mi gloria,
que estoy sintiendo tus males
y soy el que mas te adora:
Y cortándole las c u e r d a s ,
que o p r i m i a n su persona,
la fué sacando en sus brazos
de aquella espesura tosca,
hasta que llegó á una quinta,
donde su caballo t o m a ,
y con su prenda querida
.entró alegre en Z a r a g o z a ;
y á la casa de sus P a d r e s
la llevó con mucha h o n r a ,
á tiempo que ya venían
1). J u a n de L o r a y su tropa,
y á Ü. iMartin truian muerto,
que en el monte se lo topan,
sin s;iber quien lo m a t ó ,
ni de ello hubiese m e m o r i a :
y á 0. Diego le abrazaron
con gran b i W n ' a y pompa,
y de todos á una voz
vítores y aplausos l o g r a .
\ al cabo de pocoS (lias
se celebraron las bodas,
donde viven muy gustosos
D, Diego y su; prenda hermosa.
FIN.
GARMONA:—1878.
I m p r e n t a y librería de L A A U R O R A , Carpiñleros, %.
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