María Josefina Negro Fernandez Chave Con motivo del concurso

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María Josefina Negro Fernandez Chave
Con motivo del concurso “Mi familia hizo Piriápolis” quiero contarles a ustedes
sobre mi abuelo Santos Negro.
Mi abuelo Santos llegó teniendo 18 años con su hermano Julio y su madre
Felipa procedentes de la zona de El Renegado en Pan de Azúcar donde su
padre era trabajador en una estancia. Inmediatamente de llegado comenzó
junto a su hermano Julio a integrarse rápidamente con los jóvenes de su
generación en Piriápolis, y comenzó además de trabajar, por un lado a jugar al
futbol y por otro con la música la cual fue una pasión que lo acompañaría toda
su vida.
Comienza su actividad como dirigente cuando toma las riendas del Club de
Futbol Beaulieu a principio de los años ‘70 del cual fue presidente muchos años
luego continúa en el futbol ocupando cargos a nivel departamental llegando a
ser inclusive neutral de la Organización de Futbol del Interior representando a
Maldonado lo cual hizo que desempeñara la tarea de “veedor” en varios
encuentros que tuvieron lugar en el Campus de Maldonado durante el mundial
de Futbol Universitario llevado a cabo en nuestro país en el año 1976.
Paralelamente llevó adelante varios emprendimientos comerciales en Piriápolis
teniendo participación en el conocido “Copetín al Paso” luego desarrollando su
oficio de óptico tanto en el local “Giselle” de la Rambla como junto a su esposa,
mi abuela Marta en la “Farmacia Capri” de la calle Sanabria.
En el año 1979 es elegido presidente de la Asociación de Fomento y Turismo
de Piriápolis cargo que ejerció 10 años ininterrumpidos hasta su fallecimiento.
Es ahí, como presidente de su querida Asociación de Fomento que el
desarrolla con mas vigor sus capacidades como dirigente.
Con respecto a su gestión, tuvo la premisa de instalar fuertemente a Piriápolis
en los medios de prensa mediante campañas publicitarias, giras de promoción
por Argentina y Brasil y la cobertura del verano con periodistas de los
principales medios nacionales instalados durante la temporada en nuestra
ciudad. Me cuentan que la cantidad de noticias sobre Piriápolis en los diarios y
en los canales de televisión de Montevideo era incluso superior a la que tenía
Punta del Este.
Durante aquellos años también, se llevó a cabo la recordada campaña:
“Piriápolis Ciudad Sol”
La misma contaba con un importante trabajo
audiovisual y gran cantidad de material gráfico, además de la conocida canción
de Piriápolis, Esta campaña de promoción acompañaba a mi abuelo y sus
compañeros de La Asociación así como a nutridos grupos de comerciantes y
dirigentes de Piriápolis por las recordadas giras de promoción.
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Otro de los ejes fundamentales que marcó su concepción de lo que tenía que
ser Piriápolis fue su idea, hoy hecha realidad pero muy avanzada para su
época, de “Turismo todo el año”, insistiendo siempre que tenía oportunidad con
la idea de que debía extenderse durante todo el año la llegada de turistas y por
lo tanto había que ofrecer atractivos para los meses que no eran de playa.
Es así que con esa idea acompaña y apoya con gran ímpetu a Tabaré
González en la creación de la “Estación de cría de fauna autóctona Cerro Pan
de Azúcar” a Don Carlos Méndez Requena en su transformación del Hotel
Argentino en una opción de alojamiento y servicios de alta calidad durante todo
el año. Así como también logran traer al Vapor de la Carrera al puerto de
Piriápolis como en la época de Piria con la idea de concretar una línea marítima
Buenos Aires - Piriápolis lo cual en ese momento no progresó. No obstante
eso, me cuentan que en ese momento el arribo de esa importante embarcación
fue un gran acontecimiento para nuestro balneario. En esos años también es
que felizmente, vuelve el Castillo de Piria a manos de la Intendencia y se lleva
a cabo su remodelación para pasar a ser un paseo público abierto todo el año.
Participó también junto al empresario artístico Juan Carlos Solá en la
realización de numerosos espectáculos en el Pabellón de la Rosas entre los
cuales se encontraba el clásico concurso de belleza “Reina de la Juventud” del
cual mi abuelo era habitual jurado.
Es sabido también, el esfuerzo que el y sus compañeros de La Asociación le
pusieron a las gestiones para la ampliación del Puerto de Piriápolis el cual llegó
a tener el crédito internacional aprobado y fecha de iniciación pero debido a
dificultades económicas que se suscitaron en ese momento la ampliación del
puerto se postergó varios años y no tuvo la suerte de verlo.
En paralelo con su etapa como Presidente de la Asociación de Fomento, es
que comienza en sociedad la construcción del edificio y galería Bahiamar el
cual fue el emprendimiento privado mas importante de esos años en nuestra
ciudad. Pese a enfrentar enormes dificultades debido a que la construcción del
edificio coincide con el rápido deterioro de la economía de nuestro país a
principios de los años ‘80, el edificio es terminado junto con la galería
transformándose rápidamente hasta el día de hoy en el principal polo de
atracción del centro de Piriápolis.
Cabe señalar que la Asociación de Fomento y Turismo de Piriápolis era
también en esa época el lugar hacia donde se dirigían las inquietudes y
problemas de los habitantes de Piriápolis por lo que mi abuelo Santos me
cuentan, que mas allá de los temas del balneario siempre tuvo tiempo e hizo lo
que estuvo a su alcance cuando un vecino le pedía un favor. Otro aspecto
curiosos que mas de uno recuerda era que le encantaba que llegaran nuevas
familias a radicarse a Piriápolis por lo que, cuando alguien llegaba con
intenciones de quedarse a vivir con su familia, era el primero que se ponía a las
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órdenes e inmediatamente integraba a estas personas a su grupo de amigos e
intentaba facilitar por todos los medios a su alcance su inserción.
Como dirigente, todos quienes trabajaron con el, destacan que sus mayores
cualidades fueron su capacidad para armar grupos de trabajo y entusiasmar a
la gente. Que tenía además el optimismo como herramienta de trabajo
permanente, no toleraba y en eso era capaz de salir a discutir a los medios con
quien fuera, que se dijera de antemano que un verano en Piriápolis no iba a ser
bueno, para el todas las temporadas iban a ser brillantes y mas aún, pese a
haberle tocado transitar como dirigente y empresario una de las mayores crisis
económicas que sufrieran tanto nuestro país como la República Argentina
nadie recuerda que haya declarado al finalizar una temporada que esta había
sido un fracaso.
Según me cuentan, al final de su vida, agotado por su lucha personal como
empresario contra enormes dificultades económicas mi abuelo muere al cabo
del verano del 89’ a los 51 años de edad dejando tras de sí, una sociedad
Piriapolense que poco a poco se fue dando cuenta que con su partida se
produjo un vacío que nunca mas se habría de llenar.
Para finalizar les comento algunos detalles que me han contado sobre la
personalidad de mi abuelo. Según dicen nació muy pobre, ganó y perdió mucho
dinero, era hincha fanático de Nacional, pero como tenía un hijo de Peñarol
dejó de serlo, fue amigo personal de ministros e intendentes, mi abuela dice
que era muy apuesto y que vestía impecable, tocaba la guitarra y dicen que era
buen cantante de tangos, pero se olvidaba de la letra, era vendedor de alma,
ponía el mismo empeño en vender un par de lentes, o un departamento. Era
jugador de naipes, bowling, pool, ajedrez, y todo aquello que permitiera apostar
un café, amaba “El Boliche” pero no tomaba casi alcohol y odiaba el cigarrillo.
En cuanto a mi, les cuento que lo he visto en fotos pero no conozco su voz,
todos me dicen que me parezco mucho a el y me cuentan estas historias, pero
a pesar de que disfruto escuchando todo lo que hizo en su vida, no dejo de
lamentar que entre tantas cosas que fue, la vida no le permitió llegar a ser “Mi
Abuelo”.
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