Sin ataduras en la tierra de abundancia

Sin ataduras en la tierra de abundancia
Pastor Carlos Lemus
Tercer servicio – Santa Cena
Guatemala, 02 de abril del Año de la Abundancia
Hemos estado siendo ministrados respecto al tema de los lazos de la muerte que atan, y también cómo podemos librarnos de estos lazos,
que es por medio del temor a Jehová. Ahora bien, todos sabemos de dónde hemos venido y que allí mismo regresaremos, es decir, la casa
del Padre. En 1Co 15:49-50 LBLA se nos enseña la transformación que Dios quiere hacer con nosotros, y nos indica que la carne y la
sangre no podrán heredar el reino de Dios. Algunos, según la Palabra, no podrán entrar en el reino, otros no podrán permanecer en el reino
y otros no heredaran en el reino, por lo que debemos estar preparados para poder entrar, permanecer y heredar, para que no nos envíen de
vuelta al desierto cuando sea el tiempo de ir allá. El poder participar del cuerpo y la sangre de Cristo es una de las formas en que nos
preparamos para ello; pues en la Santa Cena hay vida. En el pasaje de Col 3:4-5 PDT se nos indica que debemos sacar las cosas malas de
nuestra vida. Esta palabra saquen indica que debemos hacer morir estas cosas dentro de nosotros, un proceso de limpieza y rendición, esta
es la palabra nekróo-G3498 que significa amortiguar, subyugar, morir, muerto. Debemos cuidarnos entonces, pues según lo dice Pr 6:5
RV1960, el cazador tiene la estrategia de poner lazo para poder mermarnos o matarnos.
Ahora bien, podemos estar afectados por algunas ataduras. En Os 13:12 LBLA vemos que Efraín, cuyo nombre significa fructífero, estaba
atado por la iniquidad. Hoy nos vamos a juzgar para poder participar de una manera digna de la mesa del Señor, pero debemos mostrar un
genuino arrepentimiento para poder hacerlo. En Os 11:3-5 TLA se nos relata el cuidado que el Señor tuvo con Su pueblo, pero el pueblo
siempre tuvo ataduras que no le permitieron demostrar el amor, la fidelidad y la gratitud al Señor. Por eso es que debemos entregar esas
ataduras, pues dice “no quisiste dejar tu mala conducta”; solo nuestras actitudes harán que el Señor permita que sigamos en esclavitud, pero
ahora se puede proclamar libertad por medio de la santa cena, para rehacer nuestro pacto con Cristo y que muera en nosotros todo lo
desagradable al Señor. Después el Señor le habla a Su pueblo diciéndoles “Canaán” ya no Efraín, en Os 12:7-8 NVI1984, como dando a
entender que adoptaron las costumbres de ese lugar, pues el pueblo de Israel se convierte en comerciante, pero atado a la iniquidad, pues la
forma en que se llegó a esa fortuna fue desagradable a Dios. Sin embargo, aquellos que se dejan cuidar por el Señor, no les hará falta nada.
En el versículo Os 12:9 NVI1984, Dios le manifiesta su bondad a Su pueblo y le dice que debido a que su corazón se está apartando de él,
los regresará al desierto a vivir en carpas, allí donde existe la ministración de no amar las cosas terrenales. Las cosas difíciles que estamos
viviendo, que podemos llamar desiertos, son solo para que nos despojemos de las cosas que nos atan, y que vivamos en libertad. La
enseñanza en el desierto es que nuestro corazón no se apegue a la tierra, según Jer 35:7 NVI, es decir, que no cambiemos de prioridades y
querer vivir para hacer riquezas en la tierra, sino que debemos hacer riquezas en el cielo ya que acá somos solo peregrinos.
La abundancia entonces se dará después de procesos de limpieza. Habrá apertura de cielos cuando se rompan los yugos que nos atan,
según Ez 34:26-27 LBLA, Dios hará descender lluvias de bendición, abrirá los cielos para que todo lo que emprendamos prospere. Estas
lluvias caerán a su tiempo, para que todo empiece a fructificar, por ello debemos despojarnos de las ataduras, y de todo lo terrenal; se
abrirán los cielos cuando seamos libres. En Neh 9:33-36 NTV dice que Dios actúa con justicia cuando nos disciplina, pero muchos se
sienten abandonados cuando pasan por pruebas, sin embargo, sabemos que Él siempre estará con nosotros y solo espera que nos dejemos
transformar, que seamos humildes y reconozcamos nuestros errores o faltas. A veces pueden dañar muchas faltas, no por el pecado
precisamente, sino por el orgullo. Estos hombres se negaron a abandonar su perversidad. La palabra perversidad se traduce de rah-H7451,
que significa malo, agravio, apariencia, avaro, calumnia, castigo, depravado, desastre, desgracia, escoria, fastidiosa, feo, feroz, impío, inicuo,
injusto, mal, maldad, malicia, maligno, malo, malvado, pecado, perversidad. La santa cena nos permite desarraigar estas cosas malas de
nuestro corazón. El pueblo de Israel no quiso abandonar la perversidad, lo que significa que se sentían cómodos actuando de esta manera; y
la consecuencia fue el que quedaron esclavos en la tierra de la abundancia, aquella tierra que fue dada a sus padres para que la disfrutaran,
se convirtió en una tierra de esclavitud porque no quisieron salir de su mal proceder.
Lo bueno es que el Señor da la promesa de que los sacará de la tierra de Egipto, según Lv 26:13 LBLA, esta palabra aún está vigente
para nosotros y el Señor quiere que alcancemos la libertad, que se rompan los yugos y entonces se abran los cielos para poder fructificar y
que tengamos vida en abundancia. En Gá 5:1 LBLA nos indica el deseo de Dios, pero Israel por sus actitudes siguieron siendo esclavos.
Según Os 14:8 TLA, Dios le dice a Su pueblo lo que debe hacer para que Él siga cuidando de ellos. Este es el pacto de Dios con nosotros,
si nos apartamos de lo malo y Él cuidará de nosotros. En los versículos anteriores, Os14:5-6 LBLA dice que Él nos hará prosperar y nos
quiere hacer crecer, reverdecer con Su lluvia y Su rocío. Os 14:7 VM dice que volverán aquellos que estaban en cautiverio y los que se
sentían debilitados serán hechos fuertes. Os 14:8 TNM, cuando Efraín se da cuenta de su error, dice que en él debe hallarse fruto para el
Señor. Con la Santa Cena tendremos el beneficio de estar sin ataduras para poder fructificar.
Redactado por: Hna. Ericka P. de Ocampo
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