10 ruta comercial 25/6/07 13:02 Página 46 Latin Stock GESTIÓN DE VENTAS Un nuevo enfoque AUTOR: CASANOVAS SANZ, Joaquín La ruta comercial La ruta del vendedor cobra aún mayor importancia como consecuencia del cambio de las necesidades del cliente, que implican una mayor atención comercial. No obstante, debe suponer un medio y no un obstáculo para conseguir los objetivos comerciales de la empresa. Joaquín Casanovas Sanz, Consultor Senior del área de Consultoría de Development Systems | 46 46 TÍTULO: Un nuevo enfoque. La ruta comercial FUENTE: “MK Marketing+Ventas”, Nº 226 Julio/Agosto de 2007. Pág. 46 DESCRIPTORES: • Fidelización • Modelo comercial • Ruta comercial • Vendedor RESUMEN: El autor del artículo propone un modelo comercial de estructuración de rutas que dará al vendedor un margen de maniobra más amplio para reaccionar ante los imprevistos y analizar su actividad de forma más exacta. También expone la necesidad de que la planificación comercial plasme todas las actividades realizadas, de una forma medida y razonada, con el fin de llegar al cumplimiento de los objetivos comerciales. Además, analiza los criterios asumibles por los equipos comerciales y las alternativas para dar salida a su modelo comercial a través de una serie de variables. 10 ruta comercial 25/6/07 13:02 Página 47 www.marketingmk.com n los últimos años se asiste a una revitalización de la figura del vendedor. Cada vez más las empresas intentan reconducir su actividad para profundizar más en la relación con sus clientes y obtener mejores resultados. La figura del comercial se ha adaptado a los nuevos tiempos y ha ido cobrado mayor importancia, tras una época en la que había estado más o menos denostada. ¿Cuáles son los motivos? Los siguientes: E Incremento del número de competidores. La cantidad de proveedores ha crecido en casi la totalidad de categorías de productos y sectores. En la mayoría de los mercados hay un exceso en la oferta superior al incremento de la demanda, lo que obliga a las empresas a buscar el valor añadido en factores comerciales que anteriormente ni siquiera se soñaba que constituían verdaderos hechos diferenciales entre ellas. Variación en el concepto de servicio para los clientes. Éstos solicitan de forma creciente que en su servicio se incluya una atención más personalizada, tanto cuando la actividad comercial tiene el objetivo de fidelizar, como de desarrollar al cliente en cualquiera de sus vertientes. Así, lo accesorio tendría más importancia que el propio producto. Cuando muchas empresas ofrecen los mismos productos, factores secundarios adquieren mayor importancia e incluso se colocan al mismo nivel que el producto principal. Es el caso de la resolución de incidencias, presentación de novedades, información de promociones o, simplemente, una mera visita de cortesía. ¿Y cómo afecta esto a la estrategia de las empresas? Esta intensificación en la atención comercial les obliga a desarrollar estrategias Nº 226 • Julio/Agosto de 2007 distintas, pensando más en términos de servicio y beneficio para sus clientes que en los de venta de productos. Este cambio hace que haya que dedicar más tiempo a definir mejor la actividad de sus equipos comerciales, y a dirigirla a satisfacer las nuevas necesidades de sus clientes, sin olvidar las limitaciones marcadas por sus objetivos de rentabilidad y, en este sentido, el coste de cada visita. Por otra parte, debido a ese cambio de necesidades de los clientes, la ruta comercial de los vendedores cobra aún mayor importancia, al convertirse en el eje aglutinador de toda su actividad que desarrollaría esa atención comercial. Esta actividad comercial puede basarse en tres grandes grupos de comportamientos: Actividades de fidelización: las que el vendedor dirige a su cliente para mantener su cartera. Actividades de desarrollo: las que el vendedor destina a su cliente para incrementar su facturación directa. Ejemplos de ello son la venta cruzada de productos o la simple generación de pedidos de reposición. Actividades de captación: las que el vendedor realiza para incrementar su cartera de clientes, consiguiendo clientes nuevos. Pero, ¿cómo atienden los equipos comerciales sus objetivos de venta? Igual que las necesidades de los clientes en los últimos tiempos, la actividad comercial ha ido variando y, por tanto, el modo de llevar a cabo las rutas comerciales. Enfoque tradicional. En un entorno donde la información individualizada de los clientes puede ser más bien escasa, la actividad comercial se podía definir en los despachos de los respon47 | 10 ruta comercial 25/6/07 13:02 Página 48 GESTIÓN DE VENTAS Igual que las necesidades de los clientes, la actividad comercial ha cambiado y, por ende, la forma de realizar las rutas Esa planificación comercial responde a criterios mercantiles y de negocio que ayudarían a clasificar a los clientes actuales para planificar la actividad comercial generando un número de visitas por día. De este modo, se conseguiría establecer un verdadero modelo comercial de estructuración de rutas, pero sólo para lo que se refiere a las actividades comerciales de desarrollo y fidelización. sables comerciales, donde a veces los criterios geográficos imperaban sobre los comerciales. En el mejor de los casos, el comercial se veía supeditado por la ruta de reparto que ya estuviera configurada, de forma que ésta estaba construida siguiendo criterios puramente logísticos de optimización de rutas, y no estrictamente comerciales. Igualmente, en los casos en los que la configuración de las rutas siguiera criterios meramente comerciales, el vendedor se dejaba llevar por el día a día y, al no disponer de la información para conocer mejor a sus clientes y, por tanto, no ser consciente del valor de dichos criterios, podía acabar no cumpliendo la ruta por dirigir sus esfuerzos hacia otras actividades más a corto plazo como, por ejemplo, la resolución de incidencias. Por otra parte, en aquellas organizaciones donde la actividad de captación tuviera más importancia que la fidelización, el comercial no tenía margen de maniobra para combinar ambas siguiendo una coherencia comercial clara; por el contrario, se dedicaba a realizar visitas comerciales de captación según el día a día le permitiera, dificultando el seguimiento del cumplimiento de sus objetivos. Enfoque actual. En los últimos años, con la aparición de las nuevas tecnologías, se ha querido dotar a los comerciales de nuevas herramientas, como las PDA’S, que les ayuden a realizar su actividad comercial y cumplir mejor con sus objetivos. Así, les facilitarían un control mayor que el que tenían sobre sus clientes para planificarse mejor. | 48 Definición del modelo: fidelización y desarrollo Este modelo se construye a partir de una serie de variables que ayudaría a perfilar todas las rutas comerciales: Facturación de cada uno de los clientes. Se entiende que la cartera la componen clientes que aportan un alto rendimiento para los objetivos, y otros en los que ese valor es menor. De la misma manera, el esfuerzo en la atención comercial con cada uno de ellos variará. Por eso, definiremos una clasificación de clientes siguiendo criterios de facturación, a los que se asignará una frecuencia de visitas determinada tomando como referencia un año. Número de visitas comerciales estándar. Los departamentos comerciales en general definen una cifra máxima de visitas que pueden llevar a cabo los vendedores a lo largo de su jornada laboral. Este será el campo de juego en el que se permitirá al vendedor jugar su partido de fútbol particular. Por otra parte, todo departamento comercial que se precie definiría otra serie de variables que le ayuda a conseguir sus objetivos globales de empresa y que actualmente, con mayor dificultad, se incorpora a la actividad diaria de las redes comerciales. Objetivos de crecimiento en facturación, con carácter genérico y que los departamentos comerciales pueden definir como: Nº 226 • Julio/Agosto de 2007 10 ruta comercial 25/6/07 13:02 Página 50 GESTIÓN DE VENTAS • • De crecimiento de cartera actual: desarrollar más a los clientes obteniendo incrementos en la facturación con ellos. De venta nueva: definir bien, en número de clientes nuevos a captar o en volumen de facturación, un objetivo de prospección. En este caso, se hablaría de objetivo de crecimiento de cartera actual para tratar las actividades de fidelización y desarrollo. Objetivos por producto. Se pueden definir objetivos concretos de venta por producto y cliente. Objetivos de rentabilidad por cliente. Según este modelo, donde existiera un objetivo de venta nueva (número de clientes a captar), clave para la consecución de los fines globales de la empresa, sería difícil trasladarlo a cada una de las jornadas de trabajo debido a que el comercial, supeditado al día a día, bastante tendría con cumplir las visitas de fidelización que le marcaría el modelo. De esta forma, el comercial acabaría realizando la misma actividad de captación, con independencia de lo marcado por su empresa. Consecuencias negativas de los enfoques actuales: la rigidez Todas las variables anteriores son estáticas, se basan sólo en el análisis de la estrategia de la empresa y las características de los clientes y no contemplan que las circunstancias de cada vendedor son distintas, y que su día a día puede pesar más que el propio modelo comercial impulsado por la compañía. Latin Stock Estos tres grupos de objetivos, que generalmente se fijan de manera global como parte de la estrategia comercial de la empresa, deberían trasladarse a la realidad de los clientes y, por ende, a cada una de las rutas comerciales. Definición del modelo: actividades de captación En los últimos años, con la aparición de las nuevas tecnologías, se ha querido dotar a los vendedores de nuevas herramientas, como las PDA’S, que les ayuden a realizar su actividad comercial y cumplir mejor con sus objetivos. Así, les facilitarían un control mayor que el que tenían sobre sus clientes para planificarse mejor. | 50 Nº 226 • Julio/Agosto de 2007 10 ruta comercial 25/6/07 13:03 Página 51 www.marketingmk.com De la misma manera que existen vendedores con índices de eficacia distintos, los habrá con diferente número de visitas estándar por día Por ello, puede ser difícil modificar los hábitos y comportamientos particulares de los vendedores, si no se tiene en cuenta el propio carácter dinámico de la realidad. Así que se pueden generar las siguientes situaciones: La red comercial acaba por no direccionar su intensidad comercial hacia lo que necesita su cartera de clientes actual (más tiempo fidelizando que captando). Los vendedores pueden llegar a estar condicionados por el rutero de forma poco flexible debido, precisamente, al carácter especialmente rígido de las variables que le definen. Por el contrario, cuando surgen incidencias a lo largo de las rutas, las solucionan sacrificando visitas a clientes y no las recuperan. La mayoría de las visitas de fidelización puede no estar concertada, simplemente se realiza porque así lo determina el rutero, de forma que, si no se consigue realizar alguna de ellas al no ser atendidos, se pasaría de largo, sin posponerse y, por tanto, se perdería. La actividad de captación se convertiría en secundaria a la fidelización y no se realizaría siguiendo criterios comerciales como la potencialidad; tan sólo se harían visitas si diera tiempo. La propia PDA o herramienta informática únicamente se utilizaría como un soporte de registro de información que al comercial le serviría para gestionar mejor los datos de los clientes. Sin embargo, los criterios estáticos del modelo seguirían prevaleciendo sobre una interpretación amplia de la realidad; la PDA le fijaría el rutero al vendedor con la misma rigidez, pero en soporte informático en lugar de en papel. Nº 226 • Julio/Agosto de 2007 Se puede concluir que plantear un modelo excesivamente rígido propicia que los vendedores acaben flexibilizándolo a su antojo, dejándose llevar por una interpretación variada en el día a día. Esto conllevará que su actividad diaria esté cada vez menos alineada con los objetivos de la empresa. Necesidad de un modelo mixto Para evitar esa excesiva flexibilización del comercial dejándose llevar por la coyuntura diaria, se propone la adopción de un modelo mucho más flexible en el inicio, que le otorgue un margen mayor de maniobra y adapte así las peculiaridades de su cartera y su día a día a los objetivos, eso sí, rígidos, de su empresa. Así, se definen dos tipos de variables: Rígidas: las que cualificarán mejor a los clientes y les asignarán una frecuencia de visitas determinada. Figura 1 Sistema Rígido Flexibilidad Interpretación variada MODELO DE RUTAS COMERCIALES Necesidad de Modelo Mixto 51 | 10 ruta comercial 25/6/07 13:03 Página 52 GESTIÓN DE VENTAS Plantear un modelo excesivamente rígido propicia que los vendedores acaben flexibilizándolo a su antojo, dejándose llevar por una interpretación variada en el día a día Flexibles: las que matizarán las anteriores y permitirán adaptar el rutero a la realidad del mercado de cada vendedor. Determinación de variables rígidas de inicio Para combinar la flexibilidad de los criterios de fijación del rutero y la rigidez de los objetivos de la empresa, es preciso identificar primero aquellos factores o variables rígidas en el inicio. Así, éstas deberán ser: Concretas: una variable específica que explique algún atributo definido a priori por la empresa y que cualifique de alguna manera a los clientes de la cartera que formarán parte del rutero. Mensurables: estas variables medirán la situación del cliente en cualquiera de los aspectos definidos con antelación y ayudarán a conocerle mejor. Temporales: vendrán expresadas para un momento temporal concreto, siguiendo el ciclo temporal del rutero. Así, este tipo de variables constituirá la información que el vendedor no va a poder cambiar a lo largo del ciclo, ya que va a constituir su campo de juego y donde se desarrollarán sus rutas comerciales. Ejemplos de esta clase de variables son: | 52 • Datos identificativos del cliente: nombre, dirección, código cliente... • Código postal: este dato determinará posteriormente la proximidad o no de un cliente frente a otro entre sí y, por tanto, la posibilidad de incorporarlos a una misma ruta o no (criterio geográfico). • Ventas último año móvil: información que ayudará a clasificar a este cliente siguiendo criterios de facturación y permitirá asignarle una frecuencia distinta de visitas. • Variable X que determine el potencial de dicho cliente: información que se pudiera actualizar y cuyo análisis asignara al cliente un potencial especial con cambio en frecuencia de visita, como su rentabilidad. Visitas comerciales ya realizadas frente a criterios rígidos En esta fase se podría poner de manifiesto, mediante cuadros de mando, que finalmente no se han podido cumplir las visitas programadas de fidelización para el ciclo definido. En este caso, se invitaría al vendedor a la reflexión de que no puede ser que se deje llevar por el día y que acabe no respetando la atención que exigen los clientes. Con este análisis se podría examinar la distorsión producida entre las ventas conseguidas y el grado de atención comercial con los clientes. Determinación de variables flexibles a incorporar A partir de aquí se determinarían las variables flexibles para, después de haberlas adaptado a la realidad del comercial y su cartera, definir el rutero. De esta manera se podrían convertir en comportamientos comerciales concretos y trasladables al rutero conceptos igualmente importantes como la captación comercial. Estas variables flexibles podrán ser: Geográficas: puede surgir la necesidad de reagrupar a todos los clientes en Nº 226 • Julio/Agosto de 2007 10 ruta comercial 25/6/07 13:03 Página 53 www.marketingmk.com distintas zonas geográficas redefinidas al efecto. Este dato determinará posteriormente la proximidad de ellos entre sí y, por tanto, la posibilidad de incorporarlos a una misma ruta (criterio geográfico). Por ejemplo, la reagrupación en subcódigos postales dentro de un mismo gran código postal o la agrupación de varios pequeños códigos postales en zonas geográficas más grandes donde el vendedor pueda moverse con mayor facilidad. Número estándar de visitas diarias. Este dato permitirá definir el número de visitas máximo a realizar por el vendedor, tanto de fidelización a la cartera como a clientes nuevos. Objetivo de captación. Este dato será acordado por la empresa y constituirá el eje vector de la actividad comercial dirigida a conseguir venta nueva. Indudablemente deberá traducirse en un número de clientes a captar. Índice de Eficacia Comercial (IEC). Este porcentaje medirá el grado de eficacia para conseguir clientes nuevos de forma que determinará el número de visitas para conseguir el objetivo de captación. Esfuerzo comercial a captación y fidelización. Este factor porcentual definirá qué parte de la actividad del comercial se dedicará a fidelizar o captar. Estas variables flexibles permitirán adecuar cada circunstancia, tanto del vendedor como de la cartera de clientes, a lo que debe realizar cada vendedor en su empresa. Se operará con estas variables, flexibilizándolas, más o menos, según lo permita o lo requiera su empresa. De la misma manera que existen vendedores con IEC distintos, los habrá con diferente número de visitas estándar por día. Sin embargo, la propia flexibilidad de dichas variables no obstaculiza que incluso se llegue a un acuerdo con el vendedor para obtener un rutero, eso sí, cerrado o rígido, pero que permita ser revisado en el siguiente ciclo y que paulatinamente se ajuste a la realidad del vendedor. Nº 226 • Julio/Agosto de 2007 La utilización de dichas variables flexibles, junto con las rígidas anteriores, definen un modelo rígido y flexible a la vez y ello permite determinar de manera más precisa la actividad comercial del vendedor, reflejando mucho más su realidad, y a la vez dejando una puerta abierta a ser revisado en sucesivos ciclos comerciales. Conclusiones Es importante destacar el papel de la ruta como vector de la actividad comercial, no sólo como hilo conductor de la misma, sino como herramienta que garantiza su esfuerzo. Así: • La ruta supondrá un medio, y no un obstáculo, para conseguir los objetivos comerciales. • Permitirá introducir todo tipo de comportamientos comerciales, incluyendo la captación, y no sólo actividades de mantenimiento de cartera. • En la elaboración del rutero se permitirá introducir componentes más cualitativos como el IEC que, lejos de dificultar la consecución del objetivo, enriquecerá el propio modelo de configuración de rutas, siendo el rutero mucho más preciso con la realidad del comercial y sus clientes. En definitiva, este modelo permitirá al comercial analizar de manera más exacta, no sólo la forma de llevar a cabo su actividad, sino el porqué de las posibles desviaciones y reaccionar de manera mucho más efectiva ante ellas. Y finalmente, en este sentido cuando se planifica la actividad comercial que se llevará a cabo y se analizan los posibles costes de la ruta comercial, estudiando su rentabilidad, viabilidad o revisión, se tendrá más información para valorar el coste de oportunidad ya que ¿dónde se encuentra éste?: ¿en las visitas que se efectúan actualmente, o en la actividad que se deja de realizar cuando se están ejecutando éstas? ● 53 53 |