46 LATERCERA Domingo 5 de julio de 2015 Sociedad Cultura R VIENE DE PAG. 45 RR María (María Mercedes Coroy) es la protagonista de Ixcanul, película del director guatemalteco Jayro Bustamante que ganó el premio Alfred Bauer en Berlín. micos, sino que gente de la zona y lo que no tuvimos en dinero si lo tuvimos en tiempo: pasé muchos meses en la zona”, explica Bustamante al teléfono desde Guatemala. También apunta a que la película nació de una historia real: “La mujer a la que le pasó esto aún no ve la cinta. Así me lo pidió y respeto su palabra”. Durante el rodaje, Bustamante incluso enfrentó una auténtica erupción. “Arrancamos, pero la van que teníamos de emergencia se quedó sin ruedas por la lava. Finalmente conseguimos algunas de repuesto y logramos huir. Fue curioso, porque parecíamos los únicos preocupados. Los habitantes de ahí estaban acostumbrados”. Para Bustamante, la relación entre los personajes, en particular el de María, y el paisaje era fundamental: “Era muy importante que su historia tuviera una correlato con el entorno y el volcán, pero por otro lado no podíamos caer en el paisajismo, que era muy evidente.. La fuerza de María debía tener un equivalente con el poderío interno del volcán. Cuando ella toma decisiones y enfrenta su realidad y quiere sobreponerse a los obstáculos de la pobreza es como si el volcán tuviera una especie de erupción”. También en la provincia profunda, pero en la de Colombia, transcurre La tierra y la sombra, cinta ganadora de la Cámara de Oro a la Mejor Opera Prima en el último Festival de Cannes y que también viene a la Competencia Internacional de Sanfic. Dirigida por César Augusto Acevedo, el filme cuenta el triste regreso de Alfonso (Haimer Leal) a su casa en la zona de plantación de caña de azúcar del Valle del Cauca, cerca de Cali, al suroeste de Colombia. El hombre se fue hace 17 años en busca de una vida mejor y dejó a su esposa y su hijo. Ahora busca algo así como una reconciliación, en un paisaje que estéticamente parece postnuclear (eternas cenizas caen tras las quemas de cañas) y que moralmente no tiene redención a la vista . Gatillado por experiencias personales de pérdidas familiares (en particular la muerte de su madre), Acevedo cuenta acá una fábula de fracturas afectivas, tomándose el tiempo necesario y extendiéndose en largas tomas donde los diálogos son lo de menos y la exploración plástica lo de más. No por nada, el realizador ha declarado públicamente que algunas de sus mayores influencias son el ruso Andrei Tarkovsky y el francés Robert Bresson. La película, una de las cinco que este año presentó en Cannes el ascendiente cine colombiano, fue alabada por el diario francés Le Monde, donde el crítico Franck Nouchi afirmó que el realizador caleño era “el más dotado de los que participaron en la sección Semana de la Crítica”. También el sensible tejido de la ruptura familiar toca La memoria del agua, la nueva cinta de Matías Bize, esta vez protagonizada por Benjamín Vicuña y la actriz española Elena Anaya. Otras vez las parejas y sus encuentros y desencuentros. Otra vez las palabras de adiós y los titubeos por recomenzar lo que al parecer ya no tiene remedio. Es el mundo Bize, el que mejor conoce y al que se ha mantenido fiel desde aquel ejercicio en tiempo real llamado Sábado (2003) hasta La vida de los peces (2010) ganadora del Goya 2011 a la Mejor Película Hispanoamericana. En esta oportunidad la pareja ya no es con vocación adolescente, sino que se trata de un matrimonio que está en medio de ninguna parte. La muerte de su hijo les ha enfrentado a los cuestionamientos y vacíos, pero quizás exista alguna posibilidad de reparar las cosas. RR Sonne (Frederick Lau) y Victoria (Laia Costa) son cómpiices de la nohe berlinesa en Victoria. UNO DE LOS REALIZADORES En la mitad del rodaje hizo erupción el volcán y abandonamos el pueblo. Parecíamos los únicos preocupados Jayro Bustamante director de Ixcanul La sensación germana Durante el Festival de Berlín 2015 el filme alemán que más dio que hablar entre público y críticos fue Victoria, trabajo de Sebastian Schipper que obtuvo el Oso de Plara por su Aporte Artístico. Es un ejercicio de estilo que dura 2 horas y 20 minutos y todo es siempre en tiempo real. Es decir: la película fue filmada tal como se ve en pantalla, sin corte alguno y en 22 locaciones diferentes de la ciudad de Berlín. O, por lo menos, así lo asegura su director. Será otro de los platos fuertes de la competencia de Sanfic. Todo parte a las 4.30 de la mañana, cuando Victoria (Laia Costa) se encuentra ya en los últimos estertores de la larga noche berlinesa. Esta chica catalana en busca de nuevos horizontes en Alemania, sale del club tecno y se prepara para ir al café en el que todos los días se gana la vida. En la calle conoce a un grupo de muchachos alemanes algo borrachos y con ga- nas de seguir aprovechando la cuerda de la noche. Se comunican en un inglés neutro, se caen bien, fuman hierba y, para acelerar las cosas, se disponen a robar un banco. Uno de los chicos le debe un favor a un gángster de más peso en el barrio y a cambio hará el asalto. Todo parece ir bien hasta que algo se desmorona en el camino. Calificada de “fascinante” y con “efectos casi alucinantes” por la revista francesa Premiere, Victoria es un logro que incluso técnicamente sale mejor parado ante Birdman, filme con el que ha sido comparado. La diferencia es que el plano secuencia del filme de Iñárritu era fabricado y no real. También hay muchas referencias al cine del francés Gaspar Noé y a Corre Lola Corre de Tom Tykwer. Es más, Schipper actuó en aquella cinta, también sobre una muchacha que se movía a la velocidad del vértigo por las calles de Berlín. Con seguridad, aprendió bien la lección.b