¿Cómo Evitar Ser Un Adicto? - Cedro

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¿Cómo Evitar Ser Un Adicto?
Dr. Octavio Gárciga Ortega
CON LA ASESORÍA DE
Mario E. Fumero
Fundador y Asesor del
0
¿Cómo Evitar ser un Adicto?
Dr. Octavio Gárciga Ortega
Profesor Auxiliar y Especialista de
Segundo Grado en Psiquiatría
Primera edición, septiembre 2003
Prohibida la reproducción, total o parcial de esta obra, sin la autorización del autor, y bajo las
sanciones legales, por cualquier medio o procedimiento
Tegucigalpa, M. D. C. Honduras C. A.
Diseño de Portada: Yuri Banegas
Diagramación: Patricia Cerrato
Impreso en Honduras por:
Edigrafic S. de R. L.
ISBN 99926-50-49-4
1
Dedicatoria.
Sólo el AMOR engendra la maravilla... Silvio.
A mi familia.
A Cuba.
A Honduras.
A mis Hermanos de la Brigada Médica Cubana.
A todos los fármaco dependientes rehabilitados.
Al genial científico y entrañable hermano
Al Dr. SC Hiram Castro-López Ginard
2
INTRODUCCIÓN.
Un viejo adagio nos dice “más vale precaver, que tener que lamentar”, y en Medicina se
cumple en su totalidad, la verdadera Medicina evita la enfermedad en la medida de sus
posibilidades, porque una vez establecida la dolencia, es imposible predecir cual será su
evolución.
En la lucha contra la Farmacodependencia, no existe mejor remedio que su prevención,
no permitiendo que se produzca el primer contacto entre el Hombre y la droga.
Para lo cual es fundamental dotar al Hombre de información que le permita conocer las
características del enemigo y los peligros a los que se expone.
Si por “curiosidad” o por la “influencia de los amigos” sucumbiera a los deseos de “probar,
experimentar, sentir” nuevas sensaciones, una rápida retirada o la búsqueda temprana de
ayuda, podrán evitar años de sufrimiento para él, su familia y el entorno social.
El daño del adicto a sí mismo es obvio: la drogadicción conlleva un estilo de vida que
suele caracterizarse por la pérdida de principios y valores que distinguen al ser humano
de los animales, caracterizándose por conductas vinculadas al robo, la mentira, el
abandono de los estudios y trabajo, la violencia (homicidio y suicidio). Lejos de ser un
proceso liberador, conduce a la degradación y esclavitud más profundas que pueda
padecer un ser humano.
Para su familia, constituye un gran problema, un elemento de división e inestabilidad. Es
incapaz de proveer lo necesario para el sustento propio o familiar. Se encuentra
inhabilitado para asumir su papel de modelo positivo para sus hijos o hermanos menores.
No participa en la vida familiar, ni es apoyo afectivo para los demás.
Para su entorno social el drogadicto es un ente nocivo. En el colegio vulnera las normas
de disciplina y afecta el proceso de aprendizaje de los demás estudiantes.
Existe un riesgo alto que introduzca a sus pares en el consumo y que los haga víctimas
de sus fechorías, generando ambientes de temor e inseguridad.
En los últimos años este fenómeno se ha multiplicado en todas sus facetas, hablamos de
casi el 15% de la humanidad implicada de forma directa o indirectamente en el problema.
Es la drogadicción el elemento causante de más del 50% de los delitos y muertes
violentas que actualmente se producen en el mundo. La mitad de las camas hospitalarias
están ocupadas por trastornos ocasionados por la adicción o consecuencias de la misma,
la cual acarrea más sufrimientos y muertes que las enfermedades cardiovasculares y
oncológicas juntas, entre el 25 y el 30% de los 250 millones de accidentes laborales que
ocurren anualmente está presente el diabólico flagelo. En cuanto a costos, son
inimaginables las pérdidas.
Según datos de la UNICEF, 1300 millones de personas viven con menos de un dólar
diario, la mitad son niños, 120 millones sin escolarizar, 350 millones sufren explotación
laboral, 30000 niños mueren diariamente en el mundo. Honduras, es un vivo ejemplo de
estas calamidades, cerca del 70% de los hondureños viven bajo la línea de pobreza, el
70% vive en zonas rurales, hogares sin agua un 15%, sin saneamiento 15%, sin
electricidad un 21%.
En sólo 5 años el inicio de consumo de alcohol bajó de la etapa de la pubertad a la niñez.
De 13 años que era la edad de inicio en 1998, en el Distrito Central, actualmente es de 8
3
años. Los estudios revelan que la gran mayoría de los consumidores comenzaron su
consumo por drogas legales: tabaco y alcohol.
En el año 2002 se produjeron en Hondu-ras 386 millones de botellas de cerveza, 93
millones de botellas de 1/8 de aguardiente y 37 millones de botellas de otras bebidas
fuertes. En la capital existe una proporción (maléfica des-proporción), de 24 cantinas por
cada centro edu-cacional, por impuestos por el alcohol se recau-dan 800 millones de
lempiras y sólo se dedican a Prevención 5 millones.
En el l998 el 3% de los niños de 11 a 13 años comenzaban a fumar, el año pasado el
12.2% de los comprendidos de 8 a 10 años lo hicieron. Agravando aún más la ya bastante
crítica situación, que más de una tercera parte de los hogares no cuentan con el
progenitor, más otras causas que aumentan el porcentaje de hogares desintegrados.
En los últimos 5 años los niveles de seguridad ciudadana han bajado notablemente. Ha
aumentado la probabilidad que una persona sea víctima de delitos tales como: hurto,
robo, asalto, violación, asesinato, estafa, secuestro.
Por lo que prevalece entre la población un sentimiento de rechazo, rencor e irritabilidad
hacia todas las personas que se encuentran vinculadas con la drogadicción y las
pandillas, generando actitudes de incompartibilidad con estos seres, por lo que se hace
necesario brindar una información necesaria y un enfoque objetivo que permitan una justa
evaluación del fenómeno a nivel general y muy en especial por parte del personal que
estará a cargo de la rehabilitación de estas personas o de quienes asuman el noble
compromiso de luchar por evitar el problema.
4
PRÓLOGO.
En mis funciones como médico psiquiatra del Proyecto Victoria, una Comunidad
Terapéutica para la rehabilitación de farmacodependientes, he tenido el privilegio de ser
testigo y participe de la mayoría de los Proyectos que se han materializado en los últimos
tiempos en este hermoso, pero atribulado país, en la lucha contra el uso y abuso de
drogas legales e ilegales. .
Hemos colaborado con los esfuerzos realizados en el frente de Prevención por la
designada presidencial Licenciada Armida de López Contreras, en el Proyecto “Sí Se
Puede”, que se realizó en una colonia de las más pobres y con más alto grado de
marginalidad e índice delictivo, además de las conferencias y seminarios brindados,
apoyamos con plazas para Rehabilitación a aquellos casos que nos enviaron.
He sido testigo de la extraordinaria labor que realiza el ingeniero Alfredo Landaverde
como Secretario Ejecutivo de la Oficina contra el Narcotráfico, que también atiende al
Observatorio Hondureño sobre Drogas, así como de la incesante labor investigativa y
preventiva que realiza el IHADFA, con el Dr. Batres al frente, y donde se encuentra el
excelente investigador y gran amigo Licenciado Enio Alvarenga.
Debo señalar que he sido honrado junto al Proyecto Victoria de participar activamente en
uno de los Proyectos más innovadores que he conocido en nuestra área latinoamericana,
donde el fundador y guía del Proyecto Victoria, Reverendo Mario Fumero funge como
asesor, que es la capacitación de policías, que funcionarán como rehabilitadores en los
centros de rehabilitación de niños y adolescentes en su reinserción social, Proyecto
auspiciado por el Presidente de la República Licenciado Ricardo Maduro, el Ministro de
Seguridad Oscar Alvarez y el asesor presidencial para esta área Dr. Ramón Romero.
La Brigada Medica Cubana se ha sentido motivada y comprometida con esta hercúlea
tarea y queremos aportar nuestros conocimientos, experiencia y esfuerzo personal en el
logro de positivos y duraderos resultados en esta problemática y compleja tarea de tan
alta significación humana, por lo que hemos realizado un Proyecto para realizar una
intervención de prevención integral a nivel de las secundarias publicas del país. La
presente entrega es el folleto guía que orientará las acciones de las actividades del
Proyecto.
El Autor.
5
ANTECEDENTES HISTÓRICOS
Durante siglos el consumo de drogas ha sido parte de las conductas sociales permitidas
en los pueblos, por lo que careció de regla-mentaciones legales.
Nuestros aborígenes hicieron amplio uso de ellas, pero con fines muy bien definidos,
entre ellos: calmar el hambre y la fatiga, para aliviar dolencias, en ritos y celebraciones,
pero siempre con medida y moderación, pues existían severas restricciones y peores
castigos para quienes incumplían las reglas establecidas.
La prohibición del alcohol, el tabaco, el opio, la heroína y la cocaína se realiza en la
segunda década del siglo pasado. En los años 60 del pasado siglo, el movimiento hippie
colabora con el aumento sistemático del consumo de drogas, especialmente
alucinógenos, coinci-diendo con el auge del LSD. Resalta el hecho que la toxicomanía
múltiple reemplaza al uso de una o dos drogas, como hasta entonces era lo más
corriente.
En la década de los 70, con la aparición pública de la marihuana en espectáculos musicales, marca un hito, más, sin embargo, nunca constituyó un problema social de real
magnitud. En estas dos décadas el consumo de drogas cumplía una función social, de
contenido colectivo, y cuando era asumida individualmente (principalmente a través del
consumo de marihuana), se vinculaba con procesos de superación del espíritu,
meditación y otros estados.
En las décadas de los años 80 y 90, y como parte del auge mundial de las drogas, (sobre
todo de la cocaína, pasta base, benzo-diacepinas, drogas sintéticas), el fenómeno adquiere mayor significación, y está relacionado con una visión más individualista y
hedonista1 de la vida.
La droga está destinada a disfrutar el momento y lo que importa es el propio goce. Este
contexto va acompañado de un mayor estigma social del consumidor, que lo margina.
Quienes consumen drogas, lejos de estar integrados, viven el vacío de la marginación.
La droga de los consumidores modernos responde a la velocidad y fragmentación de sus
vidas, la falta de oportunidades, la pérdida de valores, la carencia de fe y proyectos de
vida. La droga de los seres modernos es la droga de las promesas de triunfo, y a la vez
de las amenazas de estigma y de muerte.
En estos momentos existen grandes preocupaciones por la disminución en la edad de
comienzo del consumo. El incremento en el uso de las llamadas “drogas duras” y la
incorporación de drogas de diseño, nuevas presentaciones de drogas ya conocidas o
drogas médicas que nunca antes habían sido utilizadas con estos fines, ha producido una
poli adicción como regla en el uso. Hay que añadir la crisis socio-económica que se
extiende por igual a todos nuestros países, agudizando e incitando estas manifestaciones.
En los 70 se concretó la irrupción del sistema internacional de producción, distribución y
consumo de drogas psicoactivas, de origen natural. La década de los 80 fue la de
crecimiento y expansión, y en los 90 de consolidación y estabilización del sistema.
Pero debemos tener muy claro que todas las drogas ilegales juntas no son capaces de
producir los daños que producen individualmente dos de las llamadas drogas legales: el
tabaco y el alcohol. Las mismas en su muy innoble condición de legalidad, incrementan
cada día los índices de morbilidad y mortalidad que afectan al Hombre, así como
empobrecen su calidad de vida.
1
Partidario del sistema que considera el placer como único fin en la vida.
6
No existe una sola investigación que no señale a este mortífero binomio, como las
drogas iniciadoras en el consumo de niños y adolescentes, quiénes han convivido con
ellas en sus hogares desde muy pequeños, inclusive aún dentro del seno materno han
sido víctimas de sus efectos devastadores.
Son las consideradas drogas porteras, cuyo consumo condiciona el uso de las llamadas
“drogas duras”, y debemos tener muy claro, que aunque tardan en afectar al ser humano,
siempre dejarán una estela de sufrimientos y trastornos que de no tomarse a tiempo las
medidas necesarias, serán irreversibles
El Autor.
7
MOTIVACIONES.
He tomado algunos criterios del Profesor Rafael Bayce2 para comenzar el presente
capítulo: “La prohibición funciona en muchos casos como atractivo adicional, sobre todo
en los adolescentes y jóvenes, por la tendencia a la trasgresión, propia de esta etapa de
desarrollo”.
En ese proceso, la prohibición hace de las drogas ilícitas y de todo lo condenado por los
socializadores infantiles, un posible objeto de deseo.
Ese funcionamiento es más claro aún en el caso de personas marginadas de los niveles
de ingresos, poder, prestigio, y consumo, que sueñan suplir sus necesidades con un
milagroso golpe de suerte, y en muchas ocasiones se entregan al consumo, para aliviar
las difíciles condiciones de existencia.
Al sentirse nuevamente rechazados al interior de sus grupos de pertenencia, edifican su
convivencia apartándose de ellos y de sus valores, acudiendo a nuevos grupos de
pertenencia, con otros valores y otros modelos de rol.
Contribuyen eficazmente a ello todas las publicaciones sobre el valor de las sustancias,
volumen de las incautaciones y las ficciones cinematográficas, en que los “malos” son
presentados de manera tan atrayente que de inmediato los jóvenes se identifican con
ellos, presentados y rodeados del mayor lujo, placer y “adrenalínica” actividad cotidiana.
¿Cómo no van a ser atractivas para los jóvenes esas vidas cotidianas en que impera lo
fastuoso, lo placentero y lo épico3, plagadas de autos deportivos de último modelo,
enormes mansiones con piscina, ropa de moda, mujeres, alcohol, tabaco y droga a
granel, armas sofisticadas, momentos de peligro, en suma, una cotidianeidad llena de
gloria.
La referencia al peligro de muerte (por el consumo o la participación en el ciclo de la droga) pasa a ser un atractivo más, ya que esa posibilidad es bastante improbable, pero a la
vez funciona como un “gancho” de los encantos de este tipo de vida. La “guerra contra las
drogas”, “la lucha contra el flagelo”, el objetivo de “erradicación”, termina siendo así un
sofisticado marketing (pura palabrería) para las drogas dentro de la estructura del proceso
de socialización en las actuales urbes occidentales capitalistas.
Este marketing también alcanza a la población adulta, ya que la sociedad consumista y
hedonista invierte el atractivo de las “edades”, entronizando lo joven como ideal estético,
de capacidad de disfrute y de libertad de expresión. Ya no es que los jóvenes quieran ser
adultos, sino todo lo contrario; los adultos quieren ser jóvenes. Actrices, modelos,
músicos, deportistas, políticos, aspiran a reducir su edad por efecto de los modelos de rol.
Si los jóvenes y adolescentes consumen drogas, también nosotros los adultos lo
hacemos. Pero lo negamos hipócritamente, trazando una injustificada línea entre drogas
legales e ilegales (y constituyendo un doble estándar moral que tanto destruye la
solidaridad familiar y generacional).
Debe considerarse que en realidad las drogas encarnan hoy significados que han
circulado siempre en la historia humana, y que se relacionan con la autoafirmación del
sujeto en ciertas fases etáreas de socialización. Desde siempre existen objetos materiales
2
Doctor en Sociología de la Universidad de Chicago, Profesor Titular de la Universidad La República,
Montevideo, Uruguay.
3
Perteneciente o relacionado al género de la poesía.
8
y símbolos de identificación, contra identificación, movilidad y autoestima individual y
grupal. Pero hoy día las drogas ocupan un lugar de especial peso en dicho registro.
Todo lo anterior aumenta a niveles pato-lógicos la grieta generacional. La conflictividad
intrafamiliar se agudiza innecesariamente. Los padres no entienden el fenómeno y lo
magnifican. Los hijos se dan cuenta de que esa magnificación es injusta, desleal y
asimétrica. Hay una reducción de las capacidades comunicativas, de los códigos
compatibles y del mutuo aprecio de los interlocutores. Los jóvenes no entienden la
moralidad que les exigen padres infieles, que fuman, beben y consumen pastillas bajo
recetas, que los critican porque juegan en las pantallas computarizadas, mientras ellos
ven telenovelas, y porque consumen drogas que no han sido demostradas como peores
para la salud que las drogas permitidas.
Esta profundización de la grieta gene-racional, y esta excesiva problemática construcción
del yo adolescente, terminan deslegitimando4 a todo el mundo adulto, como también a los
impulsores políticos de esa lucha desmedida, ineficiente, hipócrita y carísima que se lleva
adelante contra algo que no merece ese tipo de esfuerzos. Al mismo tiempo nos lleva a
actuar públicamente contra otros elementos de la socialización contemporánea que sí son
esencialmente peligrosos y nocivos, principal-mente el fenómeno de la deshumanización.
El razonamiento adolescente que des-califica a padres, políticos, docentes, científicos y
policías sería el siguiente: “si hacen y dicen desatinos tan grandes sobre cosas que yo sé;
¿cómo sé que no hacen, piensan y dicen desatinos semejantes en temas de los que no
sé?”.
Concordamos plenamente en lo escrito por el Prof. Rafael Bayce, pero quiero aclarar que
cuando prohibimos a nuestros hijos, las prohibiciones deben estar respaldadas con una
pos-tura consecuente y ejemplar en los temas seña-lados. Todo esto debe llevar las
explicaciones pertinentes, claras y al alcance del entendimiento del adolescente o joven,
para que logren su objetivo formativo-educativo, y siempre en un ambiente apropiado de
amor y respeto. No es dejar de prohibir, por temor a incitar las conductas criticadas, sino
saber prohibir con fundamento y comprensión.
Quiero añadir algunos elementos que los investigadores Espinoza Murra, Gertrudis
Ramos y Enio Alvarenga5 señalan en su trabajo “Consumo de Drogas en Honduras”, el
cual abarcó el estudio de todas las investigaciones realizadas en un lapso de 10 años
relacionadas con el consumo de drogas en el país: “En todos los estudios revisados, las
más frecuentes causas que los niños y adolescentes aducen en el inicio de su consumo
son: la curiosidad, los sentimientos de soledad y tristeza, así como la falta de alternativas
en el uso del tiempo libre.”
Es importante señalar que en todas las investigaciones se encuentra que en la mayoría
de los hogares de estos niños y jóvenes hay un elevado consumo de drogas,
fundamentalmente de alcohol y tabaco, especialmente en la figura paterna.
En un reciente estudio que realicé en la Comunidad Terapéutica Proyecto Victoria,
contando con la colaboración del Personal Técnico de la misma, estudié todos los
egresos ocurridos en el quinquenio 1997-2001, en esta variable analizada los jóvenes
señalan la curiosidad y la influencia de amigos como los factores que más influyeron en el
inicio de la adicción.
4
Injustificar la verdad de una cosa o la calidad de una persona o cosa conforme a las leyes.
Investigadores del IHADFA (Instituto Hondureño para la Prevención del Alcoholismo, Drogadicción y
Farmacodependencia).
5
9
Considero además, concordando plenamente con el Reverendo Mario Fumero6, quien en
algunas de sus publicaciones ha señalado la desintegración familiar como un elemento
clave en la desorganización del joven y por lo tanto un factor de desestabilización que con
mucha frecuencia lo lanza a los brazos del mal.
FACTORES DE CONTEXTO.
Dado que el conjunto de genes y la distribución de personalidades individuales no
cambian significativamente de una generación a otra, las explicaciones de los grandes
cambios en el uso de drogas psicoactivas de una sociedad se deben basar en los
cambios sociales experimentados por esa sociedad.
Las características sociales de cada grupo, dentro de una sociedad, determinan su grado
de vulnerabilidad y las probabilidades de que sus miembros se vuelvan adictos. Así, el
modelo predice la concentración de la adicción en grupos sociales que tienen
características que aumentan su vulnerabilidad. Cualquier estrategia para controlar la
adicción debe identificar los grupos sociales más vulnerables y las variables que
determinan su vulnerabilidad. Entre estas se señalan: desigualdad social, grandes
migraciones, alto nivel de violencia, drásticos cambios de la mujer en la sociedad,
debilitamiento de la influencia de la religiosidad, etc.
Son importantes estas diferenciaciones para lograr un acercamiento claro y real al
problema y poder idear estrategias educativas y preventivas. Si no contamos con buenas
explicaciones de los contextos que mueven al consumo y una tipificación más refinada de
los patrones de uso, se nos escapan datos valiosos que ayuda-rían a entender uno de los
elementos básicos de las campañas preventivas: el proceso por el cual un grupo
vulnerable transita del “consumo cero”, al “consumo experimental”, de este al “consumo
recurrente”, y de este al “consumo compulsivo” de drogas.
Existe una tendencia de las personas a buscar sus fuentes de autorregulación en
elementos exógenos.7 El aumento desmesurado del consumo de ansiolíticos, somníferos
y antidepresivos, así como la necesidad de experiencias eufóricas o extremas en el
deporte aventura, son parte de esta sintomatología. El aumento explosivo en el consumo
de drogas se inscribe en esta dinámica. En esta “exogenización” de las fuentes de
equilibrio o de bienestar personal concurren diversos signos de los tiempos. La dificultad
para dotar la vida personal de sentido o de proyecto reconoce variadas causas, llámense:
crisis de utopías, de ideologías, de vínculos comunitarios o despersonalización de la vida
en las metrópolis, falta de adhesión a los valores estables, etc.
En el tránsito de consumidores ocasionales a recurrentes, o de recurrentes a
dependientes, tiene un papel decisivo esta creciente incapacidad de generar
endógenamente8 estados anímicos deseables, como son: el entusiasmo festivo, la
introspección, la euforia, la distensión, la inspiración, la expresividad, la capacidad
comunicativa, y otras. Cuanto más se recurre al consumo de drogas por dificultades de
autorregulación interna, mayor es el riesgo de que el patrón de consumo se torne adictivo
y se interiorice como parte indispensable de la vida de las personas.
6
Fundador y Asesor del Proyecto Victoria. Colabora ampliamente con los medios de comunicación masiva, cuenta además con una
extensa bibliografía.
7
8
Que se originan en el exterior del cuerpo.
Que se originan en el interior del cuerpo.
10
La frustración de expectativas y las condiciones de exclusión que son propias de aquellos
grupos que precisamente se consideran como poblaciones de riesgo de consecuencias
nefastas para su `propia vida: juventud popular urbana. Es ella quien más interioriza las
promesas y las aspiraciones promovidas por los medios de comunicación de masas, la
escuela, la polí-tica, pero no accede a la movilidad social y el consumo contenidos en
ellas. Así, estos jóvenes padecen los efectos de una combinación explosiva: tienen
mayores dificultades para incorporarse al mercado laboral de acuerdo con sus niveles
educativos, viven un proceso previo de educación y culturalización en que interiorizan el
potencial económico de la propia formación, desmentido luego cuando entran con pocas
posibilidades al mercado del trabajo, poseen mayor acceso a la información y estímulo en
relación con nuevos y variados bienes y servicios a los que no pueden acceder y que, a
su vez, se constituyen para ellos en símbolo de movilidad social, tienen clara percepción
de cómo otros acceden a estos bienes en un esquema que no les parece justo, ni
equitativo; y todo esto en un momento histórico; a escala mundial, donde no son muy
claras las “reglas de juego limpio” para acceder a los beneficios del progreso.
En los mismos sectores, la desmotivación política, es otro dato negativo y a partir del cual
deben luchar por producir nuevos sentidos para la propia vida. Esta frustración de
expectativas favorece la disposición a hacer uso de la gran oferta de drogas. El consumo
de drogas trata de compensar la vivencia del joven como un ser excluido o marginado del
acceso a la movilidad social, la participación política o el intercambio cultural. Gran parte
de esa juventud está radicada en asentamientos precarios de las grandes ciudades,
viven una situación crítica, tienen razones poderosas que los llevan a buscar
sucedáneos9 para compensar situaciones de marginalidad10 y privación, y al mismo
tiempo los facto-res de protección que los apartan de dichos sucedáneos, son débiles.
Cuanto más pobre es la población, mayo-res son los daños y más difíciles de revertir. La
pobreza implica mayor vulnerabilidad, tanto para caer en circuitos productores de daño,
como para no poder salir a tiempo de ellos. A menor nivel socioeconómico hay mayor
concatenación de daños por consumo de drogas (violencia familiar, criminalidad) y mayor
grado de marginalidad respecto de los cauces formales de educación y trabajo.
Otro factor sería al considerarse el con-sumo de drogas psicoactivas como el pasaporte a
un grupo, un rito que le permita al consumidor adentrarse en un grupo o “tribu urbana”,
que afirman su identidad por oposición a la norma (oposición a la ley, a la vida adulta, a la
moral, a la disciplina); como un “rito de tregua”, frente a los avatares del trabajo y la vida
diaria, sobre todo en circunstancias en que las exigencias de productividad tienden a
incrementarse. El último factor de contexto es el culto a la obtención inmediato de placer
en las sociedades de consumo. Me refiero más bien a un tipo específico de valoración del
placer, que tiende a imponerse en la sensibilidad publicitaria, en los mensajes de los
medios de comunicación, en los escaparates de los centros comerciales, en el
espectáculo, en las conversaciones entre profesionales, etc.
Esta valoración específica del placer nos propone la imagen seductora de una vida
poblada para una secuencia de sensaciones placenteras, una vida donde el placer debe ir
en aumento, donde el presente debe intensificar su valoración cada vez más, donde la
facultad sensorial debe acceder a una excitabilidad progresiva. Una vida en que la misma
aceleración que opera en el mundo del trabajo y el dinero debe darse en la esfera del
ocio, el descanso, la recreación. Y nada como las drogas psicoactivas para dar una
respuesta inmediata al placer convertido en exigencia permanente.
9
Sucesor, substituto.
Que está al margen, apartado.
10
11
Como medio idóneo para “ahogar” los sinsabores y las penas, como apoyo para enfrentar
las exigencias cotidianas, o medio evasivo ante situaciones difíciles.
VÍAS Y PATRONES DE CONSUMIDORES.
No existe ninguna razón que justifique el que una persona haga abuso de las drogas
legales, sean estas de uso médico o no, ni uso de las drogas ilegales. Se han señalado
diferentes vías por las cuales las personas transitan hacia la farmacodependencia, las
siguientes son las fundamentales:
Vía Sociocultural: Esta es producto de las costumbres, tradiciones, convenciones de las
diferentes culturas, se relaciona íntimamente con la presión ejercida por los grupos
humanos grandes o pequeños. Se ejemplifica por el adolescente que dice sí a la droga
para demostrar “audacia” entre sus congéneres que lo subvaloran en esta etapa de
inmadurez por no “haberse iniciado” (influencia de amigos). Paradójicamente, ese mismo
grupo durante su adultez rechazará como “flojo o tarado” a quienes no se han podido
liberar de las drogas.
Vía Hedónica: Aunque estrechamente vinculada a la primera, se caracteriza por ser la
búsqueda de “placer”; la motivación más importante para el consumo reiterado sin valorar
que esos minutos de “placer” artificial se convertirán en décadas de sufrimiento para el
adicto y sus seres queridos. Esta vía es la más importante en pacientes con rasgos
disociales previos a la adicción.
Vía Asertiva: Su esencia es la utilización del tóxico como muleta para enfrentar
situaciones en algún grado temidas o determinantes de inseguridad o ansiedad, se
establece frecuentemente en personas tímidas.
Vía Evasiva: Ha sido muy enfatizada en la literatura científica hasta el punto de
considerarla como la más relevante. La mecánica es la pretensión de “ahogar” penas
presentes o pasadas y de carácter consciente o inconsciente.
Vía Sintomática: Donde existe una afección subyacente, generalmente psiquiátrica como
la depresión, la manía, obsesiones, fobias y otras.
Vía Constitucional: Es la más cuestionada y debe ser tenida en cuenta cautelosamente
en sujetos que combinan una gran carga familiar de toxicómanos con un inicio temprano,
ausencia de otros mecanismos patogénicos hegemónicos y tendencias disóciales.
Existen patrones de consumo muy diversos: distintos públicos consumen distintas drogas,
en distintos contextos y por distintos motivos.
Se distingue entre consumo ocasional, periódico y compulsivo (dependiente), o
consumidores de drogas más suaves o más fuertes (estas clasificaciones son las más
frecuentes porque surgen fácilmente de las fuentes de información disponibles:
encuestas, estadísticas clínicas y pena-les). Pero sí sólo dependemos de ellas corremos
el riesgo de soslayar las motivaciones, los procesos y los contextos socioculturales en que
se da el consumo de drogas. Expondremos un modelo tradicional y después otro no
tradicional:

Consumo Experimental: se define como pruebas breves y no programadas con un
fármaco.
12

Consumo social y Recreativo: Se consume en ambientes sociales entre amigos y
compañeros, que desean compartir y experimentar. Lo que se percibe como
aceptable.

Consumo Circunstancial y Situacional: se define como un consumo autolimitado
con patrón, frecuencia, intensidad y duración variables.

Consumo Intensificado: se caracteriza por consumo prolongado y programado de
por lo menos una vez al día.

Consumo Compulsivo: se caracteriza por un consumo frecuente e intenso, de
duración relativamente prolongada que produce cierto grado de dependencia
psicológica, al suspender el consumo experimentara manifestaciones de
abstinencia.
1. Uso de cocaína y anfetaminas en altos cír-culos empresariales, financieros o en el
mundo del espectáculo, motivado por sus efectos de resistencia al estrés y al
cansancio, o por una desinhibición considerada conveniente por sus usuarios.
2. Consumo de inhalantes y sulfato de cocaína entre grupos urbano-marginales
(niños de la calle y mareros), donde estos grupos afirman su marginalidad y su
disfuncionabilidad productiva y social.
3. Consumo ocasional por diversión en todos los sectores de la sociedad.
4. Consumo ritual, ya sea entre minorías étnicas o entre grupos de experimentación
diversos.
5. Consumo habitual como parte de una dieta productiva y nutritiva, como es el caso
de la hoja de coca en el mundo andino.
6. Consumo para estimular la creatividad entre personas con dedicación al arte.
7. Consumo en los sectores más competitivos del deporte para incrementar
rendimiento físico.
FACTORES PROTECTORES Y DE RIESGO
Se requiere de un profundo conocimiento de ambos grupos, pues en la medida que los
conozcamos mejor, podremos interactuar adecuadamente y de forma preventiva para
evitar el desarrollo de la farmacodependencia, a nivel individual, escolar y comunitario. Se
requiere de un conocimiento y una actuación sobre los Factores de Protección, lo cual
significa reducir la probabilidad de conductas de alto riesgo. Muchos de los factores
protectores son sencillamente la conversión de los factores de riesgo en las estrategias de
acciones positivas.
Cuanto más fuerte sean los enlaces sociales a los sistemas y personas tradicionales, más
alta será la probabilidad que los niños no pasen a demostrar conductas desviadas.
Factores de Protección:
La Familia: Desarrolla una relación fuerte con el niño, a través de una educación basada
en normas claras, consistentes, que descansa en premios y castigos, donde prevalezcan
los primeros, siempre en un marco de comprensión y una amplia comunicación, con
márgenes de confianza y críticas constructivas, considerándolos en todo momento
integrantes activos del núcleo familiar donde comparten responsabilidades y participan de
los reconocimientos.
13
La Comunidad: Las normas y las políticas públicas apoyan el NO uso de la droga entre
la juventud, ofrece el acceso a los recursos (la vivienda, los servicios médicos, la
capacitación para el trabajo, el empleo y el recreo), ofrece redes de apoyo y lazos
sociales, involucra a la juventud en el servicio comunitario.
La Escuela: Alienta el establecimiento de las metas y el dominio de estas, complementa
la educación familiar enfocando aquellos aspectos sociales, cívicos e instructivos de
mayor relevancia, el personal se considera como “cuidadores cariñosos”, alienta el
desarrollo pro-social, fomenta la participación activa de los alumnos, capacita a los
maestros e involucra a los padres, ofrece actividades alternas que no incluyen a las
drogas.
Los Compañeros: Se mantienen involucrados en actividades que no incluyen las drogas,
respetan la autoridad, forman parte de grupos tradicionales, aprecian el talento único que
cada persona trae al grupo.
Factores de Riesgo:
La Familia: Problemas con el manejo de la familia, expectativas no claramente definidas
en relación con las conductas esperadas, falta de control, disciplina inconsistente y dura,
falta de relaciones fuertes y de cariño, conflictos matrimoniales, abuso del alcohol y/o
tabaco, enfermedad psiquiátrica familiar, violencia intrafamiliar, desintegración familiar,
baja o nula religiosidad, confusión y pérdida de valores, conductas sexuales precoces.
La Comunidad: Depravación económica y social, desorganización de la comunidad, falta
de oportunidades para el empleo y de participación de la juventud en proyectos
extracurriculares, normas y leyes en la comunidad que favorezcan el uso inapropiado de
drogas (legales e ilegales), disponibilidad de las mismas.
La Escuela: Ambiente negativo en la escuela, política escolar con relación al uso de las
drogas (legales e ilegales) no bien definida, ni imple-mentada, disponibilidad de las
mismas, transiciones entre escuelas, fracaso académico, falta de asistencia a clases,
suspensiones por varia-dos motivos.
Los Compañeros: Comportamiento antisocial precoz, aislamiento y rebeldía, actitudes
favorables hacia el uso de las drogas, amigos consumidores, suplantación filial por los
compañeros (as).
El niño resistente al alcohol, tabaco y otras drogas aglutina determinados factores y
características que le permite resistir al embate de difíciles condiciones que deberá
enfrentar. También aprendieron que cuantos más factores de protección existen en los
ambientes claves que afectan la vida del niño, más aptos son de desarrollar la resistencia.
Es eficaz en su trabajo, sus juegos y sus relaciones, tiene expectativas normales y una
actitud positiva, tiene auto-estima y un enfoque de control interno, tiene auto-disciplina,
tiene habilidades del pensamiento crítico y de resolución de problemas.
En el año 2000 se celebró en la ciudad de Tegucigalpa el Taller para la Identificación de
Riesgos Macrosociales de Farmacodependencia en Honduras, patrocinado por el Consejo
Nacional contra el Narcotráfico, el PNUFID, en el mismo se identificaron los siguientes
factores a nivel departamental:
Demográficos: Alta concentración de población urbana, que el Departamento tenga alta
emigración e inmigración y alto crecimiento poblacional.
Sociales: Violencia intrafamiliar, alto número de maras, alto consumo de alcohol,
afluencia turística, afectados por el Mitch.
14
Educacionales: Analfabetismo, bajo nivel de escolaridad, baja tasa de matriculación, alta
repitencia.
Económicos: Desempleo, desnutrición, alta actividad económica.
Disponibilidad de Drogas: Cocaína, Crack, Marihuana, zona de producción.
Geográficos: Fronteras con otros países, Costa Atlántica, Costa Pacífica.
LA FAMILIA.
Para los padres es más fácil entender y aceptar que sus hijos consumen e incluso abusan
del alcohol, pero le es difícil entender y aceptar que consumen marihuana.
La evidencia científica respecto a los efectos nocivos de las drogas sucumbe ante las
convenciones sociales. Está demostrado que tanto el tabaco como el alcohol, ambas
drogas legales, son las drogas más depredadoras de la estirpe humana. Para muchos
jóvenes estos hechos reflejan la hipocresía de los padres o “de los adultos en el poder”.
En otros casos estos jóvenes hacen notar que estos adultos manifiestan conductas
incongruentes con su oposición pública a las drogas, ya que ellos mismos las consumen o
participan de los beneficios económicos. Se debe realizar una enérgica labor con las
familias de los pacientes y también preventivamente con los familiares en escuelas,
centros laborales. etc.
A continuación expondremos algunos de los capítulos fundamentales de un folleto que se
confeccionó, para apoyar esta labor:
RESPONSABILIDADES DE LOS PADRES
Una abrumadora parte de los jóvenes fármaco-dependientes que acuden al Proyecto
Victoria proceden de familias desintegradas, producto de hombres y mujeres, que en un
momento determinado de sus vidas, decidieron unirlas para siempre, pero que al pasar
del tiempo se deshizo tal compromiso, ocurriendo que el mismo no sólo incluye a la media
naranja, sino que también a los hijos.
En otros casos, ni tan siquiera se formalizó una relación de pareja, ni se llegó a tener una
relación emocional, lo que produce un serio problema de paternidad irresponsable. Esto
refleja una inmadurez por ambas partes, cuyo producto será una nueva vida que nunca
pidió venir en tales circunstancias, marcado desde su misma concepción por el rechazo y
el desamparo. Muchos de ellos serán abandonados, regalados, maltratados, abusados en
todos los órdenes, algunos encontrarán a familiares que se apiaden, abuelos que
sumarán a la carga de los años, la carga de la irresponsabilidad de los hijos, y cuidarán
de esos niños, pero nunca podrán llenar el vacío que deja la ausencia de uno o ambos
padres.
Otras situaciones lamentables socavan profundamente la formación de los niños, tales
como el hecho de que uno de sus progenitores sea consumidor de drogas (incluyo el
alcohol), o portador de una enfermedad mental, que le impida dar una adecuada
enseñanza a sus descendientes.
También se da el caso, y con más frecuencia de lo que se supone, que matrimonios
formalmente estables, agobiados por la carga económica, laboral o de otras razones,
dedican un mínimo tiempo a la atención y educación de los hijos, delegando estas
funciones (intransferibles por esencia) a los maestros, instructores u otro personal
designado a tales efectos. A través de ello obtenemos hijos deformados, que arremeterán
15
en primera instancia en contra de los mismos padres. Muchos de ellos ni siquiera llegarán
a conocer el porque de tales conductas, donde se citan los trastornos escolares,
alteraciones psíquicas y por supuesto, la adicción a las drogas, que con mucha frecuencia
aparece, condicionándole a las actividades delictivas. Muchos padres intentarán llenar el
vacío espiritual con abundancia material, sin medida, ni normas. Es una obligación
proporcionarles la comida, vestido y vivienda, así como cuidados médicos y educativos,
pero también cariño, atención y comprensión.
En una entrevista a uno de los internos del Proyecto Victoria, este adolescente me
expresaba, con verdadero pesar lo siguiente: “yo quisiera conocer a mi mami”-, a lo cual
respondí: “hijo si ella te abandonó, ¿para qué quieres conocer a alguien así?” y él, con
lágrimas en los ojos, me replicó: “porque es mi mami”. Cuanto habrá tenido que llorar y
sufrir por la ausencia de la madre, tal vez sea está la causa fundamental de su actual
desgracia, sin embargo, ese joven corazón no alberga resentimiento, sólo nostalgia y
ansias por conocer a quien lo mantuvo nueve meses en su vientre, no siempre es así y
con frecuencia nos encontramos jóvenes que alma-cenan en su interior odio y
resentimientos para quienes le abandonaron, conocemos muchos niños internados por
abandono filial en Centros como el Hogar Renacer, Casa Alianza. Mis Pequeños
Hermanos, etc.; que aunque aún no han sido presa de las drogas o de las bandas
juveniles, ya muchos de ellos presentan trastornos psicoespirituales de diversas
magnitudes, que ni los más solícitos cuidados que les ha prodigado el personal que los
atiende, ha podido evitar los serios daños emocionales.
Todos estos trastornos que se evidencian en sus relaciones personales, se manifiestan en
sus hábitos, actitudes, afectividad, rendimiento escolar, en fin, en todas las esferas, aún
estando dotados de un coeficiente de inteligencia superior, vemos como sus funciones
merman por las incontables cicatrices que albergan sus cuerpos, siendo las más dañinas
las psicoespirituales.
DEBERES Y FUNCIONES DE LOS PADRES
Tristemente el concepto de familia tradicional es poco práctico en nuestra actualidad, ya
que en la mayoría de los casos, no existe tal familia, o está incompleta existiendo
padrastros u otros familiares que asumen el rol, o estando la familia completa, dichos
padres no asumen el rol a plenitud, no cumpliendo con sus funciones más elementales de
dedicarle un pequeñísimo tiempo a los hijos, sobrando las justificaciones, por lo que el hijo
queda ausente de la atención. Esta es la triste realidad en la mayoría de los muchachos
que ingresan al Proyecto Victoria.
Nos dice el Rev. Mario Fumero en su libro “Las Maras y la Delincuencia Juvenil”:
< ¿Cuáles son las causas que originan la existencia de las drogas y maras en la
sociedad hondureña? Y cita como primera causa la crisis familiar, coincidiendo con otros
autores de otras latitudes, surgiendo la siguiente pregunta: ¿Qué entendemos por
desintegración familiar?
Algunos piensan que es el divorcio, pero no sólo se desintegran los hogares que
viven en tragedia. Una familia puede desintegrarse por muchas razones, como es el juego
sexual de parejas que después de practicar el amor libre e irresponsable, dejan a la mujer
con un hijo, convirtiéndose en madre soltera, en Honduras la cifra de madres solteras
ronda el 30%, en una investigación reciente realiza por una prestigiosa firma en Costa
Rica, El Salvador y Nicaragua planteaba que la tercera parte de los padres no asumen la
paternidad de los hijos procreados. Muerte de uno de los padres, o ausencia del mismo
por emigrar a otra región donde lograr una mejoría económica>.
16
La familia es la principal fuente de influencia que tienen los hijos. La misma debe permitir
el desarrollo del niño como persona que se valora, que es capaz de tomar decisiones, de
aceptar o rechazar influencias de los demás, de protegerse.
Tomaremos algunos elementos primor-diales que deben primar en la educación filial,
tomados del “Curso Atención al Drogo-dependiente” de nuestra colega Lic. María Esther
Ortiz Quesada11 los cuales cito a continuación:
PREDICAR CON EL EJEMPLO
Los padres son los primeros modelos con los que el niño tiene contacto, son el primer
ejemplo de conducta. Su influencia está relacionada estrechamente con la identificación
que tengan los hijos con sus padres modelos. Esta identificación se produce a partir de
relaciones afectivas, cálidas y cercanas. Respecto a las drogas, es importante ver como
los padres ejemplifican ciertos comportamientos y valores, positivos y negativos: Si
consumen cigarrillos y alcohol delante de sus hijos, si permiten que los hijos lo consuman
tempranamente, si inculcan a que sus hijos consuman por falsas concepciones como
símbolo de hombría, el uso de lenguaje incorrecto, maltrato físico, etc.
NORMAS CLARAS
Los hijos no son simples copias de los padres o de quienes tomen como modelos. En
éste sentido, es importante la familia porque también influye en la conducta de los hijos a
través de sus normas, definiendo qué conductas son adecua-das y cuáles no. Con ello,
transmite sus valores, las normas definen lo que es bueno y malo, lo que es justo e
injusto, etc.
Las normas se expresan en expectativas de conducta, es decir, en lo que los padres
esperan de los hijos. Es importante que los padres establezcan normas claras, es decir,
que pongan límites respecto a lo que está permitido y lo que no. Un ejemplo de esto es
los horarios (fiestas, diversión, estudios, etc). También es importante señalar las razones,
que los hijos entiendan el porque de esas normas y la necesidad de respetarlas, ya que
estas no son arbitrarias.
Las normas familiares y su aplicación son una expresión de atención y cuidado por los
hijos, en definitiva, son una expresión de afecto. Una familia que no impone reglas, que
consiente todo lo que los hijos reclaman, es una familia donde no hay verdadera
preocupación, donde no hay verdadero afecto.
REFUERZO-ESTIMULO
Las normas, las conductas que ellas establecen y los valores que representan, pueden
ser reforzadas a través de la utilización del estimulo o premio a conductas apropiadas y
del rechazo o castigo a conductas inadecuadas, por ejemplo, respecto a los horarios, el
rendimiento escolar, los hábitos, las responsabilidades y deberes, etc.
Este sistema de refuerzo y rechazo, aplicado con regularidad, llega a transformarse en
pautas de comportamiento que el niño o joven internaliza como propias, se transforman
en hábitos de conducta, con lo cual a la larga, no es necesaria la aplicación de premios y
castigos. Estos, no son exclusivamente físicos (golpes, cosas); pueden ser gestos,
palabras y actitudes.
11
Licenciada en Psicología. Directora del Centro Ambulatorio de Atención a Fármaco dependientes. Hosp.
Psiquiátrico de la Habana.
17
Ténganse en cuenta que en muchos países existen leyes y ONGs que se ocupan de los
derechos de los niños, a tal punto, que pueden manipular a los padres, escudados en
estos derechos, y muchos padres temen ejercer la debida autoridad por miedo a las
represalias.
Cuando la familia estimula y premia conductas positivas, especialmente, con gestos de
aprobación y con caricias, estimula el logro de metas y disminuye el riesgo de consumo
de drogas. Si una conducta no es estimulada, tiende a desaparecer, ya que pierde
significado.
Es importante que las expectativas de los padres se adecuen a las capacidades de los
hijos, de forma tal que no produzcan una frustración permanente. Los padres deben
conocer las verdaderas capacidades de sus hijos antes que inicien determinadas
tareas, no deben ver por los ojos del amor, sino por los de la realidad, en
muchísimas ocasiones nos hemos encontrados con los desastrosos resultados a
que pueden llevar la sobre-estimación de los hijos por los padres.
CLARIDAD - CONSISTENCIA
Tanto los premios a las conductas positivas, como los castigos a las conductas negativas,
deben ser aplicados de forma regular y consistente. Frente a una conducta inapropiada
no debieran producirse reacciones muy distintas en un momento y en otro, que en un
momento sea severamente castigada y en otro no. Se deben evitar las contradicciones
entre los familiares, como tener actitudes diferentes ante los hijos y sus conductas.
El castigo y refuerzo de las conductas no debe depender de los estados de ánimo de los
padres. No siempre debe aplicarse el castigo ante una falta, especialmente, si ésta ha
sido involuntaria, más bien, debe ayudarse a corregir el error.
CONTROL
Las normas que establece la familia, y su refuerzo expresado en premios y castigos, es
parte del control que los padres deben tener sobre la conducta de los hijos.
El control debe ser entendido en relación con una autoridad legítima de los padres, es
decir, basado en la cercanía y en la identificación de los hijos con sus padres como
modelos.
El control efectivo se basa en el respeto a los hijos. No es autoritario o arbitrario, ni se
basa en la fuerza, el miedo o el castigo indiscriminado. Tampoco en la permisividad
exagerada, satisfaciendo cada gusto por el mero placer de verlos felices. No implica una
restricción innecesaria de la libertad de los hijos, al contrario, la autoridad de los padres
actúa, principalmente, a través del estímulo y el reconocimiento a las conductas positivas,
en una valoración de su persona y sus capacidades.
El control que se basa en una autoridad legítima es mayor porque va acompañado de un
grado suficiente de identificación de los hijos con los padres, porque la relación se apoya
en el afecto, en la comunicación, en la aplicación de normas claras y consistentes. Con
ello, la influencia paterna es mayor en comparación con otras fuentes de influencia, como
pueden ser los amigos. De esta manera, los padres, la familia contribuye indirectamente
a la selección adecuada de los amigos.
CON AFECTO
La familia cumple un importante papel en la satisfacción de la necesidad de afecto de sus
hijos. En la medida que la familia desarrolla relaciones cálidas y afectivas, tiene mayores
18
posibilidades de ser una fuente significativa de influencia a través de la identificación con
los modelos paternos, Es importante demostrar cariño, prestar atención.
Una familia que permite a sus miembros comunicar y expresar con libertad sus
sentimientos, con gestos y palabras, es una familia integrada, que posibilita el desarrollo
de sus miembros.
COMUNICACIÓN
La comunicación familiar efectiva permite una mayor cercanía, una mayor integración, con
lo que se facilita el desarrollo de relaciones sanas. Ello se expresa en cantidad y calidad
de tiempo compartido, en que los problemas se enfrentan en común y con actitudes
positivas.
Es fundamental encontrar ese tiempo que muchas veces escamoteamos a su educación
por cansancio, obligaciones laborales o de otra índole, la educación de los hijos no puede
aguardar por tiempos libres.
Una buena comunicación se logra cuando uno es capaz de “ponerse en el papel del otro”
y de comunicarse en forma clara y directa. La comunicación de sentimientos, deseos,
ideas, etc, no es sólo verbal (a través de la palabra); existen muchas formas de
enriquecerla, por medio de gestos, expresiones, posturas y miradas.
ATENCIÓN POR LOS HIJOS
La calidad de las relaciones de los padres con los hijos depende de una adecuada
comunicación, y una clave para la buena comunicación, es prestar la necesaria atención y
demostrar interés por ellos, en lo que hacen, en lo que sienten, en sus opiniones.
La atención por los hijos se manifiesta en el cuidado por su persona (aseo, vestimenta,
etc.), y por el entorno que le rodea en el hogar, por ejemplo en el orden y la limpieza.
Cuando los padres no se preocupan por sus hijos se debilita el lazo afectivo, por lo cual
ellos pierden significado como modelos de conducta.
Prestar atención a los hijos, hacerlos sentirse valorados es importante para que
desarrollen una buena imagen de sí mismos. De este modo, los hijos se sentirán seguros
en lo que hagan, piensen y digan, sabrán enfrentar las cosas en forma positiva,
dependerán menos de lo que otros digan, no necesitarán querer agradar a los demás
(amigos), no se someterán a los otros sin pensar, confiarán en sus capacidades y en el
logro de sus metas y aprendiendo de sus fracasos. Sabrán hacerse valorar y enfrentar las
influencias de otros, no sentirse inferiores a los demás y aceptarse como son, sin
necesidad de aparentar.
VIOLENCIA FAMILIAR
Esta es una característica que se relaciona frecuentemente con el consumo indebido de
drogas, especialmente, cuando se transforma en un modo regular de relacionarse y
resolver los conflictos.
La violencia no es sólo física (golpes), sino también verbal y psicológica, por ejemplo
descalificación, desatención, autoritarismo e indiferencia.
En las familias violentas la forma más común de enseñanza de los padres a los hijos es el
castigo físico, el cual es frecuentemente aplicado de manera irregular y desproporcionada
en comparación con la acción que lo origina.
El castigo físico actúa en base al temor y es efectivo sólo en lo inmediato. De ahí, quizás
su utilización tan frecuente, sin embargo es ineficaz a largo plazo. Una consecuencia
común es que los hijos castigados son personas inseguras.
19
Un padre que necesite del castigo físico para educar a su hijo, es un padre desprovisto de
las capacidades mínimas que se requieren para enseñar adecuadamente las normas de
educación formal, lo que se logra con el respeto, autoridad y adecuado manejo de las
relaciones entre ambos”.
CARACTERÍSTICAS DE LOS HIJOS
Para comenzar este capítulo me referiré a algunos conceptos que aparecen en el libro
Clínica y Terapéutica de las Adicciones para el Médico General del muy estimado amigo
Prof. Ricardo González Menéndez12:
<La conciencia: como factor de relación en el ser humano. Las relaciones de las personas
con su ambiente y con su mundo interno son posibles gracias a las funciones del cerebro
llamadas de la vida de relación o psíquicas. El hombre conoce, siente y actúa. Para ello
debe estar despierto, atender, memorizar, además durante su interacción con el medio, es
capaz de valorar y resolver las situaciones nuevas que se le presentan>.
Se trata, respectivamente, de las funciones cognoscitiva, afectiva, conativa, de vigilia,
memoria y capacidades intelectuales. Todas ellas son diversas facetas de las funciones
psíquicas inherentes a su condición de ser humano. Algunos animales, son capaces de
reconocer a su amo, sentir alegría y acercarse a él en forma cariñosa, algo parecido a las
funciones cognoscitivas, afectivas y conativas que vemos en el hombre y se manifiestan
también la vigilia, la atención y la memoria. Un perro es capaz de resolver algunos
pequeños problemas como abrir una puerta y sentir dolor, lealtad y temor, luego las
funciones psíquicas pueden aparecer aunque de forma rudimentaria en los animales.
Existe, sin embargo, una función de más alta jerarquía y carácter integrador que posibilita
la actividad coordinada de las diferentes facetas de la psiquis. Esta función, exclusiva del
hombre y posible gracias a su desarrollo biológico y social, es la que le permite percatarse
con toda nitidez de lo que ocurre en sí mismo y en su entorno y comportarse en forma
adecuada ante lo que acontece. La conciencia posibilita los descubrimientos, los
sentimientos más nobles, los actos heroicos, los grandes sacrificios, las convicciones y las
grandes decisiones y es por ello la contrincante fundamental ante el tóxico.
Además la conciencia es la cualidad esencial del hombre, la que le diferencia de los
animales ¿Cree Ud. que un hombre reaccionaría con la misma indiferencia que un pollo si
una mano gigantesca comenzara a extraer a sus congéneres de una jaula y sacrificarlos
en su presencia?
Compartimos el criterio de que no existe en el mundo nada más poderoso que la fuerza
de la conciencia. Es así como una de las metas fundamentales de la relación de ayuda
con los toxicómanos es la clarificación del yo interno, o sea, descorrer los velos impuestos
por los autoengaños, que según veremos dificultan por un tiempo que se haga la luz.
Si la conciencia es la característica de mayor relevancia en la diferenciación del hombre y
los animales, ¿en qué condición queda la persona cuando un tóxico afecta esta función?
Esto es lo que ocurre durante la embriaguez por cualquier sustancia, en que
prácticamente se mutila la conciencia y la personalidad.
La Personalidad: rasgo distintivo en la interacción. Desde que se produce la fecundación
del óvulo por el espermatozoide, el sujeto en su primitivo estado comienza a interactuar
con su medio ambiente y este proceso, al principio mediado por la madre, alcanza un
12
Profesor Titular y Especialista de Segundo Grado en Paiquiatría. Vicedirector del Hospital Psiquiátrico de
la Habana.
20
nivel más destacado cuando nueve meses después surge del claustro materno e inicia su
vida autónoma, hasta que alcanza la madurez, se reproduce y muere.
Durante toda su interacción, pero sobre todo en su primera mitad, se van estableciendo
características biológicas, como el tono de los músculos, la postura y la velocidad de la
reacción ante un estímulo, características como la seguridad personal, la autovaloración y
la disponibilidad afectiva, y características sociales ejemplificadas por sus distintos
intereses, relaciones y grado de adaptación a las normas de convivencia.
Estas y otras muchas especificidades que, como se pueden inferir, son hijas de la relación
herencia-experiencia-ambiente, se imbrican firmemente y constituyen un sistema
consistente que comienza a perfilarse desde los primeros años de vida. La combinación
de cualidades prácticamente infinitas, que diferencian a unas personas de otras, integra la
personalidad, palabra derivada de la denominación (persona), de las máscaras utiliza-das
en el teatro griego más de 2000 años atrás, con el propósito de diferenciar unos actores
de otros y expresar diversos tipos de emociones que, con los escasos medios de
desarrollo de difusión de la época, difícilmente habrían sido captadas en condiciones
normales por el auditorio situado a cientos de metros.
De la raíz etimológica “persona”, surge el término que hoy definimos como el conjunto
estructurado de características bio-psico-sociales, que se establecen y manifiestan
durante la interacción dialéctica del sujeto con su medio y que diferencian a unos sujetos
de otros en un medio sociocultural determinado.
En forma menos técnica diríamos que la personalidad es la manera de ser, de reaccionar,
de hacer, resolver, que diferencia a unos sujetos de otros. Sus estructuras básicas son el
temperamento, que al ser modulado por el medio deviene carácter, las aptitudes que por
igual proceso dan lugar a las capacidades intelectuales y el somatotipo o configuración
corporal que producto de dicha interacción culmina en figura.
Aunque inicialmente se pensaba que existían tipos de personalidad que favorecían la
instalación de la toxicomanía, los estudios prospectivos orientados a conocer las
características de personalidad en grandes grupos de sujetos y valorar años más tarde
cuáles eran los que estaban en los sujetos que desarrollaron una toxicomanía, no
apoyaron estos criterios. Muchos autores consideran que no existe un perfil
caracterológico especialmente a los toxicómanos. Me uno al criterio del Profesor
González Menéndez al afirmar que cualquier personalidad puede sucumbir ante los
embates de las drogas, lo que si es incuestionable las grandes transformaciones que
producen las drogas en la personalidad.
La personalidad al pasar por la etapa de la adolescencia sufre rápidos y trascendentales
cambios, donde comienzan a sentir y quererse proyectar como adultos, funcionando en
gran parte de las esferas de la vida como niños, definiéndose algunas características que
tipifican esta compleja etapa de la vida, como por ejemplo: mayor influencia de los
iguales, mayor contacto con situaciones de riesgo, búsqueda de nuevas sensaciones, la
búsqueda de su identidad, ser yo, que soy ahora y que seré después, búsqueda de la
independencia y de la individualidad, rebeldía, necesidad de una auto-estima adecuada,
se finalizan los estudios medios y se comienzan los superiores, inicio de la etapa laboral
para otros, la sexualidad representa un hito importante en su desarrollo, se vive el hoy, así
como la necesidad de una ideología o de un proyecto en la vida.
Uno de los recursos más importantes con que se puede dotar a un niño, adolescente o
joven es el sentimiento de la propia valía, especialmente en estos tiempos de cambios
rápidos, de exigencias competitivas sociales, de llamadas de todo tipo de desorganización
familiar y social.
21
Como educadores creemos que es posible influir en áreas de las actividades de los niños
y adolescentes, ayudando a aumentar la autoestima. La autoestima es la forma habitual
de pensar, amar, sentir y comportarse de manera positiva y objetiva. Es la actitud
permanente con que nos autovaloramos y nos permite enfrentar las exigencias de la vida,
aprendida e incorporada a lo largo de la propia historia. La auto-estima es el punto de
partida para el desarrollo positivo de las relaciones humanas, del aprendizaje, de la
creatividad y de la responsabilidad grupal.
Según algunos autores toda persona que haga uso o consuma drogas en alguna ocasión,
no necesariamente se convierte en adicto, son numerosas las personas que en alguna
etapa de su vida han usado drogas sin que por ello hayan desarrollado dependencia de
las mismas. La literatura insiste en esto, y puede ser cierto, incluso es un buen argumento
para bajar el nivel de ansiedad de la familia cuando descubre que alguno de sus
miembros ha consumido o consume drogas y también para disminuir el sentimiento de
fatalismo que se genera en el consumidor que ha oído decir con frecuencia que la
fármaco dependencia es una enfermedad incurable.
Me uno al grupo de autores que consideran que en primer lugar, consumir drogas es algo
injustificado, sólo cuando sea por prescripción facultativa y en las dosis y tiempo
indicados. Cuando una persona las utiliza abre las puertas al germen de la adicción, que
en la mayoría de las veces se adueña de toda la personalidad del consumidor, llegando a
oca- sionarle daños irreparables, se convierte en su esclavo perdiendo los dones más
preciados con que cuenta el ser humano.
El drogadicto puede rehabilitarse y reinsertarse en la sociedad y lograr un funcionamiento
estable y útil, tanto familiar como socialmente.
INDICIOS QUE ALERTAN
Las drogas afectan a las personas de manera diferente, los efectos se relacionan con el
estado psicológico del individuo, lo que se espera de la droga y lo que desea que
produzca la droga.
Signos y síntomas que podrían indicar consumo de drogas:
Escuela: ausentismo, llegadas tardes, bajas calificaciones, problemas de conducta,
actividad negativa ante las tareas escolares.
Familia: actitud muy reservada, alejamiento de la familia, mayores conflictos en el hogar,
uso de argot callejero, pérdida de dinero u objetos.
Vida social y amigos: abandono de antiguas actividades, abandono de viejos amigos,
trato con nuevos amigos o personas que consumen, llamadas telefónicas o mensajes que
encubren información sobre drogas.
Vida emocional: cambios básicos en el modo de ser, cambios de humor inexplicables,
indiferencia con las motivaciones anteriores.
Efectos físicos generales: pérdida de peso, irritación de los ojos, trastornos del sueño,
fatigabilidad o hipoactividad, cefaleas, temblores, deterioro de la higiene personal.
Efectos físicos por tipo de droga.
Marihuana: olor a hierba quemada en la ropa, irritación de los ojos(uso de lentes oscuros
en momentos y lugares inapropiados).
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Inhalantes: olor a solventes en la ropa o en el aliento, nariz congestionada, irritación y
ulceración alrededor de la boca, ojos llorosos y brillantes, somnolencia, lentitud de
movimientos e incoordinación. En el caso de la cocaína: nariz congestionada, el sujeto
aspira con fuerza constantemente para detener las secreciones, enflaquecimiento y largos
períodos en que el sujeto no come, ni duerme, puede tener marcas de agujas si es que la
administración es por jeringas.
Alucinógenos: apariencia de soñador o en estado de trance, puede pasar largo tiempo
examinando algún objeto o viendo algo, puede desorientarse en tiempo y espacio, pueden
aparecer crisis de pánico.
¿QUÉ HACER CUANDO TENEMOS UN HIJO CONSUMIDOR?
Al respecto mi opinión es categórica, pues disiento de algunos autores que plantean que
los padres de acuerdo al grado de drogadicción que presenta el hijo, deben decidir las
medidas a tomar, si el problema puede ser resuelto con una advertencia y
recomendaciones o llevarlo con un especialista a un centro de rehabilitación.
Considero que sólo el especialista está facultado y puede determinar el grado de
afectación que aqueja al paciente, posibles causas, si existe comorbilidad (enfermedad
psiquiátrica aso-ciada, desencadenante o desencadenada por la droga), de una manera
objetiva. Pues en la mayoría de los casos no existirá una comunicación amplia y sincera
familiar, más bien evasiva y minimizadora por parte del hijo y permisiva por parte de los
padres, tampoco podrá determinar el grado de afectación del paciente en el amplio
espectro bio-psico-socio-espiritual.
Ahora bien ante la sospecha el padre no debe demostrar alarma, ni crear un caos, debe
lograr un diálogo, en un clima de confianza y comprensión para lograr un diagnóstico lo
más objetivo del problema.
RECOMENDACIONES
TOXICOMANÍAS
EN
EL
ÁMBITO
FAMILIAR
PARA
PREVENIR
LAS
1. Haga su mayor esfuerzo para garantizarle a sus hijos un hogar estable donde
exista amor, armonía y ejemplaridad.
2. No exija más a sus hijos de lo que sus capacidades le permitan, pero garantice
que desarrolle éstas al máximo de sus posibilidades.
3. Sea cariñoso, solidario, condescendiente, pródigo y protector con sus hijos, pero
evite los excesos. Recuerde que el hombre, durante su desarrollo de su
personalidad es como una planta que se cultiva: si no se riega se seca, pero si se
le suministra exceso de agua, se pudre.
4. Evite que sus hijos manipulen mucho dinero hasta que tengan responsabilidad
para hacerlo.
5. Trate por todos los medios de convertirse en amigo y confidente de sus hijos. Evite
que otras personas menos positivas asuman ese importante papel en las llamadas
edades peligrosas.
6. No pierda oportunidades de mostrarles satisfacción ante conductas positivas y dé
a ello mayor importancia que al señalamiento crítico, también necesario ante
conductas negativas.
23
7. Inculque a sus hijos el amor consistente a la pareja, al estudio, al trabajo, al
deporte y a la recreación sana, oriéntelos a alejarse del peligro de las drogas, pero
evite información excesiva sobre estas últimas, ya que en edades tempranas de
sus vidas podrían despertar curiosidad.
8. Los padres son los más importantes para sus hijos. Eviten que lo copien en el
consumo de tóxicos y sobretodo que le vean en estado de embriaguez, esto
genera apreciaciones y sentimientos muy nocivos para ellos.
9. Jamás pretenda que sus hijos se hagan hombres mediante el consumo de tóxicos
legales, ya que la hombría nada tiene que ver con esas conductas. No olvide que
mientras más rápido comience el consumo mayor es su fuerza dañina.
10. No vincule los tóxicos con la expresión de amistad, amor y solidaridad, porque
estos sentimientos se expresan mejor sin intermediarios.
11. Si existe algún aspecto de su personalidad que le disguste, propóngaselo
superarlo mediante su desarrollo personal o perfeccionando virtudes que lo
compensen. Jamás recurra a un tóxico con ese objetivo, pues sólo lograría efectos
opuestos a los perseguidos.
12. Jamás use un tóxico como apoyo para enfrentar problemas porque correrá el
peligro de buscar una muleta muy resbaladiza e ineficiente.
13. El probar por curiosidad algún tóxico es sumamente peligroso; recuerde que ése
es el primer paso en falso y nadie puede predecir qué ocurrirá después.
14. El gasto mensual de un consumidor de café, tabaco y alcohol equivale en muchos
medios a la tercera parte de su salario; en los consumidores excesivos, llega a
convertirse en una catástrofe económica, mucho más penosa cuando afecta los
suministros del hogar.
15. La conciencia es el atributo más importante del hombre. Evite toda sustancia que
pueda afectarla. Recuerde que cuando se embriaga pierde sus características
esenciales como ser humano, se comporta como un animal inferior.
16. Una persona responsable siempre debe sentirse orgullosa de mantener su
comporta- miento bajo control. Recuerde que ningún triunfador permite que nadie
lo vea en estado de embriaguez. La fórmula para mantenerse sobrio en una fiesta
es no pasarse de un trago por hora o no beber alcohol.
17. Recuerde el lema: “si conduce no beba y si bebe no conduzca”; Su olvido
podrá truncar para siempre su felicidad y la de sus seres queridos, o la de otras
personas perjudicadas.
18. Evite al máximo las actividades que se vinculan al consumo de tóxicos legales y
desarrolle aquellas que como los deportes lo alejan de los mismos. Impida así que
los tóxicos se incluyan en su estilo de vida.
19. Si desea incrementar su disfrute de la vida no use medios artificiales, altamente
dañinos. Le sugerimos que explore el valor de la felicidad o alegría muscular
determinada por la práctica de deportes.
20. Aterrorícese ante la invitación de tóxicos ilegales y programe inmediatamente el
alejamiento interpersonal del proponente; ya que su compañía a partir de entonces
puede ser altamente peligrosa.
21. Recuerde que cada cigarro que usted fume reduce en nueve minutos su vida.
24
22. Tenga presente que el consumo excesivo de alcohol y el uso de drogas ilegales
disminuye entre 12 y 15 años la esperanza de vida, y las últimas conducen casi
siempre al crimen.
23. La trampa de casi todas las drogas está en el hecho de producir minutos de
bienestar artificial, a cambio de años de sufrimiento para el consu-midor y sus
seres queridos, esto se reconoce generalmente, sólo al cabo de muchos años de
consumo, si no se recibe ayuda antes.
24. Tenga en cuenta que el uso abusivo del tabaco y el alcohol puede abrir las puertas
al consumo de otros tóxicos; por eso se consideran drogas porteras.
25. La libertad es una de las aspiraciones más preciadas del ser humano; evite
perderla al esclavizarse con un tóxico y si esto hubiese ocurrido ya, busque ayuda
urgentemente para liberarse del mismo.
Recientemente estuve revisando una guía para padres editada por la Consejería de
Asuntos sociales para las Drogodependencias de la Junta de Andalucía, que me parece
puede resultar de gran utilidad para nuestros fines:
¿Cómo prevenir con sus hijos el consumo de drogas?
EVITE:
 Hablarle como si lo supiera todo, sin escuchar sus opiniones y vivencias.
 Ignorar los problemas escolares y personales de hijos, porque considera que “son
cosas de niños”.
 Adoptar medidas de coacción, sin razonar, que limiten su libertad abusivamente.
 Mantener posturas excesivamente permisivas.
 No tener tiempo para ellos.
 Que dependan de Ud. excesivamente y sin necesidad.
 Que exista contradicción entre lo que exige a sus hijos y lo que Ud. mismo hace al
respecto.
 Hacer de su hogar un sitio inaguantable.
 Que existan contradicciones, con respecto a la educación de sus hijos, entre el
padre y la madre.
PROCURE:
 Sentirse a gusto con ellos, participe del ambiente familiar y ellos participarán con
Usted.
 Escucharles y razonar cuando no este de acuerdo con sus opiniones.
 Seguir su rendimiento escolar y atender a los problemas que vayan surgiendo en
su desarrollo.
 Ayudarles a facilitarles la comunicación con los demás.
 Informar a sus hijos sobre el tema desde los 10 o 11 años, con veracidad y
credibilidad, dosificándoles la información según la edad.
25
 Formarse para poder informar, y recupere—si es que lo ha perdido—su papel
educador.
 Reducir su consumo habitual de drogas legales (alcohol, tabaco, etc), no olvide
que somos un modelo a imitar.
 Sugerir actividades de tiempo libre, deportivas, culturales, fomentándolas desde la
familia.
 Facilitar el contacto a sus hijos con asociaciones juveniles, grupos deportivos,
religiosos, ecológicos, alentándolo su integración en estas actividades.
 Fomentar la creatividad, enseñándoles a resolver posibles nuevas situaciones.
Si su hijo ya se ha iniciado en el consumo.
EVITE:
 Desesperarse, no todos los que se inician en el consumo de drogas se convierten
en consumidores habituales.
 Culparle, ni “echarle en cara”, todo lo que Usted ha hecho por él.
 Convertirse en perseguidor, obsesionado por seguir sus pasos.
 La crítica continuada y violenta de su comportamiento.
 Utilizar el castigo como único recurso para evitar que continúe consumiendo.
 Acosarle continuamente con preguntas sospechosas, acusaciones, etc, pues con
ello solo conseguirá que se aleje de usted cada vez más.
 Desentenderse de él, no prestándole atención.
PROCURE:
 Dialogar con su hijo analizando las circunstancias que le llevaron al consumo.
 Favorecer el acercamiento de su hijo hacia Usted, comportándose de manera que
su hijo vea en Usted alguien a quien recurrir en solicitud de ayuda, y no alguien del
que hay que huir por temor al castigo.
 Mostrarle su afecto por lo que es, independientemente de lo que haga.
 Reflexionar sobre lo que puede hacer por su hijo, intente dedicarle más tiempo y
prestarle algo más de atención.
 Reflexionar en común sobre las posibles formas de ayudar a su hijo.
 Entender que esta ante un ser humano que tiene problemas y no ante “un
problema”.
Si su hijo no está por dejar las drogas.
EVITE:
 Ceder ante los chantajes que su hijo pudiera realizarle a Usted. Y su familia,
mediante amenazas de lesionarse, delinquir o promesas de curación.
26
 Discutir violentamente con él, haciéndole cargar con sus desilusiones, impotencias
y miedos.
 Verse Usted como el bueno, que todo lo ha dado por él y sólo recibe disgustos en
pago.
 Echarse Usted la culpa, exclusivamente, por lo que ha ocurrido y angustiarse por
ello.
 Amenazarlo, coaccionarlo o chantajearlo para que se someta a tratamiento.
PROCURE:
 Intentar hablar con él con confianza y respeto.
 Reconocer y asumir que no consume drogas porque quiere; a usted, desde su
posición, así se lo parece; pero no es así realmente, las drogas pueden ya estar
controlando su conducta.
 Aprovechar cuantas ocasiones favorables se les presenten para que inicie un
tratamiento.
 Establecer unos limites de convivencia familiar, dentro de los cuales su hijo reciba
siempre atención por parte de la familia.
 Mantener la calma ante el síndrome de abstinencia, sin aceptar chantajes.
Si se ha decidido dejarla
EVITE:
 Reprochar
anteriores comportamientos (drogas, delincuencia, determinadas
amistades, etc).
 Adoptar comportamientos rígidos que implique ponerle condiciones muy difíciles
de conseguir en su estado actual.
 Que su hijo le imponga sus propias condiciones para someterse a tratamiento.
 Desentenderse del tratamiento que le sea prestado a su hijo.
 Mostrarle desconfianza, puede Ud. retrasar su rehabilitación e incluso provocar la
recaída.
 Reaccionar con violencia ante una recaída.
 Imponerle normas estrictas de comportamiento, por miedo a que vuelva a
consumir.
 Esperar a prestarle ayuda hasta que Usted se asegure de que no volverá a
consumir.
 Pasarle factura recordándole lo que Usted sufrió con su problema.
PROCURE:
 Acudir a un centro o a profesionales calificados, que le asesoren sobre el
tratamiento más calificado.
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 Colaborar con los profesionales, y participar activamente en el tratamiento
impuesto.
 Adoptar una postura comprensiva, entendiendo que su hijo, es el primer interesado
en dejar las drogas.
 No desalentarse si, durante el tratamiento, el comportamiento de su hijo no se
adapta exactamente a lo que Usted espera de él.
 Confiar en su hijo.
 Ayudar con su comportamiento que su hijo se integre a la familia.
 En caso de recaída, reaccione apoyando a su hijo, estimulándole que siga el
tratamiento (se alternan fases de retroceso, avance, estancamiento).
 Animarle que siga con su formación personal y apoyarle en la búsqueda de
trabajo.
CLASIFICACIÓN
El método científico impone agrupar los objetos de estudio según características
comunes y excluyentes. En este caso, además, sirve para recordarnos un concepto
importante que a veces se nos olvida, y es que existen las drogas y no la droga.
Se puede clasificar atendiendo a:
a. Por el origen.
b. Por la estructura química.
c. Por su acción farmacológica.
d. Por su acción sobre la conducta.
e. Por su peligrosidad para la salud.
f.
Por su consideración psicológica.
g. La basada en las manifestaciones clínicas es la más explicativa a nuestros
intereses y quizás la más utilizada en la práctica. Fue realizada por Chacoult en
l971.
I- Depresoras de la actividad del SNC

El Alcohol.

Los Hipnóticos. ( Barbitúricos y No Barbitúricos)

Los Ansiolíticos. (Tranquilizantes Menores).

Antipsicóticos (Tranquilizantes Mayores).

Analgésicos Narcóticos.(Opio y sus derivados)
II- Estimulantes de la actividad del SNC.
 Estimulantes de la Vigilancia.
1) Estimulantes mayores.
28
a. Anfetaminas
b. Anorexígenos
c. Cocaína
2) Estimulantes menores.
a. Cafeína y otras xantinas (té, café, etc.).
b. Nicotina.
 Estimulantes del Humor (Antidepresivos).
III- Perturbadores de la actividad del SNC.
A. Alucinógenos propiamente dichos.
a. LSD.
b. Mescalina.
c. Psilocibina.
d. DOM o STP (2,5- dimetoxi-4-metil-anfetamina).
B.
Derivados de la Cannabis.
l) Marihuana
C. Disolventes Volátiles.
a. Colas: especialmente las plásticas.
b. Esencias: nafta, bencina. CL
c. Disolventes: acetona, acetatos alifáticos,
d. Éter
D. Otros.
DROGAS LEGALES
(Tomado del libro Clínica y Terapéutica de las Adicciones para el Médico General, del
Profesor Dr. Ricardo González Menéndez).
EL CAFÉ
El término café deriva de la palabra turca quahué, y su conocimiento como sustancia
tóxica se debió a un pastor etíope que en 1440 apreció que su rebaño había estado muy
activo durante la noche, luego de haber ingerido los frutos de unos arbustos silvestres. El
café, 200 años después era muy utilizado en Europa y de allí pasó a las colonias
francesas hasta que, concluida la rebelión de los esclavos dominicanos, se extendió por
América Latina.
En la actualidad, la exportación mundial de café representa, según fluctuaciones del
mercado, entre 3,000 y 20,000 millones de dólares y sólo en Estados Unidos de América
se consumen cada año 200,000 millones de tazas. Después del petróleo es la segunda
mercancía legal más importante en el comercio internacional.
El principio activo del café es la trime-tilxantina (cafeína). La misma pasa a la sangre a
través de la mucosa del estómago e intestino. Su acción sobre el sistema nervioso se
produce por elevar considerablemente unas sustancias llamadas neurotransmisores.
29
Estas transmiten la excitación nerviosa de una neurona a la otra, y su peligrosidad estriba
en que esa elevación ocurre a expensas del mecanismo de gasto anticipado, es decir,
que los neurotransmisores almacenados para una semana pueden consumirse en un día.
Después vendrán muchos días de carencia que explican lo que en estos tóxicos se llama
efecto rebote, caracterizado por notable falta de ánimo y somnolencia. Una taza de café
contiene de 100 a 150 mg. de cafeína, una de té entre 60 y 75 mg. y un refresco de cola
entre 40 y 75 mg.
Efectos sobre el sistema nervioso: El café provoca ansiedad, cefaleas, vértigos,
temblores, insomnio (sobre todo en personas con dificultades para conciliar al sueño, por
lo que recurren a somníferos). En los casos más severos pueden ocurrir convulsiones,
ideas delirantes de persecusión y daño, así como crisis de pánico agudo. El síndrome de
abstinencia a la cafeína aparece generalmente entre 18 y 24 horas luego de la
suspensión y se caracteriza por cefalea, irritabilidad y disforia.
Efectos sobre el aparato cardiovascular: El café provoca palpitaciones, extrasístoles,
aumento de la presión arterial, pulso rápido y dolores precordiales de tipo anginoso.
Efectos sobre el aparato digestivo: Produce acidez y regurgitaciones ácidas, diarreas
acompañadas de cólicos, empeora notablemente las úlceras gástricas y duodenales y
disminuye el apetito.
Efectos sobre el aparato genitourinario: Por su eliminación en forma directa por la
orina, el café determina poliquiuria y micción imperiosa.
TABACO
El tabaco es una planta de la familia de las solanáceas, existen 50 especies conocidas,
pero sólo dos se cultivan comercialmente: Nicotina Tabacum y Nicotina Rústica.
La denominación de la planta en el lenguaje nativo era cohíba y su uso no era exclusivo
del Behique (sacerdote de la tribu), sino de todos los integrantes del grupo primitivo. La
forma de consumo podía ser fumada, masticado y otras veces aspirado, y el nombre del
tizón era tabaco.
En el mundo hay 1,100 millones de fumadores, 200 millones son mujeres. El tabaco
provoca 4.9 millones de muertes al año. Es la primera causa de muerte previsible y el
fumador pasivo constituye la tercera causa de muerte previsible, más de 20 millones de
niños están expuestos al humo del tabaco en sus hogares.
El tabaco disminuye la circulación cerebral y cardiaca y bloquea los impulsos nerviosos de
la médula espinal. Produce gran variedad de enfermedades a nivel pulmonar: bronquitis
crónica, asma, enfisema pulmonar, cáncer, este también se le puede hallar en todas las
vías respiratorias, digestivas y renal.
El 25% de las muertes por enfermedad de las arterias y el corazón están determinadas
por el tabaco, la nicotina bloquea el consumo de oxígeno por el músculo cardíaco y
aumenta el nivel de grasas en la sangre, grasas que se acumulan en las paredes de las
arterias estrechándolas y endureciéndolas. Todas estas condiciones determinan la
arteriosclerosis temprana de los grandes fumadores (a veces desde los 30 años de edad)
y la frecuencia 5 veces mayor de infartos del miocardio y otros órganos, así como
accidentes vasculares encefálicos (cada cigarrillo reduce en 9 minutos la vida de un
fumador).
Está demostrado que entre los fumadores hay casi 3 veces más úlceras gástricas y
duodenales, así como el cáncer gástrico, halitosis. Produce ansiedad, temblores,
cefaleas, tras-tornos de concentración. Disminuye la erección, por su efecto tóxico a nivel
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del cerebro, al que se suma su efecto bloqueador a nivel de la médula espinal y la
disminución de sangre a los cuerpos cavernosos del pene.
ALCOHOL.
El alcohol, del árabe alkuhl (esencia o espíritu), es el producto de la fermentación de
sustancias vegetales. Su utilización por el hombre, en forma de brebaje, se supone que
data de los albores de la humanidad, cuando nuestros más remotos antepasados tuvieron
la experiencia de beber el líquido resultante de la colección de agua de lluvia en alguna
irregularidad del tronco de un árbol, luego de haber caído en dicho depósito natural,
alguna fruta desprendida que sufriera posteriormente, el proceso de fermentación. La
capacidad de observación del hombre primitivo le permitió reproducir dicho fenómeno y
obtener el preparado, aunque este sólo pudo ser utilizado en cantidades importantes, a
partir de la cultura del neolítico, 10000 años atrás, cuando fue posible la utilización de
recipientes adecua-dos gracias al desarrollo de la alfarería.
La Biblia dice que Noé plantó la primera viña, bebió de su jugo y conoció la embriaguez
(Génesis 9:24). El Antiguo Testamento menciona la palabra vino aproximadamente 500
veces. Jesucristo consagró la bebida en la última cena. Este vino puede producir
embriaguez, por eso el Apóstol Pablo advierte el peligro de la embriaguez (Efesios 5:14).
Cuando el alcohol comienza su acción sobre el SNC lo primero que deprime son los
centros que garantizan el comportamiento social adecuado y esto hace que el sujeto se
conduzca en forma diferente haciendo el ridículo. Un poco más de efecto y a veces hace
que el sujeto acepte ofensas y humillaciones, comportándose mansamente, o por el
contrario se torna ofensivo, agresivo y destructivo como si fuese una fiera.
Finalmente aparece el descuido por la presencia y el aseo, propio de los alcohólicos en
fase avanzada y de los grados profundos de embriaguez.
El término “Alcoholismo” fue creado por el médico sueco Magnus Huss en el año de
1849.
MITOS POPULARES SOBRE EL ALCOHOL
El alcohol mejora la actividad sexual.
Pero lo que realmente ocurre es lo contrario, a tal punto que es pregunta obligada en los
especialistas que atienden las disfunciones sexuales: ¿tomó Ud. Bebidas alcohólicas ante
del encuentro amoroso?. La explicación de esta acción está en el efecto inhibidor o
depresor del alcohol sobre el cerebro y la médula espinal y fue destacada 400 años atrás
en una obra de Shakespeare, donde un personaje comenta: “el alcohol provoca el deseo,
pero dificulta la ejecución”.
El alcohol sirve para enfrentar el frío.
Los soldados de Napoleón, que murieron congelados en la invasión a Rusia, fueron los
que ingerían bebidas alcohólicas, ya que el efecto verdadero del alcohol es producir
dilatación de los vasos sanguíneos de la piel y de esa forma, funciona como un sistema
de enfriamiento, como el radiador de un automóvil. Uno de los efectos más comunes es
la pérdida de temperatura corporal al poner en contacto el calor de la sangre con el frío
que actúa sobre la piel.
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¿Es el alcohol un alimento?
El alcohol es un antialimento, pues sólo aporta calorías vacías que no pueden ser
utilizadas por el organismo y además, por su acción irritante sobre el estómago e
intestino dificulta la absorción de los alimentos.
¿El alcohol es bueno para combatir la hipertensión y el infarto?
En realidad la aparición de hipertensión e infarto, así como la aparición de accidentes
vasculares encefálicos, es 6 veces mayor en los que abusan del alcohol que en aquellos
que no lo hacen.
La acción sobre la presión arterial (al elevarla considerablemente), no depende de la
cantidad de líquido ingerido, sino de la acción directa del alcohol sobre las glándulas
suprarrenales, lo cual determina la liberación de cortizona, la que eleva notablemente la
presión arterial.
¿El alcohol es un estimulante?
El alcohol pertenece al grupo fármaco-lógico de los depresores, con efectos sedantes y
anestésicos, su consumo excesivo puede llevar al coma y la muerte. Es bueno recordar
el frecuente llanto de las personas en estado de embriaguez profunda, así como también
que en muchos países el 30% de los alcohólicos terminan sus vidas por medio del
suicidio.
El alcoholismo afecta por igual a todas las personas que por alguna razón consuman
bebidas alcohólicas habitualmente, con total independencia de su nivel escolar,
económico o características de personalidad.
CONCEPTO
El alcoholismo es una enfermedad, no un vicio, y en gran parte de los casos, tiene
cura, pero siempre esta el riesgo de recaída. Según Jellinek, un estudioso del tema con
gran repercusión en Latinoamérica: todo uso de bebidas alcohólicas que cause daño de
cualquier tipo al individuo, a la sociedad, o a los dos, puede considerarse como
alcoholismo.
La Organización Mundial de la Salud lo define como: Es un trastorno conductual crónico,
manifestado por repetidas ingesta de alcohol, excesivas respecto a las normas dietéticas
y sociales de la Comunidad y que acaban interfiriendo la salud o las funciones
económicas y socia-les del bebedor.
Pueden considerarse dos tipos de Alcoholismo: primario y secundario.
 El alcoholismo primario estaría definido por dos criterios: el tóxico y el
determinista.
El tóxico estaría avalado por cualquier daño biológico, psicológico o social.
El determinista estaría dado por la pérdida de libertad ante el alcohol: no poderse
mantener 2 días seguidos sin beber, no poderse controlar cuando se comienza a beber,
necesitar el alcohol para enfrentar las exigencias de la vida.
 El alcoholismo secundario: es el que se produce en una persona portadora
de una enfermedad, por ejemplo, tras-tornos psiquiátricos, cáncer.
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EXPRESIONES CLÍNICAS DEL ALCOHOLISMO.
Abstinente Total: No bebe nunca (50% población)
Bebedor Excepcional: 1 ó 2 tragos menos de 5 veces al año.
Bebedor Social: Bebe sin transgredir las normas sociales, no satisface los criterios
tóxico, ni determinista (3 veces a la semana, menos de 1/4 botella de ron o su
equivalente en otras bebidas).
Bebedor abusivo sin Dependencia: Ingiere más del 20% de las calorías de la dieta en
alcohol, cumple los criterios tóxico y determinista.
Dependiente Alcohólico sin Complicaciones: Dependencia física,
En abstinencia: Temblores severos, intranquilidad, insomnio, diarreas, subsaltos
musculares, cefaleas, sudoraciones.
Dependiente Alcohólico Complicado:
sangramientos, cardiopatías.
Delirium
tremens,
alucinosis,
cirrosis,
Dependiente Alcohólico en Fase Final: Deterioro marcado físico y mental,
convulsiones, etc.
¿Cómo prevenirlo?
EVITE:
 Tomar una copa por rutina o costumbre.
 Beber alcohol para aliviar el malestar físico o cansancio.
 Tomar una copa porque se encuentra “bajo de moral”.
 Beber con el “estómago vacío”.
 Beber para enfrentar una situación difícil”.
 Presionar a los demás para que tomen “la última copa”.
 Beber en ayunas “para quitarse el mal sabor de boca o matar el gusanillo o
resaca”.
PROCURE:
 Informarse sobre cuáles son los efectos y propiedades reales del alcohol.
 Tomar una copa lentamente, paladeando lo que toma.
 Llevar la cuenta de lo que ha bebido... no se engañe.
 Ocupar su tiempo libre con deportes, hobbies, aficiones, etc.
 Con respecto a sus hijos, retrasar el momento de iniciación del consumo. (no
favorece el crecimiento, ni favorece el apetito).
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Es hora de preocuparte y actuar:
 Cuando consideras que tomar en exceso es un logro y demuestra valentía.
 Cuando mientes acerca de tu forma de beber.
 Cuando te pasas la bebida de un sólo trago.
 Cuando empiezas a beber por las mañanas.
 Cuando has tratado de dejar de beber y has fracasado en el intento.
 Cuando ha empezado a bajar tu rendimiento en la escuela o el trabajo.
 Cuando bebes a solas y no con amigos o en reuniones sociales.
 Cuando bebes porque tuviste algún problema o te enojaste con alguien.
 Cuando ya has estado en problemas a causa de tu forma de beber.
 Cuando aseguras que puedes dejar de tomar en cualquier momento a pesar de
que sigues tomando en gran cantidad.
 Cuando bebes cada día un poco más.
 Cuando piensas que sería mejor si no tomaras y no haces nada al respecto.
DROGAS ILEGALES
Marihuana.
La planta del cáñamo (cannabis sativa) crece silvestre o se cultiva en los climas
templados o tropicales. Se trata de una hierba resistente que se da en una amplia
diversidad de lugares de todo el mundo. Durante tres milenios, los pueblos de África y
Asia han utilizado el cannabis en diferentes formas, normalmente fumándolo, a menudo
con tabaco, o mezclándolo con bebidas o golosinas.
En el habla común, las designaciones “cannabis”, “marihuana” o “hachís”, abarcan toda
una serie de distintos preparados de cannabis, conocidos por centenares de nombres.
Se han identificado más de 400 sustancias sintetizadas por la planta, de las cuales más
de 60 son canabinoides. Los tres más abundantes son:
El canabinol (CBN), el canabidiol (CBD) y varios derivados del tetrahidrocanabinol
(THC), que representa el compuesto más activo desde el punto de vista psíquico, de
estos derivados el de mayor potencia es el delta-9-tetrahidrocanabinol.
El cannabis produce una amplia gama de síntomas, en función de la dosificación, la
personalidad y las expectativas del usuario.
Los efectos de las dosis bajas a moderadas incluyen hilaridad, euforia, cambios en la
percepción del tiempo y del espacio, deterioro de la coordinación, del juicio y de la
memoria, aumento de la sensibilidad visual y auditiva, conjuntivitis, bronquitis y aumento
del apetito. Después de dosis más altas, pueden experimentarse ilusiones, accesos
delirantes, depresión, manifestaciones amotivacionales, confusión mental, que a veces
asemejan a un episodio psicótico caracterizado por el medio y la agresión.
El uso regular y prolongado del cannabis puede perjudicar las funciones psicomotoras,
cognitivas, endocrinas, reducir la inmunidad y la resistencia a las infecciones. Reduce el
nivel de hormonas masculinas, deforma e inmoviliza a los espermatozoides,
comportamientos sexuales aje-nos a la orientación habitual al sujeto. La marihuana es la
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droga ilegal más consumida con 40 millones que la han probado una vez, 12 millones de
los cuales lo han hecho en el último año. Ade-más lo que la hace tan peligrosa es el
hecho que es considerada una “droga blanda”, “poco peli-grosa”, “poco perjudicial”, y
junto con el alcohol y el tabaco componen un trío de drogas porteras.
COCAÍNA
El arbusto de coca (Erythroxylon coca), de hoja perenne, se cultiva principalmente en la
región montañosa occidental de América del Sur. Su principal ingrediente activo es la
cocaína alcaloide, que puede extraerse de sus hojas por un proceso químico sencillo.
Desde hace siglos, los pueblos andinos mastican sus hojas para combatir la sensación
de hambre y vencer la fatiga y el agotamiento causados por el trabajo y la gran altitud. Se
consume por vía gingival, nasal, inhalatoria, endovenosa y fumable.
La coca puede ser mezclada con diferentes sustancias, lo cual representa un gran peligro
por lo inescrupuloso del manejo, pudiendo llevar a mortales intoxicaciones. Droga
estimulante, la cocaína es capaz de producir excitación eufórica y experiencias
alucinatorias (las alucinaciones son sentidas y también percibidas visualmente, de tal
intensidad que pueden tratar con pinchazos de agujas extraerse los bichos que les
atormentan).
Debido a la sensación de gran fuerza muscular y a la claridad mental que produce, el
usuario tiende a sobreestimar las capacidades de su organismo. Esta sensación de ser
“super poderoso”, unida a los delirios paranoicos y las alucinaciones auditivas, visuales y
táctiles que pueden aparecer, puede convertir al usuario en una persona capaz de
cometer graves actos antisociales.
Para contrarrestar las sensaciones de excitación excesiva que produce, se práctica
ampliamente la administración alterna o simultánea de cocaína y de una droga depresora
(Ej. El alcohol). La nueva forma de cocaína, más toxicomanígena y mortal, que se conoce
como “crack” o “piedra”, constituye una modalidad barata, potente, muy tóxica y
extremadamente adictiva.
Produce un efecto rápido e intenso que dura unos minutos y suele dejar al usuario en un
estado de desesperada necesidad de más droga. Es perjudicial para el cerebro, el
corazón, pulmones y el sistema nervioso, delgadez marcada y graves daños psicológicos.
Los efectos de la cocaína se disipan rápidamente y van disminuyendo cada vez más con
el aumento de frecuencia de consumo, el deseo de imperiosa necesidad de repetir la
administración a intervalos de tiempo cada vez menores, puede convertir la vida del
usuario en una constante, cos-tosa y peligrosa para sí y los demás búsqueda de la droga.
Las propiedades toxicomanígenas de la cocaína son tales que se ha demostrado en
estudios que los animales de laboratorio prefieren una y otra vez la cocaína a su alimento
favorito, hasta que acaban muriendo por sobredosis o desnutrición.
Al introducirse por vía endovenosa puede producir: endocarditis, abscesos pulmonares y
cerebrales, miocarditis, hepatitis y SIDA. Las muertes súbitas por consumo de cocaína,
también llamada la droga de la muerte, pueden deberse a cuadros de colapsos similares
al Síndrome Gris por neurolépticos, hemorragias o trombosis cerebrales o paros
cardíacos. Su con-sumo continúa aumentando en Europa y América.
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DERIVADOS DEL OPIO.
El opio es el jugo coagulado que se extrae de las cápsulas verdes de la adormidera
(Papaver Somniferum), la cual crece en climas templados y subtropicales, y parece que
tuvo su origen hace unos 5,000 años, en la región del Mediterráneo Oriental. Su uso se
extendió rápidamente por Persia, Egipto, China y Europa, donde la “panacea laudanum”,
elogiada por el alquimista y médico del siglo XVI Felipo Paracelso, era un preparado de
opio.
El opio se emplea sobre todo como importante materia prima para la fabricación lícita de
morfina, codeína y sus derivados. Por des-gracia, es también la materia prima para la
producción ilegal de heroína, cuyo uso indebido ha alcanzado proporciones alarmantes en
todo el mundo. Fue precisamente esa preocupación internacional por el uso indebido del
opio la que dio origen, a principios de siglo, a los primeros tratados internacionales sobre
fiscalización de estupefacientes.
El opio contiene más de 20 alcaloides. En 1803 el químico alemán Sertuner aisló uno de
ellos: la morfina. En 1932 se aisló la codeína. Con la invención de la aguja hipodérmica
por Alexander Wood en 1853, se inicio la era del abuso masivo de opiáceos. En 1974 se
sintetizó la heroína, morfina a la cual se adicionaron dos grupos acetilo, duplicando la
potencia de su antecesora y 10 veces más que el opio. Opiáceo es cualquier sustancia
natural derivada del opio y opioide es una sustancia sintética que actúa como opiáceo,
pero no esta derivado del opio. Los opiáceos que se sintetizan de los naturales son la
heroína, codeína y la hidromorfina.
Se han elaborado un gran numero de narcóticos sintéticos como la meperidina, la metadona, el propoxifeno, etc. La morfina es el mas importante de los principios activos del
opio (este contienen un 10% de morfina). La morfina sigue siendo el analgésico eficaz
clásico para aliviar dolores intensos, pero la extensión de su uso esta siendo contenida
por estupefacientes sintéticos que producen menos dependencia.
La morfina produce una dependencia física de aparición temprana que aumenta de
intensidad, a medida que aumenta la dosificación, y se va aumentando la dosificación por
el nivel de tolerancia, una especie de insensibilización por la cual el consumidor necesita
paulatinamente aumentar las dosis para experimentar el mismo nivel de bienestar. La
heroína (diacetilmorfina) se obtiene de la morfina mediante un sencillo proceso químico.
Produce una dependencia muy fuerte, Por la facilidad de producción clandestina y de su
transporte en estado puro, la heroína es la droga que causa los mayores problemas de
salud pública en muchos países.
El contenido de heroína de la droga vendida en la calle puede variar de manera
considerable, pues frecuentemente su adulteración o mezcla con otras sustancias. La
amplia y desconocida gama de cantidades y tipos de sustancias empleadas puede ser
también la causa de enfermedades, envenenamientos y fallecimientos.
Es este grupo donde se manifiesta con mayor intensidad la dependencia física, debemos
resaltar que a diferencia de la dependencia psíquica de otras drogas como la marihuana y
la cocaína en los opiáceos predominan las manifestaciones corporales de abstinencia.
Estas reacciones comprenden fortísimos dolores mus-culares y abdominales, lagrimeos,
bostezos continuos, escalofríos, calambres, secreciones naso-faríngeas, lentificación del
ritmo cardiaco, HTA, diarreas y vómitos expresan la seriedad de estos cuadros.
Pastillas. Las anfetaminas son el prototipo de las drogas estimulantes. Se sintetizaron por
primera vez en 1887, pero sus efectos estimulantes se descubrieron 40 años después.
Actualmente solo están indicadas para tratar los TDA (Trastornos por Déficit de Atención),
la narcolepsia y algunos trastornos depresivos. Tienen capacidad de levantar el estado de
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animo, disipar la fatiga y la sensación de hambre. “Ice” es la forma pura de la
metanfetamina que puede inhalarse, fumarse o inyectarse EV, es una sustancia sintética
que puede fabricarse en laboratorios clandestinos. A dosis terapéuticas produce
excitación e hipertensión, alucinaciones visuales y auditivas, a dosis elevadas psicosis
tóxicas, en abstinencia producen cuadros depresivos con marcado riesgo suicida.
La dependencia psicológica de las drogas del tipo de las anfetaminas se desarrolla
rápida-mente y se perpetuada por un fuerte deseo de alcanzar euforia y una excitación
máximas. A medida que aumenta la tolerancia a los efectos deseados, se aumenta la
dosis, hasta que se llega a un nivel que puede ser varias cientos de veces superior al de
la dosis inicial.
Los principales disponibles son: dextroanfetamina, metanfetamina y el metilfenidato.
El éxtasis es la MDMA (metilendoximetanmina), es un derivado sintético de las
anfetaminas presenta en forma de comprimidos. Produce serias alteraciones en las fibras
nerviosas, cardiovasculares, respiratorias, renales, en la coagulación, perdida de memoria
trastornos psíquicos, disfunción sexual, anorexia. El éxtasis liquido procede del ácido
gammahidroxibutirico, no tiene nada que ver químicamente con el anterior, es el
responsable actualmente de muchas emergencias y tristes desenlaces en hospitales
europeos, por la gran afectación que produce a nivel de conciencia.
Barbitúricos. Se consumen entre adictos combinadas con opioides, para prolongar el
efecto narcótico y en alcohólicos, para combatir el cuadro de abstinencia. Producen una
tremenda dependencia física. El síndrome de abstinencia es también notablemente similar
con todos los depresores, incluido el alcohol. Consiste en sus formas leves, en un rebote
de su efecto depresor, cuando el cuadro es grave, se manifiesta con delirios y
convulsiones, que se convierte en una verdadera emergencia médica.
Benzodiacepinas. Su actividad fundamental es ansiolítica y relajante, secundariamente
hipnótica, se produce adicción cuando se consume repetidamente. Usualmente se utilizan
mezcladas con alcohol. Su potencialidad adictiva junto a los anti parkisonianos es tal que
han desplazado no excepcionalmente a drogas tan fuertes como la cocaína y la heroína
en países europeos.
Alucinógenos. Los alucinógenos constituyen un grupo químicamente diverso de drogas
que producen profundos cambios mentales: en el estado de animo, el nivel de
conciencia, con euforia, ansiedad, distorsión sensorial, vividas ilusiones y alucinaciones
visuales y auditivas, reacciones paranoides, depresión y una sensación de perdida de
identidad. Estas drogas han recibido varios nombres entre ellos tenemos: psicodélicos,
psicodislépticos, enteógenos, drogas fantásticas, psicomimeticos, ellos se componen de
sustancias naturales y sintéticas. Las naturales se encuentran en su mayoría en el Nuevo
Mundo. Entre ellos tenemos a: la mescalina, que el principal componente activo del
peyote (loporophora williansii), crece silvestre en algunas partes de México y en la zona
meridional y occidental de los Estados Unidos, y es uno de los alucinógenos preferidos en
los rituales que se realizan en esas zonas. La tolerancia aparece rápidamente.
La DOM (STP), esta relacionada con las anfetaminas y la mescalina, tiene efectos
similares a los del LSD. La DOM produce un aumento de la conciencia de los insumos
sensoriales, acompañado a menudo por un control limitado de lo que se experimenta.
Este fenómeno lo produce en sí mismo el uso de otros alucinógenos: la psilocina y su
congénere psicolocibina, se encuentran en el hongo Psilocybe mexicana (natural de
México y algunas regiones de Estados Unidos), los compuestos triptaminicos DMT
(dimeti-ltriptamina), que se encuentra en un árbol de las Antillas y en algunos lugares de
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América del Sur, donde se le conoce como cohoba, lo mismo que la harrmina, que es una
liana que crece en la selva Amazónica, conocida como yage o ayahuasca.
En África también existe un alucinógeno similar a los anteriores, la ibogaína, proveniente
del Tabernathe Iboga y DTE (dietiltriptamina), son principios activos de los polvos
alucinógenos para absorber por la nariz extraídos de la Piptadenia Peregrina, que se
encuentra en la región del Orinoco. Al usuario de estas sustancias le resulta difícil
distinguir entre fantasía y realidad, entre un objeto y otro, incluso entre si mismo y el
medio circundante,
El PCP (fenciclidina), conocido como hierba asesina, tranquilizador de elefantes o polvo
de ángel, es muy peligrosa. Da origen a una marcada dependencia psicológica. Una sola
dosis fumada con tabaco u otras materias, puede provocar una grave psicosis tóxica, de
carácter esquizofrénico y acompañada de accesos delirantes, confusión mental y un
comportamiento violentamente agresivo o autodestructivo. La imprevisibilidad de sus
efectos y su frecuente adulteración con otros alucinógenos se suman al ya considerable
riesgo en que se incurre todo aquel que prueba esta droga. En la década de los 70 fue
uno de los principales causantes de la atención de pacientes intoxicados en los centros de
urgencia.
El LSD, afortunadamente poco usado en la actualidad, es el mas famoso de todos, es una
sustancia semisintética, proveniente de la modificación química de un núcleo indólico del
hongo del centeno (claviceps purpuria). El ololiuqui o semilla virgen (Rivea Coryin Bosa),
contiene otro derivado activo del ácido lisérgico, la amida, con cerca del 10% de la
potencia de la dietilamida. Estas semillas se han consumido con fines rituales en México y
Centroamérica, desde antes de la llegada de los españoles.
Inhalantes. Son un grupo diverso de productos líquidos muy volátiles, de olor agradable e
químicos, que comprenden tanto gases como inflamables, que desprenden vapores psicoactivos. Entre ellos tenemos: colas, diluentes de pintura, pulimentos, barnices, esmaltes,
insecticidas, productos de limpieza, etc.
El efecto agudo de la intoxicación con solventes es semejante a una borrachera: el sujeto
muestra una agitación inicial que se convierte en desinhibición, una sensación de ligereza,
euforia, crisis de excitación y psicosis agudas, así como severa afectación neurológica y
muerte. Los inhalantes no están sometidos a fiscalización inter-nacional. Son de fácil
adquisición por su legalidad y bajos costos, muy utilizados por aquellos de bajos ingresos,
así como por los niños de la calle y adolescentes.
EL ADICTO.
Durante la más reciente Capacitación
que brindamos al Personal Técnico y
colaboradores del Proyecto Victoria, abordamos algunos temas que despertaron vivo
interés en los participantes, los cuales solicitaron le entregaran un material donde se
desarrollasen los tópicos expuestos. Aprovechando que nos encontrábamos en la
confección del Manual de Farmacodependencia, decidimos incluirlos tratando de
alcanzar un lenguaje asequible, para aquellos menos familiarizados con los términos
técnicos, pero sí muy necesitados de la presente información, nos pareció de igual
manera incluir el presente capítulo en el presente libro.
Lo primero que debemos tener muy presente es que la Farmacodependencia (adicción,
habituación, etc), es una enfermedad, y el consumidor es un enfermo. Por lo que requiere
de la más respetuosa atención del personal que atiende a estos pacientes y de las
personas que se relacionan con ellos, comprensión, paciencia y grandes dosis de amor,
son los primeros e indispensables fármacos que requieren los aquejados. Por las
características de las actividades afines que desarrollan estos enfermos, bajo los efectos
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de las mismas o sin estarlo, en la desesperada búsqueda de los medios para obtenerlas,
estos pacientes son criticados, rechazados, maltratados y considerados personas inmorales, débiles mentales, depravados, peligrosos e indeseables. Debemos tener
presente que en muchos casos, fue la falta de una adecuada educación, apoyo familiar y
dedicación afectiva las causas por las que los afectados fueron arrastrados al mundo de
las drogas. Debemos estar conscientes, que somos muy prestos a acusar, pero tardos en
reconocer nuestras culpas y responsabilidades.
Los estudios que se han realizado bus-cando una personalidad clave que con una
frecuencia incuestionable diera lugar a la enfermedad, no ha sido hallada, sólo algunas
características han sido identificadas. Ninguna personalidad esta a salvo del mal, sin
descartar los factores genéticos predisponentes, que pueden expresarse en diferentes
intensidades, cualquier persona que se exponga de manera frecuente, que utilice en
exceso el tóxico legal o pruebe el ilegal (en ocasiones una sola vez es suficiente para
quedar atrapado), que incorpore a su estilo de vida el consumo como parte de él, sin
importar personalidad previa, ni condición social, nivel cultural o raza, quedará atrapado
irremisiblemente.
Ahora, lo que sí es incuestionable que la personalidad arrastrada por este terrible mal,
adquiere características muy bien definidas, que se enmarcan entre las actividades afines
que desarrollan los adictos en activo, propias del estilo de vida del adicto. El estilo de vida
del adicto se caracteriza por la pérdida de valores y atributos que le impidan la obtención
de las drogas, y la adquisición de aquellas caracterís-ticas que le permitan obtenerla, para
lo cual se enfrentarán a todos, y a todo, sin importar las consecuencias que se deriven de
estas desenfrenadas conductas.
El adicto se hace un ser totalmente irresponsable, incapaz de responder por sus
obligaciones y deberes de cualquier índole. Por lo que podrá realizar cualquier acto, de
cualquier magnitud, de carácter delictivo. Adquirirá un len-guaje propio, utilizado en el
medio y con los compañeros de consumo, vestimenta e identificaciones específicas,
como por ejemplo los tatuajes. Mentir, robar, asaltar, matar, son acciones que matizan la
triste y peligrosa realidad de estos seres.
Los que nos dedicamos a la atención de estos pacientes, así como familiares y otras
personas que por su profesión están obligados a relacionarse con ellos, estamos
obligados a sentir muy profundamente esta relación en su justo valor, entenderla en su
justa magnitud, con una valoración equilibrada y objetiva. Debemos ser capaces de lograr
un funcionamiento que restaure, compense, y restituya daños y déficits. Debemos lograr
alcanzar el rango, nada fácil, de padres, hermanos o amigos, que muchos de ellos nunca
tuvieron, o la experiencia de haberlos tenidos fue más traumática que la ausencia antes
referida. Lograr una comunicación efectiva, donde se mezclen el amor con la disciplina, la
amabilidad con la organización, la comprensión con la exigencia.
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PREVENCIÓN
“Prevenir es mejor que curar”, dice el refrán, pero infelizmente a través de la historia, la
humanidad por lo general ha hecho poco caso de este adagio, se va dejando para
después, lo que requiere de la máxima atención y de la mayor brevedad de ocupación. Es
una necesidad y compete a todos por igual.
Comenzaré por algunos conceptos claves: La responsabilidad personal está relacionada
con la autonomía del individuo, con su libertad y con su capacidad volitiva y de
discriminación frente al consumo y los riesgos que le implican como persona. Se deben
tener en cuenta dos puntos fundamentales por el logro de la responsabilidad: la formación
y la información
Nadie está capacitado para decidir acerca de lo que desconoce, o si no ha sido formado
en el camino de la autonomía. Por lo tanto, el primer y básico elemento para activar la
responsabilidad de los individuos es que ellos hayan sido formados en la autonomía
intelectual y moral, y tengan un conocimiento pleno y veraz de todo lo concerniente al
tema sobre el cual deben decidir.
Esa formación se refiere al ámbito ciudadano, que es el más general, amplio y compartido
de la sociedad, y al cual se acoplan el resto de las formaciones valóricas del ámbito
moral. Y tiene que ver básicamente con el individuo y sus mecanismos de socialización,
con las escuelas, con la familia, con la comunicación pública y también con los sistemas
de información, es decir, con lo que se pone a disposición de los individuos para su
conocimiento. Resulta una paradoja que vivamos en una sociedad que supuestamente es
la sociedad del conocimiento y que hayan tabúes, que no se tratan, ni se informan.
La responsabilidad individual está referida al consumidor de drogas. Quien consume es
un ciudadano que tiene su parte de responsabilidad. Una visión puramente médica del
problema de las drogas ve en cada consumidor un enfermo, omitiendo las dimensiones de
la voluntad y de la libertad que el consumidor tiene en el proceso. Realmente nuestro
criterio de responsabilidad lo situamos, antes del inicio del consumo o encontrándose en
pleno proceso de rehabilitación, posterior al período inicial de abstinencia, en estado
compensado, bajo la influencia del consumo, no existe responsabilidad.
Para que la responsabilidad individual pueda activarse, es necesario que previamente el
individuo haya estado inserto en un proceso de formación y tenga condiciones de
información que le permitan discriminar en sus acciones.
Ello se logra a través de la formación, básicamente en las etapas de socialización primaria
(escolaridad, educación familiar, comunicabilidad, etc), y de la información en las etapas
de socialización intermedias y tardías (transparencia social del tema de las drogas,
círculos de debate en el trabajo, tratamiento informativo, etc).
Todo lo que una sociedad gaste en prevención tendrá como marco de referencia al
sistema formativo e informativo de dicha sociedad.
En segundo lugar,
existe la responsabilidad colectiva de la comunidad. La
responsabilidad de la comunidad en materia de narcotráfico y consumo de drogas ilícitas
se refiere a la activación del control social preventivo que pueden ejercer las
organizaciones comunitarias, y a los temas de rehabilitación y reinserción social del
drogadicto.
Existe también aquí un aspecto importante relativo al control del territorio, cuestión
fundamental en materia de narcotráfico, pues el espacio público representa siempre una
vivencia concreta en la comunidad.
40
La comunidad no puede impedir que alguien consuma o alguien venda droga. Pero la
acción colectiva puede generar mecanismos para la prevención se afirme y desarrolle,
dando lugar al llamado “control social preventivo”. Este consiste en la creación de
atmósferas sociales propicias para las acciones de negación de la droga, de rehabilitación
y reinserción social del consumidor, y de sanción y rechazo (y eventualmente de
colaboración con la autoridad) frente al tráfico.
La rehabilitación, en términos individuales, es el aspecto de mayor costo en materia de
droga, y muy difícilmente puede solventarse sin la ayuda financiera de terceros. Por otra
parte, y a partir de la introducción de instrumentos de mercado en la gestión de la salud y
de control de gasto en la provisión de servicios por parte del Estado, es casi obvio que los
seguros de salud no contemplen esta cobertura y que el Estado a su vez, no puede ser el
único o principal pagador. Sin embargo, ningún Estado puede pasar el test político de la
lucha contra la droga si no tiene políticas de rehabilitación y debería incluirse las de
prevención.
Para ello sirve la responsabilidad colectiva. Por lo tanto, habrá políticas de rehabilitación
allí donde la responsabilidad colectiva sea activada.
En un contexto de gestión pública moderna, no es posible pensar en responsabilidades
alternativas, sino en una combinación de responsabilidades coherentemente articuladas.
Las políticas públicas son cada vez menos participativas, pero tienen crecientes
componentes de interacción. Las políticas de salud son un ejemplo claro de ello. No
puede haber políticas de salud sin gestión y control de beneficiarios, y eso no constituye
un modelo participativo sino interactivo.
El punto de apoyo político de la responsabilidad colectiva son las comunas. Si se logra
con políticas adecuadas activar la responsabilidad de la comunidad, se desarrolla un
elemento bisagra entre la máxima potencia de la prevención y la máxima eficiencia del
control y la represión, optimizando los niveles de escala en el diseño de las políticas con
contenido de rehabilitación.
Finalmente, existe una responsabilidad fundamental que es la del Estado. Esta deriva de
su obligación de proveer un orden jurídico y una orientación política en esta materia. La
responsabilidad estatal se enfrenta a una doble tarea. Por una parte, generar políticas de
regulación y fomento que permitan que las otras responsabilidades, la individual y la
colectiva, se expresen y desarrollen. Por otra, alcanzar la máxima eficiencia de los
procedimientos policiales y judiciales para el control y la represión del narcotráfico. El
Estado tiene como obligación activar de manera adecuada la responsabilidad individual
de los ciudadanos y la colectiva de la comunidad. No tiene que hacerse cargo de todo el
problema, sino que debe asignar la posibilidad de que la comunidad o el individuo puedan
actuar adecuadamente.
La Prevención debe ser total y completa, lo cual abarca centro de estudios, familia, trabajo
y sociedad.
Educación preventiva: las acciones destinadas a educar a alguien deberán proveerlo de
todo aquello que constituye el ámbito de la formación, permitirle un desarrollo interno y
crecimiento que se podrán de manifiesto a través de la conducta. La educación es un
proceso que la sociedad utiliza para transmitir a todos los miembros que la integran las
pautas culturales y el modo de pensar más conveniente.
La prevención se basa en una actitud atenta cuyo propósito es evitar la aparición de
riesgos para la salud, tanto del individuo, familia y la comunidad.
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SE CLASIFICA EN VARIOS TIPOS:

Prevención Primaria Inespecífica: Tiene como finalidad ejercer influencia de
modo global, sobre todo los elementos y factores determinantes del problema.

Prevención Primaria Específica: Está más relacionada a un problema
determinado e incide directamente sobre los factores que se supone lo generan.
(Factores de riesgo).

Prevención Secundaria: intentan solucionar un problema ya existente, intentan
hacerlo desaparecer por completo o en parte y tratan de evitar las complicaciones
posteriores.

Prevención Terciaria: apunta a frenar o demorar el desarrollo de la adicción y de
sus consecuencias, aun cuando continúe la adicción. (Reducción de daños).
Prevención: Hogar-Escuela-Estado. Familia-Profesores-Instituciones
El Hogar y la Escuela, la familia y los profesores son los pilares fundamentales de la
formación-educación que deben recibir los niños y adolescentes a través del ejemplo y la
información pertinentes, y aquí vienen a mi mente dos pensamientos que definen muy
enfáticamente la función del profesor en este importantísimo proceso, recordaba que
siempre me impresiono muchísimo y marco mi carrera profesoral uno de los
pensamientos del insigne pedagogo cubano del siglo XIX Don José de la Luz y Caballero
“Instruir puede cualquiera, Educar solo quien sea un evangelio vivo” y otro que leí
recientemente en el libro “Encuentros, Juegos y Niños”, del amigo y excelente educador
Kelvin Martínez, quien lo toma de un alumno “Ser profesor no es solo dar clase”, porque la
labor del maestro es el complemento insustituible de la labor que debe realizar la familia
en la educación de los hijos, por lo que queremos hacer llegar a los mismos algunas
recomendaciones sobre prevención de drogas:
No mencionar a los niños nombres de drogas que no son conocidas en nuestro medio,
porque podemos caer en el error de promover en vez de prevenir.
En vez de transmitir mensajes negativos (como ¡Di no a las drogas!, la escuela debe
aprovechar la temática para discutir los principios de un estilo de vida saludable,
tratándolo como parte de un todo integral y verlo como uno de los tantos peligros más.
Deberá mostrarse al niño lo positivo, es decir, lo que sucede a una persona que no
consume drogas y las metas que puede alcanzar en la vida.
Evitar la utilización de figuras de artistas o deportistas famosos para enviar mensajes
preventivos, porque no se tiene la seguridad de que estas personas no serán
consumidoras en el futuro.
Evitar el énfasis en los efectos que producen las drogas, ya que pueden despertar la
curiosidad y el deseo de experimentar.
Los mensajes sobre drogas deben ser transmitidos por la familia o los maestros, porque
son las personas con las que los niños se identifican.
CRISIS
(Tomado del autor Dr. Víctor Manuel Guisa Cruz y col., del libro Farmacoterapia de los
Síndromes de Intoxicación y Abstinencia por Psicotrópicos)
“El Adicto provoca una crisis en su entorno”
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El concepto “crisis” es parte fundamental de cualquier sistema teórico sobre crecimiento y
desarrollo humanos. La crisis es el momento en que “todo está en peligro”. La respuesta
para manejar los problemas se rompe ante nuevos retos y desafíos. El potencial de los
resultados recae en el desequilibrio y reorganización.
En chino, la palabra crisis (weiji) está formada por los caracteres peligro y oportunidad,
que aparecen en forma simultánea. La palabra española se basa en el griego Krisis que
significa decisión. Las derivaciones de la palabra griega indican que la crisis es a la
decisión, discernimiento y un momento crucial en el que habrá un cambio para mejorar o
empeorar. Las crisis tienen comienzo identificable, las hay predecibles y no predecibles,
estas últimas tienen generalmente comienzos bruscos e inesperados.
Algunos eventos vitales potencializadores de crisis son: embarazo y nacimiento de un
niño, maternidad sin matrimonio, cirugía y enfermedad, duelo por muerte, ruptura de
pareja, migración, jubilación, desastres naturales, cambios sociales.
Algunos acontecimientos son tan universalmente difíciles que precipitan una crisis, por
ejemplo, la muerte inesperada de un ser querido o una violación sexual.
Otros no son en sí críticos, pero el contexto en que suceden lo pueden tornar. El impacto
de un hecho depende de la oportunidad, intensidad, duración y significación que tiene
para ese ser humano.
Una crisis surge al percibirse:
a. Una amenaza a las necesidades instintivas o al sentido de integridad física o
emocional.
b. La pérdida de una persona, habilidad o aptitud.
c. Un reto que amenaza con sobrepasar las capacidades del individuo.
Uno de los aspectos más evidentes de las crisis es el trastorno emocional, el desequilibrio
psíquico experimentado por el individuo, así como sentimientos de tensión y desamparo,
autoimagen de ineficacia, con incapacidad para lograr mecanismos reorganizativos y
readaptativos.
Primera ayuda psicológica.
El objetivo principal es establecer el equilibrio inmediato anterior o la reorientación de la
capacidad para enfrentar la situación.
Componentes:
1. Hacer contacto psicológico.
2. Examinar las dimensiones del problema.
3. Explorar las soluciones posibles.
4. Ayudar a tomar una decisión concreta.
5. Realizar el seguimiento del caso.
1-. Se describe este componente como empatía con los sentimientos de la persona
durante la crisis. Esta es una condición para cualquier actividad de ayuda. En este
contexto, significa escuchar hechos, y sentimientos (qué pasó, así como el cómo se siente
la persona al respecto), y usar exposiciones reflexivas para que de esa manera la persona
sepa que escuchamos lo que nos dijo. En la desorganización de la crisis, a menudo la
novedad y lo extraño de la experiencia es la parte más atemorizante.
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Para conseguir lo anterior se puede: invitar a la persona a platicar, estar atento tanto a lo
que sucedió (hechos) como a la reacción de la persona (sentimientos), haciendo
exposiciones reflexivas. Cuando los sentimientos son obvios en la conducta no verbal, se
puede devolver esta información con comentarios como “puedo ver (por la forma en que
habla, llanto, expresión corporal) lo perturbado que está por lo sucedido”.
El entrevistador no sólo debe reconocer los sentimientos sino también responder de una
manera tranquila y controlada, resistiendo la tendencia dejarse envolver (sentirse ansioso,
enojado o deprimido) en la intensidad de los sentimientos del paciente. El contacto
psicológico no se realiza exclusivamente a través de comunicación verbal. Algunas veces
el contacto físico es más efectivo, por ejemplo, tocar o abrazar a una persona que está
muy trastornada tiene un efecto tranquilizante además de denotar interés humano.
Los objetivos para este contacto psicológico es que la persona se sienta escuchada,
aceptada, comprendida y apoyada, lo que conduce a la reducción de la intensidad de las
emociones. Sirve para disminuir el dolor de estar solo durante una crisis y para reconocer
y legitimar sus sentimientos de cólera, daño, angustia, etc.
2-. La investigación se enfoca en tres áreas: pasado, presente y futuro inmediatos. El
pasado inmediato se refiere a los sucesos que terminan en el estado de crisis, en
especial el suceso específico que desató o precipitó la crisis (intoxicación por drogas,
recaída u otro). Es importante determinar el funcionamiento previo a la crisis. El
entrevistador debe estar atento a las características sobresalientes de la vida conductual,
afectiva, interpersonal y cognitiva; identificar las debilidades y recursos principales de la
persona, considerando si ha pasado por una situación semejante.
Necesitamos conocer quién está involucrado, qué y cuándo pasó. Esto se realiza a través
de una plática sencilla en la que la persona nos cuenta la historia. Es importante conocer
la forma en que se siente el impacto de la crisis en la familia y amigos, en la salud física,
en las rutinas. Es relevante, igualmente, identificar los aspectos, que no se vieron
afectados y que pudieran ser útiles para salir del estado de crisis. En este enfoque se
incluyen también familiares, amigos, y otras personas de la comunidad de los que se
pueda echar mano.
Finalmente se contemplan las repercusiones futuras para la persona y la familia. Un
adolescente intoxicado pudo haber cometido actos delictivos que podrían conducirlo a ser
encarcelado u hospitalizado en un servicio psiquiátrico si la intoxicación es el elemento
precipitante de una psicosis previa. Cualquiera que sea el caso, estos hechos se
consideran dentro de la evaluación de la dimensión del problema.
El objetivo principal de este segundo aspecto es trabajar hacia un reordenamiento de las
necesidades dentro de dos categorías: a) problemas que deben tratarse de inmediato y b)
problemas que se pueden posponer.
En la confusión y desorganización de la crisis, frecuentemente las personas intentan
resolver todo al mismo tiempo. Un papel importante del entrevistador ves apoyar este
proceso de ordenamiento jerarquizando los problemas. Este solo aspecto es de enorme
utilidad.
3-. Implica identificar un rango de alternativas de solución para necesidades inmediatas.
El entrevistador enfoca paso a paso primero lo que se haya intentado, y luego motiva para
conseguir que la persona genere alternativas, explorando pros y contras de cada una de
las soluciones. Posteriormente se estimula al paciente para que haga tanto como pueda
por sí mismo; la premisa es que la impotencia puede impedirse al motivar al paciente a
producir ideas sobre lo próximo por realizar, esto es, ayudarlo a operar desde una
posición de alguien fuete y no débil.
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Sólo después de explorar las sugerencias hechas por el paciente, el asesor participa en el
proceso de motivación para generar otras soluciones al problema.
Es importante estimular a las personas hasta que alcancen la idea de que existen
posibles soluciones, situación que mucho de ellos ven fuera de su alcance. También es
fundamental examinar los obstáculos en la implementación de ese plan en particular. Los
asesores deben impedir que las ideas negativas se conviertan en obstáculos.
4-. Ayudar a tomar una acción concreta.
Este paso puede ser tan simple como un acuerdo a tomar al día siguiente o tan complejo
como iniciar una hospitalización de urgencia. Es importante recordar que deseamos que
el paciente haga tanto como sea capaz y sólo cuando las circunstancias dañan con
gravedad su capacidad, el asesor toma un papel activo y aun entonces esto se realiza de
un modo gradual.
Dependiendo de los factores principales (mortalidad y capacidad de la persona en crisis
para actuar en su propio beneficio), el ayudante toma una actitud facilitadora o directiva
para ayudar al paciente a abordar la crisis.
Si la situación es alta en mortalidad (peligro para el paciente o alguien de su entorno) o si
la persona es incapaz de cuidarse a sí misma (por estar intoxicada, por ejemplo, o muy
perturbada emocionalmente), la conducta de asesor será directiva.
Cuando no hay peligro, aunque la persona este perturbada emocionalmente, el papel del
entrevistador es más facilitador, esto es, habla con el paciente sobre la situación, pero
éste toma la responsabilidad de cualquier acción.
Bajo una actitud directiva el enfoque es diferente. La discusión entre el paciente y el
entrevistador es que parte de la acción puede involucrar a ambos y el contrato para la
acción puede involucrar a otros, por ejemplo, la madre, la esposa u otra institución (de
bienestar social, policiaca, hospitalaria).
Hay otras diferencias entre las actitudes facilitadoras y directivas.
En la primera fundamentalmente se escucha y refleja el contenido del mensaje, en la
segunda, la actitud incluye el consejo, el cual puede ir desde ayudar a clarificar
pensamientos o conductas hasta proporcionar información precisa para que se tome una
acción.
Para la mayoría de la gente la desorganización y el trastorno excesivos, característicos de
la crisis, son aterradores y nuevos. Al carecer de formas para conceptuar y comprender
la experiencia, temen “volverse locos”, “perder la cabeza”, “perder el control”, como si sus
sentimientos fueran signos de enfermedad mental.
El asesor tiene entonces la oportunidad y responsabilidad de proporcionar aclaraciones
precisas. En tales circunstancias es factible hacer devoluciones como “sientes que te
estas volviendo loco, pero no creo que lo estés”, o “en vista de todo lo que ha pasado,
sería sorprendente si no estuvieras trastornado, confundido”, “me parece que estas
teniendo una respuesta normal a todos estos acontecimientos anormales”, “estaría
preocupado por ti de no estar reaccionando como lo haces”. El lenguaje crítico del
terapeuta a la forma en que los pacientes conceptúan su dolor juega un papel importante
en la adaptación subsecuente.
5-. Seguimiento del caso.
Una vez que se han dado los primeros pasos, en dar la primera ayuda, que puede llevar
un tiempo variable, debe ser llevado o remitido con un familiar, para que el afectado
reciba una ayuda especializada.
45
Informaciones generales y consejos prácticos.
Es de utilidad usar los cinco componentes como estructura conceptual o “mapa” para
guiar al asesor, sin embargo, las etapas planteadas no necesitan tomar lugar en orden
secuencial. Los asesores no deben perder de vista los objetivos fundamentales a lograr:
brindar apoyo, evitar complicaciones y ser intermediario para lograr una ayuda
especializada. Averiguar si el paciente ha ingerido alcohol u otras drogas. Observar su
comportamiento o preguntar a familiares o amigos que le acompañen. Si lo ha hecho:
Evite sobreestimular al paciente, hable lo menos posible y hágalo bajo y de manera
tranquila, no lo critique pero tampoco lo disculpe. No intente solucionar más problemas
que la intoxicación en sí misma. Evite cualquier complicación y busque ayuda
especializada.
46
GLOSARIO

Adicto: proviene del latín “additum” y significa apegado, partidario, dedicado,
dependiente. Persona dominada por el uso de sustancias.

Adicto en recuperación o rehabilitado: a la persona que ha dejado de utilizar
sustancias psicoactivas y se encuentra en el proceso de rehabilitación o de
reinserción social.

Atención Médica: al conjunto de servicios que se proporcionan al individuo, con el
fin de proteger, promover y restaurar salud.

Codependiente: se trata de un familiar, conjugue o amigo que sufre doblemente al
atribuirse en exceso la misión de protección, supervisión y vigilancia del
consumidor, llevando ello a constituirse en la tarea fundamental de su vida. Otros
le llaman toxicómano pasivo, por sufrir en grado superlativo las consecuencias de
la dependencia de otros.

Consumo de riesgo: constituye una etapa de transito entre el bebedor social y el
consumidor abusivo (consumo perjudicial), progresivamente se van vulnerando las
normas de cantidad y frecuencia en el consumo establecidas por la sociedad.

Consumo perjudicial: uso nocivo o abusivo de sustancias psicoactivas.

Dependencia: es aquella situación en la que un sujeto necesita recurrir a la
sustancia con regularidad, para superar los obstáculos que se le presentan en la
vida diaria.

Dependencia psíquica: situación en la que existe un sentimiento de satisfacción y
un impulso psíquico que exigen la administración regular y continúa de la droga
para producir placer o evitar malestar. Ese estado mental es evidentemente el más
potente de todos los factores implicados en la intoxicación crónica con drogas
psicotropas y puede ser el único factor en el caso de ciertos tipos de drogas.

Dependencia física: estado de adaptación que se manifiesta por la aparición de
intensos trastornos físicos cuando se interrumpe la administración del fármaco o
se aplica un antagonista específico. Estos trastornos, síndrome de retirada o
abstinencia, están constituidos por series específicas de síntomas o signos de
carácter psíquico y físico peculiares de cada tipo de droga. Se alivian por la
administración de la droga o de otra análoga.

Droga: Es toda sustancia natural o sintética, médica o no médica y de carácter
legal o ilegal capaz de producir efectos psicoactivos (ya sean estos estimulantes,
depresivos o distorsionantes) y cuyo uso consistente determina tolerancia y
dependencia, así como relevantes efectos nocivos de carácter biológicos,
psicológicos, sociales o espirituales.

Droga de inicio: a la primera droga que consumió el usuario, lo cual nos brinda
información, junto con otras variables, sobre el patrón de consumo de los usuarios
de sustancias que solicitan tratamiento.

Droga de uso actual: que se entiende como la droga que el paciente refiere en uso
en el momento de la entrevista, durante el mes anterior o seis meses anteriores,
según criterio del investigador.

Droga de impacto: que se refiere a la droga que el paciente identifica con más
capacidad para producirle efectos negativos (problemas), ya sea del área de
47
salud, familiar, legal o laboral, que motiva principalmente la demanda de
tratamiento.

Educación para la salud: el proceso de enseñanza aprendizaje que permite
mediante el intercambio y análisis de la información, desarrollar habilidades y
cambiar actitudes encaminadas a modificar comportamientos para cuidar la salud
individual, familiar y colectiva.

Estilo de vida: al conjunto de patrones de comportamiento que define e identifica
una persona o un grupo, a través de lo que hace y expresa, y que se genera en la
familia, la escuela y otros sitios de convivencia mediante la socialización, proceso
diario en el que se interactúa con los padres, las autoridades y la comunidad.

Facilitador: Se refiere a una persona, generalmente familiar, conjugue o amigo,
que pese a desear la recuperación del adicto, en forma inconsciente, crea
situaciones que lejos de ayudarlo, empeoran la situación. Ej. La madre que provee
al hijo consumidor con cantidades de dinero excesivas para sus necesidades.

Factores protectores: a los rasgos individuales, familiares y elementos
socioculturales, que eliminan, disminuyen o neutralizan el riesgo de que un
individuo inicie o continúe un proceso adictivo.

Factores de riesgo: al atributo o exposición de una persona o población, que están
asociados a una probabilidad mayor de uso y abuso de sustancias psicoactivas.

Farmacodependencia (hábito, toxicomanía, drogadicción): estado psíquico y a
veces físico causado por la acción recíproca entre un organismo vivo y un
fármaco, que se caracteriza por modificaciones del comportamiento y por otras
reacciones que comprenden siempre un impulso irreprimible a tomar el fármaco en
forma continua o periódica, a fin de experimentar sus efectos psíquicos y a veces
evitar el malestar producido por la privación.

Grupo de ayuda mutua: a la agrupación que ofrece servicios gratuitos, integrada
por adictos en recuperación, cuyo propósito fundamental es apoyar al adicto con
base en la experiencia compartida de los miembros del grupo, para lograr la total
abstinencia.

Grupo de alto riesgo: a aquel en los que se ha demostrado, a través de diversas
investigaciones y estudios, que, por sus características biopsicosociales tienen
mayor posibilidad de uso, abuso o dependencia a sustancias psicoactivas, ejemplo
niños y adolescentes de y en la calle.

Intoxicación aguda: al estado posterior a la administración de una sustancia
psicoactiva, que da lugar a perturbaciones en el nivel de conciencia, en los
cognoscitivo, en la percepción, en la afectividad o en el comportamiento, o en
otras funciones y respuestas psicofisiológica.

Participación comunitaria: al proceso de integración y coordinación de los
miembros de una comunidad, para intervenir en la identificación y solución de
problemas comunes.

Participación social: al proceso que permite involucrar a la población, a las
autoridades locales, a las instituciones públicas y a los sectores social y privado en
la planeación, programación, ejecución y evaluación de programas y acciones de
salud, con el propósito de lograr un mayor impacto y fortalecer el Sistema Nacional
de Salud.
48

Patrón de consumo o historia de consumo: al conjunto de factores que determinan
una forma particular de uso tipo de sustancia (s) psicoactiva (s) de impacto, de
inicio, edad de inicio, frecuencia, cantidad, vía de administración, tiempo de
exposición, episodios de consumo e intoxicación, contexto del consumo y
problemas asociados.

Prevención: al conjunto de acciones dirigidas a evitar o reducir el consumo no
médico de sustancias psicoactivas, disminuir situaciones de riesgo y limitar los
daños asociados al uso de estas sustancias.

Promoción de salud: a las acciones que se realizan con el objeto de crear,
conservar y mejorar, las condiciones deseables de salud para toda la población y
propiciar en el individuo las actitudes, valores y conductas adecuadas para motivar
su participación en beneficio de la salud individual y colectiva.

Recuperación: al estado de abstinencia que conlleva un mejoramiento en todas las
áreas de la vida del sujeto.

Síndrome de abstinencia: grupo de síntomas de gravedad e intensidad variables,
que aparecen durante la supresión absoluta o la disminución de la dosis a un nivel
más bajo del umbral necesario para provocar los efectos deseados, después de
una fase de continuo e intenso uso de la sustancia. Los síntomas y signos que
aparecen pueden variar para cada droga.

Tolerancia: es un estado de adaptación biológica, caracterizado por respuestas
disminuidas a la administración de la misma cantidad de droga. Puede
interpretarse como la resistencia que hace el organismo a los efectos de la
sustancia en cuestión. En fases avanzadas de la dependencia, puede observarse
cierta disminución de la tolerancia.

Tratamiento: al conjunto de acciones que tienen por objeto conseguir la
abstinencia y, en su caso, la reducción del consumo de las sustancias
psicoactivas, reducir los riesgos y daños que implican el uso o abuso de dichas
sustancias, abatir los padecimientos asociados al consumo, e incrementar el grado
de bienestar físico, mental y social, tanto del que usa, abusa o depende de
sustancias.
49
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