1 DESPUÉS DEL ATAQUE TERRORISTA A ESTADOS UNIDOS: ALTERNATIVA AL NEOLIBERALISMO Y A LOS TERRORISMOS Giulio Girardi Filósofo y teólogo de la liberación El ataque terrorista a New York y a Washington del 11 de septiembre marca muy probablemente un viraje histórico, un parteaguas entre dos épocas históricas. Después del ataque un comentarista de la televisión norteamericana declaró: América no será nunca más la misma. Otros piensan que el mundo no será nunca más el mismo . Nosotros añadimos que ya no serán totalmente los mismos ni el análisis de la globalización neoliberal ni la búsqueda de alternativas. Este viraje impone una profundización en este análisis y en esta búsqueda ..La nueva dimensión del análisis es la percepción del nexo entre globalización neoliberal y terrorismo. La nueva dimensión de la alternativa, es que ella se refiere simultáneamente al neoliberalismo y al terrorismo. Antes de presentar los problemas que este gravísimo episodio nos plantea, me parece útil una somera reconstrucción de los hechos. Reconstrucción de los hechos El martes 11 de septiembre, recordado ya como el martes negro de un septiembre negro, Estados Unidos sufrió su peor ataque desde Pearl Harbour en 1941, cuando por lo menos 2400 soldados norteamericanos fueron matados, y desde la guerra de Vietnam, que provocó un total de más de 55.000 víctimas. La secuencia de los horrendos ataques empezó a las 8,55 a.m., cuando un avión civil de la compañía American Airlines se abatió sobre el 80o piso de la Torre Norte del Centro Mundial del Comercio (World Trade Center) en New York. Viajaban en este avión 92 pasajeros de Boston a Los Angeles. Diez minutos más tarde un avión de United Airlines, que viajaba del aeropuerto Dulles de Virginia hacia Los Angeles se abatió contra el 65º piso de la Torre Sur. En las dos Torres Gemelas del World Trade Center trabajaban 4000 personas. 45 minutos más tarde, otro avión de American Airlines se abatió contra el cuarto, quinto y sexto piso del Pentágono, en Washington, corazón del comando militar norteamericano, donde trabajan 20.000 personas, provocando el derrumbe de la parte oriental del edificio. Media hora más tarde un coche bomba estalló en Washington, cerca del Departamento de Estado. A las 10,30 a.m. todos los aviones en vuelo recibieron, de parte de la American Intelligence, la orden tajante de aterrizar dentro de 15 minutos. Poco después un cuarto avión aterrizó violentamente, a 80 milla al Sur Este de Pittsburg, en Pennsylvania. Los aviones habían sido secuestrados y fueron guiados por pilotos terroristas muy experimentados, y dispuestos al suicidio. 2 Según las primeras estimaciones, viajaban en los cuatro aviones 266 personas, incluyendo los miembros de las tripulaciones. Se denuncian hasta ahora alrededor de 6.400 personas desaparecidas, (cifra que sigue siendo provisional pero se encontraron los cuerpos sólo de algunos centenares. Forman parte de los hechos los momentos de terror y pánico indescriptibles que vivieron , en la inminencia de una muerte atroz, los pasajeros de los aviones, las personas que trabajaban en las dos Torres y en el Pentágono, el dolor de l@s familiares de las víctimas, la búsqueda espasmódica, casi siempre frustrada, de sobrevivientes bajo los escombros, la indignación del pueblo, el trabajo sacrificado incansable y hastav heroico de los rescatistas, de los policías y de los bomberos, la participación solidaria de un sinnúmero de voluntarios, la solidaridad de la gente con las familias de las víctimas; y también la indignación del pueblo, su deseo de represalia , las reacciones fanáticas de algunos y la agresión de árabes residentes en el país. Forma parte de los hechos la dura reacción del Presidente Bush, quien asegura que “América hará todo lo necesario para proteger América y los Americanos.” Conociendo la personalidad de Bush , se entiende que su concepción de la firmeza en la reacción implica la disposición a recurrir a la fuerza. Como gobernador del Estado de Texas, él había ordenado más ejecuciones que todos los otros Estados juntos. Interpretando el ataque como el inicio de la primera guerra del milenio, él indicaba claramente en qué dirección se orientaría la reacción de Estados Unidos. Tomas de partido y movilizaciones alrededor del acontecimiento Ese trágico acontecimiento está provocando tomas de partido y movilizaciones en los propios Estados Unidos y a nivel mundial. Entre estas movilizaciones existen algunas convergencias y profundas divergencias. Las convergencias conciernen la condena (no unánime, pero masiva) de este acto, que conlleva una condena más general del terrorismo; y las manifestaciones de solidaridad con las víctimas del estrago y con el conjunto del pueblo norteamericano. Las divergencias conciernen el análisis de los hechos y de sus causas; y las iniciativas a tomar para derrotar el terrorismo. Estas divergencias radican en los distintos puntos de vista a partir de los cuales se observa la situación: el del poder norteamericano y de sus aliados; el de los oprimidos y las oprimidas como sujetos alternativos, que intentan expresar los intereses de las grandes mayorías, excluidas del modelo económico y político neoliberal. Sin embargo, para tener una panorámica sobre las reacciones a los acontecimientos, que por su puesto son parte integrante del acontecimiento, hay que tomar en cuenta el punto de vista de los integralistas islámicos considerados los autores de los ataques y de sus correligionarios en el mundo algunos de los cuales, parece, se alegraron y festejaron los acontecimientos. El punto de vista del poder norteamericano es evidentemente el que domina el sistema informativo mundial. Se expresa en los planteamientos de las autoridades de Estados Unidos, de la OTAN, de los aliados europeos y otros. El punto de vista del poder no coincide necesariamente con él del pueblo: en el pueblo norteamericano algunos sectores (por cierto muy minoritarios) cuestionan abiertamente la política oficial. Así la universidad 3 de Chicago está recogiendo firmas ( que el 18e septiembre eran casi 200.000) a una petición dirigida al Presidente de los Estados Unidos George W. Bush, al Secretario General de la OTAN, Lord Robertson, al Presidente de la Unión Europea Romano Prodi y a todos los líderes internacionales, pidiéndoles que en la respuesta a los ataques terroristas contra Estados Unidos recurran en toda la medida de lo posible, a instituciones judiciales internacionales y a leyes internacionales, más que a instrumentos de guerra y destrucción. Es conocida además la postura fuertemente crítica de algunos intelectuales norteamericanos eminentes, como Noam Chomski y James Petras frente a la política de su gobierno.Sin embargo, según parece , una inmensa mayoría del pueblo comparte el punto de vista del poder. En el punto de vista del poder norteamericano influye decisivamente la teoría del destino manifiesto, según la cual el destino del pueblo norteamericano es el de hegemonizar al mundo. Signo evidente de esta misión histórica es la convergencia entre la superioridad entre la superioridad de su fuerza económica, política y militar y la superioridad de los valores que representa, los valores occidentales de libertad y democracia. El derecho de autodeterminación que el pueblo norteamericano se atribuye no es universal sino propio de los pueblos superiores o civilizados, y por tanto coexiste con el derecho de conquista y de dominación. La lectura de los acontecimientos a partir de este punto de vista es la de un pueblo que ve desconocido y amenazado su destino manifiesto y siente no sólo el derecho, sino el deber moral y político de reafirmarlo, poniendo al servicio de su misión y de los valores occidentales toda su fuerza económica, política y militar. Los valores occidentales representan el reino del bien y sus enemigos, en las varias épocas, el reino del mal. El conflicto en el cual se juega el sentido de la historia es justamente el que contrapone, en las varias épocas, el bien y el mal. El triunfo de Estados Unidos y de sus aliados occidentales es el triunfo del bien. En el siglo XX este conflicto opuso el occidente capitalista cristiano al comunismo ateo y se concluyó con el triunfo del capitalismo y de Dios. En el nuevo milenio las fuerzas del bien siguen siendo representadas por la alianza occidental hegemonizada por Estados Unidos: las fuerzas del mal está representada por la red terrorista mundial y por los países que la protegen. Sin embargo, analizando más detenidamente esta visión del mundo (desde el punto de vista de los oprimidos y las oprimidas) se descubre que la libertad asumida como criterio de evaluación y eje de la reacción es únicamente la de Estados Unidos y de sus aliados, y no la libertad como valor universal. Más exactamente, no es la libertad de los pueblos occidentales, sino de los grupos dominantes del capitalismo transnacional. En una palabra, el punto de vista del poder norteamericano se inspira en el derecho del más fuerte, que el proceso de globalización neoliberal pretende imponer como ley del mercado y de la historia. El disfraz ideal de este derecho (defensa de la libertad y la democracia, triunfo del bien) justifica el recurso a toda forma de violencia, entre ellas el sacrificio de miles y miles de inocentes: el fin justifica los medios. El punto de vista de los oprimidos y las oprimidas como sujetos alternativos tiene, por supuesto, canales de expresión mucho más marginales: en los documentos de los movimientos alternativos al neoliberalismo y de sus organizaciones, particularmente de los movimientos no violentos. Internet es quizás su canal más importante: una vez más este medio moderno de comunicación está manifestando su eficacia en la coordinación de los movimientos, en la búsqueda de alternativas y en la promoción de investigaciones participativas. Sin embargo, hay que reconocerlo, el punto de vista que procura interpretar 4 los intereses de las mayorías excluidas suele ser, paradójicamente, minoritario. Porque las mayorías piensan bajo el influjo del poder, que domina los medios de comunicación de masas: por tanto ellas no piensan desde un punto de vista autónomo, sino más a menudo sometiéndose al punto de vista del poder. Si bien es cierto que los movimientos alternativos no tienen ningún vocero oficial, podemos considerar representativas algunas de sus instancias de coordinación, como el Foro Social Mundial de Porto Alegre. Ahora, representantes del Comité de Organización y del Consejo Internacional del Foro Social Mundial de Porto Alegre, reunidos en Porto Alegre el 12 de septiembre de 2001 para presentar el próximo congreso de 2002 han tomado sobre los acontecimientos de USA una postura que anticipa la línea de los movimientos alternativos: - condena de los atentados y del sacrificio de vidas humanas; - solidaridad a las víctimas y al pueblo norteamericano; - llamado a los gobiernos, las instancias internacionales, los movimientos sociales, las ongs, a evitar venganzas o terrorismo de Estado contra otros gobiernos o pueblos. Es significativa para nosotros esta coincidencia entre los movimientos que buscan una alternativa al neoliberalismo y los que buscan una alternativa al terrorismo. También es significativo que en este documento el término “terrorismo “ interviene no para caracterizar los ataques a Estados Unidos sino las posibles reacciones de venganza contra los autores, con formas de “terrorismo de Estado”. Estos dos puntos de vista reflejan dos opciones ético-políticas opuestas frente a la globalización neoliberal; por tanto dos proyectos antagónicos de civilización. Toma de partido que se impone hoy día a cada ciudadano y cada ciudadana del mundo y frente a la cual no es posible neutralidad. Con este planteamiento estamos aclarando que la reflexión sobre el acto de terrorismo que nos ocupa no se puede separar del análisis y la evaluación del proceso de globalización neoliberal. Esto explica también `porqué nos parece necesario incluir la búsqueda de alternativa al terrorismo en la búsqueda de alternativa al neoliberalismo. Por lo demás, el mismo ataque terrorista establece este vínculo, golpeando al mismo tiempo el símbolo del poder político-militar norteamericano, el Pentágono, y el del poder político-económico transnacional , la Organización Mundial del comercio. El punto de vista de los fundamentalistas islámicos ( no de los islámicos como tales) es el del oprimido-opresor: es decir, del oprimido que se rebela a su propia opresión pero no a la opresión en general ; que entonces no cuestiona radicalmente los valores del opresor, y por tanto no emerge como sujeto alternativo, sino que reproduce esos valores en su rebelión y en su práctica. Concretamente, el opresor imperialista se inspira, como acabamos de señalarlo, en el derecho del más fuerte. El oprimido-opresor rechaza su propia opresión, pero no el derecho del más fuerte. No realiza su rebelión en el nombre de valores antagónicos (como sería el derecho de autodeterminación solidaria), sino intentando convertirse el mismo en el más fuerte y contraponer su fuerza a la del opresor. En la confrontación con el opresor, el oprimido acepta el terreno que él ha escogido, el de la fuerza económica, política y militar. Para llegar a ser el más fuerte tiene que orientar sus esfuerzos a destruir con todos los medios la fuerza del opresor. El integralista islámico se rebela en el nombre de un derecho de autodeterminación integralista, que no es un derecho universal ( y por tanto solidario, respetuoso del derecho de los demás) sino propio de los que poseen la verdadera fe y que por tanto tienen el 5 derecho, conferido por Dios, de imponerla. Es la fe y la ética islámicas que representan para él los valores alternativos, que pretende contraponer a los valores occidentales. Defender el Islam y sus valores contra la agresión de los infieles, es promover la causa del bien en su lucha contra el mal. Es comprometerse en la Jihad o guerra santa. La motivación ética y religiosa de su rebelión explica que el creyente esté dispuesto a sacrificar su vida por la causa, contando con la recompensa divina de su sacrificio en la otra vida: los pilotas suicidas son los mártires de esta guerra. Sin embargo , la práctica de los integralistas islámicos muestra que sus valores no son tan alternativos como ellos pretenden. Su legitimación de la violencia terrorista y del sacrificio de inocentes que ella provoca reproduce la legitimación de la violencia conquistadora y represora que forma parte de la ideología y la ética imperialistas. Sus regímenes opresores que pretenden imponer con la violencia a toda la sociedad, y particularmente a las mujeres, la ley del Islam , en su interpretación integralista, no se distinguen de las sociedades occidentales que pretenden imponer a todos los pueblos, inclusive a los indígenas y negros, su política ,su economía, su cultura y su religión. El punto de vista del poder norteamericano Como expresión oficial del punto de vista del poder norteamericano tomaremos el histórico discurso de G.W. Bush. Los comentadores lo consideran el más importante de la breve presidencia Bush, pero además la BBC lo califica como el más significativo de un presidente norteamericano después de la segunda guerra mundial. Un discurso pronunciado en la sede más solemne, el capitolio, frente a las dos cámaras del Congreso, a la mayoría de los miembros del gabinete, a los alcaldes de New York y de Washington, que fue interrumpido 29 veces por aplausos de republicanos y demócratas. Según algunas encuestas, el consenso popular que conquistó, llega al 90%. El discurso tuvo como escenario la comunidad internacional. Con esta intervención, el Presidente, cuya elección había sido tan problemática, afirmó su autoridad como intérprete de la conciencia nacional y como símbolo de unidad. La conciencia del clima de crisis en el cual se pronuncia el discurso se refleja también en las medidas de seguridad extraordinarias, con helicópteros y aviones cazas que sorvolaban el lugar y un control de seguridad. Durante el discurso, el vicepresidente Dick Cheney se mantuvo en un lugar seguro y secreto en otra parte de la capital. Objeto del discurso : declaración de guerra “He llamado a los militares a estar alerta. La hora en la que Estados Unidos actuará está llegando.” Estados Unidos ha declarado el estado de máxima alerta. El presidente ha autorizado la convocatoria de 50.000 reservistas. Para el poder norteamericano y sus aliados el análisis de los hechos es bastante sencillo. Estados Unidos es objeto de un ataque cobarde de parte del terrorismo internacional, que se configura, después del derrumbe del comunismo, como el nuevo “enemigo principal”. Caracterizando el ataque terrorista como inicio de la primera guerra del milenio, Bush había anunciado que guerra será, una guerra larga, dura y difícil; guerra en la que Estados Unidos se siente agredido y no agresor, víctima y no culpable. 6 En esta guerra la más fuerte potencia mundial invertirá todos sus medios. “Emplearemos todo recurso bajo nuestro comando, cada medida diplomática, cada instrumento de inteligencia, cada instrumento de seguridad pública, cada influencia financiera y cada arma de guerra.”El fin justifica los medios. Objetivo de la guerra es defender la libertad , la democracia y la civilización; restaurar la justicia ; irrumpir y derrotar la red global del terror.”Somos un país que ha despertado ante el peligro y está llamando a la defensa de la libertad.”.”.Si traemos nuestro enemigo a la justicia o nuestra justicia al enemigo, la justicia se hará” Sin embargo, el ataque golpea Estados Unidos no como país particular sino como país lider de una alianza internacional que gobierna el mundo, inspirándose en los principios del neoliberalismo. El objetivo de la globalización neoliberal, que persigue el atentado, es claramente indicado por las Torres Gemelas del Centro Mundial del Comercio. Entonces, el terrorismo golpea Estados Unidos como símbolo de la civilización occidental. Por tanto, destinatario de este mensaje es todo el mundo. “El desastre de la semana pasada, declara el predidente, afectó todo el mundo, no sólo por el ataque contra la libertad, sino por los muertos de más de 80 países, que incluyen “hombres y mujeres de El Salvador, Irán, México y Japón”.Por tanto, esta es una lucha del mundo, una lucha por la civilización ...Instamos a todas las naciones a ayudarnos”.. Dirigiéndose a la “comunidad internacional”, Bush expresó su gratitud a aquellos países que han acordado apoyar esta nueva guerra. Al mismo tiempo, admonestó al mundo que en esta guerra no era posible neutralidad: “están con nosotros o con los terroristas.”Por lo demás, “sabemos que Dios no es neutral” En sus proyectos de guerra , Bush se siente respaldado por todo el país.Por la opinión pública indignada, que pide venganza, y que, según las encuestas, es favorable a una respuesta militar, inclusive si ella provocará víctimas en la población civil (víctimas, observo, tan inocentes como las norteamericanas, y quizás más). Bush cuenta también con el apoyo unánime, bipartidista del Congreso , que lo autoriza a tomar todas las iniciativas oportunas y que pone a su disposición para este objetivo sumas excepcionalmente fuertes. El Congreso había aprobó por unanimidad una resolución que autoriza el uso de la fuerza militar. También había aprobado un paquete de emergencia por 40.000 millones de dólares para financiar acciones antiterroristas y operaciones de rescate y recuperación de los edificios destruidos, el doble del monto que pidió el Presidente. Bush cuenta además con el apoyo de la OTAN, que activó por primera vez en sus 52 años de vida la cláusola de defensa común. El ha conseguido el respaldo público de dos naciones clave, Pakistán y Arabia Saudita, cuya importancia estratégica para una acción bélica es evidente..Busca el apoyo de los países arabes que colaboraron con Estados Unidos en sus guerras anteriores. El Secretario de Estado afirmó que a partir de ahora Washington juzgará las naciones por su voluntad de colaboración. Esto se ha convertido en una nueva manera de medir la relación: y el grado de cooperación de los países afectará la asistencia futura de Washington. Un dilema dramático para la conciencia de los países islámicos. 7 Identificación del enemigo La definición del objetivo implica la identificación del nuevo enemigo. El enemigo inmediato es Osama Bin Laden y la red terrorista Al Qaeda, que él dirige ; pero la guerra será contra todas las organizaciones terroristas del mundo y los gobiernos que las apoyan. Bush caracteriza estas organizaciones como una “red”, término que les atribuye una cierta unidad y coordinación mundial. La identificación del nuevo enemigo permite entender porqué esta guerra será “diferente” y “prolongada”. Al Qaeda, la organización terrorista mundial dirigida por Bin Laden, parece particularmente fuerte y eficiente en los propios Estados Unidos, donde preparó tranquilamente los ataques con un alto nivel tecnológico y donde pudo actuar, por lo menos por un año, sin ser detectada por el FBI. Es cierto que Bin Laden niega toda participación en los atentados, pero se conocen sus declaraciones públicas, que anunciaban un ataque sin precedentes a los intereses norteamericanos; también se conoce su responsabilidad en actos anteriores de terrorismo antinorteamericano, particularmente en el bombardeo del Trade World Center. Al régimen talibán Bush le presenta como demanda “innegociable” que entreguen a Bin Laden y a todos los terroristas que actúan en su país, desmantele sus campos y abran su territorio a las autoridades estadounidenses para verificar que se ha cumplido con estas exigencias. “El talibán tiene que actuar y actuar inmediatamente, tiene que entregar a los terroristas o compartir su destino”. Respetamos al pueblo de Afganistán pero condenamos al régimen talibán. Bush ha rechazado después categóricamente el pedido de los talibanes, que pretendían las pruebas de sus acusaciones: la palabra del imperio es suficiente garantía de verdad. El presidente precisa sin embargo que el enemigo son los terroristas y no el mundo islámico ni el mundo arabe.”El enemigo de Estados Unidos no son nuestros muchos amigos musulmanes,; no son nuestros muchos amigos árabes. Nuestro enemigo es una red radical de terroristas y todos los gobiernos que la apoyen”. Asimismo Bush evita en este discurso, en la caracterización de la guerra , el término cruzada, que había usado anteriormente. Sin embargo, la satanización del enemigo es contundente. Se trata de asesinos, “herederos de todas las ideologías asesinas del siglo XX. Al sacrificar vidas humanas para servir sus visiones radicales, al abandonar todos los valores a excepción del deseo de poder, siguen el camino del fascismo, del nazismo y del totalitarismo. Y ellos van a seguir ese camino, en el sepulcro de la historia de mentiras descartadas. Su motivación , además del deseo de poder, es el odio, odio a la democracia y la libertad. Ellos “odian lo que ven aquí en esta Cámara: un gobierno democráticamente electo. Nos odian por nuestras libertades.” Falta , sin embargo, en esta identificación del enemigo, una definición del terrorismo. Estados Unidos se reserva el derecho de decidir cuáles son en el mundo las organizaciones terroristas. No es difícil prever que cualquier grupo inconforme con la política norteamericana y con la globalización neoliberal podrá ser caracterizado como “terrorista”. Proclamación de la guerra santa 8 Si bien es cierto que Bush ha excluido que el enemigo sean los musulmanes y que la guerra sea una cruzada , su declaración de guerra y su caracterización ética del enemigo tienen todos los rasgos de un enfrentamiento mundial entre el bien y el mal, que prolonga y actualiza el del siglo XX, con el comunismo ateo como reino del mal. Proclamando que Dios no es neutral, que está con nosotros, Bush afirma solemnemente que el punto de vista del poder norteamericano coincide con el punto de vista de Dios. Esta convicción permitirá a los estrategas de la guerra caracterizarla como “justicia infinita”. Por el otro lado, los talibanes, presionados por Estados Unidos a entregar a Bin Laden, reaccionaron interpretando la agresión a Bin Laden como un pretexto para destruir el sistema islámico, y solicitando a los musulmanes de todo el mundo a comprometerse en la guerra santa. Un alto dirigente del grupo islámico Hamas, haciéndose eco del movimiento talibán, instó desde Gaza a todos los musulmanes a unirse contra una posible represalia. Así la guerra está asumiendo los rasgos de una cruzada del occidente capitalista cristiano contra el Islam. El punto de vista de los Estados Unidos expresa típicamente la necesidad en que se encuentra el poder opresor de esconder y de esconderse a sí mismo la realidad de la violencia que practica. La ceguera del dominador es una consecuencia necesaria de su violencia. .Por ser el país más poderoso del mundo Estados Unidos es también uno de los más ciego del mundo. Una ceguera producida por su ideología. Esta le impide tomar conciencia de su responsabilidad en la génesis del terrorismo mundial. Le impide percibir la ineficacia y el peligro de las ofensivas militares contra el terrorismo. Le impide tener la voluntad y la capacidad de entender las motivaciones de su enemigo. Le permite exigir con arrogancia que la gente tome partido , con él o con el terrorismo, sin sospechar que pueda existir un punto de vista que rechaza , por las mismas razones, su violencia criminal y la de los terroristas. El apoyo mayoritario del pueblo norteamericano a los proyectos guerreristas de Bush muestran sin embargo que el propio pueblo comparte esta ideología y esta ceguera. Esto vale también para los aliados incondicionales. El punto de vista de los oprimidos y las oprimidas como sujetos alternativos Los que reaccionan a los acontecimientos desde el punto de vista de los oprimidos y las oprimidas como sujetos alternativos, procurando interpretar los intereses de las grandes mayorías proponen un análisis distinto y, por supuesto, una estrategia distinta para derrotar el terrorismo. A nivel de análisis, ellos subrayan el hecho que el terrorismo contra Estados Unidos se caracteriza como antiimperialista , pero es expresión de la misma lógica imperialista que desde siempre orienta la acción de Estados Unidos en varias partes del mundo: lógica que consiste en considerar la ofensiva militar como la respuesta legítima y eficaz a todo intento de cuestionar la civilización occidental y el manifiesto destino del pueblo norteamericano a hegemonizar el mundo. Se citan como ejemplos las intervenciones norteamericanas en la Guatemala de Arbenz, en el Chile de Allende ( en apoyo al golpe de Pinochet, cuyo aniversario cae significativamente el 11 de septiembre); en Nicaragua, en la movilización de la contra para derrotar la revolución popular sandinista, las agresiones a la 9 revolución cubana, las guerras de Irak y de Yugoslavia. En el caso actual, el presunto autor intelectual de la acción terrorista es Osama Bin Laden, discípulo y antiguo aliado de Estados Unidos, formado y financiado por la CIA y comprometido , con esta estrategia, en la guerra fría contra la Unión Soviética. En segundo lugar, el terrorismo es antiimperialista en el sentido que cuestiona y golpea la globalización neoliberal en su centro mundial. Ahora, desde el punto de vista de los oprimidos como sujetos alternativos,, la globalización neoliberal es una guerra de conquista y de colonización del mundo; es una organización mundial de la economía y la política bajo la ley de libre competencia. En la lógica neoliberal, el comercio mundial es una lucha por la vida con la sobrevivencia del más fuerte. La OMC es justamente el organismo multilateral, cuya misión específica es la imposición, la extensión y la defensa de la libertad de comercio a nivel mundial. Ahora, desde el punto de vista de las grandes mayorías esta organización del mundo es un sistema de exclusión La ley de libre comercio, impuesta al mundo por las grandes potencias, excluye pues a las grandes mayorías del poder, la riqueza y la cultura. Es para las grandes mayorías, según la fórmula zapatista, una sentencia de muerte. En otras palabras, la globalización neoliberal es una organización terrorista del mundo. Como el terrorismo antiimperialista, el terrorismo imperialista actúa en la clandestinidad; como el terrorismo antiimperialista golpea sobre todo a los pobres e inocentes. Pero a la diferencia del terrorismo antiimperialista ,el imperialismo actúa en gran medida en la legalidad; a la diferencia del terrorismo antiimperialista no golpea grupos determinados de pobres e inocentes sino la mayoría de ellos. El terrorismo antiimperialista puede ser denunciado ante la justicia, ante los tribunales nacionales e internacionales. El terrorismo imperialista, puede serlo más difícilmente, porque se mantiene en gran medida en la legalidad.; y cuando viola su propia legalidad no reconoce la legitimidad de los tribunales, que, en el nombre de su propia legalidad, lo condenan. Entonces el terrorismo antiimperialista se mantiene en la misma lógica del imperialismo que pretende derrotar. Por tanto, es incapaz de derrotarlo , sino que con su acción lo fortalece y consolida su base de consenso. Búsqueda de una alternativa no violenta al terrorismo Este análisis provoca una movilización mundial para evitar que Estados Unidos responda al terrorismo con el terrorismo, es decir con una intervención militar contra Afganistán. Esta ofensiva sería criminal. Golpearía necesariamente miles de inocentes, no alcanzaría los autores del terrorismo sino que fortalecería el consenso del cual gozan, provocaría a nivel mundial una reacción de odio y un deseo de venganza. No es difícil prever que una reacción belicista de parte de Estados Unidos podría ser el principio de la tercera guerra mundial militar (la guerra mundial no militar ya está actuando en la misma globalización neoliberal). Para evitar la guerra, se ha desatado a nivel mundial una campaña de persuasión, apoyada por miles de firmas, dirigidas al Presidente George Bush, a la Organización de Naciones Unidas ( que promueve ella misma la recopilación de firmas), a las autoridades de Estados Aliados de Estados Unidos, como Italia, para que no involucren al país en la guerra 10 norteamericana. Además de las peticiones, están surgiendo contra el peligro de la guerra otras iniciativas no violentas como la objeción fiscal a los gastos militares. Por supuesto, muchos dudan con fundamento de la eficacia de estas firmas para influir sobre las decisiones del poder norteamericano, que considera sus propios intereses como el valor supremo. Pero se puede reconocerle a esta campaña una eficacia conscientizadora, la capacidad de provocar un estallido de la conciencia mundial. Estallido que podrá influenciar el futuro sólo si logra involucrar el mismo pueblo norteamericano. Rechazar la respuesta terrorista al terrorismo no significa predicar el perdón y la impunidad de los culpables. Estos ( y no los “sospechosos”) tienen que ser identificados, apresados y llevados ante los tribunales internacionales para ser juzgados con justicia y castigados con severidad. La respuesta adecuada al terrorismo no será la venganza sino la justicia. Sin embargo, el de evitar la guerra y de recorrer un camino jurídico para golpear a los culpables es sólo el objetivo inmediato de la movilización mundial. El objetivo a largo plazo es mucho más exigente: es el de erradicar la causa del terrorismo antiimperialista. Ahora, si se reconoce que su causa es justamente el terrorismo imperialista, representado fundamentalmente por el proceso de globalización neoliberal, se llega inevitablemente a estas conclusiones: 1º La única respuesta eficaz al terrorismo antiimperialista es la búsqueda y la elaboración de alternativas populares al terrorismo imperialista y más concretamente a la globalización neoliberal. 2º Una civilización alternativa a la globalización neoliberal y a la dictadura del mercado tendrá necesariamente como eje el reconocimiento teórico y práctico del derecho de autodeterminación de las personas y los pueblos como sujetos alternativos. 3º Una estrategia coherente con el objetivo de una civilización fundada en la fuerza del derecho sólo podrá ser inspirada por la no violencia activa y creadora; es decir por el reconocimiento de la fuerza del derecho, la verdad, la justicia, la solidaridad, el amor; en otras palabras, por el reconocimiento del protagonismo del pueblo en la lucha y por tanto en todas las organizaciones populares. Una estrategia coherente con el objetivo de construir un mundo nuevo en el cual quepan muchos mundos supone de parte de las organizaciones populares el abandono definitivo del vanguardismo y por tanto de la competición por la hegemonía. 4º El motor de una movilización inspirada por la no violencia activa y creadora será necesariamente una conscientización de masas a nivel mundial; lo que significa reconocerle hoy un papel determinante a la educación popular liberadora, considerada como la tarea no sólo de los educadores profesionales sino de todas las personas y organizaciones que tienen en la sociedad una tarea educativa. 5º El protagonismo del pueblo en la búsqueda de la alternativa no tiene que limitarse al momento práctico, de la lucha; tiene que involucrar y transformar la misma búsqueda imprimiéndole un carácter participativo e intercultural. Esto supone que todas las organizaciones populares, reconociendo la inteligencia y la sabiduría del pueblo, consideren que una de sus prioridades es la promoción de investigaciones participativas. Supone también que un número creciente de intelectuales asuman como tarea fundamental la de suscitar la creatividad del pueblo, actuando como su partera. 11 12 DESPUÉS DEL ATAQUE TERRORISTA A ESTADOS UNIDOS: ................................................................. ALTERNATIVA AL TERRORISMO Y AL NEOLIBERALISMO.................................................................... Reconstrucción de los hechos ............................................................................................................................ Tomas de partido y movilizaciones alrededor del acontecimiento.................................................................... El punto de vista del poder norteamericano ...................................................................................................... Objeto del discurso : declaración de guerra.................................................................................................. Identificación del enemigo ............................................................................................................................ Proclamación de la guerra santa .................................................................................................................... El punto de vista de los oprimidos y las oprimidas como sujetos alternativos ................................................ Búsqueda de una alternativa no violenta al terrorismo......................................................................................