análisis crítico general de la “guía técnica nacional para la

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ANÁLISIS CRÍTICO GENERAL DE LA “GUÍA TÉCNICA NACIONAL
PARA LA ESTANDARIZACIÓN DEL PROCEDIMIENTO DE LA
ATENCIÓN INTEGRAL DE LA GESTANTE EN LA INTERRUPCIÓN
VOLUNTARIA POR INDICACIÓN TERAPÉUTICA DEL EMBARAZO
MENOR DE 22 SEMANAS CON CONSENTIMIENTO INFORMADO EN
EL MARCO DE LO DISPUESTO EN EL ARTÍCULO 119º DEL CÓDIGO
PENAL”
I.- INTRODUCCIÓN
En el contexto de una sociedad en la que se han disfrazado muchas
instituciones con apariencia de legalidad, para terminar favoreciendo
minorías que buscan imponer su pensamiento, se ha desarrollado una guía
para facilitar la acción de un mal llamado aborto terapéutico, lo que deja
abierta la puerta a un indiscriminado “uso” de este instituto, empleándolo
como causa justificante para muchas muertes.
En las siguientes páginas se procurará desarrollar brevemente ciertas
nociones que nos ayuden a comprender el debate que rodea a la
aprobación de la llamada “Guía Técnica Nacional para la estandarización
del procedimiento de la Atención Integral de la gestante en la Interrupción
Voluntaria por Indicación Terapéutica del Embarazo menor de 22 semanas
con consentimiento informado en el marco de lo dispuesto en el Artículo
119 del Código Penal”1, dando a su vez al lector el marco necesario para
entender nuestra postura, en la que demostramos punto por punto, todas
las falencias de esta guía, y proponemos a su vez, cual es la verdadera
solución al dilema que se presenta entre salvar la vida de la madre y del
hijo.
II.- NOCIONES PRELIMINARES
Debido a que nuestro trabajo se basa en criticar los argumentos que
sustentan una guía que permite interrumpir el embarazo en ciertos casos,
en miras a aclarar el panorama, consideramos pertinente informar a todo
1
Resolución Ministerial N° 486-2014/MINSA,Res. Min. que aprueba la Guía para la
interrupción del embarazo antes de las 22 semanas, 27- 06- 14.
1
el que lea este artículo, sobre las doctrinas responsables del debate
acerca de la antijuridicidad del aborto, de modo que se explique la visión
de la legislación en nuestro país.
A) Doctrinas sobre el inicio de la vida humana
Para los fines del presente trabajo señalaremos 2 teorías principales:
1) Teoría de la concepción:
Esta teoría es la que nuestro ordenamiento jurídico nacional se
adscribe, toda vez que; el Código Civil en su Artículo 1 nos dice que la
persona humana es sujeto de derecho desde su nacimiento y la vida
comienza con la concepción, el concebido es sujeto de derecho para lo
que le favorece, y se condiciona a que nazca (vivo) sólo la atribución de
derechos patrimoniales. 2
Se llama concepción "al proceso que se inicia con la penetración del
espermatozoide en el óvulo, concluyendo con la formación del cigoto
que es la célula que resulta de la fusión de los pro núcleos masculino y
femenino"3
Desde el momento en que los 23 cromosomas paternos y los 23
maternos quedan conjugados, a lo que se denomina singamia; el cigoto
gozaría de autonomía genética para presidir su propio desarrollo
diferenciado de la madre y el padre.
En este sentido, consideramos que esta teoría es la más acertada, ya
que existen, además de la reproducción natural (unión física hombre
mujer), formas asistidas, como una fertilización in Vitro, que de no
manejarse esta teoría dejaría un amplio espacio y manejaría fácilmente
una excusa para admitir el aborto e igualmente las manipulaciones
genéticas, que son penalizadas en muchos Estados.
2) Teoría de la anidación:
2
Código Civil peruano, Art. 1
SOSA, Juan. “Prohíben al Ministerio de Salud distribuir la píldora del día siguiente por poner en
riesgo la vida del concebido” en Diálogo con la Jurisprudencia, Nº 135, Gaceta Jurídica, Lima,
2009, p. 86.
3
2
Según los partidarios de esta teoría, puede considerarse que hay vida
humana a partir del momento en que el embrión se fija en el útero de la
mujer, “la anidación ocurre al séptimo día de la fecundación
aproximadamente, cuando el blastocito (célula embrionaria) comienza
un proceso de anidación en el endometrio a fin de que se forme el
embrión, proceso que dura alrededor de siete días, lo cual se
concretará si el endometrio es suficientemente receptivo, culminándose
el proceso a los 14 días”4
Conviene precisar que la teoría de la anidación es la corriente más
extendida a nivel internacional, en especial en los países de Europa, en
los que el aborto se emplea indiscriminadamente. No hay duda que, a
pesar que se quiera referir de diversas formas al concebido, éste
merece la debida protección jurídica por ser persona humana. Para los
penalistas, “a partir de la implantación del embrión en el útero materno,
éste recibe del organismo de la madre los impulsos necesarios para su
desarrollo, por lo que consideran a la anidación como el principio de
protección de la vida ya que, de no suceder, no hay desarrollo del
embrión”5
Nota aparte, cabe añadir nuestro total desacuerdo con respecto a este
punto, ya que uno no empieza a ser vida humana de la nada, sino que
para que esto ocurra tiene que haberlo sido siempre, es decir, al unirse
los gametos masculino y femenino ya hay una persona, en un tamaño
minúsculo pero una persona al fin y al cabo. Decir que el cigoto no es
vida si no se ha implantado en el útero simplemente porque es el único
medio para alcanzar su desarrollo, y por tanto se puede disponer de él
como si fuera una cosa, es algo descabellado; aplicando esa misma
lógica absurda no debería encontrarse tipificado el delito de abandono
de menores o incapaces porque de la misma manera ellos, sin una
persona que los cuide tampoco podrían sobrevivir, sin embargo ellos sin
son protegidos...¿bajo qué criterio entonces?;dejamos esta interrogante
abierta, puesto que no corresponde a nuestro análisis, sin embargo lo
dicho sirve para evidenciar el error de aquellos argumentos que insisten
4
CASTILLO, José. Derecho penal: parte especial I, Grijley, Lima, 2008, p. 942.
Ibídem
5
3
en señalar que sólo un cigoto implantado debe ser considerado como
vida humana, susceptible de protección jurídica.
B) ¿Qué es el “aborto terapéutico”?
Seguidamente, desarrollaremos el significado de "aborto terapéutico",
pues no podemos hablar de una guía para su utilización si no
aclaramos a que se refiere esta denominación. Como en toda buena
definición, desmembraremos cada uno de los términos que la
componen.
Primero, debemos decir que aborto es una palabra que proviene
etimológicamente del latín abortus, (ab = privar; y orior = levantarse,
salir, aparecer, nacer); así el aborto se define como la interrupción del
embarazo persiguiendo como fin la muerte del producto de la
concepción, o sea, se realiza una acción tendiente a acabar con la vida
del embrión, es decir, "de la cual se haya deseado a muerte del feto"6
De otro lado, la Real Academia española de la Lengua define la palabra
“terapéutico” como relativo a la terapia, "parte de la medicina que tiene
por objeto el tratamiento de enfermedades" 7 , es decir, un sistema
empleado para procurar la cura de males; por ello el “aborto
terapéutico” implica en sí mismo un sin sentido, dado que un aborto no
cura absolutamente nada.
Sin embargo, este es considerado (no definido sino “considerado”),
como la terminación del embarazo antes del tiempo de viabilidad fetal
con el propósito de proteger la vida o la salud de la madre. Y es
precisamente por esta razón que su institucionalización, viene siendo
ampliamente debatida y en muchos casos instaurada en los países del
mundo.
II.- EL ABORTO TERAPÉUTICO EN EL PERÚ
6
FIGARI, Rubén- Parma, Carlos, Homicidio y aborto en la legislación peruana, Motivensa, Lima,
2010, pp. 190
7
Grupo Océano, Océano práctico: Diccionario de la lengua española, Editorial Océano Peruana
S.A., Lima, 2008, p. 733
4
Está contemplado en el art. 119 del código penal desde el año 1924, y
repetido en el de 1991 en la siguiente forma: “No es punible el aborto
practicado por un médico con el consentimiento de la mujer embarazada
o su representante legal, si lo tuviese, cuando es el único medio para
salvar la vida de la gestante o para evitar en su salud un mal grave o
permanente”. 8 Pero no fue sino hasta el 2014 que realmente adquirió
“consistencia” en nuestra legislación, debido a la promulgación de la
llamada “Guía Técnica para la interrupción del embarazo menor de 22
semanas”.
Por ello la finalidad de este artículo es dar al lector un punto de vista
incisivo para con dicha norma por lo que pasaremos a su desarrollo, no
sin antes dejar en claro que nuestra postura es opuesta a la que sustenta
la guía, por lo que, como es de suponer, nos encontramos en contra de
su aplicación.
B) CRÍTICA A LA “GUÍA”
Empezaremos diciendo que, uno de los principales argumentos usados
por quienes la apoyan, es sostener que la figura tratada ya se
encontraba incorporada en nuestro cuerpo normativo desde hace 90
años, por lo que el debate al que dio lugar su implementación tan
detallada, es simplemente una cortina de humo, para ocultar su
verdadero significado, una crítica pura y dura (criticar por criticar) de
parte de los opositores y los “fanáticos religiosos”.
Ante esto, diremos que el hecho de que antes no se hayan hecho
púbicos los comentarios en contra y la abierta polémica en torno al tema,
no quiere decir que en su momento no se dieron efectivamente; debemos
considerar la evolución y el desarrollo de los medios de comunicación
masiva, en especial la Internet, en los que puedes dar al conocer al
mundo tu opinión sin necesidad de ser una figura pública ni mucho
menos, y las mismas facilidades no se presentaban en el año que se
aprobó la incorporación del cuestionado artículo 119.
8
Código Penal peruano, Art. 119.
5
Habiendo dicho esto, nos enfocaremos en proporcionar el contenido
materia de controversia en el “manual” discutido, para luego emitir
expreso juicio de las partes específicas señaladas a continuación 9
1. Comentario a los puntos controvertidos de la Guía Técnica para
la interrupción del embarazo menor de 22 semanas
a. La guía considera que el procedimiento a estandarizar es la
“atención integral a la gestante en los casos de Interrupción
Voluntaria por Indicación Terapéutica del Embarazo menor de
veintidós (22) semanas con consentimiento informado cuando
es el único medio para salvar la vida de la gestante o para
evitar en su salud un mal grave y permanente, conforme
dispone el artículo 119° del Código Penal y normas legales
vigentes.”10
Vemos aquí la primera inconsistencia, pues si el verdadero fin de la
guía es, como dice, salvar la vida de la gestante, entonces atentamos
contra su vida al imponer un tiempo determinado para protegerla. En
todo caso creemos que la guía resulta un sincretismo de dos sistemas
ampliamente discutidos en el mundo, el de indicaciones y el de plazos.
De acuerdo al primero, "existen determinadas causas para la impunidad
del aborto, a las que se ha denominado indicaciones" 11 ;como haber
quedado embarazada producto de una violación, o la que a nosotros
compete, el supuesto de existir grave peligro para la vida o salud de la
madre; en este modelo no importa el tiempo que ha transcurrido, no
importa si se van a cumplir 3, 5, u 8 meses de gestación, lo único que
realmente se evalúa para practicar el aborto es la razón que da la
madre para hacerlo. Esta es una medida que se supone busca poner un
límite a los abortos indiscriminados, dando opción sólo a quienes
podrían contar con un "motivo de fuerza mayor".
 El subrayado y el estilo cursivo que se muestra en los artículos de la guía, son nuestros, con la
finalidad de señalar los puntos en que nos mostramos abiertamente detractores.
10
Res. Min. que aprueba la Guía para la interrupción del embarazo antes de las 22 semanas,
Consideraciones específicas, numeral VI, punto 1.
11
GARCÍA DEL RÍO, Flavio, Manual de derecho penal, Ediciones Legales Iberoamericana, Lima,
2004, pp. 144.
9
6
Mientras que para el segundo, "la interrupción del embarazo no es
reprimida penalmente cuando se realiza dentro de un plazo
determinado, y conforme a un procedimiento establecido"12, lo que da
libertad para decidir sobre el feto hasta cumplido el tiempo estipulado;
es un sistema basado en la idea que hasta cierto momento de la etapa
embrionaria (que suele ser el inicio de la actividad cerebral), no hay vida
humana. La intención de esta solución legislativa es poner un límite
cronológico a la posibilidad de abortar, de modo que se pueda proteger
al niño no nato que, cayendo en un error piensan, comenzó a ser
humano luego de contar con todas sus funciones vitales.
Sin embargo, y pese a su claro antagonismo, nuestro país implementó
una guía que busca unir ambos sistemas y que cuenta con vacíos,
porque su supuesta razón de ser, puede verse truncada por ella misma,
pues en el supuesto de que el médico tratante perciba un auténtico
riesgo para la madre después de las 22 semanas, no habría más
opción que dejarla morir por estar prescrito en la norma.
b. La Guía considera 11 supuestos en los que se puede
aplicar el procedimiento, todos ellos problemas de salud en
los que llevar el embarazo implica un riesgo para la madre;
sin embargo, tomaremos 3 de esos como materia de análisis
(respecto de los 2 primeros puntos, nos limitaremos por
ahora a mencionarlos para más tarde ahondar en ellos):
“6.1.1.- el embarazo ectópico tubárico, ovárico, cervical;
6.1.2.- la mola hidatiforme parcial con hemorragia de riesgo
materno (…); 6.1.11. Cualquier otra patología materna que
ponga en riesgo la vida de la gestante o genere en su salud
un mal grave y permanente, debidamente fundamentada por
la Junta Médica.13
12
IDEM, pp. 142.
Resolución Ministerial N° 486-2014/MINSA,Res. Min. que aprueba la Guía para la interrupción
del embarazo antes de las 22 semanas, Consideraciones específicas, numeral VI. 1. 11
13
7
El rubro que compete ahora es este y es que la ambigüedad de la frase
utilizada por el legislador nos demuestra de un modo claro que la guía
deja una gran puerta abierta a abortos de todo tipo, cobijándose en el
hecho de que tal o cual situación afecta la salud de la madre.
Así pues, debe ponerse en relevancia que el inciso 11 establece
“cualquier” patología que ponga en riesgo la salud de la madre, sin
especificar si se refiere a salud física o mental; y es esta última la del
problema, ya que una mujer que espera un niño no deseado, por el
motivo que fuese, puede alegar, amparada en el principio de legalidad,
que si lleva adelante el embarazo esto la afectará psicológicamente
hasta trastornarla, no sólo en el caso de una violación, sino también en
el caso de no tener medios económicos suficientes, amparadas a esta
ley y utilizando la misma lógica pues perfectamente podrían solicitar
una interrupción del embarazo porque de lo contrario el estrés, la
preocupación, y el desamparo podrían "dañar a la madre".
c.
La
guía,
al
establecer,
los
procedimientos
administrativos, señala que la conveniencia o necesidad del
aborto terapéutico será determinada por “una junta médica,
conformada por 3 médicos asistenciales”, y luego agrega, “Si
esta concluye que no es recomendable proceder a la
interrupción terapéutica del embarazo menor de veintidós (22)
semanas, el médico/a tratante comunicará a la gestante la
decisión y las razones para ello. La gestante podrá solicitar al
Director General del establecimiento de salud que se realice
una nueva Junta Médica con otros médicos14, la misma que
deberá llevarse a cabo en un plazo no mayor de cuarenta y
ocho (48) horas, bajo responsabilidad.
14
Resolución Ministerial N° 486-2014/MINSA,Res. Min. que aprueba la Guía para la interrupción
del embarazo antes de las 22 semanas, Consideraciones específicas, numeral VI. 3. 4.
8
Consideramos que este es el punto más peligroso de la guía del aborto
terapéutico por 2 razones. Primero, la corrupción, se puede dar que los
médicos dictaminen algo que no es, con el único propósito de dar
cabida al aborto por parte de la paciente, a cambio de un incentivo. Si
bien es cierto la norma procuró ponerle una dificultad mayor al
establecer el número de 3 y no un solo médico, no lo consideramos
suficiente, pues los pacientes son de diferentes estratos económicos, y
una persona bien posicionada no reparará en pagarle a los 3 si fuese
necesario.
Segundo, pero aún más alarmante, es el hecho de que si la primera
junta rechaza el pedido de la paciente por considerar la viabilidad del
embarazo sin riesgo para la madre, esta pueda solicitar una segunda
junta, lo que no representa nada más que un desesperado intento por
conseguir lo que realmente se busca, que es encubrir con legalidad un
asesinato, el asesinato del feto, sujeto de derecho en nuestra
legislación; ya que si lo que se persiguiera efectivamente fuera
salvaguardar la vida de la madre, uno se quedaría con la disposición de
la junta médica que se formó específicamente para eso.
d. La guía estipula “Para los casos contemplados en los
sub numerales 1 y 2 del numeral 6.1 de la presente Guía
Técnica, no será necesario constituir ni convocar ninguna
Junta Médica.”
Sépase que los numerales 1 y 2 aquí referidos ya fueron mencionados,
y refieren al embarazo ectópico y a la mola, por lo que ahora
pasaremos a su desarrollo y crítica que se desprende del artículo del
manual de aborto.
El embarazo ectópico, fuera de lugar, “ocurre precisamente por fuera de
la matriz (útero). Es una afección potencialmente (nótese que dice
potencial y no definitivamente) mortal para la madre. (…)Aunque en
muchas ocasiones sea un embarazo que, por su inviabilidad, termina de
9
forma natural con la expulsión espontánea del feto por el propio cuerpo
de la madre15.
De otro lado, en medicina, una mola es una degeneración placentaria
que causa una gestación anómala, La mola hidatiforme o embarazo
molar es un término que se utiliza para referirse concretamente a un
trastorno del embarazo caracterizado por la presencia de un
crecimiento anormal que contiene un embrión no viable implantado y
proliferante en el útero. La mola parcial no suele asociarse ni con
hiperémesis gravídica ni con hipertiroidismo, aunque si la gestación
alcanza el segundo trimestre, puede asociarse a preeclampsia.
Habiendo aclarado el panorama sostendremos firmemente nuestro
desacuerdo con esta estipulación, puesto que, si la instauración de la
junta médica tiene por finalidad la determinación de la viabilidad del
embarazo procurando la protección de la madre, sin perder de vista que
hay además en juego otra vida que es a del hijo, entonces no cabrían
como adecuadas al “derecho” estas excepciones que tan abiertamente
socapa la norma.
2. La guía contra el juramento ético médico
Además de lo antes mencionado, encontramos otra falencia en la guía.
Es bien sabido que, en una profesión como la medicina, en la que
ponemos nuestra vida en manos de otra persona, es de suma
importancia que quien pretenda ejercerla tenga claros los valores y la
ética de la que depende la confianza en la relación paciente- médico,
razón por la cual todos los especialistas de la salud realizan un
juramento que tiene como principio base que toda vida humana debe
ser respetada: "Yo mantendré y guardaré el mayor respeto por la vida
humana, desde su comienzo, aún estando bajo amenaza, y no usaré
15Medline
Plus, información de salud para usted, un servicio de la Biblioteca Nacional de Medicina
de
EE.
UU.
Consultado
en
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/000895.htm. Última vez 10- 01- 15
10
mis conocimientos médicos en contra de las leyes y principios de la
humanidad (humanitarios)". 16
También vemos un atentado contra otros de los principios
profesionales; por ejemplo, es claro que quienes aprobaron esta norma
se olvidaron que "la atención de salud se brinda en el marco del estado
de necesidad en el que se encuentra todo paciente. Por ello, es de
responsabilidad del médico velar para que ésta no derive en abuso."17
Del mismo modo, encontramos una muestra de la inutilidad de la guía,
pues está arraigado en la educación del médico "emplear
justificadamente todos los procedimientos y tratamientos a su alcance
cuando exista posibilidades de recuperar la salud del paciente. No es su
obligación utilizar medidas desproporcionadas en casos irrecuperables.
En tales situaciones, debe considerar el empleo de medidas paliativas
orientadas al alivio de la condición del paciente."18
III.- PROPUESTA
Después de haber expuesto los motivos de nuestra oposición a este
“manual” queremos brindar una solución para el problema que,
suponemos con muy buena intención, quiso resolver la Administración
Pública con su promulgación.
En realidad no diremos nada nuevo e innovador sino más bien trataremos
de poner de relevancia un principio del derecho que nuestras autoridades
parecen haber pasado por alto o dejado de lado; estamos hablando de la
utilización del “acto de doble efecto”.
“Se denomina principio, doctrina, o regla del doble efecto al principio de
razonamiento práctico que sirve para determinar la licitud o ilicitud de una
acción que produce o puede producir dos efectos, de los cuales uno es
bueno y el otro es malo. Cuando la acción de doble efecto satisface las
16
IDEM , sección primera, Declaración de los principios
COLEGIO MEDICO DEL PERU, Código de ética y deontología, sección segunda, Disposiciones
Generales, Art. 9
18
ÍDEM, Art. 51
17
11
exigencias del principio, el agente goza de una causa de justificación. Esto
quiere decir que esa acción, que en general sería ilícita por causar el
efecto malo, deja de serlo en el caso particular, pues se considera que el
agente obró razonablemente o con derecho. En otros términos, el efecto
malo, que prima facie sería imputable ad culpam al agente por haber sido
causado a sabiendas, deja de serle así imputable "consideradas todas las
cosas".19
Por otro lado este principio no puede operarse independientemente, sin
consideración a otros principios, por ello Francisco de Vitoria reconoce la
exigencia de una debida proporcionalidad20. Por lo que, aplicándolo a lo
que nos compete diremos que se tiene que ver el grado de peligrosidad
para la integridad de la madre, y dependiendo de ello se tomarán las
medidas respectivas, ya sea una intervención de emergencia para salvar
su vida, en que la nunca se buscó eliminar al concebido sino que se
procurarán todos los medios para resguardarlo a él también; o bien si no
derivase en verdadero riesgo, procurar un tratamiento adecuado que
ayude a llevar la etapa prenatal de la mejor manera posible.
Pensamos por todo eso que, considerando además que haya una manera
idónea de trabajar lo que era la preocupación al momento de aprobar la
guía, la salvaguarda de la vida humana como bien jurídico de primacía por
constituir presupuesto para el desarrollo de la persona; el Estado no
puede imponer a ningún profesional la realización del aborto porque en
nuestro ordenamiento jurídico la vida del nasciturus es un bien, no sólo
constitucionalmente protegido, sino que encarna un valor central del
ordenamiento constitucional. Por ello se propugna la eliminación de toda
práctica abortiva, eugenésica, eutanásica o que manipule la vida humana.
De otro lado, como defensa al argumento que señala que los médicos
dejaban morir personas por falta de una detallada guía de aplicación, lo
que podía devenir en denuncias, pues siempre ha existido la el Art. 7 de la
declaración de principios médicos que dice; el Colegio Médico del Perú
MIRANDA MONTECINOS, Alejandro. El principio del doble efecto y su relevancia en el
razonamiento jurídico. Rev. chil. derecho [online]. 2008, vol.35, n.3 [citado 2014-11-22], pp. 485519.
Disponible
en:
<http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S071834372008000300005&lng=es&nrm=iso
20
Ibídem.
19
12
promoverá o procurará la defensa del médico que, en el ejercicio de la
profesión médica, fuere objeto de denuncia injustificada, injuria o agravio;
por lo que esto no representa una excusa o impedimento para la simple
aplicación del principio de doble efecto.21
IV.- CONCLUSIONES
1. Dado que, en nuestro ordenamiento se reconoce que la defensa de la
persona humana y el respeto de su dignidad son el fin del estado, y se
establece que la vida de la persona inicia con la concepción, la guía
representa un atentado contra los principios jurídicos de nuestro estado.
2. La denominación "aborto terapéutico", es un sin sentido, no existe
enfermedad alguna que se cure por medio de una interrupción del
embarazo.
3. Luego del análisis elaborado, consideramos que el bien jurídico vida,
tanto del concebido como de la madre merece respeto, y para ello es
necesaria la derogación de la guía del aborto terapéutico, puesto que deja
una puerta abierta a todos aquellos que buscan el aborto como una
solución rápida a una embarazo no deseado.
4. La elaboración de la guía se hizo por tratar de llenar un supuesto vacío
del art. 119 de nuestro código penal, sin embargo tal no existe, se debe
considerar de relevancia el principio ya consagrado del doble efecto que
permite al médico hacer lo posible por salvar ambas vidas, pero que en un
estado de necesidad no queda más que realizar lo oportuno para
salvaguardar por lo menos una.
21
COLEGIO MEDICO DEL PERU, Código de ética y deontología, Declaración de principios
13
BIBLIOGRAFÍA
1.
2.
3.
4.
CASTILLO, José. Derecho penal: parte especial I, Grijley, Lima, 2008.
Código Civil peruano
Código Penal peruano.
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Disposiciones Generales
5. FIGARI, Rubén- PARMA, Carlos, Homicidio y aborto en la legislación peruana,
Motivensa, Lima, 2010.
6. GARCÍA DEL RÍO, Flavio, Manual de derecho penal, Ediciones Legales
Iberoamericana, Lima, 2004.
7. Grupo Océano, Océano práctico: Diccionario de la lengua española, Editorial
Océano Peruana S.A., Lima, 2008
8. Medline Plus, información de salud para usted, un servicio de la Biblioteca
Nacional
de
Medicina
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EE.
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Consultado
en
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/000895.htm
9. MIRANDA MONTECINOS, Alejandro. El principio del doble efecto y su relevancia
en el razonamiento jurídico. Rev. chil. derecho [online]. 2008, vol.35, n.3
[citado
2014-11-22],
pp.
485-519.
Disponible
en:
<http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S071834372008000300005&lng=es&nrm=iso
10. Resolución Ministerial N° 486-2014/MINSA, Res. Min. que aprueba la Guía para
la interrupción del embarazo antes de las 22 semanas, 27- 06- 14
11. SOSA, Juan. “Prohíben al Ministerio de Salud distribuir la píldora del día siguiente
por poner en riesgo la vida del concebido” en Diálogo con la Jurisprudencia, Nº
135, Gaceta Jurídica, Lima, 2009, p. 86.
14
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