EL RELATOR ESPECIAL DE LAS NACIONES UNIDAS SOBRE LOS

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EL RELATOR ESPECIAL DE
LAS NACIONES UNIDAS SOBRE LOS
DERECHOS DE LOS PUEBLOS INDIGENAS
En 2001, la entonces Comisión de Derechos Humanos decidió designar un
Relator Especial sobre la situación de los derechos humanos de los pueblos
indígenas. En septiembre de 2010 se renovó el mandato por un periodo de
tres años, y el título del mismo se cambió de “Relator Especial sobre la situación de los derechos humanos y libertades fundamentales de los indígenas”
a “Relator Especial sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas” (A/
HRC/15/14).
El mandato del Relator Especial es recabar información y comunicaciones de todas las fuentes pertinentes –incluyendo Gobiernos, pueblos indígenas, sus comunidades y organizaciones– sobre violaciones de derechos humanos y libertades fundamentales de los pueblos indígenas; formular recomendaciones y propuestas sobre medidas y actividades para evitar y remediar violaciones de los derechos humanos básicos y libertades fundamentales de los pueblos indígenas; y trabajar en estrecha colaboración con otros
relatores especiales, representantes especiales, grupos de trabajo y expertos independientes del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
En cumplimiento de su mandato recibido del Consejo de Derechos Humanos, el Relator Especial está autorizado a recibir reclamaciones de individuos, grupos o comunidades indígenas -incluyendo peticiones de acción urgente-, a investigarlas, a realizar visitas a los países donde se originaron las
quejas, hacer recomendaciones al país que está violando los derechos humanos indígenas y a los diversos órganos de derechos humanos de las Naciones Unidas sobre los pasos que deben tomar para remediar las violaciones actuales o prevenir aquellas que puedan surgir en el futuro.
2011 supuso el cuarto año del mandato del profesor James Anaya como Relator Especial de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas. También
marcó el comienzo de su segundo término tras la renovación de su mandato –por
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otro periodo de tres años– por parte del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
Durante el año pasado, el Relator Especial continuó centrando su trabajo en cuatro
esferas principales: la promoción de buenas prácticas, exámenes de países, responder a casos específicos de supuestas violaciones de derechos humanos y estudios
temáticos.1 Sus informes incluyeron documentación en profundidad sobre situaciones nacionales y examen de casos concretos dentro del marco del mandato del Relator Especial, entre otros, sobre la realidad de los pueblos indígenas de la región
Sápmi de Noruega, Suecia y Finlandia, de Nueva Zelanda, de la República del Congo
y de Nueva Caledonia (Francia). También informó sobre los pueblos indígenas afectados por la posible construcción del proyecto hidroeléctrico Diquís en Costa Rica,
sobre medidas necesarias para asegurar la tierra y los derechos ligados a la misma
de los pueblos indígenas y tribales de Suriname y sobre la situación de los derechos
de pueblos indígenas de Guatemala en relación a proyectos extractivos, y de otro tipo, en sus territorios tradicionales.
Promoción de buenas prácticas
De acuerdo con su mandato, el Relator Especial ha recomendado y proporcionado
asistencia a Gobiernos, instituciones y agencias internacionales sobre reformas legales, administrativas y programáticas a nivel nacional e internacional para promover el
respeto por los derechos consagrados en la Declaración de las Naciones Unidas
sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y otros instrumentos internacionales
pertinentes. En julio de 2011, el Relator Especial declaró como testigo pericial ante la
Corte Interamericana de Derechos Humanos durante el proceso legal seguido por el
caso Sarayaku contra Ecuador, relativo a los principios de consulta y consentimiento
libre, previo e informado. Asimismo, el Relator ha ofrecido asesoramiento técnico a
varios Gobiernos en la elaboración de leyes y políticas relativas a pueblos indígenas
a nivel nacional. Por ejemplo, a petición del Gobierno de Suriname y de pueblos indígenas y tribales de ese país, el Relator realizó una visita en marzo de 2011, preparando posteriormente un informe, incluyendo observaciones y recomendaciones sobre la elaboración de legislación para asegurar los derechos a las tierras y a los recursos de los pueblos indígenas y tribales, ateniéndose a sentencias vinculantes
dictaminadas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
En febrero de 2011, el Relator Especial hizo observaciones sobre una iniciativa
por parte del Gobierno de Guatemala encaminada a regular un procedimiento para
consulta con los pueblos indígenas. También en junio de 2011, el Relator ofreció su
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testimonio en una sesión del Comité del Senado de los Estados Unidos sobre Asuntos Indios titulado “Establecer la norma: implicación para la política nacional de la
Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas”. A
lo largo del año pasado, el Relator Especial también aportó comentarios sobre proyectos de ley a ser considerados por la Asamblea Nacional de Ecuador para conciliar sistemas de justicia consuetudinaria indígena con el sistema de justicia nacional. En el
marco de este proceso de coordinación, el Relator Especial participó, en junio de 2011,
en una videoconferencia con la Asamblea Nacional de Ecuador, durante la que abordó
cuestiones y preocupaciones específicas relativas a la legislación propuesta.
Además, el Relator Especial proporcionó consejo y orientación a numerosos programas y agencias de las Naciones Unidas, organizaciones multinacionales y otros
grupos sobre los derechos de pueblos indígenas en varios contextos, entre otros: la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos; el Programa de las
Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el programa (REDD) de reducción de
emisiones por deforestación y degradación forestal; la Organización Panamericana
de la Salud; el Ministerio Federal de Cooperación y Desarrollo Económicos de Alemania; la Corporación Financiera Internacional; la Organización Mundial de la Propiedad
Intelectual; y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y
la Cultura (UNESCO). El Relator Especial ha estado también colaborando con el
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en la elaboración de un
manual sobre los derechos de los pueblos indígenas en el contexto del desarrollo
para su utilización por parte de personal del PNUD y otras personas que trabajan con
pueblos indígenas.
Exámenes de países
En febrero de 2011, el Relator Especial visitó Nueva Caledonia, un territorio bajo jurisdicción francesa, a fin de examinar la situación del pueblo indígena Kanak. En
septiembre de 2011 hizo público su informe sobre esa visita, formulando varias observaciones y recomendaciones basadas en normas internacionales pertinentes,
encaminadas a asistir los actuales esfuerzos de avance en los derechos del pueblo
Kanak dentro del contexto de aplicación del Acuerdo de Nouméa y del proceso de
descolonización apoyado por las Naciones Unidas. En noviembre de 2011, el profesor Anaya visitó Argentina para verificar la situación de los pueblos indígenas del
país. Esta visita fue la primera vez que un experto de Naciones Unidas visitaba este
país para inspeccionar específicamente la situación de los pueblos indígenas.
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Casos concretos de supuestas violaciones de derechos humanos
El examen de casos concretos de supuestas violaciones de derechos humanos representa la principal área de trabajo del Relator Especial, en concordancia con su
mandato. El Relator Especial continúa la práctica de proporcionar observaciones y
recomendaciones detalladas sobre las acciones que entiende que los Estados, pueblos indígenas u otros interlocutores podrían tomar para abordar situaciones particulares a considerar.2
El Relator realizó observaciones y recomendaciones detalladas en relación, entre otras, con las siguientes situaciones: las protestas a favor de derechos a la tierra
y autonomía de indígenas rapa nui en la Isla de Pascua (Chile); los efectos del proyecto hidroeléctrico Gilgel Gibe III en los pueblos indígenas de Etiopía; el estado de
los derechos territoriales indígenas en Sarawak, Malasia; la situación de actividades
mineras propuestas en un enclave sagrado para el pueblo Wixárika (huichol) en México; el traslado de poblados beduinos no reconocidos del desierto Negev de Israel;
y los efectos de la propuesta fabricación de nieve artificial a partir de aguas residuales
recicladas en una montaña considerada sagrada para nativos norteamericanos en el
estado de Arizona, Estados Unidos de América.
Como ha sido la práctica habitual desde el comienzo de su mandato, el Relator
Especial ha realizado visitas ocasionales sobre el terreno para investigar en mayor
profundidad asuntos planteados en comunicaciones con Gobiernos. En abril de 2011,
el Relator se desplazó a Costa Rica para comprobar la situación de los pueblos indígenas afectados por la posible construcción del proyecto hidroeléctrico Diquís. Tras
la visita, el profesor Anaya proporcionó observaciones y recomendaciones al Gobierno de Costa Rica e interlocutores indígenas, centrándose principalmente en la necesidad de mecanismos de consulta. El Relator Especial continúa manteniendo un
dialogo constructivo con el Gobierno y los pueblos indígenas sobre la aplicación de
sus recomendaciones.
Además, el Relator también realizó declaraciones públicas a los medios de comunicación y de otro tipo sobre cuestiones de preocupación inmediata en países
concretos. Durante el año pasado se emitieron comunicados públicos con respecto a
las protestas por parte de pueblos indígenas de Perú contra actividades industriales
extractivas en la región de Puno; protestas indígenas contra un proyecto propuesto
de construcción de una carretera a través de la reserva indígena TIPNIS en Bolivia;
preocupaciones sobre propuestas presentadas ante el Parlamento Nacional de Noruega solicitando la anulación de leyes y políticas clave que tratan sobre los derechos
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del pueblo Sami; y las duras condiciones sociales y económicas de miembros de la
Primera Nación Attawapiskat de Canadá.
Estudio temático sobre las industrias extractivas
Basándose en sus estudios previos sobre el deber de consultar con pueblos indígenas3 y la responsabilidad de las corporaciones de respetar los derechos de estos
pueblos,4 el Relator Especial dedicó su estudio temático de 2011 al examen de cuestiones relacionadas con las actividades industriales extractivas a gran escala dentro
de territorios indígenas o próximos a ellos.5
Como el Relator Especial lo explicó en su última declaración anual ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York, el asunto de las industrias extractivas es de preocupación principal e inmediata para los pueblos indígenas de todo
el mundo. En numerosos informes especiales e informes específicos por países, así
como en revisiones de casos particulares, el Relator Especial analiza varias situaciones donde las actividades industriales extractivas han causado impactos negativos,
incluso catastróficos, a los derechos sociales, culturales y económicos de pueblos
indígenas. Se han producido varios ejemplos de proyectos negligentes ejecutados en
territorios indígenas sin garantías adecuadas y sin la involucración de los pueblos
afectados. Existen también diversos casos en los que las disputas relacionadas con
las industrias extractivas se han intensificado y estallado violentamente. En muchas
zonas se observa una creciente polarización y radicalización de posiciones sobre las
actividades extractivas.
En opinión del Relator Especial, una falta de entendimiento común entre todos
los interlocutores implicados sobre los temas clave relativos a las industrias extractivas y normativas aplicables, constituye un gran obstáculo para la protección y puesta
en práctica efectiva de los derechos de los pueblos indígenas. Además, se pueden
constatar significativos vacíos legales y de política y una falta de coherencia en las
normas relativas a industrias extractivas que rigen en países de todas las regiones.
Se necesita un cambio en la situación actual si las normas de derechos indígenas
han de tener un efecto significativo en políticas y acciones estatales y corporativas
cuando se refieren a pueblos indígenas. Un paso inicial hacia ese cambio sería la
creación de un entendimiento común entre pueblos indígenas, interlocutores gubernamentales, negocios, empresas y otros. Sin tal entendimiento, la aplicación de normas de derechos indígenas continuará siendo impugnada o ignorada y los pueblos
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indígenas seguirán siendo vulnerables a graves abusos de sus derechos humanos
individuales y colectivos.
Por lo tanto, futuros estudios temáticos del Relator Especial desarrollarán en
mayor profundidad el análisis de estos asuntos, basándose en normas internacionales de derechos humanos y ejemplos de buenas prácticas en esta área.6
En 2011, el Relator Especial colaboró con el Mecanismo de Expertos sobre los
Derechos de los Pueblos Indígenas en la elaboración de su estudio sobre el derecho
a la participación en la toma de decisiones de los pueblos indígenas. Durante una
reunión de expertos convocada por el Mecanismo de Expertos en marzo de 2011, el
Relator Especial compartió ejemplos de buenas prácticas de participación indígena
de las que había tenido conocimiento en el ejercicio de su mandato.
Coordinación con otros mecanismos de las Naciones Unidas
Además del trabajo explicado anteriormente, el Relator Especial colabora regularmente con otros mecanismos de las Naciones Unidas que se ocupan de pueblos indígenas: el Foro Permanente para Cuestiones Indígenas y el Mecanismo de Expertos
sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. El Relator Especial participa en reuniones anuales de coordinación con estos mecanismos para tratar e intercambiar información sobre sus respectivas agendas y actividades. En las sesiones anuales de
estos mecanismos, el Relator Especial ha mantenido reuniones paralelas con representantes de pueblos indígenas, Estados, y otras agencias de las Naciones Unidas
para casos específicos o cuestiones preocupantes para pueblos indígenas u otros
temas de interés para el mandato del Relator Especial.

Notas y referencias
1
Más detalles sobre las actividades específicas englobadas en estas áreas llevadas a cabo durante el último año, se describen en el cuarto informe anual del Relator Especial al Consejo de
Derechos Humanos de las Naciones Unidas (A/HRC/18/35). Todos los documentos relacionados con el trabajo del Relator Especial están disponibles en www.unsr.jamesanaya.org
2 Resúmenes de las cartas enviadas por el Relator Especial a Gobiernos sobre situaciones particulares, respuestas de gobiernos, junto con las observaciones del Relator Especial, están incluidas en su informe de comunicaciones (A/HRC/18/35/Add. 1) que se pueden consultar en: http://
unsr.jamesanaya.org/cases-examined/communications-cases-examined-2010-2011-full-report
3 (A/HRC/12/34) Véase: http://unsr.jamesanaya.org/annual-reports/report-to-the-human-rightscouncil-a-hrc-12-34-14-july-2009
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4 (A/HRC/15/37) Véase: http://unsr.jamesanaya.org/annual-reports/report-to-the-human-rightscouncil-a-hrc-15-37-19-july-2010
5Véase: http://unsr.jamesanaya.org/annual-reports/report-to-the-human-rights-council-a-hrc-1835-11­-july-2011
6 El Relator Especial presentó estas y otras observaciones en su declaración anual ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York el 17 de octubre de 2011. Véase la declaración completa en: http://unsr.jamesanaya.org/statements/statement-of-special-rapporteur-toun-general-assembly-2011
Leonardo J. Alvarado es profesor adjunto auxiliar en la Facultad de Derecho James
E. Rogers de la Universidad de Arizona en Tucson, Arizona, y es asesor legal del
Relator Especial de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas, James Anaya.
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