Hortalizas Un insumo clave en los sistemas de producción de plantines Sustratos Hortícolas A pesar de los evidentes avances en el conocimiento de los sustratos para plantas, en nuestro país aún aparecen como un "enigma". Por eso resulta necesario que los productores, empresas proveedoras de insumos, profesionales de la agronomía e investigadores comencemos a planificar el futuro de los sustratos en la Argentina El desarrollo de los sustratos hortícolas tiene su origen en el cultivo en contenedores. Desde que se introdujo este sistema de producción se planteó la necesidad de un cambio conceptual con respecto al cultivo tradicional en el suelo. Los sistemas de producción de los cultivos sin suelo tuvieron su gran expansión en la segunda mitad del siglo XX en Europa y luego en EE.UU. Las causas que los impulsaron son bien conocidas: cultivos de alto valor de renta en pequeñas superficies, necesidad de cantidad y calidad de productos cerca de los grandes centros de consumo, posibilidad de realizarlos a contraestación utilizando sistemas más o menos complejos de control del ambiente - a través del uso de invernáculos - y disminución de cuantiosas pérdidas por patógenos de suelo. Estos sistemas de “producción industrial de plantas” necesitan del conocimiento de técnicas de fertirriego, uso de fertilizantes de liberación lenta, contenedores, sustratos y de las prácticas culturales para las diferentes especies que se cultivan. La Argentina se sumó a esta corriente recién en Ings. Agrs. Osvaldo Valenzuela y Claudia Gallardo Facultad de Ciencias Agropecuarias UNER los años ‘90. Debido a una relación peso/dólar favorable a la importación, se accedió a un paquete tecnológico al que los productores se adaptaron rápidamente. En este escenario, los sustratos se utizaron básicamente en la producción de plantines y surgieron empresas que se especializaron como “plantineras”; dejándose de lado, en parte, la práctica tradicional de los almácigos en cada chacra y con ella los problemas de patógenos, desuniformidad de plántulas y estrés en el transplante, entre otros. Los primeros sustratos comerciales que en la década del noventa llegaron a la Argentina se importaron desde Europa (en particular de Holanda y Alemania), fabricados principalmente en base a mezclas de turba negra y rubia de musgo Sphagnum. Posteriormente, ingresaron sustratos provenientes de Estados Unidos y Canadá; estos últimos, a diferencia de los sustratos europeos, eran en su gran mayoría mezclas de turba rubia de musgo Sphagnum con perlita o vermiculita. Estos materiales de buena calidad satisfacían en gran medida la demanda para la producción de plantines hortícolas. Actualmente, el aumento de los costos de producción - debido a las variaciones del tipo de cambio-, sumado a la desaparición del crédito, indujeron a mayores desequilibrios en la rentabilidad final de las empresas hortícolas obligándolas a la utilización de materiales alternativos de origen nacional. Esta reconversión está en marcha y tanto las empresas proveedoras de sustratos comerciales como los productores están adaptándose rápidamente a los nuevos escenarios. idiaXXI 25 Hortalizas Tabla 1. Algunos términos corrientemente utilizados EL SUELO COMO SUSTRATO Un sustrato consiste en un sistema conformado por tres fases: sólida, líquida y gaseosa; en ese ambiente crecerán las raíces y es por ello que cobra relevancia el volúmen del contenedor. En ese volúmen restringido, las propiedades físicas, y dentro de ellas las relaciones agua-aire del sustrato, cobran gran importancia; de allí que se considera que un buen sustrato debe tener más del 85% de porosidad total (Tabla 2). El suelo, debido a que el espacio poroso total generalmente no supera el 50% y con contenidos hídricos altos presenta escasa proporción de poros con aire (menos del 10%), es un material poco adecuado para el uso en contenedores (Figura 1). El sustrato ideal sería aquel que proporcione Tabla 2- Caracterización física y química de distintos materiales utilzados como sustratos (Extraído de Valenzuela y Gallardo 2002, 1° Congreso Argentino de Floricultura y Plantas Ornamentales). 26 idiaXXI a la planta las mejores condiciones para su crecimiento, que posea un bajo impacto ambiental y que la relación costo/beneficio sea adecuada para el sistema productivo en cuestión. En la práctica, como no es posible que un único sustrato cumpla con estas condiciones, es probable que el productor deba utilizar más de uno, dependiendo de la complejidad de su empresa (Tabla 2). MANEJO RACIONAL DEL SISTEMA Independientemente de la especie, las producciones de plantas en contenedores requieren de un manejo mucho más intenso que las realizadas en el suelo. La gran superficie de los contenedores, en relación a su volúmen, les confiere la característica de presentar escasa plasticidad ante variaciones Hortalizas Figura 1. Capacidad de retención de agua (CRA), poros con aire (PA) y material sólido (MS) de dos sustratos tradicionales (perlita y turba) versus el suelo. El hecho que este último presente aproximadamente sólo el 50% de espacio poroso total (EPT = CRA + PA), indica su uso inadecuado para contenedores. del ambiente; es por ello que las raíces pueden estar expuestas a fluctuaciones muy marcadas de disponibilidad hídrica, temperatura, etc. El balance de micro y macroporos es fundamental para la obtención de plantas de calidad, debido a que los primeros son los responsables de retener el agua y los segundos de la circulación de los gases, del cual el oxígeno es generalmente el factor limitante para las raíces. Estas particularidades se conocen como propiedades físicas y se caracterizan a través de la determinación del espacio poroso total, capacidad de retención de agua, espacio de poros con aire, densidad aparente y distribución de tamaños de partículas, entre otros (Tabla 2). El conocimiento acabado de los valores de las propiedades físicas del sustrato seleccionado, para un sistema de producción cualquiera, permite realizar prácticas de manejo racionales. Otras características que definen la calidad y la necesidad de ajustar prácticas culturales son las propiedades químicas, como el pH, las sales solubles, capacidad de intercambio catiónico, los nutrimentos disponibles y la relación C/N. Para no llegar a interpretaciones erróneas, estos parámetros deben ser determinados con metodologías específicas para sustratos En la Tabla 3 se observa la interacción sustrato x clima x contenedor; aquí queda claramente evidenciado que la capacidad de retención de agua de un sustrato es una variable clave para el manejo del riego en la producción de plantines. EL NUEVO DESAFÍO: LOS MATERIALES ALTERNATIVOS El desarrollo de materiales alternativos que pueden ser utilizados como sustratos es una idiaXXI 27 Hortalizas Tabla 3. Estimación del tiempo (horas) requerido por diferentes sustratos para alcanzar una desecación completa, en tres condiciones ambientales y dos volúmenes de celdas Figura 2. Las diferencias en la distribución de aguaaire-sólido del sustrato importado y de las distintas turbas de Argentina, implica que el manejo del agua en estos sustratos no se pueda hacer en forma similar. La capacidad de retención de agua (CRA) fue determinada a una succión de referencia de -1KPa, los poros con aire (PA) en forma indirecta (PA = EPT - CRA), al igual que el material sólido (MS = 100 - EPT); EPT: es el espacio poroso total. (Extraído de valenzuela, O. 2003. Los sustratos alternativos en la producción de sistemas en plug. Conferencia XXX Congreso Nacional de Viveristas, Escobar, Buenos Aires, Argentina) 28 idiaXXI Hortalizas tarea pendiente. En el país, los avances más significativos abarcan estudios sobre lombricompuesto, turbas de distintas regiones, cáscara de arroz, compost y aserrín de salicáceas, entre otros residuos de la agroindustria. Los resultados obtenidos son promisorios aunque muy heterogéneos. En parte, esto se debe a que los métodos utilizados para evaluarlos son los de referencia para suelos, lo que lleva a interpretaciones erróneas. Es común encontrar en trabajos presentados en distintos congresos ensayos con diferentes especies hortícolas utilizando turbas, resacas, mantillos, suelo, lombricompuesto y compost como medio de crecimiento, pero sin identificación de su origen ni descripción de las características físicas, químicas y biológicas. Este gran número de ensayos solo constituye estudios de casos particulares, ya que es imposible reproducir las mismas condiciones de experimentación y por lo tanto carecen de validez científica. Para realizar una evaluación agronómica de posibles materiales alternativos para su uso como sustratos, deben cumplirse rigurosamente las siguientes etapas: - Caracterización de los materiales (física, química y biológica) - Estudio crítico de sus propiedades - Mejora sencilla, si correspondiera, de dichas propiedades - Ensayos de crecimiento vegetal PERSPECTIVAS El estudio de los sustratos constituye un área del conocimiento nueva y en desarrollo, como tal, exige un trabajo interdisciplinario donde hay que acordar algunos aspectos básicos, tales como los que proponen el Grupo de Estudio en Sustratos de Brasil, la International Society for Horticultural Science, la International Society for Soilless Culture y el Grupo de Trabajo de Sustratos de la Sociedad Española de Ciencias Hortícolas. Se puede afirmar que hay suficiente concenso internacional para avanzar en los siguientes puntos: - Un lenguaje común de términos técnicos. - Calibración de métodos analíticos específicos para sustratos (Evaluaciones físicas, químicas, biológicas y fitosanitarias). - Legislación actualizada y adecuada a esta temática específica. - Evaluación agronómica de materiales alternativos. Agradecimientos - A los organizadores del XXV Congreso Argentino de Horticultura y 1° Encuento Virtual 2002, que nos dieron la responsabilidad de ser moderadores de la Mesa Redonda “Sustratos en la Horticultura Argentina” y a sus integrantes: Dra Atelene Norman Kämpf (UFRGS, Brasil), Ing. Agr. Luis Balcaza (INTA Gran Bs. As.), Ing. Agr. José Lamelas (Terrafertil S. A.), Ing. Agr. M. Sc. Héctor Svartz (UBA), Ing. Agr. María Aguirre (UNS), cuyos aportes sirvieron de base para la redacción de este artículo. - Al grupo de trabajo del PID 2086 “Evaluación de la calidad físico-química de los materiales alternativos de sustratos para plantas” de la FCA-UNER, el cual es financiado por la SICTFRH de la Universidad Nacional de Entre Ríos”. Bibliografía Abad, M.; Martínez Herrero, M. D.; Martínez García, P. F. y Martínez Corts, J. 1993. Evaluación agronómica de los sustratos de cultivo. Actas de Horticultura 11:141-154. Ansorena Miner, J.. 1994. Sustratos: Propiedades y caracterización. Mundi-Prensa, Madrid, España. 172p. Bures, S. 1997. Sustratos. Ediciones Agrotécnicas S. L., Madrid, España. 341p. Kämpf, A. y Fermino M. H.. 2000. Substrato para plantas: A base da produção vegetal em recipientes. Genesis, Porto Alegre, Brasil. 312 p. Styer, R. C and Koranski, D. S. 1997. Plug & transplant production: A grower’ guide. Ball Publishing, Batavia, USA. 374p. idiaXXI 29