i Ah ! toda interrnision , todo retardo quitad ioh Dios piadoso! á mi

Anuncio
,
i Ah ! toda interrnision todo retardo
quitad ioh Dios piadoso! á m i venganza:
yresintese al alcance de mis brazos
Ya furia de la Escocia ; y si escapare,
si no rompe mi espada el pecho infando,
perd6iierile los cielos.
Malc.
Ese tono
y acento varonil mas acordado
está con t u deber. Vamos al rey;
las fuerzas se hallan pmrr tas ; ya esperamos
para salir t a n solo á tomar venia.
De t u crimen, Macbeth, se acerca el plazo;
10s poderes supremos te preparan
el merecido galardon. Partamos:
consu6late, mi amigo, en lo posiblr;
larga es la ~ i o c h eA quieti le nirga rl hado
la luz de nuevo sol y aurora nueva.
coDoctor. ¿Que hace? dpor---.
q*,se
frota asi las ma.nos?
D a m a . Es costumbre suya hacer freciien~e~nerite
romo que se lava las manos. La he visto á veces
c o n t i ~ i u a r asi un cuarto de hora seguido.
L. Macb. ;#Todavía está aqui la mancha!
Boctor. ;Hola! ya habla: voy á apunlar lo que dice
nara satisfacer rnas exactamente nii memoria.
I;. .Vacb. i Afuera ! j execrable mancha ! j afuera digo !
Una: dos. Entancrs ya es tiempo de hacerlo. El
infierno eslá oscuro. Vcrgiirnza mi scñor veigüeiiEa. ¿Soldado y terneroso? 2Qiit nos importa qiie
alguien lo sepa, si nadie piiede pedir cuenta á
nuestro poder? 2 Pcro qi~ir'nhubiera pensado que
contenia tanta sangre el cuerpo del anciano?
Doctor. 2 Nabeis oido ?
LI Marh Macduff, el selior de Fife, tenia una miijer.
,j AdOnde está ahora? iCómo? 2 Y niinca se linipiaríin eslas manos? No habtcmos mas de eso, mi
señor. No hablemos mas de eso. Todo lo desg1.aciais con vuestros csti.eniecirn ir11tos repentinos.
Doctor. Seliora, setiora, hahcis sabido lo que no debierais.
D a m a . Ha dicho lo que no debiera: asi es... pero solo
el cielo sabe lo que ella ha sabido.
Macb. (Huele 7ns manos.) El olor de la sangre
está aqui todavía. Todos los prifumes de la Arabia n o podrian purificar esta pequeña mano: j ah!
iah! i a h !
Doclor. ;Qué suispiros son esos? Su corazon está dolorosamente recaqado.
Dzrna. No quisiera guardar semrjante rorazoii en m i
pecho por la dignidad y alteza de todo el ctierpo.
Doctor. Bien , birn, bien.
n a n a . Pedid á Dios que sea para bien, doctor.
Doctor. Esta enfermedad está mas allU de n ~ ipríic-
,
,
tira. Sin embargo, he conoci$o algunos que y d a bau durmiendo y que hari muez*to santamente en
.iIC
P I r n I-uCi
e
"
."
a.....
L. Marb. U v a t e esas manos. Ponte la bata de dar-
1
mir. No estes tan phlido. O ~ r avez te digo y l e
que yace Banquo enterrodo y que n o puede
salir de su hiicsab
Doctor. c Y eso tambien?
L. Macb. A ia c a m a , á la cuma: llaman á la puvrta. \'amos, vamos, vamos: dame la mano: lo que
está h ~ h no
o se p e d e deshacer: a la c a m a , á la
cama. ( Fase lady 11facbcth.)
Doctor. 2Y se va 5 acostar ahora?
nn,na. IrtmrdiatarrienteI)oclnr. Corren mis~eriososriimores. Los actos bastardos enjciidran bastardas consecii~ricias. Los áriinios iiificio~iadosJescargaii sus srcretos en las sordas üIrnotiadas. Mas ncc~sidad ticne de sacerdotes
qur dc r116dicos~llios nos peidoiie á todos. Cuicfatila: cIiiitad dr su prcseiicia los medios de vejacioii y de siiiridio: no la prrdais de visla. Bu<.iins iiotlies, I)u(~s.Ha c o n f ~ l ~ ~ dmi
i d omeiite y desluriibiatlo mis ojos. Pieiiso, pero no me atrevo á
hablar.
J)arrra. Buenas iioclies buen docloi-.
,
'
E S C E N A 11.
Campo en tas cercanías de Dunsinane.
MENTBTH,
CATHNESS, A N G U S ,
LEHOX
tambores y úanclcras.
Menl. Crrca está l a hueste inglesa
adonde viene hlalcolni ;
el buen Siward la acaiidiila
y la acornpaca Rlacduff;
arde en todos ia vei~ganza;
y no dudo par su V O Z ,
h los rnisrnos re\ijiosos
arranque de la oracion,
- Enfran
Y SOLDADOS
con
y la san r e que l e s di6
Ia ~ l e o c %por ella %>a-.
'Angus. Marchemos, pues, s i i l ' t m o r
hacia el bosqye de Birnam,
que por él pasa Matcoltn.
Gat. ¿Se sabe si está con ellos
Donalbain ?
Irenos.
Creo aue no.
De todos los caballeros
tengo yo exacto padron:
el hijo de Siward viene,
mandando imberbe escuadron
de donceles, que aqiii esperan
en el combate feroz,
hacer su primer protesta
de virilidad y honor.
Ment. ;Y el t i r a ~ i o ?
Cat.
Coii robusta
triple fo~*tiíicacion
corona de Dunsinane
l a escarpada elevacion.
Dicen unos que eslá loco;
otros con mas compasion
l e llaman valiente furia;
mas n o hay linrnano valor,
que una causa tan obesa
abroche en el cinturon
de la dorada esperanza.
dtzgus. Ahora con fiero aguijo11
le a ti-aviesan los costados
su asesiriato y traicioii:
ahora acusa sus maldades
turbuleri ta sedicion ;
Y si manda le obedecen
por miedo, no por arrior :
ahora siente que anda siiello
si1 titulo en derredor,
como ropa de jigaiite
p ~ ~ i v u e I vá e enario ladron.
,
si eterna condenacion
fulmina dentro d a pt
desmayado el coraton;
Cat. ;Bien ! PvIarchenios arrojados
y prestemos sumision
quien sumision se debe;
búsciuese q u i c ~ i al dolor
de la repíblica enferma
encuentre n~itigacion;
y purguemos nuestra patria
jiirito al noble campron,
derramando, si es preciso,
cuanto encarnado licor
fluye en las hinchadas venase
Lrn».z. 6 el que en SU alta previaion
precise para regar
ziuestra so1)erana Flor ;
y para ahogar la cizaíía
TIC marchi ts sil cspli.mdor :
marcbrmos para Birnam.
[rotios. Marchemos. ;Viva Malcolm!
ESCENA 111.
-
Apnrfrrmrnfo &Zcastillo d e Dunsinane.
Eiitr.can
U N MEDICO J' ACOMPASAMIENTO.
Ltdeg0 U N
C R I A D O y SEITON.
MACBETH
,
3lacb. Hasta ya de noticias ominosat;
huyan todos cobardes mi bandera ;
rio tengo que temer, si belicosas
las arboledas de Birnam frondosas,
no mueven contra m í planta iijera.
iNi quiln ese Malcolm el mi~chaclruelo?
i n o nació de mujer? inteiita en vario
contra mi gloria alzar osado vuelo:
espiritus que saben cuirito al ciclo
le plugo decretar COXA fuerte niti~io,
Uentro del castills de D l ~ n s i n a n e . - ~ h c s s ~SSITO~C)
~,
SOL DADOS, lambores, banderas &c.
i
-- .
Macb. Enarbolad al muro las canderas;
rl grito militar será teya vieileii.',
,j Los traidores acaso fuerza tienen
para un asedio tal? En torno moren
hasta que pestes y hambres los devoren.
Si ausilio no les dieran los malvados,
loa cobardes pasados,
yo audazmeiite en el campo los buscara
y Sus filas i'onipiera cara á cara.
(Suenan dentro gritos de mujeres.)
~ Q ~ i i Pgrita?
ii
i q u i é n se queja?
Seiton.
Son mujeres
que claman de temor... (Sale.)
IMncb. Casi se me ha olvidado ya el sabor
de suspiros y lágrimas. F u r un tiempo
era que yertos quedaban mis se~ltidos
al esciicha~,nocLiirrtos alaridos ;
y herizábame el pelo la pavura
de cualesquiera lfirriibre
lectiira:
"
-,
pero me harté de horror en rnis hanqiietes;
la misma rxecraciori no nte ainrdrenta
qoe en mi daiiado pectio se alimenta.
i Quién gritaba?
Seiton.
Sriiar, la reina ha muerto.
Macb. Tránsiio prentatiiro ;
muri6 rniirrle lcxnprana...
Maiiana.., ;Si! ¿Tal vez ese m a ñ a n a
n o se arrastra con paso imperceptible
y S? rncarria en el h(y de cada dia?
Las horas Ir abre11 via
hasta los lindes illtimos del tiempo;
todos nuestros ayeres, alurnbraban
niientras raucios pasaban,
coi1 su lua moriburida,
irifelice histrion, que corto instante
se ajita y mueve cou fugaz i~ijenio
e n firijido proscenio;
y no qr<eda dé1 Iriego ni aun memoria:
6 estrepitosa historia
por iin idiofa coii calor contada,
entre jrstos y voces iiiclemrntrs;
hasta qiie al fin desciibren los oyentes
riue la conseja n o les cuenta riada.
,
ESCENA VI.
f i c b . Habla pronto, rualqiiirr sea tli merisaje.
Men.$. Yo lo he visto, s ~ i i o r ;y aun se recrla
la razon de la vista.
Macb.
Acaba, araba.
&feos. Mientras estaha yo dr crntiiirla
y decdr la r o l i i ~ aexaminaha
el lado de Birnam, pensé que v i 3
moverse la espesura y que venia
el h o q u e hácia nosotros.
.l7-X...*sa,>',1
níacb. (Golpedndol '
;Esclavo me11tidor :
5ftn.q.
Yo sufriria
ron paciencia, señor, vuestros en0ipc
si infirles atalayas son mis ojos:
j tres millas d~ aq~ii,la l r ; e
mie
fn~
te
6 podeis descubrir la verde rrcnw
del ambulante bosqi~e.
S i no es ~3.1 tu,
Jfit.b.
de iin arbol colgarás, hasta qile y'7-'drl hambre y e d e s , seco y arrugado.
Si no me has rngaiiado.
si ti1 noticia acaso es verdadera 9
<<&
o'
tewas, si n o viene á Diliisinane
el bosrliie de Birnam.'? P e r o ya v i r n r ;
ya u n a selva se acerca á m i inorada;
n o queda m a s rrfujio qiie la espada.
A las a r m a s , soldados. No hny Iiiiida
si lo riire <?icecs cierto ; iii la vida
se l x i ~ ~ ya
i r salvar... iFieros t<brriores!
Ilel sol rnc ofcnttlen ya los ic~splaritforex.
SI ixrn riii clilrrcr tan soio <orisi\tii.~.r,
la iinb?znri del orbr S- r»ni;iitlta.
Qric iot{~u'.!1.i rci>,ito, V c ~ i g nel innl
ar<i,iti 111s te:,
<listriicci«n i . i f , l l ;
no nioi ir6 J o a i rvic.iiris en i i 11.c ' t i . ,
qitr e! tnriríar fnilncs C I ~ ~ J E~I IC 1). 1 i ~ v .
,
.
JArlr.. V:t rsfnrrin~iinrlo CI-rrnti+%srr l i i i . ~ . f c < ;
arroj:;<i ci 1;~llaic-y q 1 s ~os :~'iw~irc.r~
c.ti:!
r ? i r f ~ r l c rsois. % E i iiiiS:i<i
~i*,,
\-osri~:irk:i.a:.ris I:i ncciiirl ; v 4.0 n l ir15,i;iir
h'I.!ctlr:if i;c~,irii.tichn cil:i
ci~ii~~,lii.i*iiros
al par VllcSli'G~niandntns.
Sic?,.
Si p r i n i i i r n
los cielos eraeoritran. fioy ;,I tiiaiin,
ó i~:iLellnmos bien, 6 es imposibie
c ~ u egaltrmos r'l <tia.
BICIcd.
Las t r o m p ~ t a s
procirrmeri g u e r r a ; y cliie los ait.es I i h i ~ s
rnrnpatl col1 plena voz, rii;i¡ pnraliiiifos
de rrncovoaa mnertr, loa clariner.
Ciial si atado me hallara á f6rrea argolla
<le rí.lrlorn me sirve mi drstirio;
si iio rs posible hiiir, lidiar6 fiirrte
r<iriio oso pclt*a. i Qrid crirniigo
Ltnhri e n t r e los inglrs<ys, ri116solderlo
r,riv (le a ~ ~ r i i ir n
i i i i j i . ~ . n o h a y a rracido?
ese dciio ternrr; si no i tiirigii?iii.
( 7?t,gro. S.:<r.ardc l j'hrerz.)
5iix,, cQrai6n crc;?
fiT:~~,b.
T r espnrlfnra solo niiln.
,>';,, h i l n t i l l f filrr:~!11 i ~ ~ c n f l rm:ks
e riili0d0
,,,!e "1 r i l : : s i,dir)so i!-I ~ ~ i ~ r ra ah n
isi~~o,
l!l, x l l , , r:tl~.:ara i ~ s i ~ : ~ ~ : i ~ ~ ~
M , 7 , :l.
i?!uchcili soy.
,y;,?,+ l)ll,., ,>o lillt\i;~i-;~n
It3a; inti~ru(;sr:>izmos
I I I i it,,li!lir:- INgtiu.t~".;::rrr~;?:. iio;.; ~troata,
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f i I i ( ~ n [ c ~a:,r<itln
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: ~ 1 1 1 ntt.iliiii'..
( iri., i / , , i , ). ,.,l,' r,n".l..ín S;,r.it!.c: r.! i;;j(i i9nlr.r h t x : ; - -
A
.
L^u" J
Y l o demas, en fin, que os sea dkbid4" ;,
en coyuntiii-a propia y eii sazou,
"
ser5 con el favor de Dios ciimplido
~ 1 7 3 1 anhelo con recto cornzon.
Para bien (le mi pueblo la corona
acepto que d e Duncan heredE:
os rorivido , sriiorrs , para Escorla ;
y anlr vosotros jt~r:imei>~o
bar(..
(Trorr~,nt.tas&c.)
FIN
Da& DRAMAI
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