Primer marcapasos para el párkinson La Universidad Politécnica de Cataluña diseña un sistema que identifica y corrige a tiempo real los trastornos de la enfermedad E. ARMORA / BARCELONA Día 17/07/2012 - 16.40h Dosificar la medicación El sistema permitirá dosificar automáticamente la medicación en función del estado del paciente I NÉS BAU CELLS Un equipo de la UPC ha diseñado el primer sistema para monitorizar la actividad de los pacientes de párkinson Tecnología y ciencia se alían para aliviar a los afectados de párkinson, la segunda enfermedad neurodegenerativa en número de pacientes después del alzhéimer. Un equipo de ingenieros de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), en colaboración con otros centros de investigación internacionales, ha creado un dispositivo portátil, pionero en el mundo, capaz de monitorizar los movimientos de las personas afectadas por la patología y controlar cuando entran en fase "off", es decir cuando la medicación deja de hacer efecto. Cuando el dispositivo detecta un problema, el sistema, dotado de un procesador inteligente, permitirá corregirlo y tratarlo a tiempo real a través de estímulos eléctricos o señales auditivas y suministrar la dosis de medicamento necesaria. Los investigadores Andreu Català y Joan Cabestany, del Centro de Estudios Tecnológicos para la Atención de la Dependencia y la Vida Autónoma (CETpD) de la UPC, han señalado que "es la primera vez que se dispone de una medida objetiva de toda la sintomatología relacionada con la movilidad y esto servirá para poder realizar un mejor diagnóstico y tratamiento de la patología". Principal base de datos El sistema, denominado Rempark (Personal Health Device for the Remote and Autonomous Management of Parkinson's Disease) estará completado en 2015, ha tenido un coste de 4,73 millones de euros (3,2 aportados por Europa) y ha contado con la participación del Centro Médico Teknon, Telefónica I+D, la Asociación Europea del Párkinson, así como diversos centros de investigación y empresas de Alemania, Portugal, Italia, Israel, Irlanda y Suecia. El nuevo sistema, aún en fase piloto y que se empieza a probar en voluntarios (a partir de octubre empezará a crearse una gran base de datos que espera alcanzar los 100 pacientes), actúa como una especie de marcapasos, ya que es capaz de identificar -a la larga también corregir- las diferentes incidencias motoras a través de los sensores instalados en un brazalete y en un cinturón inteligente que el paciente lleva puesto, según explica Cabestany. Cada vez que se produce un problema en el sistema motor, la información recogida por los sensores se envía telemáticamente al médico para que pueda evaluar y catalogar los datos. En una segunda fase, que arrancará dentro de un año y medio, se incorporarán en el mismo dispositivo una serie de estímulos acústicos y táctiles para corregir la disfunción. El sistema se dejará también abierto a la incorporación en un futuro un dispositivo de administración intravenosa de fármacos que actuarán en función del síntoma que aparezca en cada momento. Ángels Bayés, responsable de la Unidad de Párkinson del Centro Médico Teknon, destaca en declaraciones a ABC el avance que supondrá este sistema. Menos ingresos “Los beneficios serán tanto económicos como sociales, ya que al tratar en tiempo real al paciente se reducirán las hospitalizaciones, ya que un gran número de afectados caían a raíz de la crisis y se provocaban fracturas importantes, y los enfermos tendrán una mayor autonomía”, apunta la especialista del Centro Médico Teknon. Además, el dispositivo funcionará como una especie de “holter” –un aparato que permite la monitorización ambulatoria del registro electrocardiográfico durante 24 horas- “lo que le convierte en el primer sistema capaz de procesar tanta información y tan detallada sobre los problemas de movimiento que causa la dolencia”, apunta Bayés. La responsable de la Unidad de Párkinson del Centro Médico Teknon recuerda que los afectados por la enfermedad tiene episodios de trastornos de duración variable e impredecibles que oscilan entre períodos sin síntomas, lo que se conoce como fases “on”, es decir cuando se está bajo los efectos de los fármacos, y ratos en los que aparecen dificultades para caminar, lentitud e incluso bloqueo total de la marcha, lo que se conoce como fase “off”, en la que el efecto de la medicación es nulo. “El sistema de la UPC está pensado para ayudar a estos últimos pacientes, los que han tomado tratamiento pero ya no les resulta efectivo”, aclara Ángels Bayés. Aproximadamente el 80% de las personas afectadas por la enfermedad desarrollan problemas motores a los tres o cuatro años de empezar el tratamiento. Sin embargo, el párkinson puede presentar síntomas no motores muchos años antes de ser diagnosticado. Una disminución del sentido olfativo, un cuadro prolongado de diarreas o movimientos incontrolados en la fase REM del sueño pueden ser, según la doctora Bayés, “indicios de que aparecerá la enfermedad. Desgraciadamente son tan comunes que pocas veces interpretamos la señal”, concluye la experta.