BORRAR RECUERDOS

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BORRAR RECUERDOS (14/10/2014)
Logran borrar recuerdos en ratones al
estilo 'Men in black'
14/10/2014 (05:00)
Las películas de ciencia ficción suelen fantasear con inventos que hagan nuestra vida
más fácil. En unas ocasiones esos ingenios parecen imposibles y nunca terminan de
llegar, como los coches voladores de Regreso al futuro; en otras, el tiempo los convierte
en realidad. Es lo que está ocurriendo con el borrado de memoria selectivo.
Eliminar recuerdos de forma selectiva es algo que ha servido para alimentar los guiones
de varias películas, como Men in black, donde los hombres de negro cuentan con el
neuralizador, un dispositivo para flashear a los testigos; u Olvídate de mí, la oscarizada
película protagonizada por Jim Carrey en la que una clínica de borrado de malos
recuerdos trastoca la relación en torno a la cual gira toda la historia.
Estos dos inventos no son algo completamente imposible y tienen una base científica
real, en este caso la optogenética, que utiliza métodos genéticos y ópticos para
modificar células de tejidos vivos. Fue iniciada por Karl Diesseroth en la Universidad
de Stanford y actualmente se ha convertido en un método habitual para investigar
funciones cerebrales.
Borrar recuerdos con 'flashazos' de luz
Los expertos en la materia Kazumasa Tanaka y Brian Wiltgen, entre otros
investigadores de la UC Davis, han realizado notables avances en este campo.
Utilizaron ratones modificados genéticamente en los que podían observar las neuronas
que se activaban durante la recuperación de un recuerdo y después lograron
apagarlas mediante luz.
La teoría es que el aprendizaje implica procesamiento en el córtex, y que el hipocampo
reproduce este patrón de actividad durante la recuperación -del recuerdo-, permitiendo
volver a experimentar el suceso. Si el hipocampo es dañado, los pacientes pueden
perder décadas de recuerdos
"La teoría es que el aprendizaje implica procesamiento en el córtex, y que el hipocampo
reproduce este patrón de actividad durante la recuperación -del recuerdo-, permitiendo
volver a experimentar el suceso", ha dicho Wiltgen. "Si el hipocampo es dañado, los
pacientes pueden perder décadas de recuerdos".
Para probar la teoría, los investigadores pusieron a ratones modificados en una jaula y
su instinto natural era recorrerla y explorar. Sin embargo, la jaula estaba preparada para
darles una descarga eléctrica cuando se alejaban del centro. Después, cuando los
investigadores los volvían a introducir en la jaula, sus recuerdos les hacían permanecer
en el centro, "paralizados por el miedo".
Tras estas experiencias, los científicos procedieron a borrar el recuerdo de las
descargas. Lo que hicieron fue apagar las células nerviosas específicas en el hipocampo
del cerebro de los ratones y, de esta forma, perdieron sus recuerdos del evento
desagradable. Así, su primera reacción era, de nuevo, volver a explorar la jaula y recibir
la descarga. También fueron capaces de demostrar que apagar otras células en el
hipocampo no afectaba la recuperación de ese recuerdo.
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