qu`a ce que le nombre de cellules en L. C. R. donne un chiffre non

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CORRELACION FUNC. EXO-ENDOCRINA DEL PANCREAS
TOMO Lll
NúMERO 2
qu'a ce que le nombre de cellules en L. C. R.
donne un chiffre non supérieur a 20. Environ
53 jours dans nos cas.
Apres l'obtention de ce chiffre on continue
pendant 2 mois avec la meme dose, mais en
intercalant tous les 10 jours un repos de 5 jours,
jusqu'au moment ou de nouvelles analyses nous
confirment que l'amélioration du L. C. R. continue et meme augmente. Postérieurement, déja
avec un liquide normal, nous continuons encore
avec cette médication, 5 mg. par kg. de poids,
a des périodes de 7 jours et meme temps de
repos, pendant deux mois au moins, afín d'obtemir la regression t Qtale de leurs lésions anatomopathologiques.
Tant que la phase fébrile se maintient élevée
nous considérons prudent y associer la streptomycine, a la dose de 1 g. par jour et la supprimer des que nous entrons dans la phase fébriculaire, a moins que d'autres proces associés
n'indiquent le besoin de continuer avec la streptomicyne.
CORRELACION FUNCIONAL EXO- ENDOCRINA DEL PANCREAS
A.
GóMEZ
F. DE LA CRUZ.
Málaga.
Para la perfecta comprenswn del problema
hay que partir de la embriología. Conociendo
que el páncreas se diferencia debido a la proliferación en el seno del mesénqui ma, del mesogastrio posterior y de las yemas epiteliales que
forman no sólo los canalículos excretores y los
a cinis, sino también los islotes de Langerhans,
éstos aparecen en primer lugar como yemas sólidas que se aislan más tarde. Vemos, pues, que
la embriología del páncreas demuestra un origen común de los acinis y de las ínsulas.
LAGUESSE mantiene que no hay diferencia
esencial entre los islotes y los acinis, creyendo
que sería posible la transformación de unos en
otros; BENSLEY limita estas transformaciones
sólo a circunstancias anormales.
Huelga toda exposición sobre los conceptos
anatómicos y fisiológicos fundamentales del
páncreas y me referiré exclusivamente a la interrelación entre la función exógena y endógena.
Respecto a esta cuestión, que viene siendo
puesta de manifiesto desde la observación de
CAWLEY en 1788, de coincidencia de diabetes
con litiasis pancreática, haciéndose innumerables desde entonces hasta nuestros días las citas ウセ「イ・@
el particular, sin que por ello se pueda afirmar que a toda diabetes mellitus corres-
111
ponde una lesión pancreática, problema éste
ajeno a la cuestión que nos ocupa, y en cuya
complejidad actual no he de penetrar.
Así que exclusivamente recordaremos que lo
mismo que unas diabetes corresponden a manifiestas lesiones del páncreas, en otras, por el
contrario, no son demostrables tales alteraciones de la citada glándula.
Aun conociendo las alteraciones anatomopatológicas que afectan igualmente a los canalículos e islotes pancreáticos-justificable por la
íntima unión entre ambos elementos-, tanto en
pancreatitis como en diabetes, hay casos en
que se encuentra trastornada una de las secreciones (interna o externa), permaneciendo la
otra normal, al menos en apariencia.
Nuestros conocimientos acerca de la importancia de la secreción interna del páncreas parten del descubrimiento de v. MERING y MINKOWSKI en 1893, fecha en que estos autores observan que la extirpación del páncreas en algunos animales iba acompañada de trastornos del
metabolismo de los glúcidos, similar a los de la
diabetes mellitus humana. Pues bien, estas mismas manifestaciones pueden asociarse a diversas enfermedades del páncreas, ya como fenómenos transitorios o ya como permanentes y,
"el ha llazgo de glucosuria o hiperglucemia durante el curso de los exámenes diagnóstico sistemáticos puede constituir la primera indicación objetiva de una afección pancreática"
(BDCKUS).
Las alteraciones más leves de la secreción interna pancreática sólo pueden ponerse de manifiesto mediante la curva de tolerancia a la
glucosa, demostrativa de una disminución de
la misma. A veces es posible obtener los mismos datos mediante el análisis de una muestra
de orina de veinticuatro horas recogida tras la
ingestión de una dieta rica en hidratos de carl:::ono durante dos días (BEARDWOOD, cit. por
BOCKUS).
"Tal vez las dos más importantes unidades
f uncionales de páncreas se encuentran más íntit;lli:mente interrelacionadas de lo que creen los
medic?s. s・セ@
como fuere, es asimismo importante mvesbgar tanto el metabolismo de los hidratos de carbono como la secreción externa del
páncreas en los pacientes sospechosos de tener
una afección de esta glándula" (Bocxus).
HANSEl\IAN, HERXHE1l\1ER y L O:\IBROSO (citados por LA BARRE) vieron h ace años cómo influía la secreción externa del páncreas sobre la
actividad de las células de Langerhans. PRATT
y sponeセ@
ッ_ウ・イケセョ@
en alteraciones ・ ク ッ」 イゥセ@
nas una dismmucwn de la función insular.
LA BARRE イ・ヲセ@
experiencias en perros a los
que yrovoca hipoglucemia media nte inyeccione.s mtr3:venosas o subcutáneas de insulina, al
mismo. tiempo que estimula regular e ininteイセオューゥ、。
ュ・ ョエ ・N@ la secreción externa pancreáb.ca セッョ@
Nセ・」イエ
ュ。L@
obteniendo una importante
dismmucwn de la excreción pancreática así
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112
REVISTA CLINICA ESPAÑOLA
como de su contenido en farmentos. Atribuye
esta merma secretoria a un origen central Y parasimpático.
.
Estos trastornos secretorios desaparecen mmediatamente cuando la glucemia aumenta por
suministro de azúcar.
Estas mismas observaciones se hicieron en
.
1932 por BAXTER en el conejo. .
Existen gran número de expenenctas sobre el
estado de la glucemia en los animales, a los que
se provocan lesiones pancreáticas, con resultados discordantes (GONZÁLEZ BUENO).
BERNHARD, en 1930, cree que la prueba .de la
tolerancia a la glucosa permite 、・ウセオョイ@
un
disturbio del metabolismo de los gluctdos en
muchos casos en que la cifra de glucemia en
ayunas era normal y no había glucosuria. Notando discretas alteraciones en el edema pancreático y mayores en la necrosis, pensando que
esta prueba pudiera servir para establecer la
distinción entre ambos procesos. Establece la
regla de que una vez descartada la preexistencia de diabetes podemos, con la prueba de tolerancia a la glucosa-curvas de glucemia y comprobación de glucosuria-, tener argumentos
decisivos que nos inclinen al diagnóstico de una
inflama<;ión pancreática ante un cuadro doloroso de abdomen superior. RAAB y RABINOWITZ
aconsejan tomar con las mayores precauciones
dichas alteraciones, porque se pueden presentar en las infecciones, en las colecistitis y siempre en la trombosis de las coronarias.
BERGER admite la correlación entre las secreciones externa e interna, pudiendo según él
existir las siguientes formas (cit. por GONZÁLEZ
BUENO).
I. Inhibición paralela tubular e insular (hipoquilia enzimáti,ca y diabetes) .. En los ・セヲイᆳ
mos graves del pancreas (necrosts) ; despues .de
las afecciones de las vías biliares con episodws
sospechosos de lesión pancreática, y en los enfermos con heces grasas y diabetes grave.
II. Inhibición tubular y excitación insular
(hipoquilia enzimática con ィゥセイウNオ[ャッI@
III. Excitación tubular e mhtbiCwn msular
(hiperquilia con diabetes). Esta combinación es
la menos frecuente.
IV. Excitación paralela de ambas secreciones (hiperquilia enzimática e hiperinsulinismo).
Asimismo refiere GoNZÁLEZ BUENO, en su ponencia al IV Cong. Esp. de Pat. dゥァ・ウセ@
.. y de
la Nut., las manifestaciones que la admmtstración de azúcares produce en las pancreopatías:
A. Síntomas de dolor pancreático como signo de afectación total de la glándula.
B. Síntomas de dispepsia pancreática: náuseas, meteorismo, diarrea, etc., como signos del
aparato tubular.
C. Síntomas de hipoglucemia como signo de
excitación morbosa del aparato insular.
Una prueba más de la unión existente entre
ambas secreciones es la experiencia de NORLICHE, que inyecta sustancias colorantes en los
31 enero 19.\¡
conductos excretores pancreáticos Y observa SU
paso a los islotes de Langerhans.
LEóN CASTRO y cols. resumen un trabajo So.
bre correlación ・セッMョ、」イゥ。@
de.l ー£ョセイ・。ウL@
Pro.
visionalmente, afirmando la extstencta de una
posible interrelación.
Los efectos de la secretina sobre la función
externa son conocidos y también se han estudia.
do sobre la interna, encontrando CRIADO y BA.
RREIRO hipoglucemia tras la inyección de secre.
tina, hallazgo que no se イ・ーッセオ」L@
según CRIA.
DO, en perros pancreatectomtzados. セeaNャu@
y
Sil\101\'ET sí la ven en perros pancreoprtvos, in.
terpretándolo como una acción hipoglucemianu
de la secretina.
En 1938, LA BARRE afirma que si se da se.
cretina no se altera la función insulínica siem.
pre que los jugos pancreáticos desemboqll€n
normalmente en el duodeno.
• • •
Repasemos las enfermedades del páncreas ・セ@
las que se han ido observando alteraciones de
metabolismo de los hidratos de carbono :
Comenzaré por los procesos agudos, en l!l!
que a veces es posible comprobar un tt:astorno
de la función insular, que en unas ocas10nes es
bien marcado y en otras tan fugaz que sólo b
repetida investigación de glucosa en orina y saL·
gre puede ponerlo ( manifiesto. y si no se descubren estas altera e tone'> con m.t nc.cuc
es por los vómitos y dieta a que se hallan sometidos estos enfermos. Como es corriente que la
perturbación hidrocarbonada sea poco duradera, "lo importante es comprobar dicho trastor·
no fugaz" (KATSCH y BRINCK).
Autores como STRAUS, SIMÓN, LABÉE y ッエイセ@
(cit. por .KATSCH), coinciden en la importancia
de estas investigaciones en los procesos セョᄋ@
creáticos, afirmando que no disminuyen en ID·
terés por el hecho de que se conozcan casos de
pancreatitis en los que no se presentó ァャオ」_ウセᄋ@
ria espontánea ni alimenticia a pesar de ex1st1r
trastornos considerables del páncreas.
Según el proceso que afecte a este órgano.
así parece ser la reacción glucémica, pues la
necrosis pancreática tiende a presentar pronto
hiperglucemia, lo que es un síntoma precoz de
considerable importancia, insistiendo bernhセ@
(1931) en que debe investigarse la glucosufl8
en todas las emisiones de orina y no en una sola
muestra. En la pancreatitis aguda aparece yセ@
glucosa en orina desde los primeros ュッ・ョエセ@
o algo después. La glucosuria provocada da CJ·
fras elevadas frecuentemente, recomendando su
empleo BERNHARD, aunque en los pacientes con
muchos vómitos no puede realizarse, y estas
pruebas de tolerancia a la glucosa efectuada en
la fase aguda pueden ocasionar efectos inte!ll·
pestivos (BOCKUS). LEÓN CASTRO y cols. han Pf'
dido comprobar en observaciones clínicas 3
presencia de glucosuria en el curso de una pan·
creatitis.
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TOMO LII
:::-l'ÚMEI!O 2
CORRELACION FUNC. EXO-ENDOCRINA DEL PANCREAS
Al VI Cong. Esp. de Pat. Dig. y de la Nut.
presenté dos casos de pancreatitis aguda con
glucosuria, estimándolos demostrativos en cuanto a la correlación fisiopatológica de las funciones exo-endocrinas del páncreas.
Siguiendo con las pancreatitis agudas, hemos
de anotar la opinión de algunos autores que estiman el aumento progresivo de la glucemia o
glucosuria como signo que aconseja hacer un
pronóstico malo. En 1935, BINET y BROCQ exponen el resultado de sus estudios, encontrando fuerte hiperglucemia, generalmente sin glucosuria, en los casos graves, y menores cifras
de glucemia en los de mejor pronóstico.
PIERRE BROCQ relata dos casos de pancreatitis aguda en que la glucemia sufre un ligero
aumento. ABELLÁN AYALA y !ZARCO MOYA citan
dos casos de pancreatitis aguda no dramática
con hiperglucemia y glucosurias medianas. CARl\'IENA VILLARTA refiere el raso de un enfermo
con pancreatitis aguda que llegó a 71 gr. de glucosa en orina, desapareciendo la glucosuria al
curar la pancreatitis.
El clínico rumano PAVEL estima que las pancreatitis agudas médicas, exceptuando los casos
de tipo quirúrgico, es decir, aquellas que aparecen en el curso de otras enfermedades infecciosas, que evolucionan con menos síntomas locales y son menos conocidas por no practicarse
más a menudo las pruebas funcionales, son responsables en muchos casos de la aparición de
una diabetes por conversión del síndrome pancreático exocrina en una afección verdaderamente endocrina. Por ello insiste PAVEL en la
necesidad de diagnosticar a su tiempo la pancreatitis latente en ciertas enfermedades infecciosas, al objeto de poder controlar este eslabón
que existe entre la infección y la diabetes.
Se puede resumir todo lo expuesto sobre pancreatitis aguda afirmando que frecuentemente
va acompañada (en el 50 por 100 de los casos
según algunos autores) de alteración del ュ・エ。セ@
bolismo de los hidrocarbonados.
Pancreatitis supurada. - Según KATSCH se
observa glucosuria de intensidad カ。イゥ「ャセ@
en
esta セヲ・」ゥ￳ョN@
GONZÁLEZ BUENO afirma que son
muy ュセ・ウ。L@
mayores que en las pancreatitis
hemorrag1eas.
Pancreatitis edematosa aguda.-También se
presentan glucosurias e hiperglucemias generalmente transitorias y desde luego medos freC';Ientes que en la pancreatitis aguda hemorrágiCa. En. esta afec?ión, según Bocxus, hay casos de hipoglucemia.
.Trau.matismos del pánc-r eas.-PETERSEN descnbe cmco .casos que ha encontrado en la Uteratura de diabetes producida por traumatismos
y relata オセッ@
observado por él (lesión ー。ョ」イ・£
エゥ セ@
ca producida por un golpe), tras la que se des。セイッャ@
un cuadro de dial:etes, muriendo el pa」セ・ョエ@
a los tres meses y hallando en la autopSia la cabeza del páncreas sana y las restantes
dos terceras partes del órgano necrosadas.
113
N AFf'ZIGER y McCoRKLE estudian ocho casos de
traumatismos del páncreas, comprendiendo heridas operatorias y otras penetrantes y no penetrantes del abdomen, en los que encuentra
valores anormalmente altos de glucosa en sangre y orina.
No he tenido ocasión de estudiar otro traumatismo pancreático que el producido durante
intervenciones gástricas al despegar el ulcus de
su lecho en la citada glándula; tres de estos
casos en que las lesiones fueron considerables,
al ser investigados en su metabolismo de los
glúcidos mediante sobrecargas con 50 gr. de
glucosa, arrojaron curva.s de glucemia completamente normales y reacción negativa al citado
azúcar en orina.
Estas pruebas fueron efectuadas en los tres
enfermos a los quince días. Si se puede aducir
que es un mamento relativamente tardío para
poner de manifiesto un trastorno fugaz, antes
no me he considerado autorizado a realizar
pruebas quizá no innocuas en esos pacientes;
pero de 26 casos de despegamiento extenso y
cruento del lecho pancreático estudiados TJOSteriormente con investigación diaria de glucosa
en orina, no he hallado trazas de este glúcido.
Naturalmente que hemos de reconocer que
estos traumatismos quirúrgicos, salvo casos excepcionales, suelen ser pequeños y sabemos que
para conseguir una insuficiencia insular del
páncreas es preciso la destrucción de gran parte de la glándula, estando probado por la experimentación y la clínica que para crear un síndrome diabético persistente es necesario extirpar casi todo el páncreas.
• • •
Hemos visto la acciOn de las enfermedades
agudas del páncreas sobre la secreción insular·
ocupémenos ahora de aquellas crónicas para ャ。セ@
que es sabido existe una labilidad del metabolismo de los glúcidos, a veces sólo demostrable
n:ediante finas pruebas de investigación. y no
solo es comprobable la alteración de los hidrocarbonados en .la sangre,, sino que también aparecen glucosunas espontaneas con más frecuen」セ。@
de lo que se supone (KATSCII), que en ocaswnes son エセョ@
fugaces que sólo se demuestran
tras la repetida busca de glucosa en orina como
suele suceder con algunos cálculos en ・ャセ@ vados
en la papila de Vater.
o「ウエイオ」ゥセョ@
de los conductos excretores. _
BAXTER confirma
que en estos casos dismi·n U).e
., .
l a セ・」イQPョ@
msu1ar por digestión trípsica d
los Islotes.
e
Efectivamente, en la ligadura u obstrucción
de los conductos excretores del páncrea
cr,
EPSTEIN y cols., .Po.dría pensarse que オ[ᄋ・セァ@
rado paso de tnpsma ? tripsinógeno a la sangre カセョッウ。@
.de ・セエ。@
glandula tiene por consecuencia
la
mactlvación
.
. te h'lperglucemia. insular con la eOnSIguien
LA BARRE con BOOLEl\IAN comprueban que la
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REVISTA CLINICA ESPA'iVOLA
ligadura de los conductos pancreáticos, mientras se da secretina, provoca una marcada disminución de la función insulínica. Transfundiendo de animal normal con ligadura de conductos pancreáticos y administrado de insulina
a un animal diabético por pancreatectomía, empeora la diabetes de éste.
Se deduce que evitando la salida de los jugos
pancreáticos al duodeno es observable una importante hiperglucemia, la que tiene como causa la notable inactivación de las hormonas pancreáticas. A esta conclusión llegan LA BARRE y
H oussA, describiendo las grandes alteraciones
de la glucemia que provocan los quistes, la litiasis y los tumores pancreáticos que obstruyen
los conductos secretores.
PanC1·eatitis crónica.-En algunos casos, son
los síntomas diabéticos los que atraen la atención sobre el páncreas; en otros, una glucosuria
transitoria despierta la primera sospecha (BocKUS). Pudiendo en esta afección presentarse
una curva de glucemia verdaderamente diabética.
En 1941, BEARELL, SCHl\IIDT e lVY descriten
en cuatro pancreatitis crónicas lesiones difusas
de los islotes. RA.."'STROE.' refiere un caso de un
individuo de sesenta y cuatro años de edad, que
padeciendo crónicamente de litiasis biliar presenta súbitamente un cuadro de diabetes, que
cura espontáneamente, permaneciendo el paciente sin signo alguno de esta enfermedad má<s
de un año antes de morir. La sección demostró
una pancreatitis crónica con peripancreatitis,
extendiéndose la inflamación hasta la pelvis
y obstruyendo parcialmente la cava inferior.
Existía un cálculo en la desembocadura del colédoco y cirrosis hepática. El páncreas estaba
formado por un tejido esclerótica fibroso en el
que faltaban los elementos exocrinas; en cambio, los islotes de Langerhans eran abundantes
y con signos de hiperplasia, abundando las células beta.
MAIMoN y cols. encuentran en la mitad de
20 casos estudiados de pancreatitis crónica r ecurrente trastornos leves de la glucemia: en
tres diabetes, leve; en cuatro, grave, y en los
tres restantes, transitoria.
Tuberculosis del páncreas. -En esta enfermedad, el metabalismo de la glucosa puede estar alterado (BoCKUS).
Sífilis del páncreas. -Hay publicaciones en
las que se llama la atención sobre la coexistencia de lúes y diabetes (LEUDEN, LEMAN, LOURIA,
KITCHEL y otros), presentando buen número de
los pacientes descritos un goma en la proximidad del IV ventículo, causante de los síntomas
diabéticos. En 1916, WATHIN y WILSON comunicaron los hallazgos autópsicos en seis sifilíticos
que fallecieron en coma diabético, encontrando
en uno de ellos espiroquetas en las lesiones pancreáticas. Este hallazgo es indicador de que la
diabetes concomitante era de origen pancreático. En 1921 SIMMONDS, de entre 300 autopsias
31 enero lll¡
efectuadas en s
1ue habían sido diabét¡.
cos, encuentra dos casos con goma del Pan.
·
creas.
Con estas referencias no se pretende de nin.
guna forma resaltar la diabetes como frecuente
complicación de la lúes, pues seguramente mu.
chos de los casos no son en su coexistencia iャセ@
que el producto de una simple coincidencia, perr
sí ver cómo la sífilis pancreática puede originat
alteraciones del metabolismo hidrocarbonado.
Litiasis del páncrcas.-Es frecuente que es.
tos enfermos presenten síntomas debidos a un;
disfunción fancreática sobre el ュ・エ。「ッャゥウセ@
los glúcidos, habiéndose observado diabetes ュセ@
llitus de variada intensidad <>n un tercio apro.
ximadamente de los paciente!;, esrecialmente ・セ@
los afectados de litiasis de más larga 、オイ。」ゥセ@
(BOCKUS).
J ALESIU ーイ・セョエ。@
dos casos de li ti asís pan.
creática: el rrimero, con un trastorno precoz de:
metabolismo de los hidratos de carbono y sir
embargo el proceso pancreático no ウゥァョヲセ￳@
u:
mal pronóstico para la Yida: el segundo, muno
después de una progresiva enfermedad del pán.
creas, desarrollando grave alteración de la glu·
cernía sólo pocos días antes de morir.
OsER observa glucosuria en el J1 por 100 d!
sus 70 enfermos: PoPEL y LEVY, en el 20 pe!
100 de su recopilación. NOTII:\'AGI:I, \'Cinticuatr.
veces en 70 pacientes. L.\ZARl\IS, 36 en SO,.
BIOG, 10 \"CCC'-1 d( 100.
Panc,·eatttts calcárea. - PASTERNACK, en m
estudio de esta enfermedad, considera que IOi
islotes de Langerhans sólo se afectan cuandr
el proceso ha avanzado mucho. Se acompaña di
diabetes en una proporción similar a la pan·
creoli tiasis.
Tumores benignos del páncreas.-"Cabe decir que en los pacientes con tumores benigno;
del páncreas no existen más datos de laboratorio que los relacionados con la invasión de Jo;
islotes" (BOCKUS) . En algunos casos es demos·
trable la glucosuria.
Tumores malignos del páncreas. - Carcinomas.-E. VILLALOBOS estudia dos casos de cán·
cer de cabeza de páncreas, observando maní·
fiesta hiperglucemia. Dice BocKus que de cad.a
diez enfermos con carcinoma pancreático ーセᄋ@
mario en cuatro se encuentra glucosuria e bJ·
perglucemia o una .curva patológica de エッャ・セ。
ョᄋ@
cía a la glucosa. Se concede gran importancia 8
la curva de glucemia en los enfermos sospechosos de cáncer pancreático. En el Graduate Hos·
pital esta prueba ha proporcionado un porcen·
taje sorprendentemente a lto de reacciones positivas (78 por 100) .
.
Es discutido el papel predisponente de la dJa·
betes mellitus para el carcinoma de páncreas,
pues alrededor del 7 por 100 de estos enferrn°5
tienen en sus antecedentes una diabetes de lar·
ga duración. Hay autores que suponen esta asociación como una coincidencia por ejemP10'
'
GROTT; pero de otra parte, MARllLE,
as1' coDJO
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TOMO LII
N(TMERO 2
OORRELAC/ON FUNO. EXO-ENDOCRINA DEL PANCREAS
McKITTRICK y RooT, han demostrado que el
páncreas constituye el asiento más frecuente
de las lesiones malignas de los diabéticos. Se
sabe que el cáncer del páncreas es de seis a
dieciséis veces más frecuente en los indivic!-uos
diabéticos que en los demás enfermos en general (BOCKUS). WARREN confirma la mayor frecuencia en los diabéticos que en los no diabéticos.
Sarcoma del páncreas.-Los caracteres de laboratorio no difieren de los del carcinoma.
Quistes benignos del páncreas.-En general
se puede decir que estos quistes, como no afectan a las ínsulas, dan lugar sólo a leves trastornos del metabolismo de los glúcidos. Al
aumentar la destrucción y compresión del tejido pancreático pueden aparecer signos de insuficiencia. Según OSER se han observado alteraciones de la glucemia en el 6 ó 7 por 100 de
los casos.
Pseudoquistes (quistes traumáticos).-Puede
existir azúcar en la orina, pero esto es muy raro
y sólo se ha descrito en contados casos, por
ejemplo, el de TOUCKAN y el de DICH.
En enfermedades de tipo infeccioso.-Con repercusión pancreática como la parotiditis epidémica, hay descritas glucosurias fugaces, que
también aparecen tras de padecer una toxicosis intestinal.
Una cuestión a resolver es si estas glucosurias transitorias corresponden a simple trastornos funcionales o tienen su origen en alteraciones materiales.
Es lo más común que las enfermedades tanto
agudas como crónicas del páncreas den lugar
a un déficit insulínico; pero no hay que olvidar
la posible presentación en dichos procesos de
hipoglucemias, que se explican por el aumento
de la insulina circulante al destruirse las ínsulas y liberarse bruscamente mayores cantidades de esta sustancia, o bien por la excitación
que ocasiona la acción irritativa de la inflamación.
. .
...
Después de repasar todos los procesos que
afectan al páncreas alterando en más o en menos, pero
generalmente a la secreción externa 1
,
y ver como en todos ellos, aunque en distinto
grado según la afección, existe una correlación
fisiopatológica de la secreción insular volvapasiva y veamos lo 'que sumos la oración ーッセ@
cede en las alteraciOnes de la secreción interna.
Hiperinsulinismo.-Refiere LEÓN CASTRO los
trabajos de LA BARRE, que sintetizan lo hasta
el momento encontrado en estos casos ya sea
natural o experimentalmente provocado' hallando un decrecimiento de la secreción セクエ・イョ。@
que セ・ウ。ーイ」@
con la administración de azúcar:
. pwbetes.-LE6N CASTRO y cols., en una reviSlon de su material de diabéticos, encuentran
オセ@
7,4. por 100 en los que existían alteraciones
digestivas que podrían hacer sospechar la par-
115
hcipación del páncreas mediante trastornos de
su secreción externa.
Estudios clásicos de LANCEREAUX, SCHMIDT,
KYLIN, JOSLIN, UMBER y FALTA hablan de la
existencia de diabetes mellitus con simultánea
alteración de la secreción externa del páncreas
consecutivas a procesos patológicos de las vías
biliares. SCHNETZ (cit. por LEóN CASTRO) refiere alteraciones conjuntas de la función tubular
e insular y la frecuencia con que se presentan
estas afecciones globales del páncreas.
Por último, una demostración más de esta correlación es la comprobación experimental, que
haciendo diabéticos a distintos animales se producen trastornos fermentativos, principalmente
de la diastasa.
Cita CASAS CARNICERO cuatro casos de diabetes estudiados en los que encuentra siempre cifras bajas de diastasa, que en dos de los pacientes llegaron a ser de 17 y 19 unidades. La existencia de estas bajas cantidades en diabéticos
había sido observada hace tiempo por KAUFFmaNセL@
MARINO, ROSENTHAL, ScHMEROL, así como
GRAY y cols., quienes encuentran que el 74 por
100 de sus pacientes de diabetes graves tenían
cifras de diastasa por debajo de 60.
BERGER, HARTMANN y LEUBNER (cit. por LoRENTE) encuentran en la prueba del aceite de
oliva una insuficiencia funcional del páncreas
exocrino en los diabéticos.
RESUMEN.
Se pone de manifiesto la íntima unión que a
veces existe entre la porción incretora y excretora del páncreas, valorando las alteraciones
que las enfermedades de este órgano pueden
provocar en su función endocrina y viceversa.
Asimismo se resalta el valor diagnóstico e incluso pronóstico que tienen las perturbaciones
del metabolismo hidrocarbonado en las afecciones pancreáticas.
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REVISTA OLINIOA ESPAÑOL
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ROUBITSCHFlK. - Klin. 'VVschr., 25, año IV.
v}u" C.U1PEXHOUT, E. y Dt:PI'lRROY, G. -Ponen cia al II
Cong. Belga de Cirugla.
SUMMARY
The close relationship sometimes present
between the incretory and secretory parts of
the pancreas is pointed out. A study is made
on the modifications that diseases of this organ
may induce in its endocrine function, and vice
versa. Emphasis is likewise laid on the diagnostic, and even prognostic value of the disturbances in the carbohydrate metabolism in pancreatic diseases.
ZUSAMMENFASSUNG
Man macht auf die enge Beziehung zwischen
dem inkretorischen und exkretorischen Pan-
NOTAS
kreasteil aufmerksam; man schatzt dann di
Veranderungen, die die Krankheiten dieses Or:
ganes erzeugen konnen in Verbindung zur
endokrinen Funktion und umgekehrt. EbenS<
bespricht man den diagnostischen und sogar
prognostischen Wert, den diese Kohlehydrats.
torungen bei den Pankreassaffektionen haben.
On attire l'attention sur l'union intime qUi
éxiste par fois entre la portion incrétrice e•
excrétrice du páncreas, en valorisant les alté.
rations que les maladies de cet organe セuᄋ@
vent produire dans sa fonction endocrine et
vice versa.
OnA souligne également la valeur diagnostiqu!
et meme pronostique que les troubles du méta.
bolisme hydrocarboné ont dans les affectiolli
pancréatiques.
CLINICAS
ALGUNAS OBSERVACIONES INFRECUENTES DE COMPRESIONES MEDULARES ・セI@
(Aspectos anatomoclínicos y terapéuticos.)
J. SIMARRO-PUIG.
Jefe de Servicio de Neurologla en el Instituto Neurológico
Municipal de Barcelona.
J.
S1 ・ョイッセ@
LLOR CASANOVAS.
Interno Ayudante en el mismo Servicio.
A pesar de que parezca que todo esté dicho,
o poco menos, sobre las compresiones medulares, y que los conocimientos relativos a éstas
estén poco menos que reducidos a fórmulas
diagnósticas y casi terapéuticas, la clínica viene a enseñarnos, nada raramente, que hay mucho que discutir sobre ellas y hay que proceder
con cautela ante las mismas.
Consideramos interesante exponer muy sucintamente las tres observaciones que siguen:
l. • T . M. D., de dieciséis afios, soltera. Ingresa en
nuestro Servicio, durante la ausencia de uno de nosotros, exclusivamente para la práctica de una mielografia descendente, que se practica, y se devuelve la enferma (23-VII -53). P osteriormente somos conocedores
de que habla experim entado un trauma (lll-52) con calda en flexión sobre rodilla derecha con ésta en flexión,
(•) Comunicación a la V Reunión anual de la Socfe<lad
Espaflola de Neurologla (Barcelona, 19-XII-1953) .
y con extremidad inferior izquierda en extensión; et
días siguientes, algia intensa en misma rodilla e impot encia funcional en ambas extremidades inferiores. E!'
12-X-52 r eingresa presentando algia intensa en regiór
lumbar y rodilla izquierda, estando ésta tumefacta l
muy dolorosa a movimientos pasivos y con limitaciv•
de movilidad. Impotencia funcional completa en extr
m idades inferiores. Adelgazamiento de 10 kilos y an
rexia completa en los seis últimos meses. No más at·
t ecedentes de interés. Motilidad, sensibilidad, coordina·
ción y reflejos en mitad superior del cuerpo, ョッイュ。ャセ@
En m itad inferior: Motilidad conservada en tronco, dis·
minuída ligeramente en movimientos de muslo derecho.
sobre pelvis; más disminuida en movimientos de pierna
derecha, sobre muslo, y casi abolida en movimientos d:
pie derecho; en extremidad inferior izquierda la dism1·
nución es más acentuada, de manera que los movimien·
tos en rodilla están casi abolidos (intenso dolor a IOi
mismos ). ROdilla izquierda, ligeramente tumefacta. Fla·
cidez completa en ambas extremidades inferiores menOi
en rodilla izquierda, en que hay una cierta contractura
refleja dolorosa. Reflejos : Cutáneoabdominales, conser·
vados; no espinoiliacos ni de adductores. Rotulianos: De·
r echo, débil; izquierdo, abolido. Aquileos: Derecho, débil; izquierdo, no; cutáneo-plantares, en extensión aro·
bos. Sensibilidad táctil y dolorosa, disminuída en toda
la extremidad inferior izquierda; dolor a la percusión)
a movimientos en columna vertebral desde D12 aba¡a.
con angulación discreta a nivel de D12, Ll, L2, L3 Y
U . Pequefías anormalidades sin significación interesante neu rológica en hemograma, glucemia, urca di
plasma, colesterinemia y calcemia. Liquido 」・ヲ。ャッイセZ@
quldeo: Albúmina, 0,80; células, 1,6; globulinas, ++ ·
resto, normal. Pruebas tensionales, negativas. Mielogra·
fla descendente: La sustancia opaca parece no negar
bien a fondo de saco, pero sin hallar una imagen demostrativa (doctor VEGA). No alteraciones óseas vertebrales. Imagen de artritis en rOdilla izquierda y ennJsa·
croiliacas. Por otra parte, se halla un Infiltrado i rs·
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